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XXI. Day 2: Air

Una semana del inicio del cortejo. Así que esa semana tocaba el siguiente elemento: aire. Para Jisung no podía haber estación más perfecta para esa semana. Otoño; cálido, refrescante y crujientes hojas que se deslizaban por las calles acompañando al elemento.

Aunque se trataba de un mes importante. Le sorprendía las noches en que pasaba lejos de Minho debido al trabajo. Era algo deprimente pero cada vez que se encontraba con el mayor recibía su recompensa, así que lo olvidaba todo tan rápido como la tristeza llegaba.

Porque aunque fingía odiarlo su corazón latía desbocado al ser llenado de abrazos y besos por el alfa pidiendo perdón por la demora en la mañana.

Minho era...¿cómo decirlo sin ofender a la jerarquía de alfas?. Él único que vale la pena entre millones, se definiría así.

Se encargaba de todo. A veces lo dejaba sobre pensando, cuanta responsabilidad emocional y física cargaba Lee Minho sobre él. Una organización que estaba en constante peligro, una familia inusual y un omega que casi le hacía la vida imposible con sus cuestionables decisiones. Su mejor amigo estaba lejos, y él otro ya ni siquiera estaba. Era preocupante y le daba un sabor amargo.

Y aún así, llegaba en casa y se encargaba de dar amor a cada uno de sus gatos. Pasar a mimarlo a él para luego preparar la cena y conversar juntos como si cada día para él alfa sea el mejor de su vida, a pesar de lo que pasaba fuera de su hogar y en su mente.

Aunque seguía preocupado sobre la estupidez que pueda cometer en un futuro probable. Ahora solo quería envolverse en la calidez y el cariño de Lee Minho. No porque sea un alfa o necesite pareja, solo porque era él, él único hombre quería con su último aliento a su lado.

Ahora, mientras esperaba la llegaba de Minho para comenzar la semana y almorzar juntos. Se encontraba junto a Seungmin, en la casa del omega menor arrojados en suelo con Jisung boquiabierto y Seungmin jugando con él cordón de su sudadera fingiendo demencia.

- ¡¿Pero cómo?!.

- Jisung...- Seungmin gimoteó avergonzado-. Ya lo haz preguntado más de 3 veces, estoy cuestionando si me estas fastidiando solamente.

- ¡Es qué...!, ¡¿cómo?!- jadeó pero antes de que el menor vuelva a quejarse soltó eufórico-. ¡¿En que momento me he vuelto tan ciego?!.

- Desde que solo Minho hyung ocupa su mente- el menor se burló pero Jisung no tuvo tiempo de estar avergonzado.

- ¡Tú!- lo señaló incrédulo y con una felicidad deslumbrante-. ¡¿Te das cuenta el combo que te has llevado?!.

- No lo defina así- Seungmin soltó una risa negando y Jisung también rió sin aliento.

- Es que Hinode es así- separo los brazos lo más que pudo hacia arriba demostrando la gigantes de altura-. Y así en los brazos- abrió exageramente los brazos mientras Seungmin se cubría el rostro riendo totalmente rojo-. ¡Y quién sabe que otra cosa es más grande!. Ah, sí. ¡Tú lo sabes!- acusó lleno de felicidad y euforia.

- ¡Jisung!, esa mente tuya- recriminó hecho un tomate mientras el mayor se carcajeaba.

- Es que, joder. Él es un 10- sonriendo finalmente el mayor relajó su euforia-. Pero tú Minnie. Eres más que un millón, espero que ese alfa no haga una idiotez porque como le dije a Innie, si te hace sentir mal, tú solo tienes que llamarme, voy y le rompo la nariz y corremos. Ya sabes el plan- lo señaló indicando que hablaba en serio mientras el menor negaba riendo entretenido y con una mirada agradecida.

- No creo que golpear a Hinode sea lo primero que piense si esto no funciona. Pero lo tendré en cuenta- bromeó al final y luego se encogió de hombros suspirando-. Aún no tengo definido qué hacer, si doy el siguiente paso tengo miedo que todo sea una confusión de mi cabeza- Seungmin bajó la mirada algo decaído y pensativo-. Temo no tener la suficientes fuerzas para soportar otra decepción.

Jisung apretó ligeramente los labios. Y decidido se inclinó para tomar el rostro del menor obligándolo a que lo mire.

- Seungmin, ¿te digo algo?- murmuró ante la mirada atenta y tristona del menor-. Si no tuviera a Minho, te hubiera seducido- admitió consiguiendo rápidamente que el menor comience a sonreír con una tierna diversión y felicidad-. Eres totalmente mi tipo, no soy especial pero mis gustos lo son. Así que si Hinode no termina enamorado de ti, es porque definitivamente esta loco, o tiene autismo. Una de dos.

- Jisung- recriminó pero terminó riendo-. Creo que gracias, tus discursos son cuestionables pero es lindo que intentes ayudar.

