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three. die or kill?... better run

CAPÍTULO 03 ! ¿morir o matar?... mejor correr



















"En donde
Kory y Eddie conocen a Venom"

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Koriand'r caminaba de un lado a otro, nerviosa. Al regresar del hospital Eddie la había llevado directamente a su habitación para que durmiera y él se fue a la cocina. Sin embargo, dormir era lo último que la pelirroja hacía.

Estaba asustada, desesperada y aterrada. Koriand'r sabía de los simbiontes lo suficiente como para asegurar que no eran nada bueno que Eddie tuviese uno. ¡Esa cosa iba a matarlo!

Y sin embargo, no podía decírselo. Sabía que él iba a alterarse apenas escuchara que tenía un extraterrestre en su cuerpo. Pero tampoco podía quedarse callada y dejar que esa cosa lo matara.

Un molesto y fuerte ruido la sacó de su burbuja. Koriand'r salió de la habitación y fue a la sala, donde vio a Eddie recargado de la mesa quejándose.

—¿Estás bien Eddie? —preguntó preocupada, en voz alta debido al ruido proveniente del apartamento del frente.

En respuesta, Eddie empujó las cosas que estaban en la mesa y gritó frustrado e irritado, cubriéndose los oídos. Ella entendió al instante que el sonido le molestaba, así que salió del apartamento y tocó la puerta del frente con paciencia.

—¿Si? —el dueño abrió la puerta, y la miró con aburrimiento.

—Hola —Koriand'r le sonrio con amabilidad—. Disculpe pero mi amigo se siente un poco mal y su ruido feo hace que le duela la cabeza, ¿podría bajar el volumen, por favor?

—Si, como no —dijo con sarcasmo, pero Koriand'r no lo entendió.

—Gracias.

El hombre cerró la puerta y cuando Koriand'r iba a entrar al apartamento de Eddie escuchó nuevamente la música a todo volumen. Gruñó enojada, pero trató de mantener la calma y volvió a llamar a la puerta.

—¿Qué? —preguntó el vecino cuando abrió por segunda vez.

—Creí que había dicho que bajaría el volumen.

Él rió con burla.

—Escucha, niña, es mi casa y yo puedo hacer lo que quiera. Me importa un carajo que tú amigo no se sienta bien. No voy a-

Antes de que el hombre pudiera continuar, Koriand'r lo tomó de la camiseta y lo jaló hacia abajo con tal fuerza que de no haber sido porque el hombre se sostuvo del umbral de la puerta, habría salido volando.

—Escuche usted —siseó. Sus ojos se iluminaron de verde y su piel comenzó a brillar naranja al igual que su cabello—. Mi humano no se siente bien y su horrendo ruido lo está molestando, así que más le vale que le baje o voy a entrar y carbonizaré su estúpida máquina midgardiana de ruido feo. ¿Entendió?

—Si, si vecina, ahora le bajo —dijo el hombre con voz ahogada y las piernas temblando.

Koriand'r lo soltó. Sus ojos, piel y cabello volvieron a la normalidad.

—Gracias —le sonrió antes de darse la vuelta y entrar a la casa, dejando al pobre hombre temblando.

Al regresar a la sala vio a Eddie acostado en el sofá, cubriendo su rostro con una almohada.

—Eddie —se acercó, dándole unos golpecitos en el brazo con el dedo índice—. Ya hablé con el humano de al lado.

En ese momento la música cesó y Eddie respiró tranquilo, lanzando la almohada a otro lado y sentándose.

—¿Qué hiciste?

—Solo le pedí amablemente que bajara su ruido —sonrió con inocencia.

"No abras esa puerta"

—¿Eh?

—¿Dijiste algo?

—No, no. Yo- —Eddie balbuceó—. La voz en mi cabeza dijo que no abriera la puerta.

—¿Voz en tu cabeza? —Koriand'r lo miró con duda y después entendió que se trataba del simbionte—. Oh.

Eddie se levantó cuando tocaron la puerta, caminando a esta con paso torpe. Aún no se le había quitado el aturdimiento generado por la música alta.

—Eddie, uhm... No lo sé, pero si la voz en tu cabeza dice que no abras la puerta creo que... que debes hacerle caso.

Pero Eddie no hizo caso.

