30
¿Qué se siente amar y ser amado?
Una pregunta que muchos podrían hacerse porque sienten que nunca han tenido la posibilidad de amar y ser amados. Es lamentable pero, ¿por qué no pensar que en el mañana podrías sentir aquellos hermosos sentimientos?
Pero sí, como se había dicho, el amor es efímero y en algunos casos dañino. Si tienes a la persona correcta a tu lado, ¿de qué tendrías miedo? Estaba bien si temías sobre la relación, incluso si es solo una relación de amistad porque antes no te creías posible de tenerla.
La vida solo es una.
Identificar lo bueno con lo malo fue fácil para Taehyung. Sin embargo, identificar las personas buenas con las malas, fue un desafío para él.
Las amistades llegaron al igual que el amor. Entendió que todos no eran iguales y lo aceptó.
Kim Taehyung había logrado presentar su tesis gracias a Jungkook. Se sorprendió por lo bien escrito que estaba todo aunque anteriormente le había dado un pequeño guion sobre el orden, no había ni un solo error. Y el tema al hablar, fue más que expléndido y raramente divertido al presentarlo.
El profesor accedió sin problemas a que entregara el canva en tres días gracias a Jimin. Era una preocupación menos para él.
Gracias a Jungkook y Jimin, pudo superarse él mismo, superar sus capacidades y sin descanso alguno terminar el canva que no dejaba que nadie más viera.
Su agradecimiento para ellos era muy grande, tanto que haría cualquier cosa por ellos.
Gracias a ellos está donde ahora mismo está.
Gracias a ellos pudo completar todo a tiempo.
Gracias a ellos, ahora está en la galería de arte más reconocido de Corea del Sur.
La galería en donde todo empezó y donde todo terminaría.
La facultad de arte de último año presentaría finalmente su trabajo final que consistía en presentar su arte a varios representantes y el público en general.
Los nervios pasaron en segundo plano cuando observó que Jungkook llegaba a su lado. Llevaba un traje formal igual que el peliazul y su cabello estaba recogido en una coleta, lucía bastante bien.
—¿Estás nervioso?
—Miento si te digo que no lo estoy.
Jimin también había llegado junto con otros dos señores a su espalda. Cuando vio a su amigo —el peliazul—, no dudó en correr hacia él y abrazarlo.
—¡Lo hiciste! —igualmente correspondió en el abrazo—. Sabía que lo lograrías —al separarse le regaló una amplia sonrisa.
—Todo fue gracias a ustedes.
—No todo fue gracias a nosotros —intervino Jungkook—. Tú pusiste de tu parte, eso es lo importante.
—Un poco más y creí que te perdía —Tae río por su exageración.
{...}
El famoso cuadro blanco quedaba a lado izquierdo del cuadro de Taehyung. Entendió en ese momento que su lugar era estar ahí:
Entre tantos cuadros, el único que siempre le llamó fue el cuadro en blanco.
Podías expresarte de cualquier manera y no importaba si alguien lograra entenderte porque podían sacar sus propias conclusiones de lo que estás hablando. Ser claro y preciso, pasaba a ser un segundo plano.
El arte se podía expresar de miles de formas, quien lo ve, podía sacar sus propias conclusiones de lo que ve.
Era el turno de Tae en explicar su arte. Los nervios eran nulos mientras más observaba el lienzo pintado.
Estaba orgulloso de él mismo.
—Kim Taehyung, ¿no? —asintió haciendo una reverencia ante los jueces—. ¿De qué se trata tu obra?
—Cuando ven esta obra, ¿qué pueden observar?
—Dos personas, un corazón... Parece una partida —lentamente asintió ante aquella observación.
—Pienso que es más a que está siempre a su lado. Muestra su corazón, porque aunque esa persona esté lejos o se vaya, siempre estará en el.
—Exactamente —afirmó—. Muchas veces, cuando un ser amado no está a nuestro lado, lo único que podríamos pensar es: "¿volverá a estar a mi lado?" "¿Qué haré ahora sin su calor?" Un error porque —señaló el corazón—, siempre estará ahí, en nuestros corazones. Los sentimientos cambian a las personas tanto de manera positiva como negativa. Es como el amor. Y siendo realista, es efímero como también apasionado. Difícil de entender y difícil de aceptar. Aún así, ¿quieres tanto a esa persona como para no querer dejarla ir? —los jueces se miraron entre ellos—. Quedarse no solo significa que esté físicamente a tu lado, quedarse significa estar ahí para esa persona en sus momentos malos y buenos, aun estando lejos, o en los peores de los casos, en tus recuerdos.
—¿Qué tanto sabes de sentimientos? —le preguntó uno de los jurados—
Y finalmente, Taehyung podía decir abiertamente:
—Conozco cómo son los sentimientos y cómo actúan, porque me ha tocado vivirlos y sentirlos.
Ya no era un: "conozco la mayoría de sentimientos menos estar enamorado", porque ahora podía decir que conoce el amor.
Conoce el amor familiar.
Conoce el amor de la amistad.
Conoce el amor hacia una persona especial.
Una cosa llevó a la otra, porque en el inicio, Kim Taehyung no confiaba en nadie más que en su familia, y no tenía ni las ganas suficientes de pintar sobre un lienzo. Sin darse cuenta, de pasar a alguien solitario, pasó a estar rodeado de amigos quienes le hacían sonreír, reír, aconsejar y mostrar que todos no eran iguales.
Ganaron su confianza, ganaron su cariño, y ganaron su amor.
Los jueces agradecieron a Taehyung por su explicación y se retiraron para continuar con demás participantes.
Taehyung giró para ver su obra. Su arte hablaba por sí sólo. Era tan interesante las mezclas de colores, la forma que tenían las dos personas, el corazón que daba una vista que palpitaba...
Es una obra que da mucho de qué hablar.
Las personas no se hacían esperar porque entre muchas, esa fue una de tantas que llamaba la atención. A su lado llegó Jungkook con una sonrisa al ver la obra de su novio.
—Creo que me hiciste más guapo de lo que soy —comentó con gracia.
—Te hice tal cual como te ves.
Una joven, que parecía no rondar menos de los diecisiete, se acercó a la pareja, especialmente más a Jungkook.
—¿Es usted quién está en esa obra? —Jungkook observó a Tae, nuevamente dirigió su mirada a la chica y asintió—. Lo intuí por el lunar debajo del labio. Y usted debe de ser el artista, ¿no? —asintió—. Por favor, si no les molesta, ¿podrían darme sus autógrafos? —pidió haciendo una reverencia con un papel y bolígrafo extendiéndolo hacia ellos.
¿Cómo podrían negarse ante aquella petición?
El primero en firmar fue Tae y seguido a este Jungkook. La chica agradeció nuevamente con una sonrisa resplandeciente. Sus ojos detonaban alegría que rebosaba por doquier.
—Nos volvimos famosos —comentó Jungkook.
—Ganando o no, serás famoso.
Aquellas palabras Jungkook la recordaba muy bien. Fue en ese momento en donde había decidido ser su musa.
La mejor decisión que pudo tomar en toda su vida.
{...}
Taehyung salió para poder tomar aire fresco. Al abrir su boca un pequeño vaho salió. El frío cada vez era más y estar tanto tiempo dentro del museo, empezaba a hacerle pesado por más que le agradaba quedarse ahí.
Quizás sea por la decisión que tomarían los jueces.
De lejos el peliazul escuchó unos pequeños gritos y pasos acelerados. Una vez giró hacia la dirección en donde provenían, se llevó una gran sorpresa de ver a su familia ir hacia él. Sus hermanos menores corrieron hacia el mayor para abrazarlo con fuerzas. De su espalda llegó Jungkook que al peliazul verlo, supo de inmediato que él era la obra maestra detrás de aquel encuentro.
—Un regalo para aquel que lo merece —comentó con una sonrisa.
—¡Tae-oppa, quiero ver la obra! —dijo Taesoo con ánimos.
—De seguro será hermosa porque todo lo que hace Taehyungie es magia.
Su hermano mayor no pudo sonreírles y acariciar sus cabezas. Abrazó a sus padres quienes no paraban de decir que estaban orgullosos de él.