- Pero es en serio- se ofendió y luego sonrió encogiéndose de hombros-. Y no me culpes, los discursos se los estoy robando a Minho.

Cuando el menor volvió a reír Jisung pudo relajarse, aliviado ante la sonrisa y felicidad de Kim Seungmin. Parecía ser que su corazón volvía a su lugar al verlo recuperarse. No podía volver a dejar que una expresión así se pose en su tierno rostro.

Luego definitivamente haría que Minho advierta a Hinode. O lo haría él mejor. Su puño y su metro setenta es suficiente.

Pasó la última hora junto a Seungmin hasta que una llamada de Minho le hizo saber que debía ir a su encuentro. Y salió de la casa con saltos de felicidad porque finalmente lo vería luego de verlo perderse por la puerta de la casa el día anterior a la tarde.

Casi mitad de un día que no lo veía, era mucho para su pobre estabilidad que se iba poniendo lentamente firme.

Se apresuró a los pasillos como si Minho fuera a huir antes de que llegue. Y al llegar a la puerta lo abrió apresurado, deteniéndose en seco al toparse de frente al alfa de sus pensamientos, vistiendo una camisa blanca con pantalones negros, con un cinto ajustando su cadera. Elegante pero los primeros botones de la camisa desabrochados pareciendo casual.

Llevaba una canasta mediana en una mano. Y sonrió tan lindo y amable para él como saludo, que su corazón se estremeció cayendo por él una vez más. Sonrojándose al verlo tan guapo, con el cabello castaño peinado hacia atrás y prontamente una mano fue extendida hacia él.

- ¿Te molestaría caminar?- la pregunta fue suave, daba espacio a tomar la decisión que se le plazca.

Tomando la suave mano se encogió de hombros fingiendo modestia.

- Como sea, está bien- Minho sonrió un poco más, entretenido.

Y comenzaron a caminar. Saliendo de la casa familiar de una vez, Minho comenzó a conducirlos hacia el camino de piedras al costado del terreno, la dirección que Jisung nunca había tomado desde que vivía allí.

- ¿Cómo dormiste anoche?, ¿qué cenaste?- preguntas casuales que aún así lo hizo levitar en su mente.

- No cené- se apresuró a explicar antes de que el alfa lo ataque-. Dormí cerca de las ocho de la noche. Estuve de compras con Felix y me dejó con fatiga, así que no tuve fuerzas para comer algo.

Minho dejó caricias en el dorso de su mano. Jisung sintió que iba a explotar porque estar con él alfa se sentía irreal y loco, cada vez que lo veía luego de un largo lapso de tiempo, sentía como si hubieran sido años. Y no podía dejar de tener reacciones nerviosas, de querer mirarlo y seguir sudando por tener su presencia tan cerca. Tan hermoso y puro para él.

- Y dormí bien, como peso muerto- Minho sonrió por la definición.

- Sabes que no es excusa, ¿cierto?. No hagas que cuando no esté en casa en las noches te llame para cerciorarme que comas- Jisung le gruñó de forma infantil.

- Si haces eso, te colgaré en la cara- advirtió receloso y Minho volteó a mirarlo enarcando la ceja.

Carajo, ya lo puso nervioso. Podría hacerse pipí, ¡aborten misión!.

- D-digo...te colgaré para ir corriendo a preparar la cena- rió ante la fija mirada del mayor.

Segundos después el alfa sonrió satisfecho y volvió la vista al frente, como si nada. Maldito Minhot, ya lo tenía como quería y aún así le hacía eso.

El camino estaba lleno de verde, árboles aquí y allá, no había ningún espacio para otras casas. El camino de piedritas se convirtió en una arribada larga y refrescante. Había mucho viento y la temperatura era agradable. Así que confiaba en donde sea que le deparaba el destino de Minho.

- ¿Cómo te fue a ti?, ¿mataste muchas almas en pena?- Minho bufó a su lado.

- Jisung, mi trabajo no solo consiste en salir de mi casa y disparar al que se atreva a molestarme.

- ¿Qué?, ¿cómo no?- molestó y Minho no cayó en su juego.

- Me fue regular. He estado organizando mi agenda. Me voy en unos días a Francia para arreglar asuntos pendientes- Jisung amplió la mirada ilusionado-. No, no iras. No voy de vacaciones- la mirada de Jisung decayó.

Pateó infantilmente las piedritas en el suelo zarandeando las manos unidas como un mocoso infantil y malcriado.

- ¡Pero hace mucho que no vamos!- se quejó mientras Minho aguantaba la sonrisa, viendo de reojo al omega refunfuñar bajito.

- Solo iré a arreglar algo, me tomará apenas unas horas y volveré. No vale la pena.

- ¡Por eso!, no dejes que sea un viaje sin valor y hazlo unas vacaciones, ¡juntos!- soltó como la idea del siglo mientras Minho sonreía un poco irónico.

- ¿Pero vas de vacaciones conmigo, en serio?. O solo para correr en cada tienda y vaciar los estantes- recriminó y Jisung hizo un mohín fingiendo demencia.

