ten. the truth about starfire
CAPÍTULO 10 ! la verdad sobre starfire
"En donde
Kory revela su pasado"
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Kory estaba frustrada.
Por un pequeño momento, ella creyó que todos sus sueños estaban a su alcance. Creyó que al fin había conseguido un hogar y una familia. Había soñado tanto tiempo con pertenecer realmente a un lugar, uno que pudiera llamar hogar, donde nadie la viera como una princesa perfecta, una guerrera o una futura reina, sino que la vieran como lo que era en verdad. Estaba tan cerca de ello, tan cerca de ser feliz. Y luego todo se había ido a la mierda.
En momentos, Kory no comprendía por qué le pasaban tantas cosas horribles, qué es lo que había hecho para merecer todo aquello. Pero luego recordaba: los planetas que destruyó (tal vez no porque ella quisiera, sino porque su padre la manipulaba, pero aún así ella lo había comenzado), toda la gente que dejó sin familia, la sangre de inocentes que llevaba en sus manos. Y su planeta.
Y entonces ella comprendía que, realmente, si había hecho algo para merecer todo aquello. Porque por más que esos últimos meses trató de convencerse de que no era su culpa, su pasado iba tras ella, como cadenas en sus pies impidiéndole moverse. Cadenas que hacían su paso más lento para que, al final, su pasado la alcanzara.
—Esto es una locura —Eddie exclamó, extendiendo ambos brazos a sus costados. Estaban en la (ahora) habitación de Kory, la pelirroja se encontraba sentada mientras Eddie caminaba de un lado a otro frente a ella, con Venom materializado sobre su hombro—. Es una completa locura. ¡Una gran lo- ¡Ouch!
Venom soltó una risa burlona cuando Eddie se quejó ante el golpe que él mismo le había dado en al nuca.
—¿Y eso por qué?
—Por idiota —el simbionte dijo con obviedad—. ¿No ves que la princesa está en uno de esos momentos de autodesprecio y miedo?
Finalmente Eddie se giró a ver a Kory, quien miraba a sus manos en silencio, las cuales sacaban chispas cada tanto, pero sin encenderse completamente.
—Oye —susurró suavemente, sentándose a su lado y tomando su mano, ignorando el pequeño ardor que le causó su piel caliente y dándole un suave apretón—. ¿Qué pasa?
Kory negó, con un nudo en la garganta.
—Vamos, sabes que puedes hablar de lo que sea.
—Lo sé —susurró débilmente, mordiendo su labio inferior. Eddie le dio un suave apretón en la mano, animándola silenciosamente. Kory suspiró de manera temblorosa y lo miró—. Tengo mucho miedo, Eddie.
—Lo sé —Eddie le sonrió con tranquilidad—. Yo también, igual Venom.
—No es cierto.
—... pero no está mal tener miedo —siguió, ignorando las palabras del simbionte y dándole una mala mirada.
—No lo entiendes... —Kory negó.
Por primera vez desde que se conocieron, Eddie vio a Kory con los ojos llenos de lágrimas, como si fuese a derrumbarse en cualquier momento. Y no le gustó para nada.
—Pero puedo hacerlo —Eddie le sonrió, quitándole un mechón de cabello de la frente para verla mejor—, si me dejas.
Ambos se vieron a los ojos por una fracción de segundos, segundos que para Kory fueron una eternidad. No entendía que había pasado, pues al instante su corazón se aceleró y se obligó a sí misma a apartar la mirada.
—Eddie... —suspiró temblorosamente, reuniendo el valor suficiente para decirle todo de una vez por todas—. Yo no soy buena.
El ceño de Eddie se frunció, mientras Venom se estiraba hasta ponerse en medio de los dos.
—¿Qué quieres decir? Kory, eres la persona más buena que he conocido en mi vida.
—No. No lo entienden —su voz se rompió—. Yo no... Yo hice cosas muy malas, Eddie. Y... y fui una tonta porque jamás me di cuenta del daño que le hacía a los demás.
—Kory-
—No, escúchame —interrumpió—. Escúchenme. Es horrible, yo... hice cosas horribles.
Con la atenta mirada de ambos sobre ella, Kory respiró hondo y reunió valor.
—Cuando era niña mi padre me dijo que estaba destinada a la grandeza —murmuró—. Y, para alguien que había crecido rodeada de guerras, eso era un sueño —los miró, con una lágrima solitaria cayendo por su mejilla—. Desde que nací mi padre declaró que sería la próxima reina, y debía comportarme como tal.
»Cuando crecí, lideré muchas batallas, conquisté pueblos y... asesiné a muchas personas —su voz se rompió aún más—. Todo para darle más poder a mi padre y, al mismo tiempo, más poder para mi. Pero jamás lo hice con mala intención. Padre siempre me decía que las personas eran malas, que eran crueles y que si hacía lo que me pedía solo los ayudaría.
»Jamás lo cuestioné. Jamás me pregunté por qué no me dejaba entrar a sus reuniones a pesar de que al final terminaba en medio de sus planes —apretó las manos con fuerza, al punto de que sus uñas se enterraron en las palmas de sus manos y ahogó un sollozo—. Jamás pregunté por qué había barreras rodeando todo Brand.
Kory trató con todas sus fuerzas tragar el nudo en su garganta, sabiendo que no podía seguir fingiendo que estaba bien, que no podía estar tranquila sabiendo todo lo que hizo en el pasado o que no le dolía el hecho de que una vez más su felicidad estaba siendo arrebatada de sus manos.
Y entonces decidió soltarlo, porque sabía que no tenía capacidad de seguir ocultando todo por mucho tiempo más y porque Eddie y Venom merecían saber quien era ella en verdad.
—Soy un monstruo —suspiró de manera temblorosa, el nudo en su garganta haciéndose más grande a cada segundo—. Yo... yo traicioné a mi pueblo y por mi culpa muchas personas inocentes murieron.
Eddie guardó silencio, y Venom simplemente pudo haber considerado que era una charla entre ellos dos, por lo que se ocultó. Kory esperó, pero él no dijo nada y eso la asustó.
—Era el día de mi coronación —comenzó, mirando fijamente a sus rodillas sin atreverse a verlo a los ojos—. Yo... quería paz. No quería mas guerras, no quería mas poder. Solo quería paz. Y creí que, para llegar a eso, debía perdonar.
»Antes de mi hubo alguien más que fue desterrado de Brand. Mis padres jamás me contaron mucho y parecía que el tema simplemente estaba prohibido. Jamás lo mencionaron, y siempre que preguntaba algo me respondían con que no valía la pena volver al pasado. Lo único que sabía de esa persona es que traicionó a Brand, mucho antes de que yo naciera, creando otra guerra.
»Mi padre no cree en las segundas oportunidades, pero yo si lo hacía. Yo creía que todos merecíamos poder enmendar nuestros errores y formar un futuro mejor.
El nudo en su garganta se había intensificado aún más al punto de que le dolía pronunciar cualquier palabra. Sentía una horrible opresión en el pecho y un temor de que, luego de decirle todo aquello, Eddie se alejara. No lo juzgaría, por supuesto, su reacción sería comprensible. Después de todo, nadie querría estar cerca de un monstruo.
—Y yo... —no pudo contener el sollozo que escapó de sus labios— cometí el peor error que alguien puede cometer. Yo... encontré la manera de comunicarme con él, y confié ciegamente cuando me dijo que aquella era la oportunidad de redimirse que tanto había esperado.
»Y le abrí las barreras —susurró con voz rota—. Le abrí las barreras el día de mi coronación, justo cuando todo el pueblo estaba reunido, el momento perfecto para atacar. El momento perfecto para acabar con absolutamente todo —hablaba tan rápido que Eddie apenas era capaz de comprender, pero parecía que aquella era la única manera en la que podría decir todo aquello, más rápido para que las palabras se fueran con el viento y no lastimaran más—. Traicioné a mi pueblo. Traicioné a mis padres. Traicioné todo lo que había construido durante siglos. Todo por una simple tontería.
»No era madura, no veía las cosas como realmente eran. No... —sollozó—. No estaba destinada a la grandeza, ni a gobernar un reino. Estaba tan desesperada por ser aceptada y enorgullecer a mis padres que no pensé en las consecuencias que mis actos traerían. Fui ingenua, egoísta y tonta. Y cuando me di cuenta fue demasiado tarde. Y ahora se que no existen las segundas oportunidades. No para mi.
Eddie se quedo callado, examinando su rostro con atención. No podía, simplemente no podía. El ver a Kory así, tan rota cuando siempre había sido tan alegre (al menos con él) le causaba un malestar en el pecho y unas ganas de mandar todo a la mierda e irse lejos con ella y Venom, a un lugar donde nadie podría hacerle daño a la chica y podrían ser felices los tres tanto tiempo como quisieran.
Pero si quería eso, primero tenía que encargarse de aquella persona que estaba tras ella. Porque algo les decía que solo así Kory estaría en paz.
