25
El el trazo de la ballena siendo abrazada por el pulpo en la pared, fue finalizada. Taehyung se alejó un poco para poder ver si lo que hizo estaba bien o necesitaba un arreglo, pero no hacía falta arreglar nada.
La pared era negra, por lo que tuvo que utilizar una tiza blanca y morada para los trazos. Tocó su rostro para alejar pequeños mechones azules de sus ojos y ver con claridad lo que hacía. Al momento, alguien había entrado al estudio y era Jungkook.
—Tae —el menor giró la cabeza hacia él—, eres un desastre.
No entendía a lo que se refería, por lo que miró sus brazos por sí tenía algo fuera de lo normal. Es ahí cuando Jungkook camina hacia el peluazul, lo sostiene delicadamente de las mejillas y empieza a pasar sus dedos sobre estas.
Las mejillas de Tae tenían un pequeño rubor rosado gracias al frío cercano, y más ahora que las yemas desnudas de Jungkook tocaron sus suaves esponjas.
—Tienes un bonito lunar —expresó al terminar de limpiar sus mejillas. Mostró sus manos y estaban manchadas de tiza morada—
—¿Cuál de los tantos? Porque tengo varios.
—¿Todos?
Estuvo por argumentar algo a su comentario si no fuera porque escuchó un sonido ruidoso y la puerta siendo abruptamente abierta.
Hoseok se quedó mirando la escena hasta poder articular:
—Gay panic.
—Y tu envidioso.
—¿Pudiste conseguir las pinturas? —Taehyung fue alejándose de Jungkook hasta llegar donde Hoseok y verificar los colores—
—Sí. Por suerte tenía algunos colores en casa.
—Muchas gracias —hizo una pequeña revernecia—
Y así, dio por comienzo en pintar la pared.
Los demás integrante de la banda habían llegado y le habían preguntado a Tae si no le molestaba que practiquen mientras él estaba pintando, a lo que este negó porque no le molestaba en absoluto.
—¿Dices que será algo como electrónica? —le preguntó Yoongi a Jungkook—. Siento que es una indirecta para mí.
—Seamos sinceros... Todos piensan que la banda es de tal género cuando es muy versátil —aclaró Jin—. Entonces, ¿por qué no hacerlo electrónica? Sería algo nuevo para nosotros y también para espandir nuestras habilidades y manejo en el género. Para conocer algo nuevo que antes no hacíamos.
—¿No será difícil? —preguntó Nam—. No estamos acostumbrados a tal género, puede que se nos dificulte un poco, pero...
—Si estamos dispuestos, podemos lograrlo —comentó Jungkook—
Tae detuvo su mano izquierda para observar de reojo hacia atrás. Jungkook tenía un rostro serio en donde mostraba cuan seguro y confiado estaba consigo mismo, y con sus amigos.
Parecía un completo líder.
Bajó de la escalera para vertir un poco de pintura morada en la bandeja y buscó un pincel más pequeño.
En eso, Hoseok entra nuevamente con un par de bolsas y los demás corrieron hacia él para tomar de las bolsas y repartir las bebidas de cada quien.
—Tae, no había té verde así que te traje té de matcha. ¿No te molesta? —le hizo entrega de la bebida a Tae—
—Para nada. Muchas gracias.
Tomó un trago de su bebida fría, sintiendo como la garganta reseca ahora se enfriaba al tragar.
Nuevamente el peliazul subió las escaleras y dejó en el último escalón la bandeja con pintura. Con un pincel pequeño fue remarcando las líneas oficiales del dibujo, teniendo cuidado de no hacer un mal trazo y salirse de la línea.
Su pulso era tan bueno que podía hacer una línea recta sin torcerla.
Un grito hizo que Tae abruptamnete se detuviera y alejara el pincel de la pared. Hoseok estaba encima de la butaca frente a la batería mientras gritaba como un loco.
—¡Mátala, Jin, mátala!
—¿¡En dónde está?! —Nam giró sobre sus talones buscando algo—
Tae desde la lejanía veía como algo iba volando hacia él, por instinto propio dio un paso hacia atrás pero había chocado con el siguiente escalón.
—¡Te lo dije, Namjoon, te dije que había que fumigar este estudio! —le reclamó Yoongi—
—¡Jin dijo que se iba a encargar de eso, así que le creí! —se excusó—
Los gritos de Hoseok se intensificaron más cuando una gran cucaracha subió en sus piernas y voló hacia su cara. Salió corriendo de donde estaba sentado hasta parar en la escalera donde estaba Tae.
Justamente el peliazul iba a bajar de la escalera, pero cuando estaba por hacerlo, la escalera fue moviéndose y Tae no fue capaz de mantener el equilibrio.
La caía iba a ser catastrófica, incluso veía como se iba alejando de la escalera a cámara lenta, al igual que la pintura caía.
¿Un día normal con ellos? No hay días normales, solo días. Si no había algo anormal, la cosa era seria.
Creía que iba a caer y que lo más probable tenga alguna lesión en el cuerpo, cambio a eso, solo sintió como caía encima de algo blando y a la misma vez duro. También cerca de este, se escuchaba como alguien le daba golpes a algo.
—¡La maté! —exclamó Jin mostrando su zapato donde estaba el cadáver de la pobre cucharacha—
Entre la salud y dejar, era preferible la salud a tener que dejar como miles de insectos podrían ser dañinos para él y para los demás.
Ustedes son los jueces, ¿Jin es un asesino por querer protegerse?
Volviendo al tema anterior con Tae, el peliazul poco a poco fue levantándose sobre su salvador, encontrándose nada más y nada menos que con la cara de Jungkook sonriéndole adolorido.
