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27

La dependencia emocional entre una persona a otra, o entre dos o más personas por igual, podría ser tanto tóxico como dañino.

¿Qué pasaría a la hora de dejarlo ir?

Cada quien debía aprender a dejar ir a aquella persona, a dejarlo ser libre, a dejarlo tomar sus propias decisiones, y a no ser tan dependiente.

Recientemente Taehyung empezaba a tener sentimientos completamente distintos a lo normal. Estando sentado en una silla, a su lado derecho estaba Jungkook y a su lado izquierdo Jin. Su cuerpo se partía por la mitad y sentía como el lado izquierdo se sentía normal mientras que el derecho nervioso.

Era tan así la cosa que no podía aguantar tanto tiempo en aquella situación y simplemente trataba de evitarlo.

¿Cuando empezó a sentirse así? Desde que abrazó a Jungkook.

Ahora acostado en la cama mirando hacia el techo, estuvo cuestionandose...

¿Es algún otro tipo de cariño amistoso?

¿Es amor o atracción física?

Todo esos sentimientos eran nuevos para él. Tan siquiera de pensar en la sonrisa de Jungkook, era como si sintiera un revoltillo en el estómago, que, en su principio, ni dudaba en tener que ir al baño y tener que esperar un buen rato.

Hasta ese punto llegaba que no podía descifrar que clase de sentimiento era ese.

Como todas las noches, no lograba conciliar el sueño. Tal vez, y solo tal vez, aquella ocasión en la que pudo dormir perfectamente, se deba a él también.

—Ni para el ajedrez pienso tanto.

Al día siguiente, Taehyung amaneció con tremendas ojeras que no quiso cubrir. Justamente ese día hasta levantarse de la cama le daba demasiada pereza cuando en los demás días no era alguien tan vago.

Una vez llegó a la universidad y a su salón, cayó derrumbado en la silla. El frío cada vez era peor y eso provocaba que la vagancia reinara más en él.

—¡Kim Taehyung! —el grito de Jimin entrando al salón provocó un pequeño sobresalto del peliazul—. ¡Ayer quedamos en ir al estudio y no me avisaste de que no irías! —se cruzó de brazos ya frente a él—

—Perdón, ayer estaba muy ocupado —en parte no mentía—

—Tú y él están iguales. Piensan con el cuerpo, ¿y la mente en donde?

—¿A qué te refieres con "tú y él"?

—Tú y Jungkook, ¿quién más? —comentó con obviedad—. Siento que han estado muy distanciados. ¿Ocurrió algo?

Desde aquella vez en la que Jungkook contó casi toda su vida, pasaron dos semanas desde que no se veían frecuentemente. Disgustaba del momento actual y a la misma vez extrañaba de su presencia.

—Ya te dije que he estado muy ocupado.

—Si claro, y yo soy rubio, ¿no? —analizó nuevamente sus palabras—. Tengo el cabello rubio atrás... ¡Pero eso no importa, el punto es que tuvo que haber pasado algo entre ustedes dos!

—No pasó nada. Si fuese así, hace tiempo te hubieras enterado y no por mi boca —se refería a los demás—

Jimin aún no se conformaba con aquella respuesta. No quería parecer entrometido —que lo está pareciendo—, pero solo quería ayudar.

{...}

Jungkook, por su parte, estaba más distraído de lo que siempre estaba. De vez en cuando rompía sus baquetas por estar mayormente pensando y pensando, no medía la fuerza que aplicaba en estas, hasta que al final...

—¿Estás bien? —le pregunto Jin preocupado y observando como el tambor se había roto—

—Luego me llaman a mi El Destructor —Namjoon dejó la guitarra eléctrica en el atril para poder caminar hacia Jungkook y visualizar la escena—. Sé que eres muy fuerte y que probablemente tengas un torbellino de sentimientos dentro de ti, pero necesitas demasiado ese tambor.

—Lo sé —revolvió su cabello—

—Tiempo de veinte minutos —anunció Yoongi—. Ya me están doliendo los dedos de tanto teclear. Jungkook, ven conmigo.

