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11.

Parte 2: Colisión.

2 años después

...

Las cosas habían mejorado paulatinamente.

Quizá no como quisiera, pero algo es algo ¿No?

Estaba absorto en sus pensamientos ordenando unos papeles alfabéticamente en la oficina.

- ¿Hyungwon?

La voz masculina a su espalda lo asustó por lo inesperado que fue, no sabía que él estaba allí.

Se giró para mirarlo con una sonrisa.

- Ven aquí, guapo...

Hyungwon soltó una pequeña risita por la forma en que lo llamó, quizá aún no estaba acostumbrado a eso.

Caminó lentamente manteniendo contacto visual y se sentó sobre sus piernas pasando ambos brazos por detrás de su cuello.

- Hermoso como siempre... te dije que el cambio te quedaría.

- Pues es raro, pero me gusta.

- Debería gustarte, ese nuevo color de cabello te queda tan bien... que me dan ganas de devorarte entero...

Tomó la barbilla de Hyungwon y aprisionó su boca en un lujurioso beso que aumentaba de intensidad.

Ambos cuerpos reaccionaban ante la estimulación que sus manos daban al contrario, no podía negarlo, el cuerpo de Hyungwon necesitaba atención.

Sin embargo, aún no se sentía listo.

Más bien, no quería.

Intentó detener el beso bajando un poco la intensidad de su agarre e intento levantarse, pero rápidamente fue aprisionado por la cintura con los enormes brazos que lo rodearon inmediatamente después de que intentó separarse.

Su corazón latía rápidamente, pero no era de excitación, estaba siendo arrastrado a una situación por la cual no quería pasar aún.

Pero al final era su culpa ¿No? Si se hubiera ido antes...

Sintió que no podía decir nada.

La boca contraria seguía besando su cuerpo, pero no sentía nada.

¿Dónde demonios estaban las mariposas que se supone que debería sentir?

De repente fue levantado y puesto sobre el escritorio donde estaba anteriormente, su pantalón desapareció y un punzante dolor lo recorrió.

Apretó los ojos y pudo sentir las lagrimas quemandole y las dejó salir, pero no dijo nada.

Tenía claro que sentiría dolor, pero no tanto, no pensó que su pecho doliera más que su cuerpo.

No hubo besos tranquilizadores, no hubo espera, no hubo preocupación por su bienestar, no hubo mariposas.

En general... No había amor.

Se dio cuenta que todo había acabado cuando fue dejado sólo sobre el escritorio.

Minutos más tarde él volvió a entrar bien vestido de nuevo y se acercó a Hyungwon para levantarlo de allí.

Hyungwon se paró poniéndose de nuevo su propio pantalón.

Él se acercó y le dio un beso en la frente.

- Bueno, ya me voy, cuando termines de ordenar cierras la puerta con seguro y... Ah que sepas que me encantas guapo.

Y le guiño un ojo al mismo tiempo que Hyungwon le regalaba una sonrisa triste.

Pero no dijo nada.

Terminó de hacer su trabajo mientras lloraba en silencio, cerró y se fue a casa.

Se limpió las lágrimas lo mejor que pudo y entró con una enorme sonrisa como si no pasó nada en su trabajo.

- Dios... te detesto.

- ¿Ahora me recibes así?

Ambos sonrieron.

- Es que odio que te veas mejor que mi, admito que el cambio te queda divino...

El sonrió triste recordando lo anterior.

- Si... Ya me lo han dicho, pero bueno, no deberías de quejarte Laura, esa pancita de 7 meses se te ve estupenda.

La mujer lo miro con fingida molestia y luego hizo un tierno puchero.

- No me hagas sentir peor...

Otros pasos se acercaron a la sala.

- ¿Quién te está haciendo sentir mal? Espero que no seas tú Hyungwon o tendrás problemas conmigo.

Todos rieron y María volvió a la cocina.

Hyungwon suspiró y se dejó caer en un sofá, Laura notó su acción.

- ¿Por qué traes esa cara? ¿Estas bien?

- Si, sólo es cansancio...

- ¿Estas seguro que no es por... él?

Hyungwon la miró divertido.

- Dios... claro que no, además solo estarás fuera de tu trabajo por poco tiempo y luego volverás y me comunicarás que todo este bien ¿no es así?

- Claro que si, pensé que te afectaba más.

Hyungwon sonrió triste.

- Se supone que ya no debería de afectarme, quizá esa sea la solución para que todo esto acabe ya.

- Tienes razón... Pero bueno, no pienses en eso ahora, mejor cuéntame ¿Qué tal todo con Marcus? Dios... se ven tan adorables... aunque no pensé que fueras del tipo que lograrías enamorar al jefe.

Hyungwon sonrió amargamente.

- Te he dicho mil veces que fue él quien se acercó a mi, sólo quise darme una oportunidad... además solo han pasado dos meses... quizá no llegue a más...

- Eso lo sabrás tu Hyungwon.

La mujer se acercó a él y le tomó las manos mientras tenían contacto visual.

- Por favor busca a alguien que te haga feliz, no lo hagas por olvidarlo...

Hyungwon en ese momento quería gritarle y decirle todo lo que le había pasado, quería llorar como un bebé y decirle que era infeliz.

Pero no debía.

Afortunadamente para él María salió de la cocina avisando que la cena estaba hecha.

Ambas se miraban felices sirviendo los platos de la cena, estaban cumpliendo su sueño de ser madres.

Las envidiaba en buena manera, ellas si habían logrado concretar una familia fuerte y no como él.

Una pequeña lágrima rodó por su mejilla, la limpió rápidamente y se fue a cenar.

Ya tendría tiempo de llorar en soledad después...

...

- Felicidades Wonho...

- He dicho que no me llames así, nadie puede llamarme así, soy Hoseok para todos.

El hombre le puso una mano en el hombro.

- Hey calma, lo olvide... además solo quería felicitarte, ha sido un gran logro esto de pertenecer a las grandes ligas de las empresas.

- Pues pudo haber sido mejor...

- Deja de ser tan negativo ¡Carajo! ¿Cuando volverá Wonho? Quiero a mi viejo amigo de vuelta ¿Puedes traerlo un poco?

Hoseok lo miró serio mientras tomaba su maletín para irse a casa.

- No estoy siendo negativo, estoy diciendo la verdad y ¿De verdad piensas que esa es la manera en la que podré ser igual que antes? ¿diciéndome una y otra vez que lo supere? Pues no.

Wonho comenzó a caminar hacia la salida.

- Y para responder a tu pregunta... Wonho volvera el día que Hyungwon vuelva, mientras tanto... deberías acostumbrarte, buenas noches.

Y sin hacer o decir nada más, salió del lugar.

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