Capítulo 37
Marinet
Hoy era el día en que tenía decidido marcharme. Desperté temprano, me alisté y Renato insistió mucho en acompañarme así que ahora vamos de camino a la casa que no hace mucho compré y estuve un tiempo viviendo, luego de haberme ido de casa de Alex. Ahí es donde habían quedado todas mis cosas.
Al llegar recordé la impactante escena de aquel día en que me secuestraron.
Flash Back
Tocan la puerta.
_ Enseguida.
Apenas abrí la puerta me empujaron y entraron dos hombres vestidos de negro y con máscara, uno apuntaba con su arma y en menos de un minuto registró la casa entera al parecer en busca de algo o alguien. El auto en que vinieron estaba estacionado en frente de la casa. El otro hombre se acercaba a mí y yo corría por la sala y el comedor tratando de alejarme y escapar de él.
_ ¿Quienes son? ¿Qué quieren? Voy a llamar a la policía - dije en voz alta casi gritando -
Al percatarse de eso el otro chico vino para ayudar a atraparme, entre ambos me acorralaron y uno de ellos pudo agarrarme por la cintura inmovilizando mis manos también. Yo pataleaba, me movía, hacía un gran esfuerzo por soltarme y a la vez un gran desastre en la casa. Tiré con mis pies la mesa de centro, al igual que el búcaro de cristal con las flores que sostenía, entre otras cosas. Con todo ese ruido pensé que algún vecino se daría cuenta que algo andaba mal y vendría a ayudarme pero eso nunca pasó. Todo fue muy rápido y al parecer nadie notó nada.
Entre ambos hombres lograron sacarme de la casa a la fuerza, uno me sostenía y otro me amarraba un pañuelo a la boca para que dejase de gritar. Lo que no sabía era que ese pañuelo ya estaba empapado de cloroformo. Desde ese momento me desmayé y cuando abrí mis ojos estaba totalmente sola, en ese oscuro sótano.
Fin del Flash Back
_ ¿Estás bien? - preguntó Renato preocupado al ver que me quedé inmóvil frente a la puerta -
_ Sí, estoy bien no pasa nada.
_ Aquí hay un gran desastre - dijo mirando al rededor -
_ Sí, fue por el día que me secuestraron. Ahora recogo mis cosas, toma asiento no tardaré.
_ De acuerdo.
Mientras recogía mis cosas estuve pensando lo afortunada que soy de andar siempre a donde quiera que voy con mi carnet, pasaporte, licencia de conducir entre otros documentos importantes en mi bolso o mochila. De no haber sido así hubiera perdido desde hace tiempo todas esas cosas, desde que Matías me sacó de casa para viajar a Mendoza. Tuve suerte de traerme estas cosas conmigo, nunca hubiera imaginado que no regresaría más a mi casa, ni a mi trabajo.
_ Listo - mencioné al llegar con todas mis cosas junto al rubio - No son muchas que digamos por eso ha sido rápido.
_ Nos vamos entonces, dame esto a mi - tomó las cosas -
(...)
Una vez llegamos al aeropuerto estabamos esperando a que anunciaran mi vuelo que ya solo faltaban un par de minutos.
_ Renato, ¿podrías hacer algo por mí?
_ Claro, ¿qué necesitas? - dijo mientras disfrutaba de su mate -
_ Estaba pensando en que lo mejor sería vender la casa que acabamos de visitar, ya que no pienso volver y dejarla vacía sin ningún objetivo no tiene mucho sentido. Cuando me valla, ¿podrías encargarte de venderla?
_ No hay problema, déjame eso a mí. Pero ¿estás segura que no querrás volver?
_ Segura.
_ ¿Ni siquiera a visitarme?
_ Ah no seas tonto, claro que vendré a visitarte - sonreí -
_ De acuerdo, me avisas eh.
_ Vale.
_ Y cuando llegues a Paraguay, ¿sabes cómo llegar a casa de tu tía? o ¿la llamarás por teléfono?
_ Supongo que iré directo a su casa, porque no tengo idea de que ha pasado pero he intentado llamarla pero nunca logro comunicarme con ella, ni por mensajes de texto, ni por sus redes sociales. Ha dejado de publicar cosas, no entiendo quizás cambió de número.
_ Ya veo, por suerte te sabes la dirección.
