Sentado en el techo, contemplando las estrellas, despidiendome de mis amigos, mi madre, padre y hermana. Despidiendome de la persona que más ame.

Está noche sentado en el techo, me encuentro rezando al universo, pidiéndole su perdón por todo lo que hice; los errores que cometí, las veces que dude de su poder y las veces que no le di importancia a lo graves que son las palabras y acciones.

Me encuentro pidiéndole perdón a la Tierra, por todas las veces que la herí de manera consciente o inconsciente, rogándole por su clemencia. Para poder ser aceptado de nuevo una vez más cuando me vaya y mi cuerpo se convierta en ceniza.
Recordando que antes nada fuí y en nada me convertiré.

Sentado espero a la muerte; su bello carruaje, para que me lleve a dar el paseo más hermoso de mi vida, esperando que me tome en sus brazos y me recibe con el más cálido abrazo.

Ahora, pensando con más claridad, me permito pensar en las acciones que me llevaron a esto. Me es imposible contener el llanto, el dolor, la ira, decepción y rencor que se apoderan de todo mí cuerpo, todo ese amor que pedí y jamás recibí por ninguna de las personas que solía creer que me amaban.

Todas las peleas y "juegos"de los cuál pensaba que yo era participé, momentos que pensaba que eran insignificantes pero me destrozaban por dentro tan dolorosa y lentamente. Me doy cuenta que no era un juego en el que participará, no. Yo era "el juguete", el "entretenimiento", para aquéllos que decían ser mis amigos.

Por aquél que solía decirme que era lo mejor de su vida, su alma gemela.

Esta noche me doy el momento de aceptar el odio que siento hacía el, me doy el momento de reconocer que está bien sentirme así. Que está bien odiarlo.
Está bien sentir el rencor y odio, porque jugar con las personas no está bien. Ahora puedo reconocer que no merecía eso, que no era amor, al menos no de su parte, y quién diga lo contrario solo se miente a sí mismo. Me es imposible pensar que una persona como el podía amar, aparentando ser una buena persona, cuando está tan podrido por dentro.

Es divertido pensar que la línea entre el amor y el odio es una línea realmente delgada, creí estar todo el tiempo del lado del amor, pero ahora con la mente despejada me doy cuenta que realmente solo estuve vagando por ahí, acercándome cada vez más al borde de la línea, cegado por el amor que sentía por el, o que solía creer que sentía. Para sorpresivamente, brincar de manera muy rápida e inesperada al lado del odió.

El amor, ahora puedo entenderlo un poco mejor, claro está que nunca lo entenderé por completo, pues ya no tengo tiempo, y ni quiero tenerlo.

Pero puedo decir que entendí lo que debería ser. No debe ser ese sentimiento de ansiedad y nervios, ese que hace que tu pecho se comprima y tu estomago se contraiga; solía pensar que eso eran las famosas "mariposa en el estómago", claro está que no lo eran. No debe de sentirse como si no fuera real o como que no lo merecieramos, el sentirse inseguro y con miedo a ser juzgado.
El amor debería ser un sentimiento cálido en el pecho, las ganas de ver y hablar con esa persona, las ganas de adentrarse en un millón de aventuras al lado de esa persona mientras le tomas la mano, porque sabes que te protegerá de las tormentas que puedan venir. El que a pesar de tener inseguridades, esa persona te enseñé y te ayude a amarte a ti mismo, al mismo tiempo que esa persona te ama por como eres. El amor es esa ancla que te mantiene en la superficie y esa soga que te sacará de los lugares más oscuros y profundos, tu hombro en el cuál puedas apoyarte, que no te juzgué por la persona que fuiste en el pasado y que en cambió te esté alentando y ayudando a ser la mejor versión de ti mismo que pueda existir, es esa persona que te ame por como eres y no intente cambiarte.

El contrario del amor es el odio, este en defecto del amor es un sentimiento igual de fuerte, si no es que mayor. El odio es un sentimiento muy difícil de explicar si realmente nos ponemos a pensarlo, es ese sentimiento que nos produce un nudo en la garganta el sentir que nos estamos ahogando, aquél que se puede dar ya sea por la impotencia o el enojo, o otras veces puede ser de tristeza o decepción.
El odio puede ser desdé esas cosa pequeñas  e "insignificantes" que nos molesten o disgusten; hasta cosas cosas que nos hagan perder los estribos.
El odio como sabemos, está en el tronco de la pasión; la cual una de sus ramas es el amor, celos, la ira y el odio, como ya sabíamos.
Es ese sentimiento capaz de dominar la voluntad y perturbar nuestra razón de ser, el  hacernos sentirse mal, sentir que te queman el pecho.

