10
—¿Crees que podamos hablar? —preguntó YangMi con vergüenza al llegar a su lado, con la cabeza gacha.
Se encontraba a un costado del edificio, platicando con sus amigos antes de entrar a clases.
—¿Tiene que ser ahora? —preguntó Ho Seok con cierto desinterés en su tono de voz
Y realmente no le importaba lo que ella le dijera, estaba en una animada conversación con sus dos amigos acerca de la astronomía antes de que ella llegara y arruinara todo.
Sus sentimientos no eran los mismos.
—Si no es mucha molestia, sí. —agachó la cabeza—Pero a solas. Es algo bastante privado.
Ho Seok suspiró intentando contener la paciencia y observó a sus amigos con unos ojos suplicantes.
—Ve, te esperamos. —le sonrió Xiu con orgullo
Minhyuk asintió a las palabras de la muchacha con otra sonrisa gigante.
Se la pagarían, eran malos con él.
Con desgano se alejó un par de metros de ellos, dándoles la espalda y colocando sus manos en sus bolsillos.
—¿Qué es lo que sucede, YangMi? —preguntó—Porque realmente estaba ocupad...
—Me gustas. —interrumpió la muchacha—Me gustas Ho Seok, y lamento haber tardado tanto en decirlo. Estaba nerviosa, demasiado nerviosa por lo que sucedería.
Las palabras de la muchacha habían causado cierta sorpresa en él, pero no más que eso.
Tardó unos minutos en contestar, había quedado en blanco. No sabía qué contestarle sin herirla. Él no era un monstruo como ella lo era.
Observó a sus amigos por el rabillo del ojo, y la observó a ella, a Xiu.
¿Y si ella era su destino realmente?
Lo había estado meditando toda la noche a aquello.
—Lo siento YangMi, pero tú y yo no estamos destinados. —le sonrió levemente—Respeto tus sentimientos muchísimo, pero yo ya no siento lo mismo. Disculpa.
La castaña abrió un poco la boca ante la sorpresa de que su perri faldero le dio. Y esa sorpresa era que él ya no sería su perrito faldero.
Se retiró de allí con una sonrisa, una gran sonrisa.
¿Realmente se había dado cuenta que aquella persona era Xiu? ¿Estaba él en lo correcto?
—¿Cómo te fue Wonho? —preguntó la muchacha con una sonrisa
—Digamos que me di cuenta de muchas cosas y dejemos el tema flotando por ahí. —rió observándola
Los tres sonrieron y caminaron por los pasillos del establecimiento hasta salir al patio.
Quizás su destino sí era Xiu.
Quizás solo como amiga.
Quizás como pareja.
No estaba seguro, pero lo descubriría.
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