Muy dentro de Jungkook, decía que Taehyung es bastante afortunado por haber nacido en una familia de bien.
Su madre caminó hacia Jungkook y esta abrazó al de mechas azules, tomándolo por sorpresa.
—Jungkook, muchas gracias por cuidar de Tae hasta el día de hoy. Estaré eternamente agradecida contigo.
Pese a la sorpresa, decidió aceptar el abrazo.
—No hice mucho...
—No, sé que hiciste lo necesario —comentó con una sonrisa.
Con ellos, sentía que estaba en familia. Sentía que no debía de esconderse ni huir. Era tan cómodo hablar con ellos, estar con ellos, que no debía preocuparle tanto su forma de ser.
—¿Y bien, quién ganó? —preguntó su padre.
—Todavía no lo dicen —respondió Taehyung.
—Tae-oppa de seguro ganará —dijo su hermana.
Entre tantas obras, habían dos candidatos a ganar. Taehyung lo sabía porque si bien su arte era estupendo, que dejaba mucho de qué hablar, el de Jimin no se quedaba atrás. Con ambos podías sentirte identificado, sentir que estás dentro de la obra y poder hablar sobre estas hasta que el aliento te falte.
Preparado estaba ya sea cualquier decisión. Estaba listo para salir derrotado, mientras que estaba listo para salir triunfando —por muy poco creíble que suene esto último.
Unos pasos acelerados se escuchaban de fondo, gritando su nombre a lo loco, por lo que Tae no dudó en ver girar hacia atrás.
Jimin iba corriendo hacia ellos. De su rostro se notaba la felicidad y los ojos brillosos.
—¡Tae! —al llegar frente a él, el nombrado pensó algo muy distinto a lo que la realidad sería—. ¡Debes... Debes ir rápido! —dijo con dificultad—. ¡Ganaste!
—¿Qué? —solo pudo articular eso.
Estaba listo para salir derrotado —una mentira muy grande porque no lo estaba. Cualquier participante, no estaría listo para salir derrotado por más que conociera la realidad. Taehyung era uno de ellos.
Que le dieran esa noticia a alguien que pensaba que no podría ganar y a su vez pensar que sí...
Era algo increíble.
Los gemelos empujaron a su hermano en modo a que vaya, seguido de eso Jimin y Jungkook sostuvieron sus manos para jalarlo y llevarlo nuevamente al interior de la galería.
El público al ver que el artista quien había ganado el premio de su obra titulada "Stay" había llegado, no dudaron en aplaudir en su nombre.
Tus inicios serán humildes, pero tu futuro será próspero.
Alguien que desde su infancia pasó por mucho, alguien que no podía confiar en los demás, alguien que se había perdido con su propio arte, alguien que aprendió a tomar y a dejar, alguien que aprendió que la vida no era color de rosas...
Con su sudor logró llegar hasta donde está ahora.
—Kim Taehyung, muchas gracias por tu esfuerzo y por esta hermosa obra que por supuesto, un hermoso significado tiene —comentó su profesor de arte.
Le hizo entrega de un trofeo al igual que de un diploma. Sentía que todo esto era muy irreal, pero lo era, todo es real. Estaba ahí, parado entre muchos que lo felicitaban.
—El premio todavía no acaba aquí —comentó un jurado—. Como premio adicional y sorpresa, le daremos la oportunidad a Kim Taehyung de trabajar en la mejor galería de artes situada en... ¡Estado Unidos, New York!
El peso de su deseo implicaba una contra. Deseo, que muy dentro de él, como cualquier persona, quería, y deseo que quizás se arrepentía de pedir.
Si lo pensaba bien, la oportunidad era una entre cientos. Agradecía, por supuesto que agradecía, sin embargo...
Al observar a Jungkook sentía que algo no iba bien. Estaba ahí, sonriéndole pese a que escuchó claro y fuerte de que su novio de cuatro semanas se iba a Estados Unidos.
¿Debería de ser egoísta o quedarse?
¿Debería progresar en su vida o estancarse?
¿Debía parar o correr?
Pensarlo más, solo lograba que la tristeza inundara su ser.
