Está bien no rendirse, pero hay un momento en donde debes saber decir adiós.

Un grito, un regaño, un golpe, y todo eso terminó como otra pelea para ellos dos. Sus corazones latían en sincronía, sus respiraciones sonaban como una sola, y a pesar de que, en ese momento, ambos tenían esas cosas en común, sus sentimientos no tenían la misma suerte.

Siempre tenían peleas, pero, ¿qué esperaban? Ambos eran tan distintos en varios ámbitos, en especial en su forma de reaccionar, en sus sentimientos, sus deseos y pasiones, ambos eran tan opuestos que casi siempre chocaban y no lograban llegar a un acuerdo.

No era sano como querían solucionar sus problemas, y eso lo sabían, pero no daban mejores soluciones. Sin embargo, había algo que era la principal causa de todos sus problemas, Taehyun lo amaba, y, lamentablemente, Soobin dejó de hacerlo hace mucho.

Pero, si es así, ¿por qué no se separan? ¿Por qué siguen haciéndose daño? ¿Por qué prefieren fingir amarse, y ser la pareja perfecta, si uno ya no correspondía a los sentimientos del otro? Fácil, ambos eran egoístas, tenían la necesidad de no querer compartir lo que una vez fue suyo, no querían dejarse ir, y si eso significa que iban a destruirse a ellos mismos en el intento, lo harían.

“Las estrellas brillan y las admiró desde mi ventana, como siempre solía hacerlo contigo, pero esta vez, ¿hacia dónde miras tú? Creo que te irás pronto, y no me darás oportunidad para detenerte”

Aunque, a diferencia de las otras discusiones que tenían a menudo, ésta tenía algo diferente, algo que Taehyun no quería pensar por el gran temor que significaba para él.

Una vez que se cansaron de seguir con lo mismo, Soobin tomó su abrigo y con un fuerte portazo, dejó en claro que no quería volver, y eso, en cierta manera, a Kang le dolió. Tener cambios no estaba en sus planes, pero, ¿qué podía hacer?

Se encontraba parado en medio del cuarto, muchas de las cosas estaban tiradas a su alrededor, como: cuadros de ellos, macetas pequeñas de sus plantas y adornos que utilizaba para decorar su sala.

Su mente estaba en blanco y había lágrimas que querían salir de sus ojos, miró por última vez la ventana de la habitación. El cielo nocturno estaba extremadamente bello, pequeños puntos brillantes se podían ver en él, la luna brillaba tanto, e incluso más, que estos, y sintió un dolor en su pecho, como si su corazón hubiera sido apuñalado.

El miedo de perderlo para siempre, apareció. Sin pensarlo más, se dirigió a la salida y corrió en busca de Soobin, quien se supone que aún era su pareja, tan solo deseaba que no fuera tarde.

“Por favor, prende la luz que mi corazón se oscureció. Hoy estoy muy triste, ¿y cómo no estarlo?”

Corrió con todas sus fuerzas por el camino que Choi siempre tomaba para ir a la casa de sus padres, corrió y corrió, no tenía intenciones de parar, no hasta verlo y abrazarlo, el viento helado de la noche chocaba contra todo su cuerpo, pero no le importaba, su prioridad era intentar solucionar todo.

Tan solo debía intentar hacer lo de siempre, él lo amaba, lo amaba tanto, no podía terminar así. Dio vuelta en una esquina y lo vio de espaldas, caminando lentamente, empezó a disminuir su paso e intentó detener su rápida respiración.

Aquello era enfermizo, lo sabía, pero no podía dejar las cosas así, porque el tan solo pensar en una vida sin Soobin, su cuerpo temblaba, la sola idea de estar solo, lo aterraba. Al encontrarse lo suficientemente cerca, lo abrazó por la espalda y sintió el cuerpo contrario tensarse.

“Parece que mi ser está en tu mente, sin embargo, no en tu corazón. ¿En qué momento me echaste?”

Y sin poder aguantar más, rompió en llanto abrazando a su amado. Bajo la luz de la luna, siendo las estrellas junto a ella, los únicos testigos de la tragedia que le iba a pasar.

“Las estrellas brillan, tan fuerte, pero no tanto como mi amor hacia ti”

—¿Es necesario decirte cuánto te amo? —murmuró entre sollozos Taehyun.

Eso fue lo único que Kang pudo decir, su voz no salió de nuevo a pesar de lo mucho que quería hablar, Soo se soltó de su agarre y giró para poder verlo mejor. Apenas sus miradas chocaron, Tyun supo que no había vuelta atrás. La palabra nosotros, dejaría de existir para simplemente ser un tú y yo, una individualidad, un yo sin tí, un tú sin mí.

—¿Es necesario decir que yo dejé de hacerlo? Taehyun, no quiero volver a verte —respondió el más alto de manera cortante.

Con aquellas duras palabras, se alejó, dejando de nuevo al menor bajo la luz natural de la noche, solo en aquellas calles vacías, mientras que muchas lágrimas caían por sus mejillas y gritaba fuertemente sin poder detenerse o ser consolado.

“Lamentablemente, sigo sin saber qué hacer. Tus promesas y nuestros sueños se quedaron atrapados en la niebla. No puedo dejar de pensar en ti”

Algo que tenían en común, de las pocas cosas que había, era su afición por admirar las estrellas juntos, sin embargo, cuando Tae empezó a admirarlas sin la compañía de Soobin notó algo que le resultó irónico.

¿Desde cuándo, esas estrellas en el firmamento que tanto brillan y son halagadas por quiénes la ven, hace mucho dejaron de vivir?

Taehyun quizás, ahora, veía esto como una analogía a lo que tuvo con su ex pareja, después de aquella mirada que le dio en ese lugar, en dónde lloró desde lo más profundo de su ser y casi se desgarra la garganta de tanto gritar por el dolor, logró abrir los ojos.

¿El amor se sentía así? ¿Los besos de reconciliación se tenían que sentir así de fríos? ¿Las caricias no debían transmitir calidez? ¿El amor no era un sinónimo de bienestar? ¿El egoísmo y la posesión no eran algo que dijo en un principio odiar?

Los años han pasado desde que él decidió empezar a apreciar el cielo solo, ha llegado muy lejos y quizás eso haría muy feliz al Soobin que conoció, a aquel que le daba fortaleza y no lo arrinconaba a sentirse inútil por no lograr conservar viva la llama del amor que tuvo alguna vez su relación.

El Soobin al cual amó, al cual ama y amará, siempre estará en sus más lindos recuerdos.

Y tal vez, sí había algo que quisiera hacer, sería el decirle que si hoy lo ve brillar, que recuerde que las más bellas estrellas que en el firmamento brillan, lo hacen estando muertas. Hoy por hoy, Kang Taehyun brillaba, pero lo hacía con el sentimiento del amor muerto en su corazón.

¡Yei! 1125 palabras, está historia es técnicamente la opuesta a only love (jode, como amo esa historia). Esta historia la estoy volviendo a subir como celebración de haber ingresado a arquitectura, casi dos meses de preparación valieron la pena /cry

Técnicamente, esta historia se hizo en colaboración con piñita, hace un año o dos se subió este os en apple, un intento del 20 song challenge, el cual nunca terminé XD

La última parte, la más profunda, fue escrito por ella, así que, como no la quise desperdiciar, la modifiqué un poco 😿