No, no, no.

Todo se estaba yendo por el caño y era su culpa.

¿Cómo había sido capaz de lastimarlo?

Intentó ayudarlo, pero el no se dejaba, quizá porque no había visto lo que realmente estaba ocurriendole.

Wonho intentó una vez más hablarle, verlo o algo, pero él se negaba a tener todo tipo de contacto con Wonho.

Cada vez que él intentaba acercarse, Hyungwon retrocedía casi arrastrandose mientras lloraba.

Wonho tenía todo tipo de sentimientos en ese momento, pero desde que vio la pared lo único que sintió fue preocupación.

- Hyungwon, cariño, se que te acabo de fallar y de manera muy horrible pero Dios... deja eso de lado por ahora, tengo que llevarte al hospital.

Hyungwon seguía sin decir nada, su cabeza dolía muchísimo y varias partes de su cuerpo también.

Wonho no sabía cómo más hacerlo entender, así que en contra de su voluntad le mostró una de sus manos ensangrentada.

Y no era porque estaba orgulloso de eso, era porque Hyungwon se ponía muy nervioso si veía sangre, quizá era la única forma en la que accedería a la ayuda que Wonho estaba dándole.

Hyungwon miró su propia mano manchada de su propia sangre y automáticamente se desmayó.

Wonho se sintió peor, si es que había un grado peor de lo que ya se sentía.

Había tenido que hacer que Hyungwon se desmayara a propósito para llevarlo al hospital a que revisaran las heridas que el mismo le había causado... dicho así se escuchaba cómo lo que haría un verdadero monstruo.

Preocupado, tomó unas pequeñas toallas de la cocina y las puso sobre la cabeza de Hyungwon de la que no paraba de brotar sangre.

Lo cargó en brazos y lo subió a su auto, conducía como un loco por las calles de la ciudad, hasta llegar al hospital.

Fue recibido en sala de emergencias con un millón de preguntas que no era capaz de responder.

Todos allí sospechaban que había tenido algo que ver con el estado de Hyungwon, pero no tenía ánimos de decirles nada en ese momento.

Sólo lloraba.

- Les aseguro que él les dirá cuando despierte, pero por favor hagan algo por él ahora.

El tono de voz que usó fue tan desgarrador que no les quedó más remedio que asentir y darle órdenes de esperar en una sala aparte.

Se llevaron a Hyungwon, necesitaban hacer una sutura en la parte trasera de su cabeza y varias más en sus piernas y una en su mano izquierda debido a que se hirió en los cristales al caer y al intentar evitar el contacto con Wonho.

No se dio cuenta de la medida de fuerza que utilizó contra Hyungwon hasta ese momento donde le dijeron todo lo que harían.

Le dolía mucho la cabeza y de repente su vista comenzó a tornarse borrosa y él pasillo parecía moverse de un lado a otro.

Quiso dar un paso para hablarle a alguien pero antes de que pudiera moverse, una oscuridad lo invadió y terminó en el suelo desmayado también.

...

Se despertó mucho tiempo después, en una camilla y conectado a una intravenosa.

Se sentía estúpido porque fue allí por Hyungwon y ahora él también estaba en una camilla.

Echó un vistazo a su alrededor y se dio cuenta que ya era de dia y que no estaba solo.

Estaba viendo una cara que en esos momentos no deseaba ver.

Su abogado.

- Por fin despertaste.

- No me digas que detrás de esa puerta hay un grupo de policías esperando a que me levante para esposarme.

- La verdad eres un cretino con mucha suerte... Y claramente lo digo por tener a Hyungwon.

Wonho lo miró con confusión.

¿A qué se refería?

- No entiendo...

- Wonho, por obligación tuvo que contar lo que pasó, todos le aconsejaron que presentara cargos en tu contra, me llamó y sinceramente pensé que estarías jodido... Pero decidió no hacerlo, eres un bastardo con suerte.

Wonho sintió ganas de llorar en ese momento.

- Dios... necesito ir a verlo, llama a alguien para que me quiten esto.

- No puedes, además antes tienes que explicarme ¿Cómo es que un día estamos hablando tranquilamente en tu oficina y poco más de 24 horas después Hyungwon tiene la cabeza rota y tu estas en un colapso?

Wonho puso cara de cansancio ante la mirada molesta del abogado.

- Es una larga historia...

- Pues sea cual sea, hay varias cosas de las cuales hablar. Primero, de verdad Hyungwon te ha salvado el trasero de un lío enorme. Segundo, tu salud es importante como para que no comas ni duermas, si tu no te cuidas tu empresa se va al caño. Tercero, no puedes ver a Hyungwon.

Wonho casi se levantó de su camilla.

- ¿Por qué? ¡¿Eso quien lo decide?! Tenemos que hablar y solucionar esto.

- Lo decidió él.

Wonho sintió dolor en su pecho.

- Pero tengo que hablar con él...

- Ya me dijo a mi todo lo que ocupaba decirte, así que dime Wonho... ¿recordabas que ayer era su aniversario o sólo pudiste acordarte de tu empresa y tu cumpleaños?

Wonho no dijo nada, agachó la cabeza, no podía mentir, no se había acordado.

- Eso creí... de verdad eres un idiota y lamento decírtelo pero lo eres.

Wonho asintió.

El hombre se levantó y caminó en círculos por la sala ante el silencio de Wonho.

- ¡De verdad eres un idiota! ¡Dios! ¿Cómo pudiste hacer eso? ... Wonho, de verdad te aprecio, pero Hyungwon también es mi amigo y de verdad me ha dolido verlo así ¿Si quiera sabes cuántas heridas le causaste? ¡Y aún así te salvó el trasero de un enorme lío! ¿Tienes idea de lo que estás perdiendo?

Wonho lo miró arrepentido y con dolor.

- ¿Perder?

- Como te decía Wonho, te aprecio, eres un gran amigo pero lastimosamente no puedo hacer nada, ni siquiera fui capaz de cuestionar la decisión de Hyungwon porque sé que está en lo cierto, de verdad espero que al menos reflexiones...

Él hombre le extendió un sobre y salió de la sala sin mirar atrás.

Wonho rápidamente abrió el sobre, necesitaba saber lo que contenía aunque ya se hacía una idea.

"Citatorio de solicitud de divorcio" 

Las lágrimas de Wonho no se hicieron esperar.

- Hyungwon... por favor, no...

Y se rompió en ese momento.