🌋001🌋
Narra Fiamma
—Listo, ya traje el helado, ahora vamos a casa, ¿verdad?
—S-si...
—¿Pasa algo, peque?
—Esque... Mirá...—tomé aire—¿te acordas esa vez que nos conocimos? ¿Cuando teníamos 6 años?
—Si.. ¿Por?
—Fué hace 15 años, me acuerdo que coincidíamos en muchísimas cosas, somos prácticamente "hermanas", o eso decis vos... Pero yo no te veo como una hermana.
—No...?
—Esque... Mica, hace 5 años que siento una profunda atracción hacia vos, y nunca supe decirtelo. Tenía miedo, pero creo que fue hora de respirar hondo y confesarme.
—¿es joda...?
—No, Mica. Te amo.
Un silencio profundo abundó por el auto, su mirada electrizante me hacia temer de lo próximo que diría, ¿acaso me rechazaría? ¿Viviría en la calle por el resto de mis días? ¿Se enojaría conmigo?
—Está bien, me alegra que seas sincera, Fia. Otro día podemos hablarlo—y sonrió.
¿Qué? ¿Eso era todo?
Arrancó el auto y comenzó a conducir sobre la avenida. No era un camino muy largo, no más de 8 minutos sobre la carretera.
Mi corazón se sentía más frío que el helado que tenía entre mis manos.
Cuando llegamos, pasé sin saludar al portero, sentía que si hablaba, explotaría. Subí por las escaleras al tercer piso -cosa rutinaria en mí, nunca me gustaron los ascensores- sin mirar si mi mejor amiga me seguía, supuse se había quedado hablando con el portero.
Abrí la puerta con la llave que guardaba en mi bolsillo derecho -donde llevo cosas útiles- y entré rápidamente, puse el helado en el refrigerador y me quité el abrigo y lo dejé en sofá. Lo siguiente que hice fue entrar en el baño. Escuché como Mica entró, y comenzó a llamarme.
—¡Fiamma! ¿Qué pasa? ¿Dónde estás? ¡Fiamma!
No iba a salir, no quería hacerlo, no así. No así.
Estaba llorando a mares, me veía patética, como siempre.
—¡Fiamma! ¿Estás en el baño? ¡Contesta, por favor!
Micaela comenzó a golpear la puerta, es lo único que se escuchaba en un ambiente tan privado como lo era el baño, tan pacífico, tan tranquilo.
Logró abrir la puerta, y tuvo que verme en esa escena tan denigrante, como lo era yo en la bañera, llorando.
—Por Dios, Fiamma, ¿que pasa? ¿Hice algo? ¿Te herí? Por favor, contéstame, Fiamma, ¡Fiamma!—sus ojos comenzaron a brillar, en unos minutos, y si no hacia algo, seríamos dos chicas llorando en la bañera.
—N-no debí haber c-confesado...
—No, yo no debí haberte mentido. Pensé que había sido la única enamorada de la otra en este tiempo. Pensé que solo yo te veía como algo más que una mejor amiga... Fiamma, no sabes lo que he esperado para este momento...
Un beso en la bañera. ¿Extraño, no?
Electrificante.
//
¡Hola! Lamento que los capítulos sean tan cortos por ahora, pero me gusta dejarlos en suspenso en la mejor parte, jijiji. Espero que les esté gustando, gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro