12.
- ¿Es tan necesario ir a la absurda fiesta?
- Creo que lo es señor Shin.
- Llámame Hoseok, estoy cansado de que todos me llamen señor Shin y más tu, me conoces hace demasiado tiempo.
Claramente Hoseok estaba estresado.
- Bueno... Hoseok, lo que pasa es que tiene una invitación exclusiva del anfitrión de la fiesta, fue muy específico en decir que lo quería conocer y platicar con usted de ciertos temas...
Hoseok se cubrió la cara con cansancio.
- Bien... ¿Cuánto tiempo tengo?
- Aproximadamente dos horas...
- Maldita sea... ni siquiera se que ponerme, no he ido a una gala en años.
Laura sonrió triste, seguramente extrañaba incluso esos pequeños detalles de Hyungwon, pero ya no lo decía.
- Bueno... Ya que obviamente no iré a la fiesta porque me canso demasiado rápido con mi pancita, iré a ayudarle para que se vea lo más presentable posible ¿Le parece?
Él le sonrió en agradecimiento.
- Gracias Laura, eres de mucha ayuda, de verdad no se que haré cuando te vayas por lo de la maternidad.
Ella sonrió y ambos se dispusieron a preparar lo necesario.
...
Se miraba una y otra vez al espejo ¿De verdad quería que fuera así? Eso no era nada formal.
Pero bueno, al final debía experimentar nuevos cambios ¿no?
Se puso la ropa que se le había enviado y se fue directo a donde su jefe.
Llegó al lugar y todos se le quedaban viendo, quizá no iba tan mal después de todo.
Una fuerte mano llegó sororesivamente a su trasero de repente provocando que se sobresaltara.
Se giró y se dio cuenta que era Marcus.
No importaba si era él o no, estaba molesto por la desvergonzada acción ante los presentes.
- Marcus...
- Hola guapo...
El hombre dio dos pasos hacia atrás e inspeccionó a Hyungwon de arriba hacia abajo casi desvistiendolo con la mirada.
Hyungwon de alguna manera se sentía expuesto y avergonzado.
Odiaba ese tipo de cosas pero entendió el porqué de la ropa tan exhibicionista.
- Te queda genial...
- Parece que no estoy vestido acorde a la fiesta.
- Oh claro que lo estás, al menos estas vestido para mi.
Hyungwon fingió una sonrisa y comenzó a caminar siguiendo a Marcus, después de todo era su jefe y debía salvar su empleo aunque sea por un poco de tiempo más.
Necesitaba un poco más de dinero si quería irse a un apartamento antes que el bebé de María y Laura naciera.
No quería ser un estorbo en la bonita familia que habían creado, así que gracias a la poca experiencia laboral que tenía, el único que lo aceptó fue Marcus.
- Quiero que te mantengas cerca de mi el resto de la noche.
Hyungwon le regaló una mirada confusa.
- ¿Por qué?
- Bueno, es fácil... en primer lugar soy tu jefe y haces lo que yo te diga... en segundo lugar me enciende verte vestido así y en tercer lugar no quiero que nadie mas te vea.
- ¿Por qué?
- Creí que ya lo había dejado claro Hyungwon... marqué mi territorio, eres mio ahora y nadie más va a acercarse a ti.
La molestia en el pecho de Hyungwon aumentaba y se repetía mentalmente que María, Laura y el bebé necesitaban espacio en la casa.
La noche fue transcurriendo así, Marcus saludando a alguien, llamaba a Hyungwon, lo besaba y toqueteaba enfrente de quien sea, el tenía que fingir que le gustaba eso y luego retirarse para esperar a que saludara a otra persona.
Si, en pocas palabras lo tenía como su trofeo y estaba presumiendolo.
Hyungwon se sentía usado, sin embargo no dijo nada.
...
Llegar al lugar inevitablemente le trajo viejos recuerdos que no quería tener en ese momento en su mente.
Alcohol, humo de cigarrillos, música y mucha gente, el típico ambiente de una fiesta.
Sin embargo ignoro todo a su alrededor, ingresó al lugar y buscó el rincón más apartado que pudo.
Tenía el móvil en la mano y era la única persona en toda la fiesta que estaba aburrido.
Revisó algunos correos, miró su reloj y exhalo fuertemente al darse cuenta que el tiempo iba pasando y el anfitrión de la fiesta no llegaba, quería irse de allí lo más rápido posible.
Al cabo de unos minutos el esperado hombre llegó sonriente con una copa en la mano.
- ¡Hoseok! Que gustó que hallas venido.
Hoseok extendió la mano y se saludaron cortésmente.
- El gusto es mio...
El hombre se sentó en el sillón que estaba enfrente.
- Bueno ya que estas aquí quería decirte que te felicito, has llegado lejos con tu trabajo.
- Muchas gracias, la verdad es que la compañía entera me ha apoyado, cada uno de los empleados aporta lo necesario.
- No le des tu mérito a los empleados, has sido un buen administrador, no seas modesto.
