-Madre, te prometo que no correrán ningún riesgo - insistió Robb a su madre Catelyn.

-Robb, aún son pequeños para eso.

-No, no lo son. ¿A qué edad aprendí yo a montar, madre?

-Eso es distinto - refunfuñó Catelyn con los brazos cruzados.

-¿Y qué diferencia hay? - insistió de nuevo - Vamos, Jon vendrá con nosotros, y no habrá nadie alrededor. Solo seremos nosotros cuatro, y los cuatro caballos. No se harán daño.

Catelyn miró indecisa a Robb, hasta que suspiró y asintió con la cabeza.

-Si se hacen daño, cargarás con la culpa - amenazó Catelyn.

-De acuerdo, madre - rió Robb antes de darle un beso en la mejilla e irse corriendo.

Robb se dirigió  hacia los establos, dónde Arya, Brandon y Jon lo esperaban con ansias a saber la respuesta.

-Vamos - apareció sonriente Robb.

-¿Mamá nos ha dejado? - preguntó sorprendida Arya, y Robb asintió.

-De acuerdo, Jon y yo llevaremos los caballos con las riendas y nos iremos los cuatro a un lugar cercano y solitario.

-¿Podemos ir al bosque? - preguntó Brandon.

-Sí, el bosque me parece bien - añade Jon.

-Pues vamos.

Se pasaron andando diez minutos hasta llegar por fin al bosque al que solían ir Ned y Catelyn. 

-Bien, comencemos con la primera lección: subirse al caballo - sonrió Jon.

Arya lo intentó de todas las formas, pero solo consiguió risas por parte de sus hermanos mayores.

-No hace gracia, ¿qué hago si soy baja? - se queja.

-Anda, ven - Robb se acerca a ella, la toma entre su brazos y la sube en la montura, y hace igual con Brandon -. Bien, ahora, comencemos con que el caballo te haga caso y se mueva lentamente.

Arya y Brandon movieron levemente las riendas de sus caballos dirigiédolos a un dirección, y ambos lo hicieron bien.

Después de minutos y minutos de práctica, Robb decidió dar un paso más.

-Muy bien, ¡probemos al galope! - exclamó Robb corriendo con su caballo.

Arya y Brandon se miraron sonrientes y así lo hicieron. Ahora los cuatro corrían por el bosque hasta salir a un prado solitario.