Capítulo 20. Confía en mí

Narra ______:

Por más que pase el tiempo jamás me podré acostumbrar a esta rutina, viajar de un lado a otro y cambio de horario, pero es parte de mí trabajo y tiene una gran recompensa; viajar a distintos países, conocer personas, ver diferentes culturas, diferentes pistas, el privilegio de ver cosas nuevas.
Aunque será la última competencia en la que estaré en compañía de Yakov, jamás en mi vida se me había pasado esta situación por la mente pero bueno hace años que la vida no deja de sorprenderme amargamente.

Siempre traté de mantenerme positiva ante los obstáculos que pasaba pues no soy la única persona que sufre en esta vida, todos sufrimos, todos tenemos problemas pero depende de nosotros si seguir adelante o estancarnos en nuestro propio sentimiento. Los cambios son los que más me aterraban, me aterraba dejar el ballet por patinar, me aterraba conocer nuevas personas, me aterraba que perdiera mis amistades, me aterraba confesar mis sentimientos, me aterraba el matrimonio, me aterraba imaginar un futuro sin mi familia pero los cambios son esenciales en la vida y nuestro deber es aceptarlos.

Los días de entrenamiento pasaron rápido y ya era hora de partir a Paris, Francia dónde era mi siguiente evento: el Trofeo Eric Bompard. Era mi última competencia clasificatoria antes del Gran Prix y decidiría en que lugar saldré (sistema de puntos de la ISU). Lo que más me emocionaba de la competencia es que conocería a una pareja de patinadores franceses que compiten en casa que son mis favoritos, ellos son de la categoría de Danza y son Gabriela Papadakis y Guillaume Cizeron. Los admiro muchísimo y realmente quiero conocerlos.

Llegando a París eran las 8:00 p.m. y pasó lo mismo de siempre; reporteros por aquí, fotógrafos por allá. En fin llegamos al hotel y nos instalamos para ir a cenar en el restaurante del hotel y volver a dormir pues tengo prácticas a primera hora.
Dos días seguidos de la misma rutina pero era menos pesada cuando platicaba con algún compañero o compañera y descansamos todos juntos, aquí casi no conocía a nadie por lo que hice nuevos amigos.
Y lo mejor de todo, pude retratarme con Gabriella y Guillerme.

(...)

El sonido poco a poco se desvanecía mientras entraba a la pista, se desvanecía a cada segundo hasta que los gritos y aplausos de la personas eran imperceptibles, lo único que podía escuchar era el hielo cortándose con el filo de mis cuchillas y los latidos de mi corazón. Esperé hasta que la música empezara a sonar y yo simplemente me dejé llevar por ésta, la melodía resonaba en mi cabeza pero no era molesta por el contrario me relajaba.
Sólo había una cosa en mi mente, bailar con el corazón.

Patiné suave hasta el final, delicadamente manteniendo una postura perfecta y elegancia, la gracia y belleza de los pasos. Despegaba con fuerza sobre las cuchillas para dar más fuerza y rapidez al salto de manera que el aterrizaje fuera menos pesado y no picar de más el hielo, todos los saltos ejecutados perfectamente. La secuencia de ángeles con una elevación e inclinación asombrosa haciéndolos más bellos y estéticos, las piruetas fluidas sin problemas en la rotación ni en la posición de la cuchilla. Las expresiones en mi rostro, metiendome en el papel, la energía en mi cuerpo para aguantar la rutina. Un programa impecable.

Al terminar y deshacer mi postura final solo podía respirar pesadamente debido al esfuerzo y poco a poco mis oídos volvían a dar paso a los aplausos del público y sus ovaciones, era mi sonido preferido al terminar mis presentaciones, el saber que he cautivado al público y que gozan como yo lo hago. Sentía alegría porque ya extrañaba ésto, yo vivía para ésto a lo que solo puedo agradecer al público y reverenciar.

Yakov me esperaba en la salida de la pista y podía decir por la expresión de su cara que estaba orgulloso de mí, al fin había regresado. Regresé.

Presentador: _______ Ledvedeva representando a Rusia obtiene en el programa corto 69.40 colocándola en la primera posición.

Estaba feliz porque ahora todo empezaba a ser como antes, todo volvía a su lugar en mi vida. Estaba feliz porque mi esfuerzo estaba dando resultados y que se me esté retribuyendo con la puntuación.

Fui la última en pasar quedándome en primera posición dándome la oportunidad de presentar el programa libre y sobre todo estar en el último bloque.

Después del evento vinieron las entrevistas, las preguntas fueron respecto a mí opinión sobre mí calificación y sobre mi triunfal regreso, sobre mi estadía aquí en Francia y mis espectativas, lo típico de las entrevistas. Las entrevistas en conjunto son las mejores pues suelen ser cortas y puedes ser ayudado a contestarlas con la ayuda de las demás.

Como la competencia fue en la tarde fuimos a Le Grand Véfour, un restaurante localizado en la galería de los jardines del Palais Royal, tiene una vista panorámica preciosa y la comida exquisita al igual que sus postres.

Pero ¿De qué sirve estar en la cuidad del amor sin la persona que amas a tu lado? Intenté llamar a Viktor pero no contestaba y cuando finalmente lo hizo solo hablamos un poco y se retiró rápido diciendo que pronto será el Cuatro Continentes y tenía que preparar a Yuuri.

_____: Realmente apesta.

Me encontraba en el Puente de las artes, recargando mi mentón en mis brazos mientras éstos reposan sobre la baranda con rejas que tienen los famosos candados de amor eterno. Rodeada de parejas cerrando su candado en las rejas y algunas otras tirando la llave al río, dándose cariño y amor.
Cansada de ese ambiente camino con la intención de salir de aquel puente pero los colores de los candados terminan por llamar mi atención viendo la bonitas frases que tenían escritas o los nombres de las personas. Y sí, tenía que encontarme con aquél viejo y oxidado candado.

Flashback.

Era la competencia mundial de patinaje y la sede del evento fue París, Francia, nosotros clasificamos para el mundial. Viktor y yo éramos novios y a pesar de que teníamos prácticas él se las ingeniaba para llevarnos por todo París puesto que Yakov no nos dejaba salir juntos sin él pero no era impedimento para Viktor, fingiamos resfriado y nos escapabamos para ir a recorrer todo París y en el último día estábamos con Yakov y los demás en el banquete después del evento y a él se le ocurrió una idea descabellada. Habían guardias para impedir el paso a personas externas y vigilaban a los patinadores así que era casi imposible salir pero él decía que tenía una sorpresa especial para mí. Salimos a la terraza del restaurante del hotel y salimos por allí sin ninguna dificultad pero para evadir a los reporteros tuvimos que saltar la barda que separaba el jardín del estacionamiento pero yo tenía miedo de saltarla.

Viktor: Vamos _____, no tienes que temer.- extendía sus brazos hacía mí pues el bajó primero.

_____: Tengo miedo, ¿Y si caigo?- yo me aferraba al tronco del árbol por el cual trepamos para subir a la barda pero tenía miedo de saltar.

Viktor: Aquí estoy yo, siempre estaré para atraparte así que no temas, yo te atraparé.- sonrió cálidamente que mi corazón se aceleró y un leve rubor apareció en mis mejillas. Pero seguía dudando.- ¿Confías en mí?

_____: ¿Qué?- no entendía porque de repente aquella pregunta.

Viktor: Que sí confías en mí.- extendió nuevamente sus brazos esperando a que saltara.

_____: Sí.- así es, confío en él y sé que él jamás me dejaría caer, sé que él me atrapara porque confío en él más que a nadie en el mundo.

Me dejé caer, salté y caí en sus brazos y todo alrededor pareció detenerse. No importa cuanto tiempo pase siempre que lo veo me enamoro aún más, sus hermosos ojos azules como el cielo, su sonrisa que me contagia sin importar que tan malo haya sido mi día, sus facciones que lo hacen ver tan guapo pero también el tiempo que paso con él y descubro más de él, más me aferro al sentimiento. Solo él es capaz de hacerme ruborizar, no importa que haga o diga siempre se me es interesante, para mí es el hombre perfecto.
Esa sonrisa que se quedó tatuada en mi memoria que me hace suspirar, estoy perdidamente enamorada.

Me bajó y tomó mi mano para guiarme a donde tenía preparada su sorpresa. Corrimos por las calles hasta llegar al puente más famoso de París.

Viktor: Aquí es.- sacó del bolsillo de su saco un candado con su juego de llaves y yo no podía estar más sorprendida.

Conocía muy bien la historia de los candados en las rejas del puente, simboliza que el amor entre ambos va a ser enterno.

En un segmento de la reja él y yo cerramos el candado y tiramos las llaves al río. Y para hacer nuestro escenario más romántico empezó a llover, nos besamos bajo la lluvia sellando nuestra promesa.

Fin del flashback.

Ver que aún permanece aquel candado me recuerda que no importan los kilómetros que nos separen ni las adversidades, nuestros corazones siempre estarán juntos.
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Continuará
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Hola, ya por fin he actualizado la historia y tengo que admitir que tuve problemas para hacerlo pero espero que les haya gustado.

Quería agradecerles de verdad el apoyo que le dan a la historia, 2k!!!!! Es genial. En serio muchas gracias.

También acabo de crear un libro que son de mis dibujos por si recuerdan el que hice la otra vez haya tengo otros más.

Espero que les haya gustado si fue así regalen me un voto y sus comentarios son bien recibidos.

Hasta el próximo capítulo.
Danielle Nikiforov