—Kory, no fue tu culpa-
—No —sollozó, deteniéndolo—. No me digas eso, por favor. No lo digas —se puso de pie, respirando con dificultad—. No quiero compasión, no quiero que me vean como una buena persona. No cuando hice todas esas cosas.
—Kory... —Eddie susurró, poniéndose de pie y extendiendo ambas manos a ella, acercándose con cautela.
—Cometí un gran error —dijo entre suaves sollozos—. El peor error que alguien puede cometer. Fui mala, egoísta. ¡Solo pensé en mi! ¡Solo pensé en mi y en cómo me beneficiaría! Porque no lo hice por mi pueblo, lo hice para que los demás vieran que podía manejar cualquier situación, para que mis padres estuvieran orgullosos. ¡Solo pensé en mi!
Kory sintió que un peso se había levantado de sus hombros, sintió que se liberaba de una de las cadenas en sus pies. Sin embargo, un nuevo peso se instaló en ella al ver cómo Eddie no la veía a los ojos, y esos fue incluso peor. Porque Kory no creía poder con el hecho de que Eddie o Venom la odiaran.
—Las consecuencias de mis decisiones me siguen cada día —susurró—, y se que merezco sentirme como un monstruo.
—No —Eddie la detuvo, acercándose a ella con tal rapidez que Kory se preguntó si había sido realmente él o Venom—. No digas eso. No se te ocurra volver a repetirlo o siquiera pensarlo —llevó una mano a su rostro, limpiando una lágrima solitaria de las mejillas de la chica—. Todos cometemos errores, pero lo importante es salir adelante. No estás sola, Kory.
A pesar de que las palabras de Eddie tenían la intención de tranquilizar, Kory estaba más concentrada en los intensos latidos de su corazón y su respiración agitada. Su pecho ardía, pero esta vez no era por el nudo en su garganta, sino por el fuego que poco a poco estaba esparciéndose por su cuerpo, haciéndola sentir como si en cualquier momento fuera a prenderse fuego, literalmente.
Estaba más concentrada en tratar de que sus manos no se encendieran, por lo que no escuchó a Eddie llamarla. Solo cuando sintió sus brazos rodearla fue que cayó en cuenta de eso.
—Está bien, tranquila —Eddie le susurró con suavidad, acariciando su cabello—. No pasa nada.
Kory se negó a tocarlo también, se negó a abrazarlo de vuelta, temiendo que sus poderes se salieran de control en cualquier momento.
Pero Eddie no se alejó. Venom tampoco lo obligó a alejarse. Solo se quedaron ahí, abrazándola con fuerza, negándose a soltarla a pesar del hecho de que en ese momento ella estaba literalmente ardiendo y no era para nada bueno para ellos. Kory se sintió mal al escucharlo sisear de dolor, se sintió mal por no poder controlarse en ese momento. Pero cuando Eddie la apretó más contra él, sucumbió y lo rodeó con sus brazos, enterrando el rostro en su pecho como si estuviese buscando algo a lo que aferrarse, algo que la mantuviera de pie. Eddie y Venom fueron ese algo, lo fueron cuando el hombre besó su frente y el simbionte se materializó en el brazo izquierdo de su anfitrión, rodeándole la cintura a la chica con fuerza.
Y en ese preciso instante Kory supo que, pasara lo que pasara, ninguno de los dos se alejaría de ella.
—No quiero lastimar a nadie más —murmuró, sintiendo su voz flaquear a mitad de la oración.
—No lo harás —aseguró Eddie—. No lo harás, te lo aseguro —la tomó de ambas mejillas, haciéndola verlo—. Y te aseguro que, sea quien sea el que te esté buscando, no voy a descansar hasta verlo hecho cenizas y saber que tú estás bien.
—Vamos —Venom corrigió, materializándose sobre el hombro de su anfitrión—. No vamos a descansar hasta deshacernos de él. Hay que comerle la cabeza al idiota. Nadie hace sentir mal a nuestra chica.
Una suave risa escapó de los labios de Kory mientras se limpiaba una lágrima. Eddie le sonrió, alejándose de ella. Pronto, su sonrisa fue remplazada por una mirada seria, pero igual cálida.
—Kory, vamos a protegerte —aseguró—. Pero necesito que me digas absolutamente toda la verdad —Kory asintió, viendo a sus pies—. ¿Tienes alguna idea de quién puede ser la persona que vino por ti?
Kory se atrevió a verlo, y cuando sus miradas se conectaron, supo entonces que debía decirle toda la verdad.
Capítulo de relleno,
sorry
☄️ ▭ ♣️ ✧ ˚. ╱ STARFIRE.
#﹆ ̇━━❲ eddie brock/venom fanfiction ❳ ୭̥
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