Capítulo XXVII
Minatozaki Sana - 11 de septiembre de 2022.
Miro con algo de tristeza la puerta de su habitación y suspiro, esta vez no me puedo quedar porque tengo que ir a mi casa ya que me queda más cerca del lugar al que voy a ir mañana y quisiera poder quedarme pero lamentablemente esta no es la ocasión para poder hacerlo.
Hemos estado intentando algo en el transcurso de todo este tiempo y se puede decir que las cosas han avanzado lo suficiente como para decir que si existe algo, eso que en algún momento dije que nunca va a llegar a tener mi vida ya que prefería estar sola pero que ahora con mucha felicidad puedo decir que lo tengo.
Nunca pensé que llegarías todo momento en el que probablemente pensarían cosas tiernas mientras estoy en la casa de una chica que se supone que al principio única y exclusivamente estábamos para mantener relaciones sexuales, ahora todo cambió y lo que parecía hacer algo para poder satisfacer los mutuamente se ha convertido en una de las cosas más lindas que he tenido en toda mi vida.
Las chicas que se burlan de mí por pensar en ese tipo de cosas, porque todo el mundo sabe que para mí es extraño el hecho de tener esa clase de pensamientos además de expresárselo a los demás, normalmente los tenía solo para mí y cuando los quería decir los reprimía porque sabía muy bien que los demás se iban a burlar de mí, lo curioso es que es exactamente lo que pasó pero eso no quita que a pesar de las burlas que existan entre amigas, me apoyan y saben muy bien que lo que siento por Tzuyu está creciendo convirtiéndose en cariño en vez de odio como el que le tenía al principio de todo.
Eso me hace pensar que uno puede evolucionar y que no siempre la persona que se odia siga siendo así por mucho tiempo.
— ¿En serio no te vas a quedar? —. Escucho su voz triste y sé muy bien que quiere que me quede, es que yo también quiero quedarme pero la circunstancia me dicen que no puedo porque también tengo cosas que hacer, me encantaría poder quedarme aquí para toda la vida; sin embargo, es demasiado pronto como para pensar en ello y es que mudarnos juntas es un paso demasiado grande y una decisión que debemos pensar muy bien para poder tomarla.
No le contesto la pregunta porque sabe muy bien que cuando lo hago al final termino contradiciéndome por completo y me quedo aquí con ella que es lo que más deseo, tengo que luchar con lo que tengo en la cabeza y poder seguir adelante porque si no entonces no me voy a ir de aquí.
Como siempre he hecho todo lo posible para que las cosas que hago en mi trabajo sean perfectas si quiero que siga siendo así, sin importar que estoy ahora con una persona porque eso siempre he pensado que nunca va a llegar a cambiar como me comporto, entonces tengo que ponerme firme y seguir adelante.
Con pasos decididos camino hacia la puerta y al abrirla puedo escuchar Cómo se queja pero al final desiste despidiéndose con un beso en mi mejilla.
— Cuídate —. Decimos al unísono siendo uno de las costumbres que hemos estado construyendo a lo largo del tiempo que tenemos juntas.
Todavía no decimos que nos queremos porque es demasiado pronto como para poder expresarlo de esa forma en cambio lo que hacemos es decirnos que debemos cuidarnos mientras no estamos una al lado de la otra.
Sin nada más que decir sigo mi camino hacia el auto y al entrar puedo ver la asomada por la ventana, despidiéndose con un puchero y me armo de valor para no salir corriendo, entrar nuevamente a la casa y quedarme con ella para ver alguna película.
No sé cómo le ha hecho para sacar esta faceta tan cariñosa de mi parte y sobre todo amorosa, pero lo hizo y eso es una de las cosas más sorprendentes que ha llegado a sacar una persona de mí, creo que el tiempo me hizo saber que la persona que yo menos creía que iba a ser era la misma que haría todo lo posible para que yo estuviera bien.
¿Quién diría que alguien que se supone me odiaba ahora me cuida como si yo fuera su bebé?
Eso me tranquiliza y me hace ver que las cosas pueden cambiar a tal punto en el que personas que se llevaban mal se convierten en posibles parejas futuras.
Mientras estoy concentrada en ver hacia la carretera una llamada me alerta y al atenderla escucho la voz de Tzuyu.
Tan alterada que no duden en frenar y hacer todo lo posible para poder volver lo más rápido posible.
— Todo va a estar bien, ya voy para allá —. Intento hacer todo lo posible para que los pensamientos que tengo en mi cabeza desaparezcan y poder reaccionar lo más rápido que pueda.
Mis manos tiemblan al igual que el pie que pisa el acelerador pero sigo enfocada en poder llegar lo más rápido posible para que ella no se sienta sola.
Cuándo cruzo la calle que va directo a su casa, siento algo en mi pecho que me dice que me tuve que haber quedado y al llegar puedo ver la sentada frente a la puerta completamente mojada como si le hubieran lanzado un balde de agua.
Salgo corriendo y no me van a abrazarla sin importar que me va a ensuciar.
— ¿Estás bien? —. La tomo de las mejillas y comienzo a examinarla dándome cuenta de que no le han hecho absolutamente nada pero cuando veo sus manos puedo notar los rojas que están y en estas hay un papel.
— Por suerte fui más fuerte pero me dejaron esto —. Al darme el papel lo tomo y enseguida me doy cuenta de quiénes se tratan por la escritura, ya que está en japonés.
Aprieto los dientes y solo asiento porque sé muy bien que ellos están por aquí para saber si yo decido que los voy a apoyar con lo de mi padre.
— De ahora en adelante lo mejor que podemos hacer es quedarnos alguna de las casas juntas —. Deposito un beso en su frente y me doy cuenta de los frágiles que pude llegar a ser una persona que hace todo lo posible para poder protegerte.
Y yo voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que nunca más se vuelvan a acercar a ella.
Porque es lo más valioso que tengo ahora mismo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro