Narrador/a

El día había llegado...
4:00pm

Las redondas mesas ya estaban en el jardín donde se llevaría a cabo la ceremonia, decoradas con finos manteles blancos y bordados. Encima de estos yacía un bucaro con rosas blancas las favoritas de la caprichosa chica, Dilara. Estaban siendo colocadas una gran variedad de frutas, snacks y dulces. No podían faltar los lujosos pasteles de 3 pisos, el vino y las copas.

En el transcurso de la tarde llegaban cada vez más invitados y personas elegantes, todos conversaban entre sí, dejaban sus regalos en un lugar determinado y estaban impacientes porque se presentaran de una vez los novios.

En una de las habitaciones de la casa se encontraba Dilara, rodeada de estilistas, peluqueras y maquillistas profesionales. La alegría desbordaba por sus poros porque al fin conseguiría lo que quería ; atrapar al hombre que quiere, o al menos eso pensaba que lograría. Justo al lado del espejo, se encontraba colocado en un maniquí el vestido blanco con escote, brillitos y el diseño de una cola larga que arrastraba al piso.

Llegó el momento en que todos ocuparon sus asientos y llegaba la novia arrastrando su vestido por el césped, agarrada de la mano con su tío para caminar hacia el altar donde Alex se encontraba mirando hacia otro lado y con muy mala expresión en su rostro. Luego el abogado habló y llegó el momento de los votos matrimoniales. La chica respondió con una sonrisa y un rápido sí.

En cambio cuando llegó el turno de Alex permaneció en silencio, pero luego dijo forzadamente que sí. Todos aplaudieron y se levantaron de sus asientos, este era el momento en que el abogado expresó.

_ Los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

Alex no se inmutó si quiera y la chica se sintió incómoda porque los invitados estaban observando y ya comenzaban a murmurar. Ella se acercó a él para darle un beso y que todos notaran que eran "la pareja perfecta" cuando en su interior ella sabía que no era así, pero no se esperaba la reacción de su amado quien volteó la cara, y dio unos pasos atrás para evitar ese beso. Ella lo tomó del brazo e intentó acercarse nuevamente a su cara, parecía que tenía intensiones de besarlo pero en vez de eso sólo le dijo en un tono poco audible :

_ Haré que te enamores de mí.

Alex harto de la situación solo le respondió con una mirada en la que se notaba todo su enfurecer. Los espectadores quedaron muy sorprendidos y en la cámara del fotógrafo quedó guardado ese momento. Dilara decidió hacer como sí nada hubiera pasado y bajar del altar para saludar y conversar con los invitados. No quería por ningún motivo que su boda soñada se estropeara por nada.

En este momento a Alex no le importaba en lo absoluto los que le rodeaban, nadie notó en que momento desapareció de allí. Se alejó lo más que pudo y no volvió a presentarse en la fiesta que tendría lugar después de la ceremonia.

De repente escucha una voz a sus espaldas.

_ Hijo felicidades, no sabes cuanto me alegra esta unión de vosotros.

_ Ya basta Lorenzo, no hay nadie cerca para fingir.

_ En serio me pone muy feliz que hayas elegido lo que sabes que es mejor para tí.

_ Que te pongas feliz eso no me interesa porque sabes de sobra que esto a mí no me alegra en lo absoluto. No lo he echo pensando que sería bueno para mí, porque si fuese así no hubiera aceptado. Para mí haber echo esto es lo peor que me ha pasado, lo he echo porque quien realmente me interesa es Marinet y la garantía de su seguridad.

_ Aún seguís pensando en ella, hijo entiende que te has casado.

_ Deja de llamarme así, porque de sobra sabes que no soy tu hijo y tampoco lo seré. Este casamiento no significa nada, por lo tanto no me llames así.

_ Como prefieras pero que sepas que yo espero que este casamiento sea duradero y rinda frutos. Me hago viejo y no veo la hora en la que mí sobrina tenga hijos que es la única familia que tengo.

_ A veces las cosas no suceden como las esperamos, así que te recomiendo que no te ilusiones. Me conoces bien y te aseguro que nada de eso pasará, no veo el momento en que todo esto acabe.

_ Todo está en tu mente, estoy seguro de que tu sufrimiento acabará una vez que aceptes la realidad y decidas ser feliz. Lo lograrás, pero comprendo que para olvidar a alguien toma tiempo.

