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Estaba totalmente confundida con su reacción. ¿Cómo me encontró? ¿Por qué me ayuda? ¿Acaso no está comprometido ya? Muchas preguntas bombardeaban mi cabeza.

Simplemente me sube al auto y acaté a esto sin rechistar a pesar de no saber a dónde me llevará. Por el camino no se escuchaba palabra de ninguno de los dos, hasta que decidí hablar. Pude darme cuenta que esta vez traía en su labio inferior un arito negro.

_ Gracias... Yo.. - me interrumpe -

_ No tienes que explicar nada, déjalo así.

_ ¿Cómo me encontraste? ¿Por qué me ayudaste? ¿A dónde me llevas?

_ Haces muchas preguntas.

_ Me haz dicho eso muchas veces. ¿Al menos pudieras prestar atención a alguna de ellas?

_ Lo haré en el momento preciso.

_ ¿Cuándo será eso? - esperaba respuesta de su parte pero no obtuve ninguna -

No pasó mucho tiempo para que estacionara el auto en algún lugar.

_ Baja.

_ ¡Deja de decirme que hacer!

_ ¡Deja de quejarte!

Salí del auto y justo ahora estabamos en un lugar tranquilo de la ciudad, frente a un bonito lago. Él penetraba su mirada hacia adelante en un punto fijo y decidí mirar hacia abajo... Solamente guardar silencio ya que esperaba una explicación.

_ ¿Cómo ha ocurrido lo de hace un rato?

_ ¿Por qué debo de explicartelo? Ya te he dado las gracias.

_ Sigo esperando.

_ Bien, quedé en verme con Érica en el mercado pero nunca imaginé que su novio fuese... - yo misma interrumpí mis palabras-

_ ¿Fuese?

_ Matías... - completé mi frase - Nunca pensé que las casualidades de la vida serían tan grandes como para que se volviese a cruzar en mi camino. No sabes cuánto lo detesto, si no hubieses llegado no sé que habría pasado.

_ Pero cuentame ya ¿Qué te hace expresarte así?

_ Él era mi amigo pero a la vez colega de Marco, me abandonó en la nieve cerca de la cabaña. Entré a ese lugar en busca de ayuda pero caí en la trampa y me secuestraron. Luego de traicionarme ayudó a deshacerse de mi antigua casa, empleo y demás... Poniendo excusas para no dejar rastro, ni sospechas. Justo hoy me confesó haber sido el culpable del accidente ¿lo recuerdas?. Ese día que pudimos haber muerto en el auto. No sólo eso, luego siguió tas de mí y resultó ser aquel chico que quería intimidarme en el restaurant. Ese día que acabó en una pelea. En ninguna de esas ocasiones pude identificarlo porque cubría su rostro y nunca imaginé que podría ser él. La traición duele más cuando viene de alguien en quién confías por eso desde ese momento decidí no volver a confiar en nadie más.

_ Suficiente, iré a romperle la cara a ese idiota.

_No, por favor. No cometas una locura, eso ya pasó y no creo que sea correcto hacer las cosas así.

_ ¿Crees correcto que casi perdemos la vida por su culpa?

_ No, pero no quiero más problemas ¿de acuerdo? - no escuché respuesta por su parte así que volví a repetir - ¿De acuerdo?

_ Bien - trataba de calmarse, ahora se encontraba con los puños tensos -

_ Pero ¿por qué llegaste justo en ese momento? ¿Casualidad? No lo creo.

_ Verás desde que te fuiste siempre he estado pendiente de cómo y dónde te encuentras, personalmente te he seguido con la intención de al menos verte de lejos...

_ ¿Y eso de qué sirve?

_  Cada día se me hace más difícil. Al menos estar pendiente a tí me sirve de consuelo para sobrevivir aunque te encuentres lejos. ¿Acaso no lo entiendes?

_  ¿En realidad sientes eso? - hubo un momento en que guardó silencio y eso me dio a entender que su respuesta podría ser un no... O quizás no quería admitirlo -

_  Sin importar que lo rechaces, no puedo negarlo.