- Los dos, Honey. Los dos- le batió las pestañas con una inocencia forzada.

Aún así, Minho pareció caer en sus encantos de ardilla malévola. Pero no pareció ser por su demencia forzada. Sino comenzó a sonreír negando lentamente con una felicidad que no podía disimular.

- ¿Qué?, ¿de qué nos reímos?- Minho se encogió de hombros sin borrar la sonrisa absurdamente seductora.

Protégeme Santa Papaya. O no podría soportar comerse a ese alfa tan guapo.

- Solo...hace mucho no me llamabas así. Honey- enfatizó haciéndolo bufar.

- Pues no te acostumbres. Lo hago cuando quiero conseguir algo solamente- Minho no pareció afectado. En cambio dio un apretón a su mano confiado.

- Lo veremos.

- Li virimis- terminó tropezando cuando el alfa jaló de él apropósito-. ¡Minho!.

- ¡Minhi!- cuando vio los ojos brillantes de diversión ni siquiera pudo sentirse ofendido, sino embobado por lo atractivo que se veía Lee Minho cuando era feliz.

Le gruñó a la defensiva.

- ¿Qué?, yo también puedo jugar así.

- Infantil- lo empujó con el hombro contra hombro pero apenas consiguió alejarlo medio centímetro.

- Mira quien habla.

- No veo, soy sordo.

- Eso no tiene sentido, omega- Minho se burló unos segundos.

- Claro que lo tiene, lo dice la Santa Papaya.

- Pues esa Santa papaya esta algo esquizofrenico.

- ¡¿Qué dijiste de mi santísimo?!- Minho comenzó a reír cuando Jisung le pinchó el hombro con fuerza, riéndose con quejidos falsos y aburridos, también a propósito para molestar al omega.

Pasaron así lo que restaba del camino. Jisung ya no tenía cuerdas vocales para el presente, luego de quejarse y chillar tanto por molestar a Minho. Y también porque el alfa lo molestaba a él.

Lo que para él omega pareció un pequeño paseo, resultó una extensa caminata. No se quejaba. Sabía que de eso se trataba aire, pasear con su pareja, hablar y respirar la brisa pura de la naturaleza. Lo primordial era estar fuera de las cuatros paredes y no respirar el aire artificial del aire acondicionado.

Su viaje tuvo final en un parque. Aunque no era un parque en sí. No tenía juegos, nada de hamacas ni toboganes. Sino bancos de picnic, y bancos individuales, puro pasto verde, árboles altos y faroles de luz. Jisung se quedó congelado un momento ante lo vacío que se encontraba.

- Minho...¿este lugar se puede alquilar?- Minho sonrió por la pregunta absurda.

Lo guió hasta el centro del parque, donde el pasto verde los invitaba a sentarse. Jisung observó al alfa dejar caer la canasta en el suelo y tomar la manta amarilla que lo cubría, extendiéndolo en el suelo, era ancho y espacioso, pero además de acomodar la canasta encima, Minho no tomó asiento sino que lo señaló para él.

- Toma asiento, omega- le extendió la mano y Jisung se estremeció por el trato.

Tomó los suaves dedos y se aferró a él. Despojándose de sus zapatos y subiéndose a la suave tela para sentarse en el centro, soltando los dedos del mayor momento después. No pudo despegar la mirada del alfa, viéndolo sentarse frente a la tela y mirarlo fijamente de vuelta, con una adoración que le dio agradables escalofríos.

- No respondiste a mi pregunta- se quejó y Minho sonrió bufando burlón.

- No puedes alquilar algo que ya te pertenece- el omega quedó estático.

- ¿Qué?- soltó una risa incrédula y Minho solo sonrió dejando que lo procese-. ¿Por qué no te ríes?.

- Han-ah, a veces me ofende que sueles olvidar quien es tu alfa- las mejillas de Jisung se encendieron totalmente avergonzado.

Juju, su alfa.

- E-entonces, ¿estás partes aún le pertenece a Khangpae?- Minho asintió.

- Así es. Por eso, nunca verás a alguien más aquí que no sea parte de la organización.

Jisung soltó aire pesado, estaba sorprendido, lo admitía. Habían caminado casi dos kilómetros y era impresionante que esas tierras aún le pertenecieran a la organización, a Minho. Pero entendía que debía ser para alejar lo más posible a las personas de ellos, seguridad sobre todo.

Entrelazó los dedos sobre su regazo, una vez más estaba en esa situación. Minho sentado frente a él, fuera de su espacio y él sobre la suave manta ubicado en el centro. Era genial, porque se sentía de la realeza, junto a su corona de flores y sobre todo por la atención profunda del mayor sobre él.

- Hoy es aire- Minho dijo con calma-. Aire es sobre comunicarnos, sobre conocernos. Tengo regalos para ti, pero no están aquí, te los daré en la casa- Jisung asintió mecánicamente, estaba tenso, no podía mentir. Le ponía nervioso tener que sincerarse con Minho.

