Capítulo II
Minatozaki Sana - Mismo día.
Para mí Dahyun es como una vela, puede estar mucho tiempo iluminando tus días más oscuros cuando más la necesitas pero cuando vas a tocarla para apreciar la última luz que te dará, puede llegar a quemarte y herirte tan profundo que te costara demasiado tiempo salir de ese dolor.
Es perfecta en todos los sentidos, al verla cualquiera se deslumbra con tu tez pálida, su perfil perfecto, su sonrisa radiante y hermoso cuerpo, de pies a cabeza es la mujer más perfecta que todo el mundo quisiera tener a su lado el problema es que yo no soy esa persona que le puede dar la vida que ella quiere y con la que tanto sueña.
Mis padres me han enseñado que es mil veces mejor estar solo porque esa persona tarde o temprano va a ir a molestarte a tal punto que del amor vas a pasar a querer que no esté en tu vida todos los días, así que decidí que lo mejor es estar conmigo misma porque sé que no voy a cansarme de mi por nada del mundo.
Es por eso que busco chicas para pasar la noche y con la que más he estado es con Dahyun, nuestra extraña relación ha perdurado por años y la verdad es que no lo quiero cambiar por nada, no es una pareja formal porque no somos exclusivas, ella puede estar con quien quiera y yo igual puedo estar con cualquier persona que quiera.
Tampoco se puede decir que no tenemos nada, digamos que somos esa clase de personas que le sirve de compañía a otra cuando más la necesita pero no son pareja y tampoco se podrían considerar mejores amigas, ella es demasiado reservada como para contarme alguna cosa pero si para pedirme ayuda en ocasiones, yo soy todo lo contrario, le puedo contar algunas cosas pero nunca pedirle un favor.
— Hoy venías enojada, ¿No? —. Me pongo la ropa interior y suspiro. — Te conozco más que nadie en el mundo y la manera en la que lo hiciste es porque algo no te está gustando —.
— Me encontré con alguien que me hace enrabiar —. Contesto y veo como levanta una ceja. — Tú sabes muy bien de quién hablo —. La intento mirar a los ojos, está tan concentrada en ver hacia el techo que prefiero desistir de la idea de que con mi mirada va a entender.
— Cuando actúas así parece que te gusta más que la odies —. Se apoya de sus manos e impulsa para sentarse y verme a la cara. — Tienes que entender que eres la mejor modelo ¿Por qué te vas a poner así por alguien que consideras inferior a tí? —. Cuestiona y me muerdo el labio. — ¿No crees que eres perfecta? —. La agarro de las mejillas y le planto un gran beso.
— Obvio soy mejor que Tzuyu, pero es que sabe como darme para enojarme —. Rueda los ojos y me aparta la mano. — Cuidado con como actúas —.
— No me amenaces Minatozaki Sana —. Me siento a su lado y doy besos a lo largo de su espalda desnuda. — Tampoco intentes volver a coger que ya tuve suficiente —. Le muerdo el hombro y luego lo lamo.
— Sabes muy bien que lo quieres hacer otra vez —. Deslizo la mano entre sus piernas y acaricio suavemente mientras subo.
— Para —. Aprieta las piernas reteniendo mi mano.
— ¿Por qué quieres que pare? —. Interrogo. — Te encanta cuando lo hago hasta que te quedes dormida —. Vuelvo a intentar mover pero se queja.
— Viene alguien —. Dejo de hacerlo al instante y frunzo las cejas. — No quiero que te encuentre aquí porque será un gran problema —. Trago saliva, tal vez ya consiguió a alguien y no quiere que se entere de que yo sigo estando con ella para estos tratos.
— ¿Quién es? —. Me pongo frente suyo y acomodo la camisa. — Dímelo —. Insisto.
— Es alguien que no te importa —. Se levanta y también comienza a vestirse. — Tienes treinta minutos para irte o si no voy a tener que echarte a patadas para que entiendas que llegar sin avisar puede traer consecuencias a tu vida —. Me apoyo de la cama y la miro con una sonrisa burlona.
— Tu más que nadie sabes lo mucho que te encanta que llegue así para follarte —. Le beso el cuello. — No deberías estar quejándote sí al momento en el que cruzo la puerta ya estás con las piernas abiertas esperando que lo haga —. Sus pupilas se dilatan y rio. — Ves Kim Dahyun —. La señalo. — No niegues que te encanto —.
