Narra Marinet

Ya he preparado mi bolso para ir al trabajo, que en realidad no tengo que llevar tantas cosas pero sí lo escencial que puedo llegar a necesitar.

Ya preparé el desayuno para ambos y estoy comiendo del mío, levanto mi vista y veo como Alex camina hacia acá.

_ Buenos días, bello durmiente.

_ ¿No pensabas despertarme?

_ ¿Para qué? Si hoy no vamos a ningún sitio, podías seguir descansando. Yo tengo que ir a trabajar, olvidé decirte pero trabajo en... - me interrumpe -

_ Sí lo sé, en una cafetería.

_ ¿Qué? ¿Cómo lo sabes?. Ah cierto, seguramente mi tía te lo ha contado.

_ Pues no exactamente.

_ Epa, ¿quién te lo ha dicho?.

_ Recuerdas la llamada que tuviste con Renato hace un tiempo, yo estuve escuchando la conversación.

_ Así que ambos idearon ese complot a mis espaldas... Oh lo siento - dije al caer en cuenta - por haber hecho que tengas que hablar de él.

_ No te preocupes. No pretendo dejar de hablar de él para olvidale, prefiero tener su recuerdo fresco en mi mente como si aún siguiese viviendo. Aunque sé que ese recuerdo al principio dolerá. Ya he pasado por esto una vez.

_ Pues me agrada tu punto de vista pero no te desanimes porque... ¿Sabes cual es la diferencia entre haber pasado por ello hace tiempo, y estar pasando por ello ahora?

_ Pues la diferencia es que ahora te tengo a tí - sonrió -

_ Exacto y espero hacerte sacar una sonrisa cada vez que te invadan esos recuerdos tristes.

_ Gracias cariño - me abraza - Oye, ¿pensabas marcharte al trabajo sin avisarme?. Te imaginas ¿Qué hubiera pasado por mi mente al despertar y no verte? - mencionó mejorando su estado de ánimo -

_ Claro que no, si te iba a avisar. Incluso te preparé el desayuno no te quejes.

_ Así que te estas tomando en serio los consejos de tu tía, ya quieres aprender a cocinar.

_ No digas tonterías - reí -

_ Por cierto, vender la casa que compraste en Córdoba es lo mejor que se te pudo haber ocurrido - soltó de la nada -

_ Hey, hablando de eso. ¿Qué harás con tu casa? ¿No piensas volver verdad, o sí?. No me asustes.

_ La verdad es que no tengo ningún motivo para volver, la casa está vacía y considero que regresar a ese lugar sería muy peligroso para ambos. Luego de celebrar el lamentable casamiento todas mis cosas fueron llevadas a la mansión de Lorenzo, y me he traído par de ellas hacia acá, sólo las necesarias. No me importa si dejé atrás la casa, el auto, la moto o lo que sea, lo único que es imprescindible para mí eres tú y no puedo perderte nuevamente.

_ Aww no sabes lo feliz que me pone escuchar esas cosas. - le abracé - No pienses en que vas a perderme, eso ya no pasará - comencé a reír -

_ ¿Qué es tan gracioso?

_ Es que... No puedo evitar recordar cuando apenas nos conocimos, el día que charlamos y me dijiste : no soy romántico y nunca lo seré. Pues haz caído en las redes del amor.

_ He caído ante tus encantos.

_ Si tu haz caído entonces yo me he desmayado ante los tuyos.

_ ¿No se te hace tarde?

_ Ah cierto. - dije mirando el reloj - Todo es tu culpa, me distraes. Ya tengo que irme - tomé mi chaleco, mi bolso y las llaves dispuesta a irme -

_ ¿No se te olvida algo? - me pregunta -

_ Creo que ya sé que es lo que falta - le di su beso de despedida -

_ Cuídate y vuelve pronto a casa, si pasa algo llámame.

_ Tranquilo, lo haré. Hasta luego.

(...)

Ya había llegado al trabajo, como de costumbre organicé el local y no pasó mucho tiempo hasta que comenzaron a llegar clientes. La mañana en verdad fue dura, vinieron muchas personas y algunas órdenes hasta se retrasaron...

Llegó la hora del breve descanso de 10 minutos y era la oportunidad perfecta para hablar con mi amiga.

_ Bívian, tengo algo que contarte.

_ Pues dime, espero que no sea una noticia mala.

_ No, al contrario. ¿Recuerdas a Alex?. Osea te acuerdas cuando me preguntaste por qué me encontraba tan desanimada hace un tiempo, y yo te conté sobre él y todo lo que pasamos juntos y que al final lo nuestro nunca se logró.

_ Claro, como olvidarlo. He echo todo lo necesario para tratar de animarte y sacarte eso de la cabeza. ¿Ahora que ha pasado cariño?. No puedes seguir sintiendote así. La vida continúa... - la interrumpí -

_ Shhh, silencio no se trata de eso. Déjame hablar que no me lo vas a creer. Él ha venido a verme, ha venido a quedarse conmigo y ahora somos novios.

