一Te dije que esta no la tomaras, Binnie. ¿Por qué nunca me haces caso? 一Felix se sienta a un lado de Changbin, que sonríe ante sus palabras, entregándole uno de los medicamentos ese de color amarillo casi fluorescente, que Felix ha insistido en quitarle desde que comparten habitación.

一¿Por qué insistes tanto con este medicamento? 一Changbin ríe nuevamente, observando cómo Felix camina hacia el baño, botando la pastilla en el retrete. Le es imposible no suspirar cuando éste regresa y se sienta en sus piernas, besando sus labios unos segundos.

一Porque sí. 一siempre la misma respuesta. Changbin no le rebate一. Changbinnie, no le digas a nadie que estoy aquí contigo...

一¿Qué, porqué?

一Porque sabrán que he entrado sin permiso. 一Felix confiesa, sorprendiendo a Changbin, que le acaricia la espalda dulcemente一. Sí saben que estoy aquí... Sí saben que estamos juntos, querrán separarte de mí y ya te he dicho, yo no puedo vivir sin ti... Sin ti no existo...

Y no se equivocaba.

一Felix... 一Changbin le llama cuando el nombrado agacha su rostro. Ver esas mejillas sonrojadas son el mejor regalo que puede tener一. Y yo ya te he dicho antes... Mataría a cualquiera que me quiera apartar de ti... A cualquiera. 一la sonrisa de Felix no tarda en aparecer, así como tampoco tarda en llegar un nuevo beso, uno cargado de amor.

Esa noche, mientras Felix descansa sobre su desnudo pecho luego de haberse entregado al amor, Changbin confirma que sí, que estar loco no está del todo mal.

Cuando la mañana es anunciada por los rayos del sol, Changbin despierta sin el calor sobre él a su lado, pero asume que Felix ha salido a desayunar, pues usualmente nunca comen juntos.

一Changbin-ssi. 一la enfermera entra a la habitación, entregándole los alimentos de la mañana junto con sus medicamentos. Estando ella allí, Changbin no puede evitar tomar esa pastilla que Felix tanto odia一. El doctor Kim necesita que vaya después a su oficina. 一la muchacha informa, ordenando los platillos en la bandeja luego de que el desayuno haya sido consumido en su totalidad por Changbin. Antes de salir de la habitación, ella le sonríe cariñosamente y Changbin, curioso, le observa aún sentado en la cama一. Me alegra mucho que esté comiendo mejor. Siga así y muy pronto podrá ser libre nuevamente. 一porque ella sabía que lejos de ser un hospital, el lugar más parecía una cárcel. Changbin no puede evitar sonreír ante las palabras que ha escuchado, y está seguro que toda su estabilidad se la debe a Felix.

La oficina del doctor Kim siempre huele a cítricos. Changbin no los odia, pero tampoco es su aroma favorito, aunque últimamente está más tolerante con todo eso.

一Por fin el invierno acabó. 一es Changbin quien habla primero. El doctor deja de escribir en el papel sobre el escritorio, y se concentra en él一. Doctor, ¿Usted cree que algún día podré salir de aquí? 一pregunta, sorprendiendo al profesional.

一Sí sigues tan bien como has estado hasta ahora, lo más probable es que pronto puedas volver a tu casa. Has hecho un buen trabajo, Changbin. Estoy orgulloso de ti. 一el hombre habla con tono cariñoso, de esos que Changbin siempre ignoró, pero que ahora, con los sentimientos por Felix a flor de piel, todo le parece más hermoso que antes. Se siente vivo.

一Doctor, ¿Usted cree que se pueda morir de amor? 一la pregunta sale de sus labios sin meditarla.

一Bueno... El amor a veces nos hace hacer cosas que no entendemos, pero no estoy seguro sí se pueda morir de amor. El amor sólo nos hace feliz, Changbin. Sí te sientes triste, entonces no es amor del bueno.

一A veces despierto por la mañana con la incertidumbre de saber sí todo lo que he vivido el día anterior es verdad. Sé que mi cabeza no está bien... Pero entiendo qué es real y qué no lo es. Doctor, sé que no estoy curado. Sé que nunca me curaré, pero no quiero vivir aquí toda mi vida... No me siento yo... 一porque sólo se sentía él mismo cuando los brazos de Felix le rodeaban por las noches. El doctor Kim le escucha atentamente, sin interrumpirle, deseoso de escucharle hablar más. Changbin está más comunicativo que nunca一. Quiero poder despertar todas las mañanas a un lado de la persona que amor. Salir al parque y caminar tomados de la mano. Quiero poder viajar y... Ser feliz así. 一y es ahí cuando el doctor Kim comprende todo, y que tal vez, sólo tal vez, estar loco no esté tan mal.

Changbin regresa esa vez a la habitación sintiendo un vacío enorme. Felix no aparece, y tampoco lo hace en la noche, ni a la mañana siguiente. Simplemente no hay señales de él. Las voces en su cabeza se han detenido durante esos días, pero el sentimiento de vacío no se ha ido. Se siente más solo que nunca. Necesita de Felix.

Al tercer día, Changbin vuelve a dejar de comer, preocupando otra vez a la enfermera, quien asustada le comunica de ello al doctor Kim. Changbin lleva una semana sin moverse de su cama.

一Entonces... ¿No ha salido de la habitación durante esta semana? 一la muchacha asiente.

一Lo he ido a ver por las noches y no deja de llamar a ese chico. Le he preguntado a los conserjes y demás médicos, nadie lo ha visto. Es como sí no estuviera aquí... 一el doctor Kim se pregunta sí lo que está haciendo está bien.

一Señorita Cho, reduzca otra vez la dosis del medicamento que le dije. Tal vez el estado de ánimo de Changbin se deba a los efectos secundarios. 一la muchacha simplemente asiente, retirándose del lugar, pero Kim no deja de pensar. Necesita ayuda de otro profesional, y es ahí donde comete su error más grande.
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