- Sólo digo la verdad señor Coleman.
- Oh por Dios, deja los formalismos en la oficina, llámame Marcus ¿Quieres algo de beber?
Wonho se quedó pensativo por un momento.
- Quizá una copa de vino, nada más.
El hombre llamó a uno de los camareros para pedir las bebidas mientras Wonho intentaba quitarse el aburrimiento mirando el móvil.
- Bueno Hoseok, como te decía... te he llamado aquí para poder conocerte en persona primeramente y también para aclararte un par de cosas, como eres miembro nuevo de la Asociación necesito que sepas un par de cosas que te serán informadas en unas pequeñas conferencias que se llevarán a cabo cada viernes, claramente serán en mi edificio.
Wonho escucho con atención y asintió, él era muy responsable y dedicado al trabajo, no le importaba pasar un par de horas de más aprendiendo lo que debía saber... y no es como que tuviera mejores cosas que hacer en casa.
- Y como sabes yo no paso muy seguido en la ciudad, pero alguien te recibirá en cada una de esas conferencias para que puedas sentirte como en casa.
Marcus no sabía que en su casa se sentía igual que en todas partes... sólo.
Se quedo pensativo organizando mentalmente su agenda para la siguiente semana cuando la voz de Marcus lo interrumpió.
- ¡Hyungwon ven aquí!
Su corazón latía muy rápido y sentía que en cualquier momento iba a darle un infarto.
¿Era Hyungwon?¿Su Hyungwon? ¿Cuántas posibilidades tenía de encontrarse en la vida a dos personas con ese hermoso nombre?
Las dudas se acumulaban en su cabeza mientras sus manos comenzaron a sudar y a temblar.
Pero todas y cada una de sus dudas fueron aclaradas cuando vio aparecer aquella hermosa silueta en medio de todos los demás.
Él resaltaba. Brillaba de una manera espectacular mientras el tiempo se iba deteniendo y captaba sus acciones en cámara lenta.
Era él, definitivamente era su Hyungwon.
Con el cabello teñido y ropa muy poco formal y exhibicionista.
Pero era él.
Se contuvo las ganas de pararse y correr a darle un abrazo porque había demasiada gente y debía mantener la cordura.
Pero la sonrisa que se formó en su rostro fue inevitable.
Lo miraba embobado, se acercó a ambos.
Pero todo rastro de su sonrisa se borró cuando Hyungwon sin percatarse siquiera de su presencia, se sentó en las piernas del hombre que tenía enfrente y comenzó a besarlo con tal lujuria que no era propia de él.
Dolia muchísimo.
Quizá era masoquismo, pero no pudo apartar su vista de la escena que tenía delante de él, hasta que terminó.
Literalmente parecía que él estaba pintado en la pared cuando ellos comenzaron a hablar.
- Eres un chico travieso Hyungwon
Él soltó una risita.
- Ahora tengo un enorme problema en los pantalones... Ya hablaremos de eso luego.
Hyungwon se levantó de las piernas del hombre y este lo tomó por la cintura.
- Antes quiero que conozcas al nuevo socio de la empresa, él es Shin Hoseok.
Cuando Hyungwon escucho ese nombre volteó rápidamente, no podía ser cierto.
Sus miradas colisionaron con violencia, como si se tratara de una guerra de dudas, posesividad y sorpresa.
Los ojos de ambos estaban llorosos y no podian dejar de verse.
Con esas miradas se gritaron muchas más cosas de las que pudieron decir con palabras.
Marcus ni siquiera se percató de la violencia que transmitían esas miradas.
Así que los interrumpió.
- Bueno, espero que se lleven bien.
En ese momento ambos miraron hacia otro sitio, el contacto visual se había hecho insostenible.
- Creo que debo ir al baño, con permiso.
Hyungwon salió del campo de visión de Wonho mientras el se quedaba allí sentado con su corazón en mil pedazos viendo como se alejaba.
Pero nuevamente Marcus habló.
- ¿Qué te parece? Es un chico muy caliente ¿No es así?
Wonho suspiró con molestia y miró hacia otro lugar intentando no matarlo con la mirada.
Lo último que quería escuchar era que él amor de su vida era caliente con otro.
- Ya lo creo...
- Oh créeme que si... en la cama es un-
Wonho lo interrumpió antes de escuchar lo que el imbécil que tenía enfrente quería decirle.
- ¿Qué son? ¿Novios, esposos?
Marcus rió.
- ¿Qué? Claro que no... Es nada más mi asistente.
Esas palabras abofetearon mentalmente a Wonho, no creía que Hyungwon se había buscado a un estúpido igual que él Wonho de años atrás.
La copa de vino llegó.
La tomó con rapidez intentando contenerse de romperle la cara al tipo.
No iba a echar a perder dos años de terapia por algo así.
Miro nuevamente a Marcus y lo vio tocándole el trasero a una voluptuosa mujer...
Quizá si iba a echar a perder dos años de terapia por algo así...
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