ⅳ. Gyrospheres
╔════════════════════╗
Capítulo cuatro| Giroesferas
SARAH
Habíamos llegado a las Giroesferas, aunque con un poco de retraso. Pero vamos, ¡estaban vendiendo Froyo! ¿Cómo esperaban que pasara de largo? Apenas veo uno, pierdo toda noción del tiempo y el espacio. Así que aquí estoy, casi al final de la fila, disfrutando de mi Froyo como si fuera el premio mayor.
Los hermanos Mitchell estaban un poco más adelante. Dijeron que me esperarían, pero... bueno, me demoré un poquito más de lo planeado. Entre lamidas a mi postre celestial, noté algo raro: esa sensación incómoda de que alguien te está mirando fijamente.
Al principio pensé que era paranoia, pero cuando la incomodidad persistió, eché un vistazo rápido por encima del hombro. Bingo. Un chico estaba detrás de mí, demasiado cerca para que fuera casualidad.
Tragué saliva, tratando de ignorarlo, pero al girar un poco para poner distancia, él se acercó aún más.
"Rápido, piensa en algo".
—Buen Froyo, ¿eh? —dijo, inclinándose hacia mí con una sonrisa que no me gustó ni un poquito.
"Carajo".
—Sí... está bien —respondí, forzando una sonrisa incómoda mientras aclaraba mi garganta.
—Sabes, las Giroesferas son mucho más divertidas cuando tienes compañía —insinuó, con una mirada que me dio escalofríos.
Y justo tenían que ser de dos personas. Gracias, universo.
—Sí, bueno, ya tengo compañía —respondí, señalando hacia adelante donde estaban Zach y Gray.
—Claro, pero nunca está de más hacer nuevos amigos —dijo, con un tono que me hizo apretar más fuerte el vaso de Froyo.
"Rosa de Guadalupe, mándame un milagro... ahora".
Antes de que pudiera pensar en una excusa, escuché una voz familiar.
—¡Sarah! —Era Zach, que venía caminando rápidamente hacia mí. Parecía serio, pero su tono era tranquilo.
El chico detrás de mí dio un paso atrás cuando Zach llegó, colocándose entre nosotros de manera natural.
—Te estuve buscando —dijo Zach, ignorando por completo al otro chico mientras me extendía la mano—. Gray ya está en la Giroesfera, nos toca.
Aproveché la oportunidad al instante, dejando mi Froyo en el primer basurero que vi y tomando su mano.
—Oh, sí, claro. Vamos.
Zach no dijo nada más, solo me guió a través de la fila hacia donde estaba Gray. Una vez que estuvimos más lejos, me miró de reojo.
—¿Estás bien? —preguntó en voz baja.
Asentí, aunque mi corazón todavía estaba acelerado. —Sí, gracias a ti. Ese tipo era raro.
Zach frunció el ceño pero no comentó nada más. Cuando llegamos a la Giroesfera, abrió la puerta y me hizo un gesto para que subiera aún lado de Gray.
・ ゚ ゚・ ✧ 。.。.: *
ZACH
No ayudaba que Sarah estuviera tan cerca. El espacio dentro de la Giroesfera era reducido, y aunque intentaba enfocarme en lo que acababa de suceder, su presencia complicaba mi concentración.
—¿Todo bien ahí, Zach? —preguntó Gray, mirándome con una sonrisa maliciosa, como si pudiera leer exactamente lo que pasaba por mi mente.
—Sí, sí, todo bien —respondí con una risa nerviosa—. Solo... ajustándome al espacio.
Sarah me lanzó una mirada fugaz y esbozó una sonrisa ladeada. ¿No sabía el caos que estaba provocando en mi cabeza? O peor aún, tal vez sí lo sabía y simplemente estaba disfrutándolo. Esto va a ser un largo paseo, pensé, esforzándome por mantener la calma.
—¿Y dónde están los dinosaurios? —preguntó Sarah, mirando a través del vidrio con curiosidad.
—¡Ahí están! —exclamó mi hermano con entusiasmo. Giramos al mismo tiempo y nos encontramos con varios dinosaurios pastando no muy lejos de nosotros.
"Por dificultades técnicas, las exhibiciones se encuentran cerradas. Por favor, desciendan de los juegos y regresen al hotel", anunció una voz automática a través de los altavoces.
Gray suspiró con decepción, mientras Sarah fruncía el ceño y se cruzaba de brazos.
—¿Qué pasa? Podemos quedarnos unos minutos más —dije, intentando levantarles el ánimo.
—Pero dijeron que ya cerró —protestó Sarah, asomándose un poco más con expresión contrariada.
—La tía Claire nos dio pulseras especiales, ¿no? Somos VIP —respondí encogiéndome de hombros con indiferencia—. Tranquilos, será divertido —añadí mientras aceleraba la Giroesfera, acercándonos aún más a los dinosaurios.
De repente, mi celular comenzó a sonar. Al mirar la pantalla, vi que era la tía Claire. ¿No se suponía que estaba ocupada con su trabajo?
—Hola, Claire.
—¡Zach, gracias a Dios! ¿Gray está contigo?
—Sí, eh... no entiendo. Estamos en las Giroesferas.
—Ok, Zach, escúchame...
La llamada comenzó a cortarse, y apenas podía entender lo que decía. Genial, perdí la señal.
—Esas son las primeras señales de que algo malo va a pasar —comentó Sarah desde el asiento trasero, asomándose nuevamente.