Esta noche, mientras observó mi alrededor por lo que podría ser la ultima vez en mucho tiempo, si no es que sea de manera definitiva.
Me encuentro pensando si todo esto no es alguna especie de karma por algo que hice en mi pasado, o en otra vida.

Mientras me levantó, observó a mi alrededor, tardó unos segundos para caer en cuenta que estoy pensando en lo que sucedió, me encuentro pensando en la muerte otra vez, sabiendo que está próxima de llegar. Espero que mi ida sea rápida, y que al menos al irme no sea olvidado, y se que suena egoísta de mi parte , pero no puedo evitar querer que al menos con éste suceso las personas que me lastimaron y jugaron conmigo se den cuenta de lo que sus palabras y acciones provocan, y de las consecuencias que estás pueden tener.

Está noche, mientras me apresuró a terminar con ésto, sabiendo que pueden estar por regresar, observó por última vez las estrellas, aquéllas que me acompañaron en mis días de soledad, en aquéllos días donde no podía controlar las lágrimas que caían por mi rostro, aquéllas en las que deseé convertirme. En aquéllas que espero pronto formar parte.

Y cayendo al vacío, me encuentro aceptando el odio que siento, aceptando el amor que sentía, aceptando el dolor y como más importante aceptandome a mí mismo.

Para poder sentir la calma.

Con uno de mis últimos suspiros me despido de mi madre, padre, hermana, diciendo adiós a aquellos que creía que eran mis amigos, y de aquellos que pensé que me amaba.

Y mientras espero el impactó, preparado para caer en los brazos de la muerte, me despido de ti, la persona que esta leyendo esto. Espero que puedas entender un poco mis razones, que entiendas que esta no es la historia de lo que sucedió, si no la de mi partida, aguardando a que la historia de mi final ahora sea contada por ti, para ser recordado, recordado por mi final.

En un pequeño pueblo, la familia Styles regresaba a su propiedad después de haber ido al pueblo por una fiesta que se estaba celebrando, al regresar, la joven Gemma, la hija mayor del matrimonio, se encontraba viendo por la ventana del auto. Observó un bulto que estaba a los pies de un lado de la casa, al acercarse más a la propiedad, presa del pánico, soltó un gritó desgarrador que estremeció al pueblo completó, pues su hermano menor era aquél cuerpo inerte sin vida esperando por ser encontrado. Mientras su alma era consolada en los brazos de la muerte.

El pueblo completó honró la muerte del joven Harry, nadie sabía las razones del porque el muchacho lo había hecho, ya que para todos era un joven muy alegre y optimista, siempre dispuesto a ayudar, con una sonrisa en el rostro. ¡Oh!, ¡Que equivocados estaban!, si tan solo supieran que ellos se encargaron de robarle y quitarle su luz.

En el bolsillo del pantalón que estaba usando aquélla noche Harry, se encontró una nota.

Sabés lo que hiciste, sabés quién eres, esté será un secreto que nos llevaremos a la tumba, a sus tumbas. Será nuestro secreto.

- H.

Lo que sucedió?, un misterio para el pueblo, todos desconocen para quién, o quiénes va dirijida la carta, ya que el joven rizado hablaba con muchas personas, nadie sabe. Excepto un grupo de jóvenes que son atormentados por el recuerdo de Harry, aquellos que pretenden estar bien pero despiertan todas las madrugadas temblando al recordar la imágen del rizado, que se quedó grabada como fuego en sus mentes.

Y en otra casa, se encuentra el joven Louis, el cual llora desconsoladamente todas las noches, el cual es abrazado por todo el pueblo, ya que para ellos "perdió" al amor de su vida, pero la realidad es que el joven llora por extrañar al rizado, aquél que solía llamar "su rizado" o "ricitos", aquél con el que jugo e hizo sentir mal, todo por querer quedar bien con "sus amigos". Entendiendo que lo tuvo todo y ahora no tiene nada . Aceptando que tendrá que vivir con el recuerdo de el, aceptando que supo y reconoció amarlo cundo ya no estuvo, cuando aquél rizado ya era polvo de estrellas.
Cargando la culpa y con el secreto hasta su tumba.

Antes fuí nada, y en nada me convertiré.
Siendo polvo de estrellas.

FIN.

1593 palabras.