Capítulo 3 | No hables.
一Y dime, ¿Cómo te has sentido en tu nueva habitación? ¿Es más cómoda que la anterior? 一el doctor Kim busca por todos los medios mantener una plática al tiempo que ordena una pila de papeles sobre su escritorio. El invierno deja sus últimos indicios en los rocíos de la mañana, y los capullos de las flores comienzan a crecer lentamente en los árboles, queriendo darle pronto la bienvenida a la primavera.
一Está mejor. 一Changbin responde, sorprendiendo al médico, quien alza su vista hacia el muchacho, como esperando que dijera otra cosa一. Me gusta. 一vuelve a decir, y a pesar de esquivar la mirada con el avejentado señor, éste considera que es un gran paso para el tratamiento de Changbin. El hecho de que nuevamente comience a comunicarse da indicios de que cambiar el ambiente a uno menos estrecho y estricto, fue la mejor de las ideas.
一Has visitado diariamente la sala de música, ¿Te ha gustado? 一Changbin asiente, esta vez sonriendo, acción que no pasa desapercibido para el profesional, porque desde hace un rato que ha dejado de ordenar todo para prestar sumo cuidado en cada expresión de su paciencia. Changbin está más comunicativo que nunca.
一Es divertido, pensé que había olvidado cómo tocar el piano... Estar ahí, de cierta manera me hace sentir tranquilo. 一Changbin cuenta como sí fuera la anécdota de vida más brillante del mundo, y definitivamente el doctor no puede creerlo. No pensó que Changbin mostraría una mejora tan significativa como la de esa tarde一. Además que Lix me ha hecho mucha compañía este tiempo, nos divertimos juntos.
一¿Lix? 一el hombre pregunta con curiosidad, alzando un poco sus cejas por sobre el borde de sus grandes y cuadrados anteojos para la miopía que padece.
一Felix, él es mi... Es un amigo. 一Changbin cuenta, dedicándole una sonrisa al hombre que no deja de lado su expresión. Lo observa atento, expectante a qué más podrá decir, por lo que no lo interrumpe, sino que permite que le cuente aquello que sale de su corazón一. Por mucho tiempo me sentí muy solo aquí, así que agradezco tener un compañero de habitación para poder sentir esa compañía que creí que jamás volvería a tener.
一Me alegra mucho que te sientas así, Changbin. 一la mano del médico baja junto con sus anteojos, los cuales deja sobre la mesa, cruzando sus dedos entre sí para así apoyar sus codos contra el escritorio一. Cuéntame más de Felix, veo que ese amigo te ha hecho muy feliz. 一el hombre le sonríe con cariño, uno extrañamente paternal. Changbin ignora por completo el atisbo de preocupación en la pupila de su doctor.
一Bueno, sí... Felix es alguien muy importante para mí. 一comienza a decir, sintiéndose de pronto nervioso, ansioso. Sus dedos juegan entre sí por debajo del escritorio, tratando de encontrar una manera de controlar lo que está sintiendo一. Es casi un año menor que yo. ¿Usted no lo conoce, Dr. Kim? 一el hombre niega.
一De seguro lo atiende otro de mis colegas, por eso no sé de él. En este hospital hay mucha gente, Changbin, imposible recordar todos sus rostros. 一habla con un ligero tono de broma, el cual Changbin reconoce a la perfección, por lo que asiente con su cabeza mientras ríe con la misma suavidad que sus dedos se arrugan en su pantalón. Está ansioso y quiere irse.
一¿Puedo retirarme?
一Claro que puedes, Changbin, recuerda que esto se acaba cuando tú lo decidas. Sí no quieres hablar más, puedes volver a tu habitación. 一el muchacho asiente, levantándose de su lugar para así retirarse de la oficina y volver a su habitación, dejando al señor Kim con la interrogante constante en su cabeza.
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一¿Qué te dijeron? 一Felix pregunta al verlo regresar, recibiéndolo con un abrazo. Ha estado esperando por él desde que Changbin fue llamado por la enfermera, y no puede evitar sonreír cuando el mayor se ve tan animado一. ¿Te fue bien? ¿Has mejorado? 一Lix es meloso cuando le acaricia el rostro mientras lo observa, dejando un par de besos en sus labios. Changbin nunca se acostumbrará a tanta atención.
一Bueno, no sé sí he mejorado, pero por primera vez pude hablar con él. No sé, me nació. Le conté sobre ti, dijo que no te conocía. 一y cuando Changbin se acerca a besar los labios de Felix, éste se aleja, frunciendo su expresión.
一¿Por qué le hablaste de mí? 一Felix pregunta en un tono que Changbin no sabe cómo interpretar, pero que le parece tan familiar, tan conocido y atemorizante, que de cierta manera le sorprende一. ¿Quieres que nos separen? 一y Changbin no entiende nada.
一¿Qué? No, Lix, claro que no. ¿Por qué dices eso?
一Ellos quieren separarnos, Binnie. Ellos nos van a separar sí saben que estamos juntos. 一la fría expresión de hace unos minutos cambia por una de preocupación y angustia máxima. Changbin entiende, Felix está asustado. Sus ojos se exaltan y la desesperación se nota en sus venas一. ¡Ellos nos odian! ¡Te odian a ti, te aborrecen!
一Hey, escucha... 一Changbin es dulce. Sus manos atrapan el rostro del menor entre sus palmas, obligándole a mirarle. No es la primera vez que Felix se altera así一. Tranquilo, ¿Sí? 一vuelve a insistir, mirándole directamente a los ojos con una dulce expresión, una llena de ese amor que siente por él一. Nadie, jamás podrán separarnos. Mataría a cualquier persona antes de permitir que me separen de ti. 一y Felix sonríe al escuchar, alzando sus brazos por el cuello del moreno, plantándole un sonoro beso en los labios. La promesa es inquietante, pero para ellos no. Changbin de verdad estaba dispuesto a lo que fuera con tal de permanecer a Felix entre sus brazos, después de todo, él estaba más loco que todos lo de ahí. No sería nada raro.
一¡Te amo! 一Felix exclama contra sus labios. Changbin sonríe, respondiendo un yo también.
Y demonios, ¡Cómo lo amaba!
Cuando sus labios se unen en un dulce beso, es que Changbin cree que sí, que definitivamente se puede morir de amor.
Mientras las muestras de afecto se hacen eternas en la habitación, el doctor Kim, en su oficina, no deja de presionar la punta de su lápiz contra la mesa, inquieto.
一Aquí están todas las grabaciones que pidió, doctor Kim. 一el guardia de seguridad deja sobre el escritorio de consulta un pendrive con los vídeos de las cámaras de seguridad de toda la planta A, incluyendo la habitación de los pacientes, el patio y la sala de música.
一Muchas gracias, puede retirarse. 一le dice mientras inserta el aparato en su computadora una vez el guardia se retiró. Se siente inquieto. Lleva días con una incertidumbre que no lo deja dormir一. Veamos... 一sus dedos son rápidos al escribir la contraseña del equipo y en poco tiempo se encuentra buscando los archivos correspondientes.
Los revisa uno a uno, adelantando las horas de los vídeos para encontrar alguna evidencia contundente que descarte esa pregunta que tiene en su cabeza. Le es imposible no observar atentamente la pantalla cuando Changbin aparece en la escena. Es la sala de música y Changbin aparentemente toca el piano. No hay audio, así que sólo infiere. Se le ve tranquilo, incluso sonriendo mientras se mueve a lo que parece ser el compás de la música. El doctor Kim nunca lo ha visto así y de cierta manera coincide en que su comportamiento ha mejorado desde hace dos meses, que son los que lleva en su nueva habitación, con las nuevas reglas. Kim ha sido psiquiatra de Changbin desde que llegó a este hospital y ha seguido su tratamiento meticulosamente. Ha sido su caso más complejo. A sus cuarenta y dos años, jamás vio un caso tan severo de esquizofrenia, mucho menos en alguien tan joven como Changbin. Aún recuerda lo difícil que fue hacer que siquiera comiera un poco en las primeras semanas.
Estaba completamente fuera de este mundo y así como ha sido el caso más difícil, también es a quien más cariño le tiene. Changbin podría ser su hijo, y de vez en cuando hasta le recuerda al suyo, pero el doctor Kim nunca ha sido cariñoso, su voz es grave, más que todos los doctores ahí, sin embargo, presta especial atención a todo lo que Changbin concierne, así que le es imposible no sonreír con un paternal sentimiento cuando la pantalla se refleja la sonrisa de un Changbin emocionado por lo que toca. Aunque no está escuchando, imagina que es hermoso.
Es cuando el vídeo cambia de escena que ve algo que le preocupa, es Changbin nuevamente, aunque esta vez en el pasillo del hospital, cerca de las 03:00AM. Está descalzo, usando la bata que hace meses solía usar y balancea sus manos al cielo, como queriendo alcanzar algo; sin embargo, es otra cosa la que llama su atención y le hace que levante el teléfono, marcando un número mientras su mirada sigue fija en la imagen de Changbin.
一Enfermera Cho, por favor busque en los registros del hospital a alguien con el nombre de Felix.
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