38. STAY
A partir de ese día la vida de Rindou fue un completo sube y baja.
Ran había cumplido su promesa y había disminuido sus horas de trabajo, al parecer todo ese tiempo Ran estuvo trabajando en una televisora a tiempo completo, primero se encargaba de ayudar en un noticiero matutino y después en programas irrelevantes que se trasmitían durante todo el día; la televisora contaba con comedores y salas de descanso para empleados, lo cual explicaba su falta de presencia en la casa; sin embargo, como lo había prometido, Ran decidió dejar los últimos turnos y quedarse únicamente con el del noticiero para poder estar más presente, ahora Rindou trataba de acostumbrarse a llegar a casa y hablar con el sobre sus tramites para la universidad, recibir preguntas sobre si le gustaba la terapia y si le agradaba su terapeuta.
Y realmente a Rin si le agradaba, era un hombre mayor pero relajado que le preguntaba mucho sobre las cosas que le gustaban y lo dejaba hablar sobre su colección de figuritas de cereal; también hablaban sobre su relación con Ran y como se sentía con el cambio que había dado y — aunque en menor medida pero igual de importante— aveces hablaban sobre Sanzu.
Y Rindou nunca admitiria que lloro toda una semana cuando el terapeuta confirmó las sospechas de Haruchiyo.
— La codependencia a las personas es más común de lo que crees; hay gente codependiente a sus padres, a su amigo más cercano, a su pareja o incluso a su mascota —le explico una tarde durante una de sus terapias— En tu caso, no puedes concebir la idea de que Sanzu te elija porque crees que no lo mereces, así que cuando el lo hace tu crees que es un caso único y si lo dejas ir no se volverá a repetir y tendrás que enfrentar de nuevo la vida solo.
— ¿Mi cerebro se está aferrando a algo que nunca tuvo y ahora no quiere perder?
— Exacto, pero tranquilo, no es tan grave todavía; como lo veo no presentas un caso de falta de autonomía, aun puedes hacer cosas por ti mismo y tomar decisiones, la opinión de Sanzu fue importante para ti para seguir con tus estudios pero no fue decisiva.
— ¿Quiere decir que esto puede empeorar?
— Lamentablemente si... —admitió con un suspiro— Mira, Rin, te sientes bien con el y crees que es la única persona que puede amarte; no dudo que tu relación sea real y que de verdad lo quieras, pero tus sentimientos se están trastornado e inclinando a una necesidad que solo te lastimara; debes trabajar en eso y comenzar a pensar que el mundo no se terminará sin Sanzu, habrá más personas en tu vida, llegará gente que te quiera y aprenderás a valorarte a ti sobre cualquier otro ser humano.
— ¿Y que pasará con el?
— Primero, sobreponer a otra persona sobre ti mismo es otro signo de codependencia —señaló— y en segundo... Creo que lo mejor sería distanciarte.
— No.
— Rin, se que...
— No, debe de haber otra solución, no quiero separarme de Haru.
— Lo se, y se que al principio pensaras que no puedes hacer esto sin él y que estas cometiendo un error que no valdrá la pena, pero piénsalo como un reto, si su relación es real y no es solo una consecuencia de esta búsqueda tuya por llenar el vacío que tu hermano dejó con su indiferencia, entonces cuando mejores tu autoestima y entiendas que no puedes ser codependiente a nadie, lo suyo seguirá funcionando igual, sino es así entonces te habrás salvado de una relación que solo te perjudicaría a largo plazo.
— Y entonces... ¿Qué hago? ¿Tengo que romper con Sanzu y pensar que él me esperara hasta que arregle mi estúpido cerebro? ...
— Si no puedes confiar en que el te espere y te apoye en tu proceso de sanación, entonces tal vez no es la persona correcta para ti.
Y otra vez, Rindou supo que el hombre tenía razón.
Despues de eso no hablo con Haruchiyo por los siguientes diez días; al principio ignoro sus mensajes y luego simplemente le dijo que necesitaba tiempo para pensar, Sanzu lo entendió y se limitó a preguntarle una vez al día si estaba bien o si había comido o si necesita ayuda en algo, pero Rindou no tenía el humor para responderle cuando se la pasaba toda la noche llorando en su cama.
Después de eso le pidió hablar en persona y tuvieron al fin la horrible conversación; claramente Haruchiyo lo entendió perfectamente, le dijo que entendía su situación y que esperaría a que mejorará.
— Técnicamente no estamos rompiendo —lo intento animar, con Rindou abrazado a el llorando en su pecho— solo nos estamos distanciado para que puedas poner esa cabecita tuya en orden.
— Odio esto.
— Lo se, también extrañare estar todo el día molestándote... Pero ve el lado bueno, si esta relación no es lo que nosotros creíamos, evitaremos crear un futuro donde posiblemente nos hubiéramos terminado odiando.
— No quiero odiarte...
— Yo tampoco Rin, por eso esfuérzate en sanar, yo estaré aquí esperándote y te apoyare en lo que sea que decidas.
A partir de ese día crearon todo un sistema para sobrellevar mejor la distancia, limitaban los mensajes solo a cosas importantes y se veían únicamente un par de veces al mes. Su terapeuta le había hablado de la ansiedad y la abstinencia en la ruptura y Rindou cree que de verdad la sufrio cuando Izana se burló de él por parecer uno de esos zombies de películas apocalipticas.
Pasaron dos meses y las cosas mejoraron en muchos aspectos, iba progresando en la terapia, había ingresado a la universidad que quería (aún lloraba cuando veía su libro de colorear de Dora la exploradora y recordaba su "nueva nueva graduación") y ahora era más fácil hablar con Ran y contarle más cosas de las que antes le diría; para el siguiente mes ya tenía algunos amigos y llevaba buenas notas, se sentía jodidamente mejor mentalmente pero seguía extrañando pasar los días con Haru en el Blinding Hotel; por fortuna, su ansiedad se calmo un poco cuando pudo cuidar a Garfield una semana entera porque Sanzu saldría de la ciudad con Takeomi por asuntos de inversionistas.
Veía mucho menos a Sanzu, pero ahora que su autoestima parecía mejorar y había sobrellevado exitosamente poco más de tres meses de distanciamiento (103 días exactamente) se le permitía mensajearse con el más a menudo y a veces visitarlo en el trabajo de sorpresa.
Ninguno había empezado una relación ni hablaban explícitamente de en que términos estaba lo suyo, pero un chico de la escuela había invitado a Rindou a salir en una cita y ese había sido el tema de conversación con su terapeuta aquel martes.
— ¿Y que piensas sobre eso? —le pregunto el hombre después de su explicación.
Y Rindou fue completamente honesto con su repuesta.
Una hora después de cotilleo universitario, el hombre en el sillón termino riendo mientras negaba con la cabeza.
— Creo que es muy obvio lo que pasa aquí.
— ¿En serio?
— Si... Estas enamorado, Rindou.
— Oh...
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