_ Sí y te la voy a dejar, por si un día andas viajando y quieres llegar.
_ De acuerdo, ahora la anoto.
(...)
Llegó la hora en que anunciaron mi vuelo. Pasé con todas mis cosas por la revisión y todo estuvo bien, las únicas hierbas que llevaba en mi mochila eran hierbas de mate para mi tía que sé que le encantan.
_ Llegó la hora - expresé-
_ ¿Sabes que odio las despedidas? - ríe-
_ Yo igual. Oye de verdad muchas gracias por todo.
_ No pasa nada, cualquier cosa puedes contar conmigo.
_ Lo sé y lo mismo te digo - le abracé para luego darme la vuelta y hacer la fila para subir al avión -
Narra Alex
Luego de la boda es cuando ha comenzado la verdadera odisea. Dilara hace todo lo posible por llamar mi atención, por entablar una conversación conmigo y es muy insistente con el tema de la Luna de miel.
_ Quiero ir de viaje pero es que tengo tantas cosas por preparar, tengo vestidos que comprar, ir al Salón de belleza, ir al spa, hacerme las uñas que ya me aburrí de este diseño, arreglarme el cabello entre otras cosas... Uhg es que es tan agobiante ¿no crees cielito? - me pregunta -
_ No me vuelvas a decir así, haz lo que quieras hacer con tal de que me dejes en paz y mientras que nada de eso me involucre.
_ Oh no, ahora eres mi esposo y tienes que complacer a tu esposa. Ayudame a elegir a donde iremos ¿Italia? ¿Francia? ¿Dubai? ¿Brasil?, he oído que Brasil es súper tropical que te parece entonces ¿Rio de Janeiro?.
_ Dilara basta, eso que quieres nunca pasará no iré ni pretendo ir contigo a ningún lugar, no habrá luna de miel, ni pretendo complacer tus caprichos. ¿Me entiendes?
_ ¿Acaso merezco esto? ¿Hasta cuándo serás así conmigo Alex?¿Cuándo piensas cambiar? ¿Qué tengo que hacer para que seamos felices? - empieza a llorar -
_ Esto fue lo que tu escogiste, sabías muy bien que yo nunca estuve de acuerdo con el casamiento sino que estuve obligado. No pienso cambiar mi forma de ser, no puedo sentir nada por ti porque ya amo a alguien más, si de esta forma aún piensas que podrás ser feliz dejame decirte que estás equivocada.
_ Haré que cambies, no puedo perderte, tú me vas a amar a mí estoy segura Alex Parjhet - secó sus lágrimas, volqué mis ojos y dispuse salir de la habitación -
_ ¿A dónde vas? - cerré la puerta una vez fuera -
Necesitaba salir a tomar el aire, no tengo ni idea de cuanto tiempo tendría que soportar esto pero lo que si es seguro es que no sería fácil. Una vez en el jardín empezaron a bombardear mí mente miles de preguntas y todo me hizo remontarme a el último día en que la ví...
Flash back
_ ¡no puede ser! Por favor, resiste - gritó asustada una vez que comenzaba a perder el equilibrio y caer al suelo -
_ Vete - fue lo único que quería decirle en ese momento -
_ ¿Qué? - pregunta desconcertada -
_ Vete ahora - repetí -
_ Debes saber que de alguna forma quería protegerte, y por eso dije que no te amaba pero tenías razón cuando creíste que mentía - se notaba que sufría al retener esas palabras y sintió un gran alivio al decirlas -
_ Escapa por tu bien - reiteré ya que no me daban fuerzas para hablar casi -
_ No puedo creer que vallas a perder tu vida por mi culpa. No te dejaré aquí, ¡apóyate en mí y levántate!
_ N..no vas a poder salir de aquí conmigo - dije casi perdiendo la noción hasta que luego no recordé nada más -
Fin del Flash back
Al parecer ¿escapaste?, ¿dónde te encuentras ahora mismo?, ¿estarás en peligro?, ¿me necesitas justo ahora?. ¿Me extrañas?, me inquieta mucho no saber la respuesta a esas preguntas y espero que todo esto que he echo no sea en vano. Lorenzo no tendría el valor de hacerte nada más, al fin y al cabo ya consiguió lo que quería ; el casamiento. En el fondo me alegró mucho haber escuchado de su boca que en realidad si me ama.
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