Por si el caso no fuese vergonzoso, la pintura que cayó a la misma par que Tae, terminó en la cabeza del peliazul, recibiendo un fuerte golpe en esa parte.
—Te queda bien el color morado.
—No creo que...
Eran tan dichosos del destino, que hacía ver todo como una historia chiclé que hasta el mismo Jeon Jungkook odiaba.
La escalera había caído sobre la espalda de Tae, provocando que el peliazul por obligación se acostara sobre el pecho de Jungkook.
—¿Tae...?
Estaba casi al punto de chillar del dolor intenso en su espalda, que si no fuera por Namjoon y Yoongi quienes le quitaron la escalera de la espalda, hubiera comenzado a llorar.
Se aferró más al cuerpo de Jungkook, este sobaba su espalda con preocupación porque de verdad fue un golpe muy fuerte.
—¿Estás bien?
—¿Cómo crees que lo voy a estar si me golpeó la media columna? —susurró—
Un susurro grave que detonaba dolor, un susurro grave que hacía estremecer por totalidad el cuerpo de Jungkook.
—¡Lo siento, lo siento mucho Tae, no fue mi intención chocar con la escalera y hacerte caer. De verdad que lo siento!
—El problema es que eres muy dramático y escandaloso, Hobi —dijo Nam—
—Ya veo el porqué tu y Jimin se llevan muy bien —comentó Yoongi. Hoseok lo observó con una mirada seria, muy fijamente a los ojos—
—¿Se supone que deba reírme?
Taehyung por su parte, se incorporó sobre Jungkook y masajeo su espalda aún con una pequeña mueca de dolor.
—Tener miedo a algo es normal —empezó diciendo—. Tanto la fobia como el miedo, es algo que cada quien siente, que puede manejar y que a su vez, no puede hacerlo. Tenerle miedo a algo o alguien, no te hace más ni menos fuerte, simplemente eres una persona neutra. Que compite y que decide estar.
—Quieres decir que, si le tengo pánico a los insectos, ¿no me hace ni fuerte ni débil? —asintió—
—Jungkook le tiene fobia a perder —dijo Jin—
—¿Si quiera eso existe? —preguntó Yoongi con gracia—
—Que sea un mal perdedor no significa que le tenga fobia. Pero detesto perder ya sea de cualquier forma —musitó. Tae era el único que había escuchado eso último—
{...}
La noche no se hizo esperar, Taehyung decidió quedarse a trasnochar porque ya no tenía más cosas que hacer excepto el mural.
Los chicos también se habían ido y Jungkook quería quedarse si no fuera porque sus amigos literalmente lo arrastraron hasta la salida. Antes de que todos se fueran, Jin le dijo que por ninguna razón le abriera la puerta a nadie si no lo conoce.
Eso haría, porque únicamente un lunático podría abrir la puerta cuando escucha algún ruido.
Efectivamente... Solo un lunático...
Taehyung escuchó un ruido detrás de la puerta. Era muy de noche, no había nadie a excepto de él en el edificio. Y escuchar aquel ruido, solo le hacía sospechar.
No tenía miedo, ya estaba acostumbrado a la soledad en todos los sentidos. Sí, no tenía miedo.
La puerta fue tocada y eso provocó que con rapidez Taehyung dejara lo que estuviera haciendo para pararse frente a la puerta. No la abriría, solo diría:
—¿Quién es?
No se escuchó una respuesta, en cambio a eso, la puerta se abrió y aún con la puerta entreabierta, una pequeña mano apareció. Se movía de un lado a otro saludándolo. El peliazul ya sabía de quien se trataba así que no dudo en abrir la puerta por completo.
—¡Hola Tae! —el pelirosa sonrió, empequeñeciendo sus ojos—
—¿Qué haces aquí, Jimin? —le preguntó un poco sorprendido—
—Hobi-hyung me dijo que estabas aquí y te vine a visitar aún siendo las diez de la noche. Además... —de su mochila sacó un recipiente—, no vine con las manos vacías.
Ambos amigos se sentaron en el piso frente a frente. Jimin había traído tteokbokki y gimbap. Al Tae probar un poco del primero, el sabor se le hacía muy familiar.
—¿Está bueno? —asintió—
—El sabor se me hace familiar —tomó un poco de agua—. Me recuerda mucho al sazón de Jungkook.
—Es porque Jungkook fue quien me enseñó a cocinar. Era un asco en la cocina, tanto así que les quemé la cocina a mis padres y por esa y tantas razones más, se enojaban mucho conmigo —soltó un pequeño bufido—
Ambos quedaron en un silencio cómodo. Jimin no tenía muy buenos recuerdos con sus padres, con lo anterior dicho, ya dejaba muy en claro la situación pasada y actual.
—Taehyung, quizás te suene muy raro lo que voy a preguntarte, y estás en tu total derecho de no contestar, lo entenderé —hizo una leve pausa—. ¿Te gusta Jungkook?
Esa pregunta es mejor dirigirla para ti —podría decir abiertamente.
El amor no era algo que Taehyung sabía diferenciar muy bien. Si bien Jimin le había dicho como, podría confundir la amistad con algo más que no sabía diferenciar.
Nunca se ha enamorado, nunca ha amado a alguien más que no fuera su propia familia. Su cariño hacia otros era más de amistad que de enamoramiento.
¿Qué debía responder?
—No lo sé. Nunca me interesó el amor, no sé cómo podría saber si me gusta o no.
Jimin sabía que Taehyung se encontraba perdido en sus sentimientos. No le molestaría que sus amigos se enamoraran, era todo lo contrario.
—Te ayudaré a sentir.
Porque Kim Taehyung no era quien tenía el problema. Era la forma de su relación con los demás, del cómo podrían entenderlo y del cómo podrían alejarlo.
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