—Mira— puso su celular sobre la mesa— aquí está casi toda la información que necesitamos para agarrar a Park.

—Bravo, Jeon ¿Cómo?

Ríe victorioso.

—Soy irresistible, Jung.

El contrario rueda los ojos y regresa su mirada a su laptop.

—Ya entiendo.

Asiente.

—¿Y bien, ahora qué?

—¿Qué de qué?

—Obtuviste la información que querías, ¿ahora qué ocurre con Seo?

—Nada. Sólo es cebo. No puedo alejarme aún, quién sabe si recibo más información.

—Esto no acabará bien, Jungkook, te lo estoy advirtiendo.

—¿Qué te convence?

Alejó su vista del dispositivo, regresándola hacia el menor.

—Por más que me guste bromear, sé que tienes un corazón muy débil y herido detrás del pecho; una chica podría ser una gran debilidad para tí, podrías acabar muerto por ella si te lo propusieras.

Escuchó sus palabras, pero negó.

—No, no tengo corazón— camina hacia la puerta pero aún no se retira.

—Eres Jeon Jungkook, sí lo tienes— reafirma.

—Estás hablando del antiguo Jungkook. Este no tiene corazón— niega nuevamente, saliendo completamente de la habitación.

• 살아있어 •

—¡Es extremadamente guapo!— exclama su amiga pelirroja.

—No hagas escándalos, Lisa— niega seriamente.

—Me hablaste bien de él para que ahora no quieras tocar el tema.

—Simplemente no quiero hablar sobre Jeon Jungkook.

Yeji seguía dolida por la detención del varón cuando menos se lo esperaba. Tanto que aquel día, simplemente agarró su ropa y se retiró sin dirigirle la palabra.

—¿Qué pasó cuando te llevó?

—¿Qué?

—Ya sabes, el día del bar. Mandaste un mensaje diciendo que no ibas a llegar, que Jungkook te llevaría y eso— explica detalladamente.

—Sí, eso mismo me dijo él, honestamente no recuerdo qué pasó, lo cual me frustra mucho porque normalmente cuando he bebido he recordado todo— habla con un tono de frustración.

La pelirroja ríe.

—¿Y si te drogó para llevarte a la cama?

Yeji fija su mirada en su pequeña amiga, pensando en sus palabras.

—No creo. Jungkook se ve muy serio, aparte si hubiera querido llevarme a la cama no..— detuvo su hablar, sabiendo que quizás podía gritar de frustración.

—¿Qué ocurrió que te frustra tanto?

Respira profundamente para finalmente contarle lo que tanto le duele en el orgullo.

—Él me dejó.. ya sabes.

—Con ganas— completa.

Asiente.

—Amiga, que no te moleste eso, ¿sabes que existe el muy famoso karma?

Las palabras con intenciones diabólicas de su amiga la hicieron pensar nuevamente.

Tenía razón.

—¿Qué propones?

—Haz lo mismo, o no, mejor, no lo dejes a medias, hazlo disfrutar por completo, tanto que no olvidará tu nombre— indica.

—No soy la gran Lalisa, soy Yeji, el fideo andante— recuerda, señalando su cuerpo.

—No es necesario estar como yo— observa atentamente su figura— eres más que sólo un rostro bonito, Yeji.

—¿Acaso hay algo más que encante?

—Tienes personalidad, amiga. Eres muy inteligente e interesante. Tienes mucho por entregar al mundo, nunca dejes que nadie diga lo contrario.

La más alta sonríe, emocionada por las palabras de su amiga.

—Gracias, Lisa.

—Bien, ahora, seduce a ese maldito hombre guapo. Tú puedes hacerlo.

La pelinegra sonríe con más confianza en sí misma y asiente enérgicamente.

—Le devolveré el favor.

• 살아있어 •

—Te dí tres días, y eso es porque fui demasiado bueno contigo, ¿y aún así piensas burlarte de mí?

—No puedes hacerme nada, conozco policías, les diré que vendes sustancias ilícitas y armas.

Jungkook alza una ceja.

—Entonces, aparte de burlarte de mí— se acerca más— ¿también me pruebas?

—No te tengo miedo.

—Eso es porque no porto un arma— comenta fingiendo pena— ah, eso explica todo ¿no?— desliza sus manos por su cuerpo, sacando desde la parte trasera de su pantalón un arma.

Apuntó al hombre conflictivo que estaba agotando su paciencia, haciéndolo quedar estático, muerto de miedo.

—Es una pena. Dime ¿ahora sí me tienes miedo?

—Yo.. no.. perdón, no quise–

Un disparo en su frente detuvo su titubeo inmediatamente. El joven guardó el arma, con una expresión totalmente neutra, como si nada hubiera pasado. Antes de irse de aquel lugar, observó con asco al cadáver.

—Nadie prueba fuerzas con Jeon Jungkook.

• 살아있어 •

Entró sin tocar la puerta siquiera, haciendo sobresaltar a su compañero, quien se encontraba concentrado en la información brindada por la laptop frente a él. Alzó la mirada, viendo al menor, para luego, regresarla al dispositivo.

—¿Dinero o un cadáver?— cuestiona de manera inexpresiva, como si conociese la respuesta.

—Ese adolescente intentó probar fuerzas conmigo— comentó, tomando asiento a su lado.

Hoseok ríe cortamente, sin desviar su mirada de las letras ilustradas en la pantalla.

—Entiendo, está muerto.

—Sí.

Jungkook restriega su rostro, frustrado.

—¿Tienes jaqueca?

—Este negocio se ha vuelto una mierda, Jung— opina molesto— ahora todos piensan que puedes hacerse los payasos con nosotros.

Su compañero observa atentamente al menor, sorprendido por su declaración.

—¿Quieres dejar el negocio?

—No del todo. Míralo así; tenemos dinero, nuestras condiciones son buenas, demasiado buenas por cierto. Y.. ya, no sé.

—A mí no me engañas, sólo quieres enfocarte en el objetivo principal ¿verdad?

Suspira rendido.

—Hay que llamarse Jung Hoseok, y conocerme perfectamente.

Sonríe victorioso el último mencionado.

—Sí, hay que ser yo— alardea.

El menor palmea el hombro de su compañero, portando una sonrisa sincera en su rostro. Pero el sonido de su celular interrumpió aquel momento de amigos.

Se acercó al dispositivo, encontrando un mensaje nuevo, que claramente no esperaba ver.

“¿Podemos vernos nuevamente?”

—Yeji.