Abrió la puerta y Koriand'r retrocedió al instante cuando un hombre entró empujando a Eddie y otros más lo siguieron.

—¡No te muevas! —amenazó el hombre, tomandolo del cuello de la camiseta y empujándolo hacia el centro del lugar.

Otro hombre entró, era alto (solo unos centímetros más que Eddie) y calvo. Koriand'r lo reconoció como el hombre al que le había lanzado fuego en el bosque.

—Hola Eddie.

"¿Quien carajos es este idiota?"

—El señor Drake quiere que le devuelvas su propiedad —miró a su alrededor hasta poner su vista en Koriand'r—. Ah, y también quiere a la chica.

Todos los hombres alzaron sus armas y le apuntaron a Eddie, quien levantó las manos al instante.

"¿Qué estás haciendo?"

—Pues... levantó las manos —Eddie dijo a la nada, bajando las manos de golpe. Koriand'r ladeó las cabeza confusa y los hombres lo miraron raro.

"Nos haces quedar mal frente a la princesa."

—No, eso no es verdad —Eddie murmuró alzando las manos con dificultad, asumiendo que se refería a la pelirroja.

"Si es verdad"

—¡No, no lo es!

"¡Si, es verdad!"

—¡Que no es!

—¿Eddie?

"¿Por que lo haces?"

—Porque soy una persona de buenos modales —Eddie dijo con dificultad.

"Yo mismo voy a resolver esto"

—Eddie, ¿y el parasito? —el hombre preguntó mirándolo. Eddie no respondió, más concentrado en mantener las manos alzadas—. Ya, duérmanlo.

Inmediatamente todos los hombres dispararon a Eddie. Koriand'r se alarmó al ver como de las armas salían unas tiras que le dieron electroshocks a Eddie y su cuerpo se sacudió violentamente. Koriand'r reaccionó rápidamente, caminando hacia él mientras sus ojos comenzaban a brillar. Pero antes de acercarse completamente un tentáculo negro se enrolló en su cintura y la alzó bruscamente del piso haciéndola esquivar un golpe de un hombre.

Ahogó un grito, sorprendida, viendo como de la mano de Eddie salía otro tentáculo que enviaba a un hombre hacia la ventana y a otro lo lanzaba a la pared. Hizo lo mismo con los dos restantes, tomándolos del cuello. Golpeó a uno y luego acercó al hombre calvo hasta que estuvieron cara a cara.

—Perdón por lo de tus amigos —se disculpó con voz temblorosa antes de lanzarlo a la mesita del centro. En ningún momento soltó a Koriand'r.

—¡Eddie! ¿Qué estás-

En ese momento un hombre entró al departamento, disparándole a Eddie, quien se lanzó al piso para evitar las balas, soltando a Koriand'r en el proceso. La pelirroja dio dos vueltas en el piso y se levantó con dificultad, pero apenas lo hizo la jalaron del cabello regresándola al piso de rodillas. Se quejó, escuchando un clic y sintiendo como algo apretaba su cuello. Levantó la mirada y vio al hombre calvo frente a ella sosteniendo un control, apretó un botón y al instante la pelirroja cayó al piso con un grito de dolor. No entendía que era eso pero no le gustaba nada como se sentía.

Eddie se giró de golpe al escucharla gritar, lanzó al hombre que sostenía del cuello, haciéndolo golpearse contra el techo, y un tentáculo negro salió de su mano directo al pie del hombre calvo. Eddie lo alzó con brusquedad, haciéndolo golpear el techo y luego el piso. Koriand'r se sentó, respirando con dificultad. Llevó sus manos a su cuello, sintiendo lo que parecía ser un collar de metal. Gruño, aprestándolo con fuerza y escuchando el ruido que hizo este al romperse. Lanzó el collar hacia un hombre que iba a golpear a Eddie por la espalda, al el objeto ser de metal, el hombre cayó de golpe hacia atrás sosteniendo su rostro con dolor.

"Ella me agrada"

Eddie golpeó al último hombre, lanzándolo con fuerza al piso y haciéndolo caer sobre el calvo.

"¡Excelente! Ahora hay que arrancarles la cabeza y apilarlas"

—¿Por que quieres eso? —Eddie miró a su alrededor aturdido, ignorando por completo el hecho de que estaba hablando con la voz en su cabeza.

"Una pila de cuerpos. Una pila de cabezas"

—¡Eddie! —exclamó la pelirroja señalando hacia la puerta, donde un hombre estaba por entrar.

Eddie (más bien el simbionte) reaccionó rápidamente y un tentáculo salió de su espalda, tomando al hombre y golpeándolo contra la puerta del frente, dejándolo inconsciente.

—Kory... yo- —Eddie balbuceó asustado—. No se que carajos está pasando.

"Toma a la chica y vámonos"

—¿Q-que?

"¿Tengo que hacerlo todo yo?"

Koriand'r chilló sorprendida cuando un tentáculo la jaló hacia Eddie, quien tomó su mano y luego salió corriendo del lugar. Iban a bajar las escaleras, pero Koriand'r se detuvo y lo jaló hacia atrás cuando vio a un hombre armado dirigirse a ellos. Retrocedieron, notando como otro de los hombres salía del apartamento y comenzaba a disparar. Eddie puso a Koriand'r detrás de él y esquivó las balas fácilmente.

"Sujétense"

En un gesto involuntario, Eddie tomó a Koriand'r en brazos y corrió hacia la ventana, saltando esta, tratando de cubrir a la chica lo más posible con su cuerpo para evitar que los vidrios se clavaran en ella. Eddie gritó, pero Koriand'r solo se aferró a él mientras quedaban colgando de la pared con un tentáculo que salió de la espalda del mayor. Se balancearon, cayendo después en el balcón de un departamento, donde unos chicos estaban jugando videojuegos.

—Wow, ¿como hicieron eso?

—Ugh, al parecer tengo un parasito —Eddie dijo con dificultad, levantándose.

Koriand'r se levantó de un salto y extendió ambas manos. Su piel comenzó a brillar de naranja al tiempo que los hombres les disparaban desde la ventana que saltaron anteriormente. Las balas se detuvieron a un metro de ellos, cayendo al piso por la mitad. Los tres chicos gritaron y salieron corriendo. Un tentáculo la tomó de la cintura y la jaló hacia la salida junto a Eddie.

Salieron del edificio por la puerta trasera. Eddie miró a su alrededor con nerviosismo para asegurarse de que no había peligro.

—Sigo... sigo sin acostumbrarme a eso —dijo nervioso, refiriéndose a los poderes de Koriand'r.

La pelirroja lo siguió en silencio, con una mueca. Ella tampoco se había acostumbrado a usarlos mucho. En Brand era rara la vez que hacía uso de estos, la única vez que más los ha usado usado fue durante la guerra de Brand. Durante la guerra que ella misma ocasionó.

Koriand'r se detuvo entonces. Desde que llegó a la Tierra no había pensado ni un minuto en su planeta. ¿Cómo estará su madre? ¿Su padre seguirá furioso? ¿Cómo estará su pueblo? Koriand'r esperaba que todo siguiera mejor. Ella sabía que en el espacio el tiempo pasaba diferente, por lo que en ese momento allá podría haber pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvo ahí. Se preguntó si ya se habrán recuperado de la destrucción a la que ella misma los llevó.

Koriand'r sacudió la cabeza y salió de sus pensamientos cuando escuchó un quejido de Eddie. Lo miró pegado a la pared a poco menos de un metro de altura.

—¡Eddie! —dijo preocupada, acercándose a él—. ¡Oye, cosa fea! ¡Ya bájalo!

Koriand'r escuchó un zumbido detrás de ella, y al darse la vuelta miró una cosa flotante. No sabía que era pero por la cara que puso Eddie podía asegurar que lo habían enviado los hombres malos. La cosa voladora se dirigió con rapidez hacia donde estaban, más específicamente hacia Eddie. Koriand'r reaccionó rápidamente y dio un salto, tomándolo con la mano derecha y lanzándolo con fuerza a la pared del otro lado.

Eddie cayó al piso y se levantó rápidamente, subiendo a una motocicleta y encendiéndola. Un tentáculo se dirigió a Koriand'r, tomándola de la cintura y jalándola para pegarla a la espalda de Eddie y dejarla sentada detrás.

—¿Qué es esta cosa?