_  Entonces ¿Por eso me haz ayudado, porque te sirve de consuelo? ¿Sientes culpa?

_ Todo es porque eres importante para mí y fue muy difícil aceptar que te fueras - se acercó y una vez nuestras miradas se conectaron acariciaba mi mejilla -

_ ¿En serio lo soy?

_ No sabes cuánto.

_ No lo creo - le dí una fuerte cachetada -

_ ¿Estás loca?

_ ¿Acaso importa? ¿Cómo te atreves a decirme eso? Si fuese cierto hubieras impedido que me marchara, hubieras estado a mi lado y no te hubieras compr... - me interrumpe sin prestar atención a mis últimas palabras -

_ ¿De qué hablas? Te fuiste porque creíste que sería lo más conveniente para tu vida, ni siquiera te detuviste a pensarlo. De ninguna manera quise interferir en tu decisión y no sería un obstáculo para impedir que te liberases de ese fatal negocio. Estuve a tu lado, sí y nunca dejé de estarlo. Ahora sólo quiero saber lo que piensas de mí.

_ ¿Lo que pienso? Ah cierto... Mi opinión cuenta, pues no puedo asegurarte cuando fue el momento exacto en el que comencé a temer alejarme de tí porque ni yo misma tengo noción de cuándo me ocurrió eso. Al marcharme tu recuerdo seguía presente pero luego...

_ ¿Luego?

_ Me enteré de algo que rompió todas mis esperanzas y desearía no haberlo sabido nunca.

_ ¿A qué te refieres?

_ ¡Por favor! Venga, no trates de engañarme. Si no signifiqué nada para tí te agradecería que lo dejases claro justo ahora, quiero saberlo de una vez ¿Pudieras ser sincero?

_ ¿Cómo dices esas cosas? Para mí lo fuiste todo y ahora me quedé sin nada. Por favor no pienses así.

_ ¿Cómo no voy a pensarlo si recientemente me he enterado de tu compromiso con alguien más?

_ Eso debe ser un error ¿Quién te lo ha dicho?

_ Lorenzo, ha sido él ¿vale? Ya sé toda la verdad. Te ha echo una propuesta y haz aceptado.

_ No es cómo piensas.

_ Alex, basta... No pienso seguir escuchandote - intenté irme pero su agarre me lo impidió -

_ No te irás hasta que no hablemos - insiste -

_ ¿Acaso no estamos hablando ya? ¿Qué tienes para decir al respecto? ¿Lo negarás?

_ Escucha, eso no es cierto yo nunca lo haría. Lo sabes, además... - le interrumpí antes de que continuara -

_ Alex fue suficiente, lo nuestro no podrá ser. Lo mejor para ambos es que mantengamos la distancia.

Al oír esto no intentó retenerme más, soltó mí brazo y mostró la manera en que se había rendido.

_ Haz lo que quieras.

Me dolía en lo más profundo de mi alma haber dicho estas palabras, no es lo que realmente quiero pero es lo mejor para ambos. Lorenzo me dejó bien claro que Alex debía cumplir o sino sería capaz de matarle y no quiero que eso suceda. No quiero que algo malo le ocurra por mi culpa, no podría soportarlo así que sin duda esta ha sido la decisión correcta.

Me di la vuelta para que no fuera tan obvia mi expresión de tristeza, sabía que en cualquier momento podía romper en llanto y no quería que él notara esto.

No quería que me trajera de vuelta a casa entonces lo mejor era caminar de regreso, ya caía la noche y pronto comenzaría a llover. Apresuré mis pasos y a medida que me alejaba mis lágrimas aumentaban cada vez más.

Luego de esto no volví a mirar atrás, la lluvia comenzaba a caerme encima. Estaba consciente que podría pillar un resfriado pero no me importaba, así continué gran parte del camino hasta que crucé calles y calles hasta encontrar un taxi disponible.