No me mires así
Corrí hasta mi apartamento, apenas me di cuenta de lo que dije, corrí y me encerré en mi cuarto para tirarme en mi cama al darme cuenta de la gran estupidez que hice, es que ese Jungkook tiene la culpa, siempre con sus estupideces que no me dejan reaccionar debidamente, es que es un estúpido.
— Ésto es una locura... — dije suspirando
Me quedé un rato pensando en que pasaría ahora con mi tranquila vida, de tanto pensar me dió un poquito de hambre por lo que salí y me serví un poco de jugo de durazno, decidí que era momento de pensar en otra cosa, pues si seguía así mi cabeza explotaría. Me senté en mi pequeño mueble y prendí mi televisión, estuve viendo noticias por un rato hasta que pasaron espectáculos.
" Mañana se realizará una nueva premiación, es que los talentos tienen que ser reconocidos " dijo la periodista con una enorme sonrisa " La gente está comprando entradas a lo loco por todos los artistas que estarán presentes "
En eso sentí el sonido de mi celular, me levanté a buscarlo por todas partes, lo buscaba con desesperación pues seguro era algo importante, cuando lo encontré en mi cama contesté, era un número desconocido, así que eso me pareció raro, pero igual contesté.
— ¿A...? —
— ¿Taehyung mañana en la noche tienes tiempo? — escuché la voz de Jungkook
— ¿Cómo es que tienes mi número? — pregunté alejando el celular de mi cara
— Responde a mi pregunta — dijo de forma seria
— Responde a la mía — contradije de igual modo
Sabía de su poca paciencia y sabía que pronto colgaría para luego nunca más saber de él, pero eso no pasó.
— Lo averigüé — dijo sonando más suave — quiero que mañana me acompañes a un lugar, por eso te pregunto si tienes tiempo en la noche —
— Pues averígualo — dije colgando
Quería dormir, me sentía muy mal y no tenía ganas de levantarme así que me desparramé en mi mueble. Solo cerré los ojos un segundo y me quedé dormido profundamente, a la mañana siguiente por el sonido de mi alarma desperté, me seguía sintiendo mal, me dolía mucho la cadera.
— Un día más de trabajo — dije dirigiéndome a mi baño, me lavé la cara y me vi al pequeño espejo que tenía
Él dijo que no había cambiado, pero eso es mentira, estoy diferente, me encuentro con el cabellos más alborotado, tengo ojeras y también tengo más altura, claro que he cambiado, seguro él necesita lentes urgentemente.
Me cambié y salí de mi apartamento, bajé, fui hasta el paradero y tomé el bus como siempre, todo exactamente igual. Estaba viendo todo a mi alrededor y no me había dado cuenta de que en la pantalla de un local estaba la cara de Jungkook.
— Pero que horrible — dije arrugando la nariz
— Horrible es usted — escuché la voz de un chico
Cuando volteé vi a dos colegiales viéndome feo, sentí mucho miedo.
— ¿Cómo puedes hablar así de Jungkook? — preguntó el chico mirándome mal — usted es el asco de persona que no sabe apreciar el arte, usted es de esos que se dedican a decirle cosas feas, pero lo que no saben es que aquí estamos sus admiradores que lo vamos a defender, ustedes pedazos de basuras terminaran muertos si no cierran la boca — dijo acercándose a mí — maldito hijo de perra, si vuelves a decir a mí Jungkook feo te las verás conmigo —
No sabía que decir, los pasajeros que estaban cerca voltearon a verme y sinceramente si decía algo más sentía que esos escolares se lanzarían contra mí, gracias a todos los dioses que mi paradero estaba cerca, solo bajé un paradero antes y caminé hasta la cafetería, fue incómodo porque sentí la mirada de esos jóvenes incluso cuando bajé del bus, así de terroríficos son los fans.
— Buenos días Taehyung — dijo Momo, pero no fue como todos los días, sonaba algo rara, y también fue raro porque no me dio mi uniforme, además de que ella no traía el suyo
— ¿Pasa algo? — le pregunté acercándome a ella
— El jefe dice que va estar la cafetería cerrada por un tiempo, mejor dicho cuatro meses — dijo angustiada — Taehyung yo tengo que pagar cuentas, ¿Qué voy hacer ahora?, ¿Cómo voy a comprar comida? — preguntó queriendo llorar — ¿Dónde voy a dormir si no pago el alquiler? —
Momo al igual que yo vive sola, la diferencia de ella es que su familia está mucho más lejos, ella es extranjera y a veces la gente se aprovecha de eso.
— Puedes quedarte conmigo si deseas — dije viendo como sonrío de alivió
— Gracias Taehyung... ¿Pero qué harás tú? —
— Podemos buscar un trabajo, no será fácil, pero podemos intentar — dije pensado en positivo — ademas si somos dos los gastos serán más livianos, si somos dos los que pagamos el alquiler se divide y no se gasta tanto —
— Sí, tienes razón — dijo ella acercándose a mí para abrazárme — gracias Taehyung —
— De nada — dije también abrazándola
— Entonces iré a recoger mis cosas, para la tarde llevaré un poco de ropa, ¿Te parece? —
— Sí, está bien —
— Bueno, entonces me voy — dijo emocionada para salir disparada
Yo también salí atrás de ella, tenía que volver a tomar bus, pero de pronto de manera estrepitosa un auto para nada barato estacionó al frente mío.
— Sube — vi el rostro de Jungkook asomándose por la ventana
— ¿Q-qué haces aquí? — pregunté viendo a mi alrededor por si no había algún reportero
— Sube — repitió
— Odioso — dije queriendo lanzar un martillo sobre su bonito auto
Subí en la parte de atrás de aquel lujoso auto y lo vi sonreír.
— Hoy te ves bien — dijo sin dejar de verme
— Sí, es porque me despidieron — dije cruzándome de brazos con mi mejor sonrisa
— Oh ya veo, ¿Estás con rabietas por eso? —
— No estoy con rabietas — dije viendo sus ojos por el espejo retrovisor — solo que tu presencia que no me gusta —
— Ya veo... bueno que pena por tí, en serio... — dijo suspirando de manera ruidosa — ¿Comiste algo? —
— Que te importa —
— Me importa mucho —
— Pues no debería —
— No, te equivocas —
— ¿Porqué? — pregunté inclinándome hacia él
— Porque eres mi enamorado ahora y como soy una estrella puedo darte todo lo que quieras — dijo volteando a verme, dejando nuestros rostros cerca — déjame ser un buen enamorado tuyo Taehyung — dijo sonriendo dulcemente
— Que te jodan —
— ¡Ah contigo no se puede! — exclamó poniendo su mano en mi cara, haciéndome retroceder — pues eso no importa Tae, vas a caer bajo mis encantos —
— No lo creo — dije viendo por la ventana — no me mires así — dije viéndolo de reojo
— ¿Así como? —
— Como si fuera alguien que te hace feliz —
— Pero lo haces... —
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