Capítulo 8
Me levanté de aquella cama, decidí no derramar ni una lágrima más. A partir de ahora no me volveré a derrumbar por nada ni por nadie. Seré fuerte y voy a enfrentar venga lo que venga.
Luego escuché como alguien entró y venía hacia a mí.
_ No sabes que hay que tocar la puerta antes de entrar - dije molesta -
_ No es mi problema.
_ Pero ya te lo estoy diciendo.
_ ¿Quién te crees que eres para darme órdenes?
_ Sólo te digo que debes respetar mi espacio.
_ Lo haré si quiero.
_ No sé por qué pierdo el tiempo hablando contigo - fui a pasar por su lado para salir de la habitación pero me lo impidió, sujetandome con su brazo - ¿Qué quieres?
_ ¿A dónde vas?
_ ¿Te importa?
_ Sí me importa, de echo a partir de haora estaré pendiente de cada cosa que hagas, cada movimiento o cualquier idea que se te ocurra. Tú debes darme explicaciones y pedirme permiso antes de hacer cualquier cosa, para salir de la habitación, para moverte, para pensar incluso para respirar no harás nada sin mi consentimiento ¿He sido claro?.
_ ¿Por qué debería hacerte caso? ¿Me pegarás acaso? - dije burlona-
_ ¿Me estás retando?
- mantuve mi mirada con odio, sin llegar a contestarle nada -
_ Eso pensé - sonríe- No quieras saber de lo que soy capáz - me acaricia la mejilla -
_ ¿Qué haces idiota? - quité su mano de un golpe -
_ Shh no te alteres, quiero que puedas adaptarte a convivir conmigo en paz. Yo estaré pendiente a tí por seguridad de ambos, no pienses en otra cosa. Y te advierto que si intentas escapar, me daré cuenta enseguida. Por toda la casa y los alrededores hay situadas cámaras y hombres que se encargan de velar el terreno ¿comprendes?
_ Como sea, pero no pienses que lograrás convivir conmigo en paz.
_Dejemos que lo decida el tiempo.
_¿Ya me dejarás ir a comer algo?
_ Claro - quita su brazo - Si necesitas algo me lo dices y lo traeré.
_ Gracias eres muy amable - dije sarcástica -
_ Ves, ya empezamos mejor - sonríe-
_ ¿Que pasa si quiero salir?
_ Debes decírmelo antes y si me llega a parecer te enviaré a el lugar que quieres con uno de mis hombres, quién te va a seguir en todo momento.
_ Oh genial un guardaespaldas - sarcástica-
_ No me agradezcas, es parte de la seguridad. Incluso mediante tú celular te tendré localizada las 24 horas del día, dónde sea que te encuentres.
_ Grandioso - dije seria y cortante -
(...)
Fui a desayunar mientras pensaba en cuánto extrañaba mi trabajo, cada rutina en la mañana al salir temprano, la satisfacción de terminar el informe a tiempo es algo que jamás volvería a sentir. Antes pensaba que nunca tendría nadie pendiente de mí, alguien que se preocupase por mí pero como cambian las cosas ahora si tenía a esa persona pero no como yo quería, me siento controlada y la sonrisa que antes solía tener creo que nunca volverá a mí rostro.
_ ¿Qué me miras?
_ Sólo espero a que termines para usar la mayonesa - dijo serio -
_ Toma - se la extendí -
_ Por cierto - dijimos al unísono -
_ Habla tu primero - insistió él -
_ Como quieras, necesito cargar mi teléfono está apagado.
_ Ah claro, te puedo prestar mi cargador. Pero también puedes comprar un nuevo celular.
_ No gracias, no es necesario.
_ De acuerdo. Te iba a decir que si habías revisado ya lo que hay dentro de la maleta.
_ No, aún no.
_ Vas a encontrar varia ropa que serán útiles para las misiones y entrenamiento.
_ Tiene que ser específicamente esa ropa.
_ Esa o algo parecido, luego tendrás que buscar más.
_ Súper, gracias por los tips - dije sin emoción-
_ No hay de qué - sonrió y yo volqué los ojos -
(...)
Me duché y usé la primera ropa que encontré. Luego rebusqué en mi mochila y encontré mi libro.
Seguí leyendo por dónde me había quedado hasta que un molesto ruido, de algo chocar con mi puerta me interrumpe.
_ ¿Qué pasa? - grité para que me escuchara -
_ Sólo estoy limpiando - dijo con la aspiradora encendida -
_ ¿No paras ni un segundo? - salí a verle -
_ ¿Te molesta?
_ En realidad sí.
_ No es mi problema. - se me quedó mirando fijamente -
_ ¿Qué miras?
_ ¿Ariana Godoy? - preguntó con interés -
_ ¿Quién? - miré el libro que traía en mi mano - Ah si, ¿acaso lees?
_ Sí, de echo tengo un estante lleno de libros en mi habitación.
_ ¿En serio? - dije emocionada -
_ Sígueme - apagó la aspiradora y nos dirigimos hacia allá -
Su habitación también era pintada en tonos grises y blancos como el resto de la casa, su cama destentida, a los lados gaveteros y muy parecida la decoración a la de mi cuarto pero habían algunas diferencias.
_ ¡Ohh no puedo creerlo! - tienes todos mis libros favoritos y los que he leído -
_ Me gusta comprar libros que valgan la pena, aunque no tengo mucho tiempo. Siempre trato de escapar de la realidad, sumergiendome en las historias.
_ Te entiendo.
_ ¿Vas a tomar alguno?
_ ¿Me lo prestarías? - le miré entusiasmada -
_ Tal vez.
_ Ohh necesito este - dije apuntándolo -
_ Joanna Marcus, buena decisión.
_ Gracias.
_ Oye ¿que te pasó?
_ ¿A que te refieres?
_ En el tobillo.
_ Ah eso... Fue por culpa de una astilla, pero ya está sanando.
_ Espera.. - empezó a buscar en uno de los cajones - Toma - me extendió una crema -
- Gracias otra vez.
Sin responder se tiró hacia atrás en su cama, acompañado de un suspiro.
_ Hmm... Entonces supongo que me iré.
_ Haz lo que quieras.
Fui hacia mi habitación, se supone que estaba molesta con él pero ahora mismo logró ponerme de buen humor, en especial por los libros. No pensé que le gustara leer por el tipo de persona que es, o al menos parece ser. Ya había escuchado sobre este libro y estaba loca de ganas por comenzar a leerlo.
(...)
Estaba tan concentrada y entusiasmada dentro de la historia que olvidé por completo la hora que pudiese ser. No tenía planeado hacer nada, así que pensé que no habría nada mejor que esto y mucha razón que tenía.
_ ¿Estás viva? - entra a la habitación -
_ Ahora mismo te diría algo por haber entrado así pero por suerte estoy de buen humor. ¿Qué quieres?
_ Genial. Vine a tomar sólo unos minutos, escucha mañana despierta temprano y alistate.
_ ¿Por qué?
_ Es hora de comenzar a recibir el entrenamiento.
_ De acuerdo - dejé salir un suspiro -
_ Ya debes estar en condiciones de empezar. Despierta a las 7:00am no lo olvides.
_ No hace falta que me lo recuerdes, no padezco de Alzheimer.
_ Perfecto, que tengas buenas noches - estuvo por un segundo en la puerta esperando respuesta pero no le respondí, así que prosiguió a irse -
¿Buenas noches? Miré el reloj que se encontraba encima del gavetero y en realidad era tarde. El día se había ido en un suspiro.
**
Hola ;)
Sigan al próximo cap y verán como continúa la vida de Marinet. Quizás no le va tan mal...
Me hace mucha alegría que lean mí historia. Por eso les recuerdo que pueden compartirla a sus amigos.
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