Sin esperar más caminó junto a Yoongi hacia el exterior del edificio. El mayor se recostó de una pared con los brazos cruzados y observando a Jungkook.

No lo iba a forzarlo a hablar, él no funcionaba bien cuando era obligado.

—Creo que me gusta alguien y no sé si me gusta exactamente ese alguien —expresó Jungkook—

—¿Qué sientes cuando estás con esa persona?

—Nervios, las ganas intensas de ir al baño... Jamás había sentido esto después de Jimin.

—¿Aprecias a esa persona?

—No sabes cuanto —soltó una pequeña sonrisa—. Puedo decir que estoy agradecido con el cielo de haberlo conocido. Me ha ayudado bastante cuando me siento perdido, aún así... Siento que no he devuelto mi gratitud como debe de ser.

Ambos se quedaron en un leve silencio no incómodo. Yoongi sabía como Jungkook se sentía, sobre todo, empezaba a sospechar sobre aquella persona especial.

Este chico está completamente enamorado —dijo mentalmente.

Completamente lo estaba, porque nunca había reaccionado así antes con alguien. Lo conocía perfectamente como para saber identificar lo que le ocurría sin dudarlo.

—Yoongi-hyung, esa canción va dirigida para él. Hasta entonces... ¿Podrías ayudarme?

—Si es de la persona que estoy pensando ahora quien es, no hay nada que responder —golpeó levemente su hombro—. Ahora, cuéntame más sobre esa persona mientras vamos al estudio.

Jungkook no paraba de hablar maravillas de aquella persona. Cada vez que lo hacía, era como si quisiera verlo y pasar más tiempo a su lado.

El efecto mariposa había empezado a hacer de sus obras.

{...}

El tiempo transcurrió increíblemente rápido, tanto así que se cumplieron los cinco meses desde que Tae conoció a Jungkook, y también, el día del concierto había llegado. Estaba nervioso, demasiado nervioso para ser real y para tratarse de él.

Inhalaba y exhalaba profundamente, incluso se hizo un té relajante que mucho le sirvió.

Ya era el momento de irse. Recogió sus cosas y partió directo al club, lugar en donde una historia empezó, y lugar en donde seguiría.

Las calles estaban más llenas de lo normal, con personas yendo de un lugar a otro, y una buena cantidad de otras yendo hacia el mismo camino de Tae, que, al llegar frente al club, hicieron la fila mientras que Tae pasaba con el pase VIP —que ni pase tenía, solamente pasaba rápido porque conocía a la banda—.

La música de fondo era animada, que hacía mover a la multitud de un lado a otro. El calor también era arrasador aunque afuera esté el frío.

Estando ahí, o te quedabas quieto para no sufrir el impacto del calor, o decides quemarte.

Las personas chocaban entre sí, empezaba a ser difícil el moverse, y Tae logró llegar hasta la barra para poder sentarse y esperar pacientemente el espectáculo.

Eran muy famosos, tanto que habían hasta fotógrafos profesionales.

El impacto musical estaba empezando. Todos estaban listos para verlos triunfar.

Los gritos fueron intensificandose más cuando la banda apareció. Esta vez, no había ningún instrumento en el escenario más que la mesa de mezclas —mejor conocida para DJ— quien lo manejaba Yoongi.

—¡Buenas noches. Muchas gracias por estar hoy aquí junto a nosotros! —agradeció Jungkook en nombre de la banda—

Nuevamente el público grito con euforia.

—En este día, es mi deber informarles que si son amantes de la música electrónica, les traemos una canción que de seguro amarán —anunció con una sonrisa—. Sin embargo, va justamente para alguien muy especial que está entre ustedes.

Los murmuros no se hicieron esperar, y entre ellos estaban los comentarios:

—Él no hace ninguna dedicatoria a alguien, ¿que tanto querrá a esa persona?

Taehyung escuchaba aquellos comentarios no por una ni dos, cien veces en su alrededor.

—Me gustaría que escucharan atentamente la canción, significa mucho para mí. Ahora, sin más preámbulos, esperamos que disfruten mucho del concierto así como nosotros lo haremos.

Tras decir aquellas palabras, la luz del escenario poco a poco fue apagándose.

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