Aún le daba ansiedad que diga algo equivocado y todo se vaya a la mierda. Pero si no era sincero, si empezaba en base de secretos y mentiras, no habrá futuro para todo eso, para Minho y él.

- Si tienes algo que preguntar, no tiene que ser hoy solamente. Si esto seguirá por mucho tiempo más, puedes preguntar lo que quieras cuando estés preparado, sino quieres hacerlo hoy, eso no es el problema. No te sientas obligado, Jisung.

- Pero aire es sobre conocernos- se atrevió a refutar y Minho sonrió un poco como si lo hubiera esperado.

- Sinceramente...hago el cortejo porque te lo mereces más que nadie. Pero desde un principio establecí que sería a nuestra manera, y con nuestras reglas. Y no quiero que nada sea obligado, así que si hay algo que no quieras decir, está bien- Jisung mordisqueó su labio inferior sintiendo su rostro caliente.

Era imposible no enamorarse de Lee Minho, no cuando actuaba así, tan perfecto. Siempre debía hacer algo para hacerlo más increíble, para hacerlo sentirse tan especial, como si fuera tan hermoso para tener que sentirse cómodo y feliz todo el tiempo.

- Minho, ¿te gusto tanto?- no pudo contener la pregunta, y aunque se avergonzó demasiado aún así espero nervioso la respuesta.

El alfa incluso pareció descolocado, de seguro creyó que le estaba tomando el pelo pero al ver el semblante nervioso e impaciente del omega le hizo saber que era una pregunta seria. Incluso se sentía amenazado a responder de forma correcta.

- Más de lo que he admitido- Jisung pasó saliva intentando mantenerse firme aunque en realidad quería golpear a Minho y correr por su vida al sentir su corazón a punto de explotar.

- ¿Por qué?, ¿qué es lo que te gusta de mí?- se quedó sin aliento al formular la pregunta. Y es que temía que Minho se quede sin palabras justo en ese momento.

Quería decirle todos los contras del porqué no debería gustarle; pero lo arruinaría todo. Así que no quiso manipular nada los pensamientos del alfa, solo quería saber el porqué sin necesidad de dar su venenosa opinión. Quería saber si había una razón especial que el alfa veía y él no supiera.

El mayor pareció pensarlo solo un momento y respondió.

- Porque me enseñaste a nadar- Jisung frunció un poco el ceño pero ni siquiera pudo refutar-. Porque me acompañaste mientras lloraba y fingiste que no sabías por qué lo hacía, sólo me ayudaste- Jisung relajó los hombros conmocionado, cayendo en esos momentos pasados que él ya no recordaba-. Porque cuando me senté en el borde de la piscina a congelarme, te congelaste conmigo. Me gustas porque lloraste cuando termine en el hospital, aunque creo que estoy equivocado y se debía a una cuenta bancaria- la clara burla no pudo hacerlo más que temblar, por el latir desbocado de su corazón y el calor en sus venas de sentir tantos nervios y emociones-. Porque mientras más pasaba el tiempo, terminaste prefiriendo 40% al dinero y 60% a mí. Y me hizo darme cuenta que había estado logrando mi cometido.

Jisung pudo escuchar su propia respiración contra sus oídos, la brisa de los árboles acarició su pelo mientra el pequeño silencio los rodeaba, los latidos frenéticos parecieron aumentar como una fiera a punto de estallar. Y temió que de tantas sensaciones se ponga a llorar.

Nunca había pensado en esas situaciones, ¿en serio había ayudado a Minho en algo?. Pero en sus recuerdos él sólo encontraba las miles de veces en que trato de la mierda al mayor, e hizo su vida imposible. ¿Cuando fue que tuvo corazón para tratar a Minho como se lo merecía?.

Pasando saliva sintió la garganta seca. Carraspeando un poco mientras remojaba los labios.

- Nos congelamos juntos pero el enfermo resultaste ser tú- fue lo único que se le ocurrió soltar y Minho no se sorprendió, incluso sonrió un poco más entretenido.

- Y tú me cuídaste, toda la noche- recalcó y Jisung sintió que el aliento se le fue.

Ladeando la cabeza Minho sintió el calor llenar su pecho al ver lo rojo que se encontraba el rostro del omega, sus adorables mejillas teñidos de un color carmín. Hermoso, puro e irreal, con la corona decorando su ondulado cabello rubio, lindo y tierno. No podía dejar de adularlo en su mente. De querer tomarlo entre sus brazos y frotar su rostro en sus grandes mofletes, era su perdición.

- Ni siquiera lo intentaste, o pensaste en que estabas logrando algo en mí. Pero sin quererlo terminaste gustándome más y más con cada acción.

Jisung quedo hipnotizado en la seriedad del alfa, en el suave tono de su voz y las palabras tan dulces. Y todo en su interior se revolvió como un tornado haciendo presencia cuando los ojos tan brillantes y sinceros cayeron un poco en una oscuridad que lo estremeció.