Eddie no le respondió, solo arrancó con brusquedad saliendo del callejón rumbo a la calle llena de autos. Koriand'r se agarró con fuerza de él.

—¡Eddie! ¡Un montón de cosas voladoras vienen detrás de nosotros! —chilló la pelirroja.

Eddie gimió, cambiando de carril evitando un dron que se lanzó a ellos y se estrelló contra el asfalto. A ese le siguieron muchos más.

"¡Agáchate!"

Eddie se agachó, y una masa negra salió de su espalda adhiriéndose al pecho de Koriand'r y jalándola para pegarla y que se agachara también.

En ese momento un dron pasó sobre ellos, rozando el cabello de la chica, y después estrellándose en el asfalto al igual que los anteriores. Eddie gritó. Koriand'r imitó su acción.

—¡Gracias!

"No hay de que"

Otro dron se estrelló contra el auto que iba frente a ellos. Koriand'r miró preocupada como este se incendiaba de la parte trasera. Eddie condujo la motocicleta hacia una calle que iba en picada. Otro tentáculo salió de su espalda y se adhirió a la puerta de una camioneta, desprendiéndola y poniéndola en la espalda de la pelirroja para evitar que las balas que el dron lanzó le dieran.

Eddie condujo hacia otra calle, cruzando esta rumbo a la banqueta. Un dron los siguió, estrellándose contra una camioneta y haciéndola explotar. Otro se impactó frente a ellos, creando fuego en donde estaban. Eddie hizo una mueca de dolor mientras la masa viscoza desaparecía. Koriand'r no mostró señales de dolor, después de todo ella era 50 por ciento fuego. Sin embargo, cuando la masa desapareció ella se desplegó de Eddie, y apenas tuvo tiempo de sostenerse para no caer.

La sustancia negra volvió a aparecer, cubriendo el piso debajo de ellos. Cuando la motocicleta se estabilizó siguieron normalmente por la calle, siendo seguidos por un auto.

—¡Ah, si! ¡Tenemos más amigos, que bonito! —gritó Eddie con sarcasmo.

—¡Eddie! ¡¿Te enojarías si hago explotar un auto?!

—¡En estos momentos me da igual!

Koriand'r tomó eso como un permiso, así que se giró. Trató de mantener su temperatura corporal estable mientras su cabello y ojos brillaban. Miró fijamente uno de los autos, las llantas de este comenzaron a soltar humo, y enseguida explotó. Justo en el momento en que las manos de Eddie se cubrieron con la sustancia negra, acelerando la motocicleta, que se elevó en el aire. Eddie gritó al tiempo que unos tentáculos salían de su pecho directo a la motocicleta y su espalda, pegando a la pelirroja a su espalda.

—¡¿Cuando terminará esto?! —gritó aferrándose a él mientras la motocicleta daba un salto y el auto que quedaba los seguía de cerca.

Iban a toda velocidad, destruyendo buzones y señales a su paso mientras la masa viscosa hacía a un lado los autos. En un momento, ambos gritaron cuando dos camionetas salieron a cada lado de ellos, aprisionándolos entre estas. Los tentáculos salieron nuevamente de Eddie, alejando ambas camionetas y dándoles espacio suficiente para no salir lastimados.

—¡VOY A MORIR!

"¡Que no vas a morir!"

Los tentáculos rompieron los vidrios y golpearon a los conductores, volcando las camionetas. Eddie siguió conduciendo, mirando hacia atrás con la pelirroja aferrada a él.

—¡Oye, eso estuvo muy cool! ¡De hecho no te voy a menti-

—¡CUIDADO!

Un auto salió de la calle siguiente, impactando contra la motocicleta. Esta cayó y tanto Eddie como Koriand'r rodaron por el piso con brusquedad. Al tener súper resistencia, Koriand'r no recibió más que unos cuantos golpes y raspones que se curarían rápidamente, su frente se había raspado y una fina línea de sangre rosa brillante bajaba por esta, pero no dolía mucho. Lo que le preocupaba era Eddie.

El hombre calvo de antes salió del auto, informando algo por una radio y luego acercándose a Eddie, acuclillándose a su lado.

—No sabes que horrible dolor de muelas eres para mi, Eddie.

—Ya me conoces —murmuró este con voz ahogada y adolorida—, siempre quiero complacer.

