☁️17☁️
POV narrador.
-Entonces... ¿Si?-
Habló el alfa tratando de convencer al Omega que ya era hora de ir a su cita, pero el Omega estaba tan cansado que no quería salir de su habitación o mejor dicho, no quería salir de su ahora lugar favorito; los brazos de Atsumu.
-¡Tsumu! - se removió disconforme-Abrázame, abrázame mucho.. estoy bien aquí y no quiero salir. -
Atsumu sintió como el Omega se aferraba a el e intentaba olfatear su cuello en busca de sus feromonas.
Atsumu sabía perfectamente el porque se debe este comportamiento tan particular del omega.
Su celo se aproxima.
Sabía lo que tenía que hacer y era no tomar al omega, no quería estropear el cortejo, todavía faltaba al menos una semana para que termine.
Estaba informado sobre los comportamientos de Shoyo en celo, según su padre, solo exije mimos, comida y atención. Claro está que tendrá uno o dos días en los que va a querer aparearse.
¿Iba a estar presente en esos días?
Puede que si, aunque Atsumu tenía miedo de hacerlo llorar por decirle que no podían hacerlo todavía.
Sato agradece que Atsumu tiene el suficiente autocontrol para evitar desastres, por eso mismo, y únicamente por eso es que le permitirá cuidar de Shoyo en su celo.
Atsumu estaba más que feliz por eso, si tendría que gastar sus ahorros en comida para su Omega sería capaz de gastarlos, es más, sería capaz de vender a Lucy por todo lo que su omega quiera.
Debía protegerlo, darle amor, cuidarlo con todo su corazón, no dejar que nadie le haga daño, dar la vida por el si es necesario. Eso es lo que un alfa debe hacer por la persona que ama y no solo un alfa, cualquier persona debe haber eso y más por la persona que ama.
Era increíble ver la diferencia de sus cuerpos, Shoyo era pequeño, su cuerpo curvilínea y bien cuidado lo hacía tan delicado. Y Atsumu tenía un cuerpo esculpido por dioses, bien trabajado, bronceado y sus hombros eran lo suficientemente grandes como para que Shoyo no pueda rodearlos completamente cuando se abrazaban.
Los dos, eran sinónimo de belleza y perfección para la sociedad.
Y Atsumu cree que si ambos fueran lo contrario a belleza aún así se hubieran amado.
Tiene completamente en claro sus sentimientos por Shoyo ¿Y quién no? El es la persona más hermosa, alegre y sincera de este bendito mundo ¿Quien no lo amaría?
Shoyo no merece ni un poquito de maldad, no merece esas miradas de envidia de otras y otros omegas, tampoco merece lo que hace años lo dejo tan marcado.
Si tan solo pudiera protegerlo de lo más mínimo talvez su amor dure hasta el final de los tiempos.
Pero.. el mundo está lleno de peligros, por lo tanto es imposible protegerlo de todo.
Enfermedades, accidentes, virus, envidias y etc. Formaban parte de la lista de cosas en las que no podría proteger a Shoyo.
Por lo tanto, tendría que conformarse con lo que este a su alcance.
-Tsumu... Tengo hambre.. despierta~ oyee~ ¡Miya!- ante aquel grito abrió los ojos dándose cuenta que se había quedado dormido.
-Oh Sho.. ¿Dormiste bien? ¿Te asusté con mis feromonas o algo? ¿Quieres agua? Voy por agua si quieres.... - Bombardeo al pobre Hinata con mil y un preguntas más sobre que necesitaba.
Atsumu no parecía callarse y eso lo desesperaba un poquito, así que optó por callarlo con la vieja confiable.
Un besito.
Fue rápido, fue más que nada un piquito y aún así se avergonzó lo suficiente como para que sus orejas, cuello y mejillas estuvieran adornadas de un color rojito muy bonito.
-Lo siento.. no te callas y, y, y solo quiero comida pero quiero comer contigo y duermes como un osito cuando debe hibernar. -
Atsumu aún estaba procesando lo ocurrido ¿Su adorable Omega le dió un besito solo para callarlo?
¿Felicidad? Esa palabra le queda corta.
Si lo que sentía este momento tuviera nombre sería feliz de decirle a Shoyo lo que sentía en este momento, pero como no tiene nombre las palabras no salían de su boca.
-¿Tsumu? ¿Te volviste a dormir con los ojos abiertos? -
-Yo.. ay Shoyo, no puedo dormir con los ojos abiertos. Y ... ¿Podríamos repetir la acción que hiciste hace unos segundos?-
-ah.. ¿Hacer un puchero?-
-No, no, eso no, sobre .. el besito ¿Puedo besarte?-
-Oh.. eso.. Claro que si.-
Su típica sonrisa perezosa se hizo presente y sin esperar mucho beso con pasión esos labios que probó en alguna ocasión.
Era la misma sensación que tuvo la primera vez, era mágico, este beso estaba aún más cargado de amor que el otro.
Ahora sentía que no debía dejar ir tan fácilmente estos labios.
Luchará hasta el último momento para tener a su amado a su lado.
Se separaron brevemente, Atsumu estaba sonrojado hasta las orejas y así le seguía Shoyo el cual su sonrojó se iba intensificando.
-Tsumu... De verdad tengo mucha hambre ¿Ya podemos ir a comer? -
-Ouh.. si, claro.. aunque ¿No prefieres comerme a besos? -
Un golpe con la almohada recibió de respuesta y no pudo evitar reír por eso.
-¿Eso es un sí?-
-¡Tsumu cochino!-
-Cochino no. Cojapones, corazón.-
Y volvió a recibir el mismo golpe de almohada en su preciosa cara.
Cómo amaba molestarlo.
Al otro día.
Shoyo se encontraba tranquilamente bebiendo un jugo de manzana mientras leía un libro apartado de todos en las áreas verdes del instituto.
Casi nadie iba a ahí y no entendía el por qué de eso. Es tan relajante y tranquilo estar ahí.
Examinó el lugar con la mirada y se le hacía muy bonito a simple vista.
Habían grandes árboles, arbustos, flores, incluso bancas dónde cualquiera podría sentarse a leer, así como el en este momento.
Escuchó pasos venir hacia el y fijo su mirada en el sujeto que caminaba tranquilamente hasta donde el.
Sonrió al ver quién era, tenía bastante tiempo de no hablar o ver a Kageyama Tobio.
-Kagee~ por fin te acuerdas de mí.-
-Ah no, tu eres el que me abandono.. por tercera vez. Pero fuiste tú, me dejaste solito por el idiota de.. perdón por tú alfita ese. -
Shoyo hizo un puchero y abrió sus brazos en señal de que quería abrazar a Kageyama. Este con su celo fruncido bufó para después casi correr hasta sus brazos.
Se habían extrañado mucho -aunque no lo parezca.-
Ambos conversaron y se pusieron al día con todos los temas importantes y acontecimientos que han ocurrido recientemente en sus vidas.
Shoyo estaba feliz de estar con uno de sus mejores amigos y Kageyama sentía lo mismo.
Está vez dejo que Kageyama estuviera apegado a el, se dejó mimar un poco por el alfa, y digo poco porque a los segundos lo apartó diciendo que se sentía extraño.
Y así hasta que vieron la hora y se dieron cuenta que quedaban pocos minutos para entrar a sus clases correspondientes.
Los dos debieron correr bastante para llegar a tiempo.
NekiAsh-
Nota de autor:
Parece Kagehina pero no lo es, lo juro.
Wah, ya casi es navidad, luego año nuevo.. y después mi cumpleaños ajsjsj okno en fin, trataré de actualizar todo antes de que acabe el año.
41 votos para el próximo capítulo.
Sin más que decir.
Bye~
💛💛💛
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