- Me gustas tanto, que podría hacer más que matar por ti, omega. Más que hacer desaparecer a alguien, simplemente podría hacer todo si me lo pidieras. Así que si algunas vez vuelves a dudar del porqué me gustas, pídeme demostrarlo con hechos. Te sacaré cualquier duda.

Sí, aquellas palabras le habían gustado más de lo que podía admitir. Sintió un escalofrío tan placentero que el temor que Minho vea la reacción en su rostro recorrió su pecho. Pero apenas podía respirar, ¿qué más podría notar?.

Asintió débilmente, como en un trance. Sus manos se sintieron frías pero no porque estuviera asustado, sino tan nervioso de las reacciones que Minho generaba en su cuerpo. Frotando sus palmas en su muslo descendió un poco la mirada avergonzado.

- Entendí, alfa. Gracias- Minho lo siguió observando fijamente hasta soltar una pregunta.

- ¿Por qué te gusto yo, Jisung?.

- Porque tienes dinero- cuando Minho comenzó a reír Jisung se relajó.

Sí, le gustaba eso, que Minho pueda entender su humor y que lo conozca tan bien que sepa cuando mentía. Ya no podría ser que esté junto al alfa por su dinero considerando las veces en que huyó de él. Y Minho lo sabía, se alegraba por eso.

- Además de eso, había otro 40% que no era el dinero- Jisung chasqueó la lengua porque ahora le tocaba responder a él.

- Porque eres guapo- también agregó razonablemente.

- ¿Lo soy?- observó fulminante al mayor dándose cuenta de su intención.

Solo quería que lo admita en voz alta, aún cuando ya sabía lo atractivo que era, tan engreído.

- Supongo que sí- colocó los ojos en blanco sin poder contener una pequeña sonrisa por diversión.

- ¿Sí?, ¿qué te parece atractivo de mí?.

- ¡Minho!- se quejó gruñendo débilmente-. No seas presumido.

- ¡Solo quiero saber!, que te gusta de mí apariencia. Vamos, dime.

- Me.

- Di que te gusta de mí apariencia- corrigió sin caer en su juego y Jisung se resignó.

- Pues me gustan tus ojos- Minho le batió las pestañas concentrado y el bufó queriendo reír por su actitud-. Son como las de un gato.

- ¿Te gustan los gatos?- preguntó sorprendido y Jisung sintió vergüenza.

- S-solo porque tus ojos se parecen a uno- admitió a regaña dientes y cuando miró al mayor enrojeció ante la sonrisa de gran satisfacción.

- Ya veo- la estúpida sonrisa no se borrada y Jisung quería olvidar que estaban en la semana del aire y saltar sobre Minho para pasar al fuego de forma automática.

- También...- lo repasó pensativo y sus ojos no se decidían en donde parar, era difícil porque Minho era absolutamente perfecto de pies a cabeza, su perfil y las facciones, que envidia-. Todo, solo todo. Siéntete satisfecho con eso- se cruzó de brazos cansado mentalmente.

Tanta perfección frente suyo abrumaba, verdaderamente.

- Eso no es suficiente- Minho se quejó y Jisung levantó el puño amenazante.

- Es suficiente, dije- el alfa le entre cerró los ojos conteniendo una sonrisa pero al final cedió.

- Bien, Han-ah. Es suficiente- Jisung asintió satisfecho.

Jisung frotó su estómago momento después sintiendo el vacío del hambre llenarlo.

- ¿Y cuando comemos?- insinuó pestañeando para el alfa y Minho se movió automáticamente.

Tan lindo y obediente, como le gustan en momentos. Lo observó totalmente interesado comenzar a sacar la comida resguardado en tappers, los abrió dejando las tapas debajo de cada recipiente. Jisung sintió la boca hacerse agua al ver el arroz, la jugosa carne y el kimchi.

Tomó gustoso los palillos cuando el alfa se lo extendió e iba a comenzar a devorar todo cuando se detuvo a mirar a Minho.

- ¿Piensas quedarte sentado ahí todo el día?- regañó al ver al alfa dispuesto a comer sentado sobre el pasto-. Ven aquí- palmó a su lado.

- ¿Seguro que puedo?- Jisung pestañeó perdido.

- Sí, acabo de decirlo- repitió impaciente.

- Es que aun estamos en la semana del aire omega, si estamos tan cerca...- insinuó molestando y Jisung percató lo rápido que su rostro se puso rojo.

- Supongo que no quieres venir- se encogió de hombros comenzando a comer observando de reojo a Minho colocarse de pie rápidamente.

- Con permiso- subiéndose sobre la manta se colocó a su lado y Jisung entendió el punto de no estar en mismo espacio.

Porque automáticamente tuvo la necesidad de tenerlo más cerca y frotarse contra él, ¡no era su culpa!, es que Minho olía tan bien y ese día se había vestido tan guapo para él. Que desperdicio no sentirlo de cerca.