_ Lamento la sinceridad pero no gano nada con mentirte, te repito una vez más que tu sobrina y yo jamás vamos a estar juntos, no seremos felices, ni habrá la prosperidad que deseas porque no olvidaré ni pretendo olvidar a la chica que amo.

Tras un suspiro el viejo habló para luego retirarse.

_ No tengo nada más que decirte al respecto. ¿Vendrás a hablar con los invitados?

_ No me apetece.

                                   Narra Alex

La música retumbaba en todo el lugar y sus alrededores y me encontraba de frente a la nada, mirando hacia un punto fijo. La cantidad de pensamientos que recorrían mi mente se hacían infinitos y todos tenían el nombre de mi amada, Marinet Torres.

Lloraba internamente por no tenerla cerca, una opresión en mi pecho se hacía presente, mi alma dolía y mi corazón me hacía suspirar vez tras vez, estos eran los síntomas de ese amor.

No podía luchar contra su recuerdo y sinceramente tampoco quería, ella está en mi corazón aunque se encuentre lejos y eso era algo que nadie podría cambiar.

                             Narra Marinet

Justo ahora me encuentro sentada a la mesa en una de las sillas de la cocina, sin intenciones de comer, solo pensando. Ya me encuentro algo calmada pero no puedo evitar estar triste al pensar en Alex.

_ Hey ten - me lanza una manzana -

_ Gracias - dije atrapándola -

_  ¿Como te encuentras?

_ Normal supongo.

_ ¿Quieres palomitas de maíz?

_ Yo misma las preparo - fui a agarrar el sartén -

_ No, ¿como crees?

_ Ya lo hago yo.

_ Bueno - cedió para luego sentarse -

_ ¿Cuándo es la boda?

_ Ha sido hoy.

_ ¿Lo haz visto?

_ Sí, a Alex se le notaba su disgusto en la cara.

_ Eso quiere decir que estuvo obligado a hacerlo.

_ Exactamente, le conozco bien y por su propia voluntad jamás aceptaría. Él te ama.

_  Lo sé, estuve pensando y llegue a esa conclusión y quiero disculparme por haber reaccionado tan mal cuando me contaste.

_ Es normal, tranquila es algo que ninguno de nosotros hubiera querido y soy consciente de lo mucho que te afecta.

_ Respecto a eso, quiero contarte algo. Antes que todo darte las gracias por haberme traído aquí y mostrarme tanta hospitalidad, pero no quisiera ocasionar más molestias y no puedo quedarme aquí para siempre así que me iré pronto.

_ Bueno es tu decisión pero sabes que por mí no hay problema, no hay ninguna molestia puedes quedarte el tiempo que quieras. Además, si te vas ¿Qué piensas hacer? ¿A dónde irás?

_ Supongo que debería buscar un empleo y un hospedaje y pues aquí no conozco a nadie, solo a ti y estuve pensando en irme a Paraguay porque allá está mi tía que es la única persona que me queda de la familia y hace mucho que no sé de ella.

_ Dices q hace mucho no sabes de ella entonces, ¿son cercanas?

_ Sí, es que no hemos tenido más comunicación pero ella cuidó de mí desde pequeña. Pero hace como un año que comencé a vivir sola en Buenos Aires, porque ella se mudó a Paraguay. Y pues, mejor no preguntes como terminé aquí, es una larga historia - sonreí -

_Hmm ya veo, no te preocupes ya alguien se ha encargado de contarme esa historia.

_ ¿En serio?

_ Sí, desde que llegaste a su vida Alex me ha hablado mucho de ti.

_ Vaya, nunca lo habría imaginado.

Al parecer tenía razón cuando me dijo...

Flash back

_ Escuchame, Marinet tú eres más importante para mí de lo que crees.

Fin del Flash Back

_ Pues yo en verdad llegue a amarlo pero me arrepiento de no habérselo dicho antes, esperé hasta último momento como una idiota. De todos modos, ya no tengo esperanzas de volver a verlo y prefiero no verlo junto a su esposa así que lo mejor es marcharme.

_  Me parece que no debes echarte la culpa, con eso no arreglarás nada y entiendo que estés dolida y necesites alejarte pero sabes que aquí siempre contarás con un amigo, vallas donde vallas.

_ Muchas gracias - sonreí -

_ Oye, ¡las palomitas!

_ Ahh cierto - corrí a la cocina para evitar que se quemaran -