— No estoy negando nada —. Murmura y me mira desde el reflejo del espejo. — Ya tienes menos tiempo, por favor vete que no quiero tener que explicar nada y mucho menos si llega a la prensa —. Muy a mi pesar me levanto y camino hacia la salida siendo seguida por ella. — Para la próxima por favor avisa con antelación —.
— Yo no tengo por qué estar diciéndote cuando quiero venir o no —. Me enoja cuando intenta que yo haga lo que ella quiere.
— Lo más valioso de una persona es el tiempo y siempre has creído que puedes pasarte el mío por el culo —. Camina frente a mí.
— ¿Desde cuándo ese vocabulario? —. Chasquea la lengua y me empuja. — ¡Hey! Eso de la lengua debiste hacerlo cuando estábamos en la cama —. Me pega.
— Desde que te conocí, has hecho cosas muy malas conmigo —. Cuando estoy por contestar me cierra la puerta en la cara.
— Me encanta cuando te pones así —. Grito para que me escuche y camino hacia ela camioneta.
Silbo y me muevo al ritmo de la canción que tengo en la cabeza, definitivamente si que me hacía bien venir a pasar la tarde con Dahyun, ahora que lo pienso se ha convertido en mi escapa desde hace mucho tiempo, debería regalarle algo como agradecimiento aunque eso sería demasiado para lo que acordamos.
Entró a la camioneta y veo como una parecida a la mia pasa frente a mí.
— Cadillac escalade —. Murmuro, no es normal que una persona con tanto dinero esté pasando por aquí a esta hora, entiendo que más tarde para ir a su casa por el vecindario, pero ¿Ahora?
Me encojo de hombros y me pongo en marcha, de seguro también cree que es sumamente raro que yo también esté por aquí.
— Puta madre —. Presiono la pantalla del teléfono para atender la llamada, me estresa cuando me llaman cuando estoy conduciendo y siempre es mi mamá, es como si me estuviera vigilando. — Hola —. La saludo.
— Hasta que te dignas a contestar —. Ruedo los ojos y acelero para salir del lugar lo antes posible.
— Siempre que llamas tanto es porque quieres que te ayude con alguna cosa ¿Qué quieres ahora? —. La conozco tanto que sé que no me llama para saber de mí o algo así.
La relación con mi mamá no es la mejor de todas, aunque si tuviera que elegir a alguno de mis padres sería ella, porque las cosas con mi papá son cada vez peor y más desde que sabe que lo que menos quiero es dedicarme a lo que él hace.
— Tú conoces muy bien a Jessica Jung —. Claro que lo hago, soy la imagen de su marca de moda desde hace un par de años. — Hace poco sacó unas cremas para el cuidado de la piel que las necesito urgentemente, te juro que por culpa de tu padre tengo más arrugas —. Diría lo mismo si no fuera porque sigo siendo joven.
— Veré que hago —. Hago a cortarle pero me detengo. — ¿Cómo está todo por allá? —. Pregunto sintiéndome estúpida al instante que la escucho reír.
— ¿Desde cuándo tan preocupada por nosotros? —. Sabía que iba a responder eso. — Yo estoy perfecta como siempre, los hospitales están perfectos y pronto voy a abrir uno en Tailandia —. Levanto ambas cejas, si que le está yendo bien. — Tú papá sigue en lo mismo, dice que se quiere lanzar a alcalde pero la verdad es que no creo que llegue ni a diputado —. Sonrío un poco por eso, llevan tantos años casados y cada vez parece que se odian más. — Aunque estemos bien nos hacemos viejos y queremos niet- —. Corto la llamada.
Lo que menos quiero ahora mismo es tener una charla en la que ella va a hablar así que más bien escuchar el monólogo de mi mamá del por qué tengo que tener hijos para que tengan nietos porque es su mayor sueño.
Soy modelo y lo que menos quiero es arruinar mi cuerpo, además de que soy lesbiana, para nada quiero tener a un hombre a mi lado fingiendo que todo está bien cuando no es así, incluso cuando casi me obliga a casarme con Taehyung, el chico más gay que conozco, hice hasta lo imposible para no casarme cuando sabia muy bien que lo que menos llegaríamos a hacer era crear bebés.
Prefiero mil veces la vida de soltera porque no tengo a nadie que me esté fastidiando y no le debo nada a nadie, siendo libre estoy mejor y disfruto más la vida.
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