_ ¿Pero cómo así? ¿No estaba casado?. Amiga no.

_ Dejame explicarte brevemente, lo que pasa es que todo fue parte de un trato y tuvo que casarse a cambio de que no me mataran, luego supo que vine hacia acá y que aquí nunca me encontrarían según él, entonces se divorció para venirse conmigo. Por suerte salió de todo aquello y ahora somos muy felices y lo más importante es que somos sinceros el uno con el otro. Ya no más secretos.

_ Hay espera un momento, mi mente no procesa lo que acaba de pasar. Deja que tome asiento... ¡Amiga! Eso es increíble, haz visto todo lo que ha echo por ti. No le dejes ir nunca.

_ No lo haré - sonreí - Espero poder presentaros algún día.

_ Me asombra la suerte que tienes.

_ Yo aún ni me la creo. Oye ya terminó el descanso.

_ Uff no. Estoy tan cansada que no eres capaz de imaginarte.

_ Ah ni que lo digas, yo igual pero bebe un poco de agua y recuperate. Iré a atender a la señora que acaba de llegar.

_ Gracias, en un momento te alcanzo.

Apenas comenzaba el segundo turno que también nos tocaba cubrir...

_ Amiga, ven acá un momento - me llama Bívian -

_ ¿Qué pasa?

_ Hay un chico algo extraño que pide ser atendido por tí, quiere que tú seas quien tome su orden.

_ Ah no puedo creerlo. ¿Será Alex?.

_ En caso de ser él, deberías decirle que se deje de juegos. Estamos en el trabajo.

_ Claro, iré a ver.

_ Espera. ¿Estás segura?

_ Sí, no pasa nada.

_ Mira es aquel que está sentado allá, de espaldas - me indica con el dedo a un chico de cabello castaño y de alta estatura con mascarilla puesta -

_ Ah pero él no es Alex. A ese chico no le conozco de ningún lugar.

_ ¿Estás segura de que no?

_ Lo estoy. ¿Cómo no voy a estarlo?. Alex para mí es inconfundible.

_ Entonces, ¿quién podrá ser? . Le pregunté su nombre pero se negó a darlo. Amiga, no vallas donde el chico. Llamaré al supervisor.

_ No es necesario, es que me pregunto ; ¿Quién será?. ¿De dónde me conoce? y ¿que querrá? . Esto lo voy a resolver yo misma.

_ Marinet ni se te ocurra, puede ser peligroso.

_ Menos charla y más trabajo - menciona Francisco un compañero de trabajo nuestro, mesero al igual que nosotras -

_ Ven acá un momento - Bívian le llama-

_ ¿Qué estás haciendo?. No es necesario informar a todos de lo que está ocurriendo- refunfuñé -

_ Francesco hay un cliente que no tenemos ni idea de quien pueda ser y está pidiendo ser atendido por Marinet. Tengo miedo de que algo malo pueda pasar...

_ Iré a hablar con él. ¿Cuál es?

_ Ambas te lo agradecemos pero me temo que no vas a lograr nada, el chico es muy insistente y sólo quiere verla a ella.

_ Entonces no entiendo... ¿Cómo puedo ayudarles? ¿Llamamos a la policía?.

_ Hay creo que estamos haciendo demasiado alboroto por esto, iré a ver que necesita el chico para ver si se acaba de ir de una vez. No le tengo miedo, he pasado por cosas peores - dije harta de la situación -

_ Ten cuidado y tú Francis, lo que tienes que hacer es quedarte acá vigilando por si ves que las cosas se complican intervienes. ¿De acuerdo?

_ No hay problema.

Me acerqué al castaño y este volteó enseguida. Sólo por su mirada ya pude saber de quien se trataba.

_ Ah vamos. ¿Tú de nuevo?. ¿Qué es lo que te pasa?. ¿No te da vergüenza?. Esta es la segunda vez que me encuentro contigo, entiende que ya no quiero verte más. ¿Por qué me persigues a donde quiera que valla como si fueras mi sombra?. ¿Cómo sabes que trabajo aquí?. Te detesto Matías. Lárgate de aquí.

_ Me parece que ese no es el comportamiento correcto que debería tener una mesera.

_ ¿Que quieres? - pregunté fría -

_ Vaya vaya, mira a donde haz llegado a trabajar - se burla-

_ Trata de no agotarme la paciencia. ¿Vas a ordenar?

_ Sí, ordeno hablar contigo.

_ Este no es el lugar más apropiado como para ese tipo de bromas. No tengo nada que hablar contigo, tengo trabajo que hacer. Si me disculpas - iba a retirarme pero me sostuvo del brazo-

_ Espera.

_ ¡Hey!. ¿Qué pasa ? - dijo Francisco llegando en mi defensa -

_ ¿Es tú novio? - pregunta Matías -

_ No te interesa. - respondió él - Más vale que te largues de aquí si no quieres problemas, llamaré a la policía.

_ Bien, me retiro.