—No va a suceder nada, Sarah —respondí, tratando de sonar convincente. Seguimos avanzando hasta que llegamos a lo que parecía ser una cerca parcialmente destruida. Una idea cruzó por mi mente.
—Odio tus ideas —murmuró Sarah, cruzando los brazos con evidente frustración.
・ ゚ ゚・ ✧ 。.。.: *
SARAH
Querido Dios, sé que he sido una perra casi toda mi vida. Fui cruel con el chico al que casi le tiré el froyo, aunque, sinceramente, se lo merecía. También con mi familia... y en verdad lo siento mucho. Pero, por favor, Dios, te ruego que no me dejes morir hoy.
—¿Ya terminaste de rezar? —me interrumpió Zach. Hice una seña de silencio antes de terminar de persignarme.
—Sí, ya estoy —respondí, levantando el pulgar y acomodándome en el asiento trasero.
—Esto es una mala idea —opinó Gray. Este niño tiene más cerebro que su hermano.
Aunque, no vamos a mentir, el mayor está guapo, ¿eh?
¿Y a ti quién te invitó?
—Es una excelente idea.
—No, nos arrestarán, nos afeitarán la cabeza y terminaremos haciendo cerveza de raíz en el inodoro.
—Eso ya es exagerar —dije con una mueca mientras miraba al frente—. Y en este tour de la muerte nos encontramos con... cuatro dinosaurios —conté, entrecerrando los ojos.
—No deberíamos estar aquí. Y son cinco dinosaurios —me corrigió Gray. Fruncí el ceño. Te juro que yo estaba viendo cuatro.
—Son cuatro —me apoyó Zach después de contarlos.
—Cinco —señaló hacia el cristal de la giroesfera, donde lo único visible eran unos dientes. Ambos chicos se giraron hacia mí, y un escalofrío recorrió mi espalda.
Hagas lo que hagas... no mires atrás.
Demasiado tarde. La curiosidad mató al gato. Cuando me voltee, un enorme dinosaurio blanco estaba frente a nosotros. Ahogué un grito cuando se lanzó hacia nosotros, corriendo directo al grupo de anquilosaurios.
—¡ARRANCA ESA MALDITA COSA!
Todo mi cuerpo fue lanzado hacia un lado cuando la esfera giró bruscamente, golpeándome la cabeza contra el cristal. La giroesfera siguió rodando hasta chocar con un anquilosaurio que, en lugar de ayudarnos, nos golpeó con su cola, dejándonos boca abajo. Segundo golpe. Esta vez sentí un líquido cálido y rojizo caer de mi frente.
—¡Sarah! —gritó Zach, alarmado, lo que me hizo reincorporarme para ver la pelea frente a nosotros.
¿En qué momento nos metimos en esto?
Cerré los ojos al ver cómo esa cosa blanca asesinaba a sangre fría al anquilosaurio. De repente, la esfera comenzó a vibrar. Toqué mis bolsillos y me di cuenta de que no tenía mi celular. Estaba a unos centímetros de distancia, y quien me estaba llamando era mi padre. ¡Genial, papá, justo ahora me llamas! Traté de alcanzarlo, pero mi brazo dolía demasiado. Haciendo un esfuerzo, me moví un poco, sintiendo cómo todo mi cuerpo protestaba de dolor.
—Espera, Sarah. Ya casi lo tengo —susurró Zach, estirando su brazo para intentar agarrar el teléfono.
—Chicos...
—Solo un poco más...
—¡Chicos, miren!
"¡AJA, LO TENGO!"
"Mira al frente, idiota."
El maldito ojo del dinosaurio estaba pegado al cristal de la giroesfera. Me sujeté con fuerza cuando esa cosa volvió a girarnos, dejándonos cara a cara. Zach me agarró desde atrás mientras yo intentaba sostenerme de su cuello. Solté un grito cuando su garra atravesó el cristal, abriendo su boca para morderlo. Al no conseguir nada, comenzó a estrellarnos contra el suelo, rompiendo el cristal trasero.
Esto sí va a doler.
Me solté del agarre y caí al duro suelo. La giroesfera estuvo a punto de estrellarse encima de mí, así que me giré de costado, cubriéndome con los brazos. Zach y Gray cayeron segundos después. Aproveché la distracción del dinosaurio para ayudarlos a levantarse.
—¡Vamos, vamos, vamos! —los apuré, tomando la mano del menor. Zach tomó la mía, y empezamos a correr por ese maldito bosque infernal. Nos detuvimos al llegar a una cascada.
—No puedo, no puedo —jadeó Gray, sosteniéndose de mi brazo y mirándonos aterrorizado.
—Sí puedes, sí puedes.
—¡Hay peores formas de morir, Gray ¡Ahí te voy, San Pedro! —grité antes de lanzarme al agua. Ambos me siguieron segundos después, y cuando Gray intentó salir, lo jalé del brazo mientras hacía una señal con mi dedo.
Esperamos un minuto antes de emerger, tomando una profunda bocanada de aire. Nadamos hasta la orilla, y yo me dejé caer rendida sobre el barro.
—Saltamos —murmuró Zach, intercambiando miradas con su hermano. Los tres no pudimos evitar reír—. ¿Estás bien? —me preguntó con una mueca al notar la herida en mi cabeza.
—He pasado por cosas peores —aseguré mientras tensaba mis hombros doloridos. Al verme de pies a cabeza, observé lo destrozada que estaba mi ropa. Mi madre me va a matar.
"Ella fue quien te mandó aquí en primer lugar."
"Cierto."
╚════════════════════╝
EDITADO.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro