Minatozaki Sana - 30 de diciembre de 2022.

Una de las cosas que más me da miedo desde que soy pequeña es la sangre, no me gusta para nada y es que una vez entré a un lugar que mi padre había dicho que no podía hacerlo, y cuando lo hice pude ver a una persona cubierta de sangre para qué le gritaba barbaridades como si se tratara de un animal que le ha hecho daño a media población mundial.

Cuando se dio cuenta de que yo estaba ahí, me tomó en brazos y nunca se me voy a olvidar las palabras que me dijo las cuales prefiero dejar de lado porque si la sigo teniendo mi cabeza entonces ni siquiera voy a poder tener la capacidad de mirar a la persona a los ojos.

Esa misma que defraudó a la persona que le dio de comer por tantos años y quién le brindó su apoyo para toda la vida, ahora veo que no se puede confiar en nadie y mucho menos una persona como ese hombre asqueroso que tuvo la osadía de vender a mi padre como si se tratara de algún objeto sin valor sentimental.

Cuando tomo el valor suficiente es cuando me doy cuenta de que debo seguir adelante para poder seguir con el plan, ya que si esa persona no me mira directamente a los ojos como se supone que debo hacerlo, entonces ellos no van a parar porque quieren que la justicia vaya lo suficientemente fuerte como para que se den cuenta de que no deberían volver a hacer algo en contra de la familia.

Lo veo justo porque al final va a ser una protección tanto para mí como para Tzuyu, mis amigas que considero mi familia y mi madre.

Entonces tomo el valor suficiente para hacerlo.

Camino y miro al hombre que está amarrado con sangre saliendo a borbotones por todo su cuerpo. — ¿Tu nombre es? —. Lo Interrogo y comienza a toser.

— Es el culpable de lo que pasó con su padre —. Asiento lentamente y cruzo de brazos. — El mano derecha por muchos años del señor Minatozaki que se vendió a unos chinos —.

— ¿En serio por unos chinos? —. Me rio e inclino para poder verlo mejor. — Eres el causante de cada lágrima que derramó mi madre —. Digo con molestia. — Ahora serás el causante de cada lágrima que tus hijos suelten —. Me mira a los ojos y me doy la vuelta. — Disfruten con él, fueron buenos en esto y no quiero que vuelvan a acercarse a mi o a mi familia —. Escucho un disparo y un grito desgarrador inunda el lugar. — La próxima vez que me intente buscar mediante mi novia, los voy a dar de comer a los perros —. Miro el teléfono y atiendo la llamada.

— ¿Amor? —. Entro al auto y lo enciendo. — ¿Cuándo vas a llegar? —. Sonrío.

— Ya voy a llegar bebé —. Miro de reojo el gran peluche que le compré. — Te llevo un hermoso regalo —. Le doy besos al teléfono y salgo del lugar.

Desde la muerte de mi padre he estado buscando al culpable de todo lo que se le hizo a mi familia e incluso a mi carrera por más que no era cómplice de nada.

Todo porque creían que así iban a destruir cada una de las cosas que hizo mi familia para poder llegar en dónde estuvo, pero lo que realmente nunca voy a perdonar es que llegarán a estar cerca de la mujer que amo y eso es por lo que me he vengado de cada uno de los hijos de puta que llegaron a hacernos daño.

Primero fue por el causante de la muerte de mi padre, un hombre del bando contrario que hizo todo lo posible para poder llegar así mi madre y cortejarla de la mejor forma posible, al instante me di cuenta de qué se trataba de aquel hombre tan repugnante el cual mi padre odiaba y le agradezco a las personas que ahora mismo me están apoyando que lo asesinaron en un santiamén.

Luego fue gran parte de su familia que estaba involucrada y por último fue al causante de la muerte de mi padre que no merecía nada más que dolor y sufrimiento el cual tuvo los últimos días de su vida.

Lamento mucho la familia que le tocó tenerlo ya sea de hijo, hermano o padre, no merecen ser familia del humano que comparte sangre con ellos.

Lo bueno de todo es que las cosas ya cambiaron y que por fin terminó todo por lo que luché en estos meses, ahora puedo decir que me desligo por completo de todo lo que tenga que ver con mi familia y ahora voy directamente hacia Corea para poder estar todo el tiempo con Tzuyu.

Hemos estado hablando por llamada y disfrutando de momentos juntas, pero no es lo mismo extraño cada parte de su cuerpo y sobre todo la forma en la que me hacía reír con cualquier comentario el cual estaba muy fuera de lugar pero era demasiado gracioso como para poder decirle de que no debería decir o hacer esa clase de cosas.

Enciendo la radio y tarareo una canción, por fin se ha terminado este año que me ha traído tanto cosas buenas como cosas malas pero sé muy bien que el siguiente va a ser muchísimo mejor porque ya estoy al lado de una persona que a lo cual quiero estar por bastante tiempo de mi vida para no decir que la quiero para toda la eternidad.

Es una chica estupenda y en todo este tiempo que hemos estado separadas me ha comprobado que siente cosas por mí, lo suficiente como para esperar y preocuparse por mí.

Nunca antes nadie se había preocupado por mí que no fuera una amiga muy cercana y agradezco el hecho de que ella sea capaz de eso.

Es una excelente persona y agradezco el hecho de haberle pedido perdón aquella vez porque eso fue el punto de inflexión que me hizo saber que yo era culpable de muchas cosas que habían pasado entre nosotras y que la culpa no se lo recaía en ella.

Estoy muy agradecida por eso porque me abrió los ojos y me hizo una persona de bien, ahora me siento más orgullosa de mí misma y muy orgullosa de cada una de las personas que están a mi lado apoyándome en todo momento y disfrutando de mi compañía.

Quiero a Tzuyu como nunca antes había llegado a hacerlo y espero poder estar mucho tiempo al lado de ella para hacerla tan feliz igual que ella lo ha hecho conmigo en este poco tiempo.

¿Quién iba a decir que dos de las modelos más importantes de toda Asia las cuales se odiaban a muerte iban a llegar a este punto?

A amarse de tal forma que darían la vida por la otra, ahora más que nunca le agradezco a las personas que me hicieron entrar a esa agencia y acercarme más a esa persona que odiaba pero que ahora se ha convertido en lo más importante que tengo en mi vida.

Fin.