—Aléjate de él —Koriand'r murmuró entre dientes, poniéndose de rodillas en el piso mientras los golpes y raspones desaparecían poco a poco.

—Oh, ¿y que harás si no? —se burló el calvo.

Pero entonces el brazo de Eddie, cubierto por aquel líquido negro, se aferró al cuello del hombre. Las heridas de Eddie se curaron rápidamente y él se levantó con agilidad del piso. Su cuerpo se cubrió por la misma sustancia que su brazo. Koriand'r jadeó, mirando con fascinación y un poco de miedo.

En lugar de Eddie ahora se encontraba una criatura alta de color negro con partes blancas, de ojos blancos y dientes grandes y afilados que se dejaron ver cuando abrió la boca en una sonrisa tétrica.

Ojos, pulmones, páncreas —enumeró, aún sosteniendo del cuello al asustadizo hombre. Su voz era ronca y rasposa e hizo estremecer a Koriand'r—. Tantos canapés, tan poco tiempo.

Sacó su larga lengua, pasándola por el rostro del hombre, quien hizo una mueca y desvió la cabeza. Una bala impactó contra la espalda del simbionte, y este se giró viendo a un hombre que lo apuntaba asustado con su arma. El simbionte lanzó al calvo y luego se fue sobre el hombre, arrancándole la cabeza de un mordisco.

Koriand'r miró aterrada aquello, retrocediendo por instinto aún sentada en el piso. El simbionte se giró a ella y se acercó con dos grandes pasos, la tomó de la cintura y la levantó como si fuese una pluma, cargándola en sus brazos. Saltó sobre unos autos, aplastando estos y tirando todo a su paso, huyendo del lugar. Corrió hacia el muelle, rompiendo la barda de este y lanzándose al agua, agarrando fuerte a la pelirroja.

Al caer al agua, Koriand'r sintió como su piel ardía por varios segundos, recuperándose rápidamente cuando el simbionte salió de un salto, dejándolos en en muelle.

Koriand'r escupió el agua y se arrastró hasta quedar apoyada en en un tubo del puente. Su piel estaba ligeramente pálida. Frotó sus manos, tratando de crear calor. Estas se iluminaron de naranja brillante y poco a poco todo su cuerpo también hasta que recobró su tono naranja nuevamente.

—Kory —Eddie se acercó torpemente a ella—. ¿Estás... estás bien?

Ella asintió, aturdida, mientras su piel dejaba de brillar. Eddie se sentó a su lado y enseguida la cabeza del simbionte se materializó frente a ellos. Koriand'r gimió, pegándose al costado de Eddie, recordando como antes aquella cosa se había comido a un hombre vivo.

—¿Y tú qué cosa eres?

Yo soy Venom —dijo muy cerca de ambos, mostrando sus afilados dientes—, y ustedes son míos.

Koriand'r gimió nuevamente pegándose más a Eddie.

—Te comiste la cabeza de un hombre —Eddie dijo entre dientes.

Combustible para el tanque —respondió normalmente, sin remordimiento alguno—. Escucha con atención Eddie, tú no nos encontraste, nosotros te encontramos a ti —saco la lengua un momento y la pelirroja arrugó la nariz—. Considérate mi vehículo.

—¿Vehículo?

—¿Y a donde vas?

Necesitamos el cohete de Carlton Drake —respondió el extraterrestre—. ¿Te acuerdas de él?

—¿Y... y cómo es que sabes eso? —preguntó Eddie de manera temblorosa, sintiendo la mano de la pelirroja aferrarse a su brazo derecho.

Yo lo sé todo Eddie —se acercó más a él—. Lo sé todo de ti. Estoy en tu cabeza, eres un perdedor, Eddie.

—Oye, déjalo en paz —Koriand'r dijo de mal humor. El simbionte la miró y soltó una risilla burlona.

Eddie gruño y movió las manos.

—¿Te vas a comer a más personas?

Es lo más seguro. Eso es a lo que vinimos —miró a ambos, deteniéndose momentáneamente en la pelirroja—. Cooperen y puede que sobrevivan. Ese es el trato —sentenció.

Koriand'r pasó saliva nerviosa.

—Estas loco, bicho feo.


















☄️ ▭ ♣️ ✧ ˚. ╱STARFIRE.
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