—No llores más, Yeji, por favor— suplica Lisa mientras seca otra lágrima.

—Me dolió mucho, Lisa, mucho— afirma, sin poder controlar sus sollozos.

—Ese imbécil.. da rabia que sea tan atractivo— Yeji observa de mal modo a su amiga— ¿qué?

Niega con la cabeza y no para de llorar.

—Ya, por favor, no llores más— se acerca a abrazarla suavemente para calmar su llanto— ¿por qué habías decidido irte a vivir con él? ¿No fue algo muy repentino?

Se separan y observan.

—Eso..— sorbe su nariz, evitando una voz gangosa— él me advirtió sobre alguien que me estaba vigilando, y que me saldría a buscar en cualquier momento.

—No me jodas que le creíste el cuento a ese idiota— la observa incrédula.

—La verdad es que a veces, antes de conocer a Jungkook, me he sentido vigilada, no sé— admite.

—Oh, mi amiga se está volviendo loca— bromea la pelirroja comenzando a reír.

—¡En serio!— insiste.

—Vale, iremos a ver a un psicólogo cuanto antes, para que realmente puedas sentirte vigilada— estalla en carcajadas por su broma, mientras que la contraria ni siquiera hace una mueca de alegría.

—No da risa.

—A mí sí— se seca una lágrima de tanto reír— bueno, ¿regresarás a tu casa?

—No me da mucha seguridad hacerlo, Lisa.

La más baja hace una mueca tierna, para luego sonreír.

—¡Vas a vivir conmigo!— exclama con voz de niña pequeña, haciendo a la pelinegra blanquear los ojos.

—¿Puedo?— cuestiona para confirmar, propiciando que su amiga la observé confundida.

—¿Por quién me tomas, idiota?— afirma con una amplia sonrisa, antes de ofrecerle aquel abrazo tan cálido y sincero.

• 살아있어 •

—Jeon, relájate— suplica Hoseok, sintiéndose frustrado.

—¡No puedo!— exclama desesperado.

—No debiste decirle nada.

—¿Cómo querías que viviera en paz si no lo hacía? ¿Has pensado en mi consciencia?

Hoseok, concordando con el menor, asiente.

—Cierto. Pero ¿qué harás?

Jungkook, luego de haber dado varias vueltas caminando por la habitación, decide sentarse a su lado, con su mirada fija sobre el suelo.

—Siento que ya dependo de ella— admite.

—Ay no— niega decepcionado.

—¿Soy un idiota acaso? No, corrijo, soy más idiota de lo que era cuando jóven.

—No te digas eso, Jungkook.

—Eun era mi novia y llevábamos cierto tiempo, más una relación estable, ahí podía fácilmente depender de ella, y más con mi corta edad— lo observa— pero ahora soy un hombre, obsesionado con una chica que comenzó a conocer hace unas semanas. Soy un idiota, Jung.

—¿Y si Yeji hubiese sido tu novia en aquel entonces y Eun el cebo?— cuestiona— ¿crees que hubiera pasado igual?

Pensándolo, termina negando.

—No.

—Creo que es algo relacionado con el tipo de personas que son— se levanta— y según mi punto de vista, si tuvieses que elegir a una de ellas, créeme, habrías elegido a Yeji— palmea su hombro para luego caminar hacia la puerta, dejándolo pensativo en su lugar.

• 살아있어 •

—¿Deberíamos reencontrarnos?

—Al menos para escuchar qué quería decirte ese idiota— reafirma su amiga.

Yeji ríe.

—Intentas convencerme de que nos reencontremos y ¿le sigues llamando idiota?

—Digo la verdad, pero bueno, tú no estás bien, mereces una explicación concreta y.. quizás puedas terminar–

—¿Perdonándolo?— interrumpe incrédula— no, Lisa.

—Ya veremos dijo el ciego— comenta para sí misma.

—Lisa, fui un cebo para él.

—Creí haber escuchado que fuiste un cebo para él, no que lo seguías siendo. Aparte, te dejó claro que si no le importaran tus sentimientos no te hubiera dicho nada y continuaría usándote— recuerda.

Suspira rendida y baja su mirada.

—Creerás que soy una idiota, Lis', pero realmente pienso que no es una mala persona. Sin importar lo que me haya hecho, no es mala persona.

—No niego que cualquier persona habría pensado mal de tí— confiesa— pero soy tu amiga ¿vale? Apoyarte en todo y abrirte los ojos a tiempo siempre será mi misión.

—Gracias— sonríe afligida.

—Bueno ¿te lo pensarás? Recuerda que tienen una conversación pendiente.

Yeji alza una ceja incrédula al escucharla para luego sonreír levemente.

—Vamos, acepta que un pedacito muy pequeño de tí quiere verlo, es imposible superar a alguien tan rápidamente, y más a un bombón como él— susurra esto último pero su amiga alcanza a escucharla por lo cual le lanza una mirada fulminante— ¿ves? Estás celosa, bebé, estoy bromeando.

—Bueno— extiende la palabra rendida— vale, nos veremos.

Lisa aplaude emocionada por la decisión de su amiga.

—Perfecto.

—¿Cuándo crees que debería...?

—¿Verlo?— completa su cuestión y esta asiente— Mañana mismo quizás.

—¿No es demasiado rápido?

La pelirroja ríe un poco.

—No dejes para pasado mañana lo que puedes hacer mañana, nunca se sabe, quizás lo atropelle un camión— bromea.

—¡Lisa!

—Estoy bromeando— ríe.

—Tus bromas no son graciosas.

—Lo sé, por eso me amas— afirma vanidosa— iré a la cocina, tengo que alimentar a Liam y Louis— hace saber, lo cual provoca que Yeji sonría enternecida.

—Amas a esos dos gatitos.

—Son mis hijos y peleo por ellos— declara— bueno, te dejo aquí, mi amor— deja un besito en su rostro.

—No intentes violarme— finge miedo.

—Ya lo habría hecho si quisiera, Seo. Pero no, siempre me enseñaron a compartir, así que estás en medio del idiota sexy y yo.

Ríe mientras niega con la cabeza.

—Ya te dejo en paz— comienza a caminar.

Siendo honesta con ella misma, no se siente preparada para ver nuevamente a Jungkook, pero si dijera que no quiere verlo nunca más estaría mintiendo. Ciertamente tenía una conversación pendiente que estaba preparada para concluir, pues aquel día estaba demasiado enojada y lo ha seguido estando, pero considera mejor escucharlo y finalmente saber qué decisión tomar.

A veces quisiera nunca haber escuchado eso, y si era necesario vivir en aquella mentira hacerlo. Estaba dispuesta a perder su orgullo por una persona que había conquistado su ser, aunque haya sido lastimada por ella. Sólo deseaba que esa verdad nunca saliera a luz y poder seguir tranquila, porque esa escena se repetía en su mente, frustrándola y haciéndola sentir estúpida al querer regresar a hablar luego de su declaración.

Por primera vez, dejaría el orgullo a un lado por ver nuevamente a quien quería.

Desbloquea su celular y busca su contacto para así escribirle un mensaje. Pero, increíblemente, en el justo momento en que lo envío, recibió otro de su parte.

“¿Podemos hablar?”