Minatozaki Sana - 15 de mayo de 2022.

La mala suerte me persigue y eso significa que tengo otra sesión de fotos con Tzuyu, esta vez considero que estoy en desventaja porque lo que dije hace un tiempo estuvo tan mal que todavía no puedo sacarme lo de la cabeza, tal vez sí soy una mala persona y puedo llegar a tratar mal a los demás pero no a ese punto, nunca llegaría burlarme de la muerte de alguien y menos de alguien que ha perdido a personas importantes.

Entonces me siento desventaja porque es obvio que tengo que pedirle disculpas por la mala acción que hice y no me siento mal por ello, es decir nada de mí va a cambiar por pedirle perdón a una persona que me cae mal por haberle dicho algo malo, tengo que hacerme responsable de las palabras que digo y sobre todo de mis acciones así que no tengo ningún problema.

Toda mi vida he sido capaz de pedir perdón y en varias ocasiones me lo han aceptado como en otras no, pero bueno cada quien decide a quién perdonar y a quién no, en este caso prefiero que si me perdone porque así tendría la mente más tranquila y sobre todo no sentirme tan mal por ser una desgraciada.

Me da igual el hecho de no haber sabido que sus padres habían fallecido, lo dije y tengo que hacerme cargo porque si no lo hago entonces no soy la persona que creo que soy, mis padres me enseñaron, además de la facilidad de poder comunicarme con los demás, que cuando tengo que pedir perdón entonces lo debo hacer porque si mi corazón me dices por algo.

Puede que para mí sea extremadamente difícil aceptar que me he equivocado porque no soy de ese tipo de chica que le guste sentir que en algún momento puede llegar a equivocarse con cualquier cosa y es por esa razón que hago todo lo posible para que cada una de las cosas que hago sean perfectas pero en este caso no fue así.

Cometió un error de meter a la familia cuando no lo estaba haciendo y me cegué por lo que dijo por una persona que considero que es de la más especial es que tengo en mi vida, y es que, por si no es obvio, me enoja demasiado el hecho de que traten así Dahyun, ella nunca estuvo conmigo por la fama ni mucho menos, solo quería quedarme fuéramos felices y lamentablemente nunca pude llegar a ser la feliz al cien por ciento entonces consiguió alguien más.

A esa chica la cual le tengo tanta envidia porque ahora tiene lo que tanto he querido en secreto.

Tomo una gran bocanada de aire dejando de lado aquellos pensamientos que solamente hacen que me sienta mal y provocan que albergue un dolor en mi pecho el cual prefiero dejar atrás porque me está ahogando.

Y abro la puerta del camerino en donde ella se encuentra.

Ni siquiera se da la vuelta, tampoco hace el intento de ver de quién se trata ni mucho menos.

— ¿Qué haces aquí? —. Su voz es firme, no como las otras veces las que parecía que quería ser irritable, este caso es completamente diferente y parece que ni siquiera quiere darme el gusto de verme a la cara.

— Vengo a... —. Lucho con esos demonios internos que me dicen que debo darme media vuelta y hacer como que nada pasó para que así las cosas fluyan como deben hacerlo pero no puedo hacer eso. — Vengo a...

— Sí no vas a hablar te agradecería que te fueras porque por primera vez no vamos a compartir camerino y créeme que me siento muy feliz por eso entonces mejor vete al tuyo y déjame en paz —. Esta vez no le puedo contestar con algo malo, más bien debo quedarme callada y aceptar cualquier insulto que vaya a decirme porque lo merezco, al fin y al cabo de seguro removí algo que la hizo sentir de esa manera.

— Vengo a pedir perdón —. Deja de hacer lo que está haciendo y escucho como el teléfono que tenía en sus manos cae en la mesa, es un sonido estruendoso y no puedo evitar pegar un brinco de la impresión. — Yo no tenía la menor idea de que habías perdido a tus padres y aún así me siento demasiado mal por lo que te dije así que vine a pedirte perdón —. Ahí es cuando se da la vuelta y puedo ver en su mirada a alguien que está furiosa.

— No tengo por qué aceptar el perdón de una persona que me da igual si mañana la atropella un camión —. En eso tiene toda la razón. — Pero si eso te hace sentir más tranquilo y vas a poder dormir entonces bien —. Sonrío levemente y me quedo viendo lo que está haciendo. — Ya te puedes ir que necesito un momento para mí sola y por favor ya no te me acerques.

Con ese dicho acepto de que ya debo irme y cuando cierras la puerta no siento un alivio, sino más bien algo en mi pecho que me dice que cuando uno hace las cosas mal no siempre salen como uno desea y es por esa razón que te puedo evitar pensar en lo mal que actué.

En estos momentos sinceramente no me importa ser de los mejores modelos que hay en Asia, incluso en el mundo, ahora mismo soy una persona que se acaba de dar cuenta que hirió a alguien de una forma que no debía hacerlo y a pesar de que era divertido de vez en cuando el tratarse mal o insultarse de forma ingeniosa, todo cambio cuando hay una persona tan herida que ni siquiera quiere verte a los ojos y estoy segura que no es porque quiere verse superior a mí o algo así.

Esta vez es porque he sido una desgraciada y pongo a pensar las tantas veces que en algún momento pudo haber sido igual o peor.

Tengo que solucionar esto.