Bueno, eso ni siquiera tenía sentido. Pero era su excusa.

- Estas por babear sobre tu carne- la voz maliciosa de Minho lo espabiló, captando la carne a medio camino de su boca mientras miraba embobado al mayor.

Terminó de llevar la carne a su boca intentando ocultar su vergüenza. Sentía calor con solo rozar el hombro con la del mayor, al igual que sus rodillas y hasta el mismo aire mezclarse con sus aromas, de forma tan embriagante e intensa.

- Minho...- decidió cambiar de tema dando otro bocado a su arroz-. Haciendo de lado que eres un virgen. ¿En serio no te ha gustado nadie más?.

- Me gustan muchas personas- le mostró los palillos amenazante y el mayor sonrió decidiendo dejar de jugar-. Pero no, no de forma amorosa, nunca.

Jugando con su arroz intentó sonar casual al preguntar.

- ¿Y no te has puesto a pensar que en un futuro puede gustarte alguien más que ya no sea yo?.

- No- Jisung volteó a mirarlo.

- ¿No lo has pensado?- Minho negó desinteresado.

- No hay nada que pensar, tú eres mi omega y te encontré primero que a cualquier otra persona que pueda atraerme. Ya es imposible que alguien más me llegue a gustar- Jisung asintió sintiéndose enrojecer.

- Sí...- él tampoco creía que alguien más le pueda llegar a gustar, mucho menos como Minho.

Minho le encantaba.

- ¿Y a ti?, ¿qué tipo de personas te gustaban?- Jisung suspiró encogiéndose de hombros.

- Puro alfa idiota- resumió aburrido.

- ¿Todos eran así?- Jisung negó.

- Eran...promedio, solo ya no los veo especiales, porque no son como tú- admitió con timidez-. Desde que te encontré a ti no puedo ver a otro alfa de forma especial, aunque lo intente.

Hubo un pequeño silencio entre los dos. No estaba mal porque la brisa tan refrescante los acompañaba.

- ¿Intentaste interesarte en alguien más antes?, ¿cuando ya nos conocíamos?- la pregunta lo tomó por sorpresa, sintiendo algo de vergüenza al tener que asentir.

- S-solo...quería saber si él problema no era que yo te daba muchas expectativas y había más cómo tú entre el montón.

- ¿Encontraste a alguien parecido?.

- No, nadie siquiera llega a asemejarse a ti- admitió bajito-. Sobre todo nadie en el mundo me podría tratar como tú. Tal vez sí algo anda mal en tu cabeza- rió un poco solo.

Pestañeó para colocarse firme, más Minho no le dio tiempo cuando su mano tomó su mentón y lo obligó a voltear a mirarlo. Pestañeando confundido y nervioso, se encogió un poco en su sitio al encontrarse con aquellos orbes con una oscuridad tan hipnotizante. Su piel cosquilleó ante el agarre de los dedos en su piel, firme pero delicado para no lastimarlo.

- Entonces me alegro, que no hayas encontrado a un igual mío- Jisung pasó saliva cuando percató la respiración del alfa cosquillear sobre sus labios-. No soportaría tener que lidiar con una competencia.

Santa papaya, oraba por un bozal o terminaría comiéndose a tremendo alfa. ¡Quería comérselo de una vez por todas!, ya no soportaba tanta tortura.

- N-no creo...no creo que alguien pueda competir contra ti- convenció torpemente en su trance.

- ¿No?, ¿por qué?- Jisung quiso gimotear apenado, ¿tenía que admitir teniéndolo tan cerca?.

- P-porque, me gustas demasiado para que alguien más pueda llamar mi atención- Minho lo observaba tan penetrante, tan fijo y profundo que sentía que podía ver todo su interior desastroso.

Que podía hipnotizarlo y dejarlo en un trance como en ese momento, totalmente perdido en sus orbes dilatados y brillantes.

- Esas son buenas noticias- Jisung apretó ligeramente los labios mostrando su timidez.

Sintió un revoltijo de nervios y felicidad cuando el dedo pulgar del alfa se frotó en su mejilla. Viendo como la mirada del alfa de deslizaba por cada espacio de su rostro hasta quedarse en sus labios y volver a mirarlo a los ojos fijamente.

Eso es, cae y bésame, ¡que lo bese hasta olvidar en que semana estaban y salten a la semana del fuego en ese mismo parque y sobre esas mismas mantas para hacer cosas sucias y poder ver el glorioso cuerpo de Lee Minho desnudo y tal vez sufrir cinco paros cardíacos porque ver tanta perfección no hará ningún bien a su corazón!...

- Omega, ni siquiera necesitas hablar para saber que dicen tus pensamientos sucios- Jisung batió las pestañas fingiendo demencia aunque por dentro se moría de vergüenza.

- ¿No piensas besarme o qué?- se quejó y Minho acentuó su sonrisa malditamente complacida.

- No lo sé, es peligroso- admitió y Jisung incluso estuvo de acuerdo.

- Solo un beso inocente- batió las pestañas con inocencia extrema pero Minho no pareció ni de cerca convencido.

- Tú sabes que no será así- sí, ¡lo sabía!, pero debía fingir que no.

- Claro que sí, un piquito inocente.

- No lo creo.

- ¿Te estás haciendo del rogar, animal?- le gruñó y Minho extendió una sonrisa de lado por la acusación.

- ¿Por qué haría eso?- le arrugó la nariz en muestra de su furia suprema y Minho finalmente cedió con una risa tan encantadora como su rostro.

Casi podía levantarse a bailar la macarena cuando los suaves labios se pegaron a los suyos, no fue un piquito, pero tampoco un beso caliente. Se sintió tan delicioso y suave, con los labios húmedos moviéndose sobre los suyos y los belfos atrapando los suyos con pequeñas succiones creando una lenta armonía de movimientos. Y luego solo se separó como si Jisung no fuera capaz de lanzarse y seguir hasta que la noche caiga sobre sus cabezas.

Parpadeando tontamente se enfocó en los oscuros ojos frente suyo, sonriendo un poco ante tensión en la expresión ajena. Dejando un último y pequeño besos en los labios del alfa se separo tomando la mano y alejándolo de su rostro.

Bajó su mirada para observar como sus dedos se entrelazaban con las de Minho. Embelesado con el anillo de cortejo decorando su dedo del corazón y viendo al alfa frotar el pulgar sobre su piel, suave y tiernamente.

- ¿Te gusta esto?- Jisung levantó la cabeza ante la pregunta, conectando miradas con el alfa-. Puedo hacerlo mejor, solo estoy intentando que sea lo más cómodo posible.

Jisung sonrió, ¿podría haber algo mejor que eso?. No importaba, así estaba bien, esos relajantes momentos, hablar y discutir cosas infantiles, solo ellos dos. Le gustaba.

- Así es perfecto, no te preocupes, Minho.

El alfa asintió suavemente y Jisung cambió el agarre de sus manos para seguir comiendo, en un ambiente cursi y cómodo. El clima estaba a su favor, el aire y el agradable sol. Pareciera que ni siquiera los elementos podían competir ante la decisión de Lee Minho de hacerlo a su manera.

Cuando el alfa terminó de guardar los recipientes volteó hacia él y le señaló su regazo.

- ¿Quieres recostarte?- con las mejillas ardiendo no pudo negarse, era una agradable combinación, los muslos de Minho y él apoyado en ellos. No podía rechazarlo.

Alejándose un poco dio la espalda al mayor, se quito la corona con delicadeza y lo dejo a un lado y se recostó por completo en la manta, dejando caer finalmente la cabeza sobre el regazo del alfa. La vista completa del bello rostro de Minho y su delicioso aroma le dio un golpe de somnolencia fuerte que lo hizo cerrar los ojos relajando sus extremidades.

Y prontamente sintió la mágica mano del alfa acariciar sus hebras, y la otra trazar líneas en sus mejillas. Quiso reír porque el alfa siempre buscaba excusas para tocar aquellos mofletes que poseía. Se relajó ante las cálidas caricias, entrelazando sus dedos sobre su ombligo.

- ¿Y si me duermo?- preguntó con la voz baja, estaba tan relajado que no tenía fuerzas para hablar en ese momento.

- Entonces deduciré que hice un buen trabajo- Jisung bufó débilmente.

- Solo fingiré dormir- molestó y Minho picó su mejilla haciéndolo reír-. Minho, quiero ir a Francia de nuevo- volvió a aprovechar la oportunidad.

- Podemos ir, pronto.

- ¿Pronto es en unos días para irnos juntos?.

- Pronto es en unos meses- Jisung chasqueó la lengua infantilmente.

- Animal- susurró insultándolo.

- Jisung, ¿no podrías llamarme por un apodo más tierno?.

- Ese es un apodo tierno para mí- Minho deslizó los dos por el lacio cabello pensativo.

- Algo cómo "cariño", estaría bien- aprobó pero Jisung fingió asquearse asustando con la palabra.

- En mi vida te llamare así, olvídalo- negó rotundamente y pudo escuchar un suspiro profundo de parte del alfa.

Pasó unos segundos de silencio en donde Jisung siguió disfrutando las caricias en su rostro hasta que se dio cuenta de la falta de respuesta. Abriendo un ojo sospechoso observó al mayor.

- ¿Estás molesto?- se burló y Minho colocó los ojos en blanco.

- No lo estoy, eso sería infantil.

- ¿No?, ¿y por qué frunces el ceño así?- rió tocando con el dedo índice en medio de las cejas del alfa logrando que Minho relaje la expresión rápidamente.

- Olvídalo, omega- carcajeándose Jisung se enderezó y se arrastró hasta el mayor, rodeando su torso con sus brazos terminó recostado contra el duro y cómodo torso del alfa frotando su nariz contra la tela, olía tan bien que terminó ronroneando encantado.

- Vamos, Honey. No te puedes molestar en estas semanas. Es una de mis reglas.

Minho ya se había rendido hace rato, con el corazón bombeando sangre rápidamente reaccionando ante la cercanía del omega, que sea él el que tomaba la iniciativa para acercarse lo derretía por dentro.

No tardó en corresponder el abrazo, rodeando el frágil cuerpo con sus brazos y apretujándolo contra él. Su nariz se hundió en la lacia cabellera disfrutando del empalagoso aroma a miel. Jisung tenía un aroma tan dulce y único que no podía evitar gustarle más de lo normal.

- No estoy molesto- dijo la verdad, frotando la espalda del omega tiernamente-. Con Honey esta bien, estoy satisfecho.

Jisung estuvo convencido. Y se acomodó mejor entre los brazos del alfa, no le vendría mal una siesta apoyado en ese gran y duro pecho tan cómodo. Se frotó contra el alfa como un omega molesto y mimoso unas mil veces hasta estar en una buena posición y cerrar los ojos adormecido por la comodidad.

- Solo una pequeña siesta, puedes despertarme en unos minutos- pidió en sus últimos momentos de consciencia.

- Descansa, omega- y cuando la mano del alfa volvió a acariciar su cabello, esa fue su perdición.

Y no, Minho no lo despertó unos minutos después.

Sino él despertó solo, quien sabe cuantas horas después, aferrándose al brazo del alfa con los suyos, con la cabeza apoyada en las piernas del mayor y pestañeando aturdido por la oscuridad que los rodeaba.

Pudo fijarse en el rostro de Minho relajado arriba suyo, la luz de los faroles ya encendidos alumbraba contra su piel. El alfa lo observaba con la misma intensidad que él y segundos después le ofreció una sonrisa ladina.

- ¿Una pequeña siesta?- se burló y Jisung sintió algo de pánico mientras frotaba sus ojos.

- ¿Por qué no me despertaste?- se quejó con la voz algo ronca y se sintió como un niño mimado cuando Minho volvió a comenzar a acariciar su cabello distraídamente.

- ¿Cómo podría?, dormías tan profundamente babeando mi camisa- Jisung gruñó avergonzado cubriendo su rostro mientras escuchaba la risa de Minho tan burlona y contenta-. Pero esta bien, apenas ha terminado de caer la noche.

- ¡Pero has estado sentado por horas!- recalcó y luego lo observó con intención de molestar-. De seguro ya no tienes trasero.

Minho hizo una mueca totalmente ofendido.

- Verás que sigue ahí- Jisung sintió los dedos contrarios frotar sus brazos suavemente para luego hacer una mueca-. Tus brazos están fríos, no me di cuenta. Deberíamos volver ya, omega.

Haciendo un mohín negó desinteresado. Volteando para hundirse en el vientre del mayor cerrando los ojos.

- Cinco minutos más- pidió-. Si nos vamos, tendrás que prestar atención a todos en la casa y solo nos veremos para dormir y al final para la mañana siguiente ya no te veré.

Minho sintió su corazón acelerarse de forma peligrosa, estaba sorprendido. ¿Jisung aún seguía algo dormido?. Porque de alguna forma estaba admitiendo que se sentía celoso y lo extrañaba todo el tiempo, ¿era eso, cierto?. No quería volver porque dejaban de estar solos y de prestarle atención.

Con una felicidad y euforia en su interior terminó cediendo como siempre lo hacia. No iba a negarse cuando el omega estaba pidiendo por él como nunca lo hacía.

- Entonces, cinco minutos más- alegó soltando de su aroma, llenando al omega de él hasta escucharlo ronronear y sonreír porque Jisung ya no se colocaba nervioso al ser abarrotado con su olor.

Cada vez, paso a paso estaba ganando a Han Jisung. Como se propuso.

Echando cada barrera hasta que Jisung ya no pueda pensar en una inseguridad y solo pueda recibirlo con los brazos abiertos.

poquito tardé 😻

Si me pagaran por cada comentario que me dejaron para que vuelva a actualizar, ya no viviría en Paraguay AKSKSJDDKFK.

Lo siento por tardar. Pero en serio que la vida de una escritora es difícil. Para que me vuelva la inspiración se tiene que caer un avión frente mío 😩. Así que si eso puede resultar una excusa, es por eso que no llevaba actualizando :c

Ahora. 100K LECTURAS EN STAY. Ustedes releen los caps por día o qué? AKSJSJJSF. Muchísimas gracias, es una cifra enorme, que lo relean y lean tanto significa que les gusta mucho. 😭

Díganme. ¿Qué capítulo es su favorito?. ¿Qué momento?. Estaría feliz de saberlo ♡.

Espero hayan tenido en mes no tan pesado y se hayan mantenido sanos. <3

Que tengan una linda noche o diaa dependiendo de a que hora lo lean, chao♡

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