Una apuesta
— ¡Hola amigo Taehyung! — exclamé acercándome a él pero me cerró la puerta en la cara — vaya... —
Con la información que Choi me dió decidí ir a visitarlo, era sábado y no había podido ir a la cafetería por mi agenda ocupada. Después de tanto hoy es feriado y nadie trabaja, no se escaparía de mí.
— ¡Vamos amigo!, ¡Ábreme la puerta! —
— ¡Vete cara de moco! — lo escuché decir
— ¡Oye ñoño!, ¡Tú no puedes decir eso! — exclamé algo incómodo al ver como un chico junto a su hijo salió de un departamento, ambos me quedaron viendo de forma extraña — ¡TAEHYUNG! —
— ¡VETE! —
— ¡SOLO QUIERO HABLAR TAEHYUNG!, ¡POR LOS VIEJOS TIEMPOS! —
— ¡TÚ ERES EL VIEJO! —
— ¡OYE! — grité tocando la puerta
— ¿¡QUÉ QUIERES!? —
— ¡HABLAR! — apenas grité eso escuché el sonido del seguro siendo puesto — ¡OYE, TAEHYUNG! —
— No voy hablar contigo, ni ahora, ni nunca, déjame vivir mi vida normal y vuelve a tu paraíso, no fastidies Jungkook —
— No me iré hasta que abras la puerta, tengo tiempo y puedo esperarte toda la maldita noche aquí — dije sentándome al frente de la puerta
Tenía que hablar con él, no me iría hasta hablar con él de manera civilizada, aunque no creo que él conozca ese término, no conmigo.
Han pasado tres horas, tal vez ya sean la dos de la tarde, menos mal desayuné bien y ni tengo hambre, bueno no tanta, estaba jugando candy crush en mi celular y también me puse a ver una serie de Netflix mientras esperaba, el culo me estaba empezando a doler de estar sentado ahí tanto tiempo, también me dió ganas de ir al baño, pero quería pasar de nivel en el juego. Luego de un rato mi celular sonó, era mi manager.
— Aló — dije respondiendo mi celular — Lee estoy bien — dije escuchando sus preguntas, se notaba angustiado, pero era mi dia libre y no podían pedirme cosas — regresaré en la noche, solo un rato más — dije colgando — ¿Taehyung estás ahí? — pregunté acercando mi oído a la puerta — sé que no fui el mejor amigo... compañero, y te fastidié mucho la vida, pero ya no será así — dije sin escuchar respuesta
— Mira papi ese chico sigue ahí — dijo el niño de antes acercándose a mí — el cara de moco... — dijo riéndose
— Niño del demonio entra — dijo el papá alejandolo de mí
Pasaron más horas y las piernas se me adormecieron, ya me había visto toda la serie de Netflix, incluso la tercera temporada, también más de diez niveles de mi juego, tampoco tenía más fanfics que leer en wattpad. De pronto escuché ruido adentro de la habitación, para de pronto sin esperarlo caer de espaldas.
— ¿Qué?, ¿Aún no te vas? — preguntó viéndome con desagrado
— Te estaba esperando — dije sonriendo sin poderme de pie
— Bueno, sigue esperando — dijo saliendo por encima mío — muévete o te aplasto la cabezota que tienes — dijo sin verme
Me levanté con dificultad con mis piernas adormecidas y él cerró su puerta, tenía una camisa larga y unos pantalones mezclilla, se veía bien, creo que siempre lo he visto con esos tipos de looks casuales.
— ¡Oye espérame! — exclamé corriendo como podía detrás de él
Antes de que él cerrara el ascensor logré entrar, ganándome una mueca de desagrado de parte de él.
— ¿Y cómo has estado? — pregunté viendo como él sacaba sus audífonos y se los ponía — oye Taehyung... ni siquiera están conectados — dije sacando uno de ellos
— Ese no es tu problema — dijo arrebatándome el audífono de la mano
— Solo quiero hablar contigo, ¿Tan difícil es? —
— No gastes tu tiempo Jeon, tienes a miles de omegas y betas a tus pies, incluso alfas, solo ve a pasar tiempo con ellos, déjame en paz — dijo bajándose del ascensor cuando éste se abrió
— Tengo a mucha gente, pero yo quiero hablar contigo, creo que hubo cosas que malentendiste y quiero aclararlas ahora — dije persiguiéndolo
Menos mal esa calle era algo desolada, creo que es un buen lugar para esconderme de los paparattzis.
— ¿Si hablamos y aclaras todo me dejarás en paz? —preguntó estando a una distancia prudente de mí
— Claro... si eso quie... —
— Eso quiero — dijo interrumpiéndome
— Bueno, primero que nada yo... —
— Eres un descarado, idiota y bueno para nada... — dijo interrumpiéndome de nuevo — le fuiste infiel a mi prima y te metiste con su amiga, ¡Su amiga Jungkook! — exclamó viéndome con sus ojos de color negro profundo, ojos de me hacían ver el odió con que decía cada palabra — Joy te amaba, dejó Busan y se fue a Daegu por tu culpa... —
— ¡Ay por dios Taehyung! — exclamé interrumpiéndolo — ¡Tú sabes que ella se fue por su beca! —
— Ella no la quería, se fue porque tú te met... —
— Fue un amor juvenil, tenía la cabeza caliente y quería aprovechar mi juventud —
— Eres un puerco —
— Sí, lo sé, estuvo mal y ella no se merecía eso, pero eso es el pasado, ya han pasado siete años Taehyung, siete años — dije viendo como arrugó la cara con desagrado — ¡Además ella ya está casada!, ¡También tiene dos hijos y es feliz según escuché! —
— Eso no cambia nada —
— ¡Taehyung! — exclamé pataleando
— Eres malo —
— ¿Malo?, le terminé antes de salir con Yuna, terminé porque no quería hacerle daño —
— Saliste con ella a la semana de terminar con Joy —
— Pero le terminé antes de que todo estuviera peor... —
— Pues debiste aguantar — dijo acercándose a mí — debiste callar y quedarte con ella, ella fue conmigo y lloró día y noche por tí pedazo de basura — dijo apuntándome
— ¿Entonces dices que puedes estar con alguien por lástima?, salir con esa persona solo para no romper sus sentimientos, ¿Eso me quieres decir? —
— Sí eso digo, nada te costaba hacerlo, faltaba poco para que el colegio termine y ahí hubieran tomado caminos separados — dijo viéndome mal
— Bien, entonces sal conmigo — dije viendo como abrió demasiado sus ojos
— ¿Q-qué? —
— Sal conmigo para que no rompas mi corazón y dañes mis sentimientos, vamos, tú puedes hacerlo, tú lo dijiste — dije acercándome a él
— No-o cambies las cosas Jungkook —
— ¿Qué?, ¿Acaso te da miedo salir con una estrella? — pregunté viendo como su expresión cambió a una molesta
— Para nada, tú no das miedo para nada, no estás a la altura de una estrella tampoco — dijo mirando a otro lado
— Entonces sal conmigo — dije sonriendo al ver su cara
— Bien... pero será solo tres meses — dijo mostrándome sus dedos
— Bien, ¿Es un trato? —
— No... es una apuesta, quien renuncié primero pierde —
— ¿Y quién no renuncié que gana? — pregunté viendo como sonrío
— Un deseó — dijo señalando el cielo
— Suena bien — dije acercándome a él — será un amor estrellado —
— O tú terminaras estrellado de manera misteriosa — dijo alejándose de mí
— Contigo no se puede... — dije escuchando su risa llena de burla y malicia
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