(...)

De camino a casa.

Sentía a alguien cerca de mí o quizás era mí imaginación, voltee para comprobarlo y me llevé un susto al ver de quien se trataba.

_ ¿Te has asustado?

_ Dejate de bromas y lárgate, no te quiero cerca de mí. ¿Acaso no entendiste ya?

_ Sólo quiero hablar...

_ Pues a mi no me apetece. ¿Qué le haz echo a Érica?. Hace tiempo no hablo con esa pobre chica, otra de tus víctimas.

_ Hey bájale dos rayitas ¿quieres?. ¿Ahora resulto ser tan malo? Hemos terminado, ya no funcionaba.

_ Eres un miserable estoy segura de que tuvo que ser tu culpa. Pero aún no tengo claro ; ¿Por qué no me dejas en paz? ¿Por qué siempre vienes tras de mí? Y ¿cómo sabías que estaba acá?.

_ Será que estoy obsesionado contigo, tengo que saber dónde te encuentras para poder estar en paz.

_ No esperes que me trage eso. ¿Desde cuándo te haz vuelto bueno?. Vamos, habla la verdad ¿acaso no es porque te pesa lo que hiciste y ahora quieres acabar de una vez lo que empezaste?

_ Eres muy astuta, viendo que comprendes todo perfectamente... Lo admito ese es mí motivo, por eso te sigo. Busco una oportunidad para acabar contigo y con mí preocupación de que en cualquier momento puedes hablar acerca de lo que pasó y...

_ No hace falta que sigas, sé que tienes miedo de lo que pueda pasarte pero lo que no sabes es que mientras más intentes hacerme daño peor será para tí.

_ Sé todo el riesgo y hay algo que me impide cumplir ese objetivo o más bien alguien. Sabes a quién me refiero.

_ Lo sé, ahora tengo una pregunta. ¿Haz sido tú quien planeó ese ataque a casa?.

_ ¿Por qué debería decirte?

_ Aunque lo niegues, puedo afirmar que tuviste algo que ver ya que tus palabras de hace un momento han sido : lo admito, por eso te sigo... Busco una oportunidad para acabar contigo. Eso ya lo sabía anteriormente porque hace tiempo me confesaste que fuiste el causante del accidente en auto, en el cual huiste como todo un cobarde y no te bastó como para luego acercarte y hablarme en un restaurante... Sin duda está claro que haz sido tú quien provocó esto y ahora te apareces como si nada.

_ Lo he echo ¿contenta? He sido yo, vale ¿qué harás ahora? ¿Matarme?

_ Para nada, no soy tan estúpida como para caer en eso. Si te mato la gente de la mafia a la que perteneces vendrán tras nosotros, por otro lado debes estar consciente de lo que te pueda pasar si Alex se entera de que haz echo todas estas cosas con intención de matarme. Yo se lo diría con gusto...

_ Pero sabes que no te conviene.

_Siendo sinceros las consecuencias serían peores para tí o acaso... ¿Te aprecian tanto en tu sucio trabajo como para dar la cara por tí?... ¿Verdad que no? No hace falta que me respondas eso. La cuestión es que te doy la oportunidad de continuar tu vida si dejas en paz la mía y la de Alex pero si no lo haces y tiempo después vuelves a intentar algo, será demasiado tarde para arrepentirse porque no tendré piedad, no creas que lo hago por aprecio ni nada por el estilo porque razones y odio hacia tí me sobran. Así que tú eliges.

_ ¿Me estás chantajeado? ¿Por qué debería creerte o confiar en tí?

_ Tómalo como quieras, me da igual. Si no aceptas esa simple propuesta saldrás perdiendo ¿estás consciente? y con respecto a confiar en mí...Tienes miedo de hacerlo porque piensas que todos son como tú ; malas personas, traicioneras, mentirosas y una serie de cosas que definen muy bien. Pero te aclaro que yo no soy como tú.

_ Bien, tú ganas. No volveré a acercarme a ustedes a cambio de que guardes silencio.

_ Así se habla - sonreí cínicamente para luego irme, no sin antes despedirme - Espero no verte nunca más.

En mi interior sentía que había echo algo bueno, aunque las personas te traten mal no es bueno pagarles con la misma moneda. No lograría estar en paz conmigo misma si cediera a la venganza, ese es el motivo por el cual hice todo esto.

Sé que Alex está consciente de quién es Matías y en gran parte de lo que ha echo pero le convencí de que no tomara venganza alguna a pesar de que no fue fácil, ya todo pasó y no se solucionaría nada de esa manera.

Lo mejor será no contarle acerca de esto, él cree que fue Dilara quien provocó el ataque a casa de aquel día, pero hoy he comprobado que no ha sido ella. Si le llego a decir de esto como consecuencia se sentirá culpable de la muerte de Renato por haber ido hacia allá sin motivo alguno. Me siento tan mal al saber que tengo que guardar todos estos secretos, no quisiera hacerlo pero justo ahora creo que será lo mejor.