Porque lo quería, lo quería tanto que... ¿Cómo no podía dolerle dejarlo?
Le dolía tan siquiera pensarlo. Le dolía tan solo verlo sonreír para él.
Al final, le dieron todas los conocimientos necesarios sobre su partida y que nuevamente, felicitaron por haber ganado y elogiar su arte.
—¡Taehyungie es el mejor! —comentó su hermano una vez vio su arte—. Taesoo, ¿algún día serás así de buena?
—De eso no tengas dudas. Tengo al mejor maestro, ¿cómo no lo seré?
—Taesoo —su hermano mayor se agachó para quedar a su altura—. No debes ser igual a mí —su hermana ladeó la cabeza sin entender—, debes ser mejor que yo.
La menor asintió alegremente. Si su hermano lo decía, era porque la estaba guiando por un buen camino, él nunca haría algo para lastimarla ni a su hermano.
Sus padres fueron los siguientes en felicitarlo. Estaban felices, muy felices, tanta era la felicidad como la que sentía Taehyung.
El siguiente fue Jimin que casi se le tiraba encima.
—¡Eres asombroso. Desde el principio sabía que ganarías tú! Soy tu fan número uno.
—¡Con permiso, señor, pero yo soy su fan número uno! —exclamó Taesoo a Jimin.
—¡Somos, porque los gemelos cuentan por uno! —corrigió Taemin, su hermana afirmó ante esa corrección.
—¿Acaban de decirme señor...?
Mientras Jimin discutía con los gemelos sobre eso, apartados de muchos, nos encontramos con un Jungkook feliz pero con un Tae triste.
—¿No se supone que estés feliz? —le preguntó el mayor.
—Lo estoy... Es solo que, ¿estás consciente de lo que implica ir a Estados Unidos? —preguntó observándolo.
—No quiero ser la causa de que te quedes aquí. No quiero retenerte, no quiero que pares de correr. Sobre todo, no quiero que pierdas esta oportunidad importante para ti. Sea cual sea la decisión que tomes, la aceptaré y estaré para ti siempre.
Eso era más que suficiente para saber qué decisión tomaría el peliazul.
Lo abrazó, escondiendo su cabeza en su cuello, lo abrazó muy fuerte. Quería retener sus lágrimas porque...
En menos de cinco horas debía partir a Estados Unidos.
Sí, sin bien graduarse —que estaba segura su graduación—, debía irse porque justo el día después debía llegar y establecerse por órdenes de los directores de la galería en Estados Unidos. Por lo tanto, el diploma y reconocimiento educativo le llegaría por correo.
—¿No seré un egoísta? —inquirió con un nudo en la garganta.
—No lo serás —acarició su espalda—. El egoísta sería yo si el caso fuera diferente y quisiera que te quedaras a mi lado. Pero no quiero eso.
No pudo aguantar más y soltó una pequeña lágrima.
Las situaciones buenas siempre están, y siempre serán mejor de lo que uno piensa que serán. Eso tocó Tae vivirlo, la única diferencia, es que Kim Taehyung no quería dejar a la persona que más amaba y agradecía por mucho.
Jeon Jungkook, por él lloraba.
—No creí que fueras a encariñarte tan rápido conmigo —dijo en modo divertido.
—¿Cómo no lo haría?
Taehyung sorbió su nariz, limpió sus lágrimas para observar a Jungkook.
—Taehyung, yo...
No terminó la palabra porque Tae había besado sus labios. Por primera vez se habían besado.
Un beso torpe por la inexperiencia del menor, un beso mágico para Jungkook.
—¿Qué ibas a decir? —juntaron sus frentes. El mayor quería articular algo que no salía ni porque se estuviera obligando.
—N-Nada, olvídalo...
¿La mejor noche de su vida? Sí, esa fue la mejor noche de su vida. No solo por ese primer beso, sino porque había decidido no ser un egoísta y hacer que su novio tome la mejor decisión que cambiaría su vida.
{...}
La primera vez que Kim Taehyung estaba en el aeropuerto fue hace cuatro años cuando había llegado de Daegu a Seúl. Llevaba una chaqueta roja que su madre le había comprado para que no pareciera un chico de granja. No le molestaba decir: "vengo de una granja.", no le molestaba decir de dónde provenía porque gracias a ese lugar, tiene los modales y vistas diferentes como actualmente.
Sus amigos habían llegado para felicitarlo y desearle un buen viaje. Seguido estaba Jimin quien se aguantaba las ganas de llorar, en el mismo estado estaban sus hermanos, pero debían ser fuertes por él.
—Taehyung, tu futuro ya está más que hecho —le dijo su padre.
—Eres nuestro orgullo junto con tus hermanos —comentó su madre mientras besaba su frente.
—Nunca olvidaré de donde provengo.
No quería alargar más la despedida, sabía que si lo hacía, no podría aguantar y llorar hasta quedarse y perder el vuelo.
Jungkook decidió llevar a Taehyung hasta el interior y ayudarlo con su equipaje.
Y el momento había llegado: el momento de decirle hasta luego.
—Kim Taehyung... —el menor centró su atención en él—. Te amo.
Lo decía con tanto cariño, con tanto afecto que era inevitable los ojos cristalinos del menor. Jungkook sin darse cuenta soltó una lagrima que rápido secó.
—Yo también te amo, Jeon Jungkook.
El "yo también" que Tae podía decir y el "te amo" que Tae no llegaba a decir, ambas palabras juntas en una sola frase.
—Jungkook, sabes que esto no es un adiós para siempre, ¿verdad? —el de mechas azules, pese a que sabía, lo admitió cabizbaja—. No importa dónde esté, siempre me quedaré a tu lado.
—Sé que siempre te quedarás —comentó con un hilo de voz—. Es solo que tengo miedo a que desaparezcas.
—No lo haré, estaré aquí siempre —tocó su pecho, justo en su corazón—. Aunque también está la opción de viajar —mostró su sonrisa cuadrada que Jungkook tanto amaba ver.
Por el altavoz una mujer había anunciado que el vuelo de Taehyung saldría pronto. Por lo que ambas jóvenes se observaron.
—Jungkook, ¿recuerdas la promesa que hicimos cuando me pediste ser tu novio? —el mayor asintió—. Yo de verdad quiero cumplirla.
A lo que se refería Taehyung, es que no cometería ninguna infidelidad al estar lejos de Jungkook. Lo decía tan serio que Jungkook entendió al instante que no debía ni podía hacer algo así.
Pero lo sabía desde que se comprometió con él.
—Puedo llegar a ser estúpido, pero nunca un idiota.
Taehyung podía ya irse más que tranquilo. Había dejado las cosas claras como debía de ser. Jungkook atrajo por última vez a Taehyung para besarlo, un beso tan profundo y lleno de amor y que tal vez sería la última vez dentro de un año que podía tocarlo, abrazarlo, besarlo...
—Hasta pronto —le dijo Taehyung por última vez.
Una vez le dio la espalda, no miró hacia atrás. Jungkook estuvo aguantándose las lágrimas hasta verlo ya pasar por el verificador y caminar hacia su vuelo.
Como bien es, en el amor es de separar el egoísmo con la relación. ¿Qué hubiera pasado si Jungkook fuera egoísta? No estaría bien consigo mismo ni menos estado con Taehyung en esa situación.
Ambos estaban agradecidos de conocerse. Jungkook fue el causante de que Kim Taehyung ganara y que tuviera esa oportunidad de diamante que no desperdició.
Amar, sentir, y querer, no está mal, lo que está mal, es no ser sincero con tus sentimientos. Porque si bien puedes negar a aceptar el cambio, ¿qué podría ser de tu vida?
Kim Taehyung es aquel que experimentó ese cambio. Experimentó el querer, el sentir y ahora el amar al igual que tomar y dejar.
Pero no había dejado a Jungkook, aún no lo dejaría porque lo amaba. No lo iba a hacer hasta que estuvieran en ese punto crítico.
Claramente ese punto no es ahora.
Ahora, ¿qué más puede darle el destino? Solo toca descubrir y ser pacientes.
La paciencia fue y siempre será la clave del éxito.
[FIN PRIMERA TEMPORADA]
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