💜Gia-Jk💜
Deslice mis piernas sobre el colchón con sábanas blancas mientras mi espalda reposaba en la cabecera de esa gigante cama. A los minutos sentí la puerta de la habitación abrir y cerrarse y segundos para que él se dejará ver.
Apenas le dedique una mirada para luego apartarla hacia el escritorio donde tenía una laptop, una pantalla más grande y todo lo necesario con lo que ellos solían hacer sus Vlive.
Sentí su cuerpo deslizarse lentamente sobre mis piernas juntas, pero sin poner todo su peso. Su cabeza apoyada sobre mi estómago, sus brazos abrazándome entre la cintura y mi cadera, suspiro apretándose a mi; juro que no quise hacerlo pero su perfume invadió todos mis sentidos y mis manos acariciaron suavemente sus cabellos alborotados.
—Quédate por hoy —susurro, ladee apenas la cabeza y me di cuenta de que tenía sus ojos cerrados.
Me detuve por unos instantes en mis caricias. Esto estaba siendo incorrecto, sin mencionar que si me descubrían en su habitación con él a solas, no solo yo tendría un problema del tamaño de la Antártida con su compañía.
—Sabes que es imposible, debo irme —intente levantarme pero su agarre fue más firme y su cabeza ahora reposaba en mi pecho y quería creer que no había enterrado su rostro entre mis pechos, lo mire detenidamente, a pesar de tener ojeras y verse algo cansado o bastante, no perdía esa peculiaridad de ser… bonito.
No podía caer en estas cosas, desde cuándo soy débil, desde cuándo dejo que un niño de farándula me manipule de esa manera. Gia, por Dios, cuando fue que caíste en esta tontería.
—Quédate por favor GiGi, si te vas ahora te descubrirán.
Ok, en eso tenía razón, no sé cómo termine aquí, había venido para lanzarle en su bonito rostro de Idol sus regalos, pero sin darme cuenta me enrede en un lío dónde su cuarto era mi refugio.
—Ok, pero sin toqueteos —pedí quitando sus manos, estás cayeron al colchón que ayudaron a qué se reincorporará para que quedara a centímetros de mi rostro. Estaba en problemas.
Tenía una sonrisa ladeada, lo estaba disfrutando, ¿dónde quedó el chico tierno y tímido? Este Jeon JungKook no me gustaba, o en realidad si, porque sabía que dentro de esa faceta de niño juguetón había un hombre maduro que sabía cómo envolverte hasta enloquecerte.
Los centímetros seguían acortándose cada vez más, podía sentir su aliento cálido sobre mis labios. Debía detenerlo o esto acabaría de una manera de la cual me arrepentiría luego. O no.
Lo empuje haciendo que cayera de la cama, el golpe se escuchó duro pero eso no evito que ría a carcajadas. Sentado en el suelo me miró con el ceño fruncido, parecía empujar la lengua contra el interior de su mejilla; se cruzó de brazos ignorándome y haciendo una muñeca de dolor. Creo que me pase. Baje mis pies al suelo sentándome sobre el borde de la cama.
—¿Estás bien?
Y lo próximo fue que estaba tumbada en el suelo y el encima de mí. Maldito me la volvió a hacer. Sonrió mostrando todos sus dientes, haciendo que su nariz se arrugará, sus ojos también alrededor de ellos unas arruguitas que encajaban perfecto en su piel, sus cachetes abultándose un poco.
Los centímetros volvieron a acortarse, y está vez no lo detuve, está vez sentí sus labios moverse tímidos sobre los míos, como por inercia lleve mis manos abrazando su cuello. Una de las suyas acariciaba lentamente la piel expuesta de mi cintura gracias a la blusa corta mientras la otra hacia de soporte y acariciaba mis cabellos.
—Quédate esta noche conmigo, Gia —asentí ante su pedido tan encantador, perdida en sus ojos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro