nine. you can't escape your past
CAPÍTULO 09 ! no puedes escapar de tu pasado
"En donde
las pesadillas de Kory se hacen realidad"
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Kory odiaba el fuego, lo cual, ciertamente, era absurdo. Sacaba fuego de sus manos, su cabello se volvía fuego, controlaba el fuego.
Ella era el fuego.
Y aún así, de alguna manera, Kory lo odiaba y le tenia una especie de pavor en ciertas ocaciones. Todo, por supuesto, debido a lo que había pasado con su planeta. Y ahora ahí estaba.
El cielo, gris a causa de las cenizas, se iluminaba cada vez que había un relámpago. El viento formaba remolinos sacudiendo su cabello y el fuego invadía poco a poco el lugar, rodeándola.
—¡¿Eddie?! —Kory gritó, mirando a su alrededor en busca de sus amigos. Entrecerró los ojos tratando de ver mejor en medio de todo el humo—. ¡¿Venom?!
Estaba rodeada de escombros. El fuego le hacía imposible ver con claridad y se le dificultaba caminar debido a los pedazos de roca que se habían esparcido por todos lados.
A lo lejos divisó algo que le llamó la atención, por lo que no dudó en correr en su dirección. Conforme se iba acercando le era posible notar mejor lo que era. Un cuerpo.
Un cuerpo inerte con una sustancia viscosa que iba desapareciendo poco a poco por el fuego.
—¡No!
Un grito y el sonido que hizo el vaso al caer y romperse inundó la habitación. Kory sudaba frío y sus manos temblaban. Su pecho subía y bajaba con rapidez y su corazón latía violentamente. Sentía un ardor en el pecho y como si le estuvieran apretando fuertemente la garganta para que no pudiera respirar.
La puerta se abrió de golpe por un tentáculo negro, y enseguida un preocupado Eddie entró. La cabeza de Venom, materializada sobre su hombro, giró en todas direcciones buscando alguna amenaza o lo que sea que haya hecho a Kory gritar.
—¿Que pasa? ¿Por qué gritas? —Eddie se acercó a ella, recorriéndola con la mirada en busca de posibles heridas. Al ver que estaba ilesa, suspiró. Pero no pasó desapercibido para él los vidrios en el piso—. ¿Otra vez esos sueños?
Kory asintió rápidamente. Prefería decirle a Eddie y Venom que eran solo sueños, pues no quería preocuparlos.
Eddie, por otro lado, sospechaba que en realidad aquello no eran simples sueños o pesadillas. Kory se despertaba a media noche gritando, parecía muy paranoica y ya casi no quería salir. Eddie no era tonto, Kory había estado así desde la vez que él regresó de su entrevista con Cletus Kasady, cuando la encontró acurrucada en el sofá cubierta completamente con las mantas y sin querer moverse para nada. Y aquello había aumentado desde su salida con Anne y Dan, pues cuando regresó había corrido a encerrarse en su habitación y no salió hasta el día siguiente en la tarde.
Con un suspiro, Eddie se acercó a la cama y se sentó al lado de la chica.
—¿Qué pasa, Kory? —preguntó suavemente—. Sabes que puedes contarme lo que sea.
—Lo sé —ella suspiró, viendo a Venom aún materializado sobre el hombro de Eddie—. Pero... es raro. Creerán que estoy loca.
—¿Y no es así? —Eddie preguntó divertido. Sonrió triunfante cuando Kory rió.
—Uh —murmuró después de unos segundos en silencio—. Yo nunca sueño.
—¿No? —Eddie la miró confuso.
—Nunca —murmuró negando—. No sé por qué. Solo es así.
—Entonces, ¿no has tenido pesadillas?
—Creo que es obvio que no, idiota —Venom dijo con obviedad haciendo sonreír a la chica. Eddie rodó los ojos.
—Estos sueños se sienten muy reales —murmuró, mirando a sus manos—. Como si estuviese pasando de verdad. Como si estuviese ahí.
—¿Y...?
—Creo que son visiones, Eddie —dijo con un suspiro.
—¿Visiones?
—¿Estás sordo o que? —Venom dijo cansado—. La princesa ya lo dijo, no la hagas repetirlo.
—Bien, bien —Eddie resopló—. Entonces, son visiones. ¿Pero de qué?
Kory relamió sus labios, pensando en cómo decírselo sin confundirlo. Sabía que probablemente Venom lo entendería, pero Eddie no.
—Hay fuego... —Kory susurró—. Mucho fuego. Es... aterrador. Se que no debería temerle al fuego, pero...
—¿Pero...? —el castaño animó suavemente.
—Pero es confuso. Yo... Todo se siente tan real, Eddie. Y me asusta. Y no quiero asustarme, pero no puedo evitarlo. Y han pasado tantas cosas raras, como la vez que salí con Anne y Dan. Había alguien ahí, estaba mirándome y-
Kory se detuvo abruptamente, pensando bien en sus siguientes palabras. Finalmente, se giró a él, con una expresión indescifrable en su rostro.
—Eddie, creo que alguien viene.
( starfire )
El hecho de no ser una persona normal ya se estaba volviendo común para Eddie Brock. Pues, a pesar de que hacía algunos meses tenía una vida totalmente común y bien organizada, ahora todo era una completa locura teniendo en cuenta que tenía una especie de masa-extraterrestres (que insistía en ser llamado Venom) dentro de si y había una princesa alienígena de fuego viviendo en su apartamento.
Todo tranquilo.
Aunque las cosas a veces se salían de control, Eddie estaba conforme con eso, con lo que ahora tenía. Claro, su vida se había ido a la mierda antes, pero bien dicen que Dios no quita, multiplica. Tal vez él se lo había tomado demasiado literal. Sea como sea, ahora tenía dos amigos muy especiales, una buena propuesta de trabajo y un televisor nuevo. Genial, ¿no?
Pero si había algo a lo que Eddie no se había acostumbrado era a lidiar con los problemas de chicas... o chicas alienígenas.
Primero fuego, luego superfuerza. Resultaba que podía volar y cubrirse completamente de fuego verde. Sus ojos se volvían completamente verdes, no soportaba las bajas temperaturas. Y ni hablar de su cabello. Pero ahora, ¿visiones? ¿Enserio?
Iba a volverse loco.
—Y yo también me volveré loco si no dejas de darle vueltas al asunto —Venom se quejó, materializado sobre el hombro de su anfitrión, quien caminaba de un lado a otro murmúranos cosas.
—Ella está mal —farfulló Eddie.
—Claro que está mal, pero caminando y hablando como idiota no resolverás nada.
—Cierra la boca —resopló el hombre.
—Tú cierra la boca.
Parecía que Venom quería discutir más, pero escucharon un estruendo proveniente de la calle. Eddie se acercó a la ventana y se asomó por esta.
—No puede ser —susurró incrédulo al ver a dos cosas, que parecían monstruos quemados, caminar por la calle en dirección al edificio.
Lo raro era que nadie en la calle parecía verlos, pues caminaban como si nada.
—¡Kory! —llamó Eddie sin apartarse de la ventana—. ¡Oye, Kory!
La puerta de la habitación se abrió y la chica salió, confundida.
—¿Qué-
Pero antes de que terminara su pregunta un tentáculo negro rodeó su cintura y la jaló hacia ellos. Los ojos de Kory se abrieron con horror al ver lo mismo que Eddie y Venom.
Tenía razón, sin duda. Alguien ya estaba ahí.
—Hay que salir de aquí —dijo Venom, y sin esperar respuesta obligó a Eddie a tomar a Kory del brazo y correr fuera del departamento.
A Eddie todo aquello le recordaba a la primera vez que escaparon de los hombres de Drake. Pero Kory no podía pensar en eso. En nada, en realidad. Mientras corría su mirada estaba perdida en cualquier punto, siendo guiada por Eddie que a la vez era guiado por Venom. Su respiración estaba agitada y sus manos temblaban. Estaba asustada.
—¿Qué son esas cosas? —Eddie preguntó una vez que estuvieron en el callejón trasero del edificio. Kory no respondió—. ¿Kory, me escuchas? Oye —chasqueó los dedos frente a la chica, haciéndola reaccionar—. Oye, ¿qué pasa?
—Es él —susurró, viendo a Eddie con temor.
—¿Él? ¿Quien es él?
Pero antes de recibir una respuesta Venom envolvió a Eddie, dándose la vuelta y parando un ataque de uno de esos monstruos que se había lanzado hacia ellos. Kory gritó por la sorpresa, trastabillando hacia atrás.
—¡Venom! —gritó al ver cómo el segundo monstruo se lanzaba hacia ellos.
—¡Vete!
—¡No, no! ¡Voy a- —extendió ambos brazos a sus costados, esperando que las llamas los cubrieran.
Pero no pasó nada.
Kory abrió los ojos con terror. Lo intento otra vez, y nada. Luego otra, y otra. Pero jamás pasó nada.
—¡Kory, vete! —esta vez no fue solo Venom quien gritó, sino también Eddie.
Con una última mirada, Kory se dio la vuelta y comenzó a correr. Salió del callejón en dirección a la calle. Corrió por esta tan rápido como sus pies se lo permitían pero no demasiado para que las personas lo notaran. Escuchó una especie de rugido detrás de ella, por lo que giró la cabeza brevemente, aumentando el paso al ver a uno de los monstruos seguirla de cerca.
Cuando estaba doblando la calle chocó con alguien, haciendo que ambos cayeran al piso.
—Señorita, ¿está usted bien? —preguntó alguien, no supo distinguir quien, mientras unos se acercaban a ayudarla. Pero Kory se puso de pie por cuenta propia y siguió corriendo.
Para cuando estaba entrando al bosque ya había perdido de vista al monstruo, pero aún así no se detuvo y siguió corriendo. Al llegar a un árbol se apoyó del tronco y trató de recuperarse, respirando agitadamente.
Eso no podía estar pasando. ¿Por qué ahora? ¿Por qué a ella? Estaba tan tranquila y feliz en su nuevo hogar, tenía amigos. Tenía una familia. ¿Acaso la odiaban tanto como para hacerle aquello? Lo único que Kory quería era ser feliz después de tanto por lo que había pasado.
Un grito escapó de sus labios al tiempo que golpeaba el tronco del árbol con su puño, el cual debido a la rabia se cubrió de fuego. El tronco se agrietó debido al golpe, lo que la hizo enfurecerse aún más.
Y sintió algo. Podría haber pasado desapercibido, pero lo escuchó fácilmente. Al girarse, se encontró cara a cara con una de esas cosas. Tenía la complexión de un hombre, pero su piel gris y quemada dejaban muy en claro que no lo eran. Tenían garras afiladas, ojos rojos brillantes y su rostro apenas y se notaba.
El monstruo rugió, lanzándole un golpe que ella apenas y logró esquivar. Cuando se lanzó hacia ella nuevamente, Kory rodó por el suelo y se levantó como pudo, corriendo en cualquier otra dirección.
Cuando se hubo alejado unos cuantos metros se detuvo y miró a su alrededor, suspirando con tranquilidad al no ver nada. Al girarse para ver por dónde había ido, entrecerró los ojos tratando de distinguir algo a través de los árboles, pero estos tapaban toda la luz del día por lo que se le hacía imposible ver más allá de ellos.
Hasta que, entre estos, pudo ver una silueta y se escuchó una respiración agitada. El monstruo comenzó a acercarse con rapidez, saltando las ramas y tirando a otra parte todas las que colgaban de los árboles a su paso. Kory extendió ambos brazos, esperando que las llamas aparecieran.
—No me fallen ahora, por favor —rogó en un murmullo.
Y, como si fuese una alarma que activaba sus poderes, sus manos se llenaron de fuego. Vio al monstruo acercarse, por lo que extendió estas hacia el suelo, prendiéndole fuego y formando un camino en dirección al monstruo. Sin embargo, este se incendió nada más y siguió acercándose.
—Por favor, por favor —suplicó manteniendo las manos en alto.
El monstruo siguió acercándose, y cuando estuvo a un metro de ella dio un salto. El corazón de Kory latió con fuerza y ella cerró los ojos esperando el ataque. Pero contrario a eso escuchó un rugido y cuando abrió los ojos fue justo para ver a Venom lanzarse hacia el monstruo, tirándolo y partiéndolo a la mitad con facilidad.
—Venom —susurró aliviada al verlo, al tiempo que el fuego del camino se apagaba. El simbionte se acercó a ella una vez que sus manos también estuvieron libres de fuego—. ¿Y... y el otro?
—Muerto. No me lo comí, lucía a que iba a saber asqueroso.
Kory suspiró, asintiendo, ya acostumbrada a Venom y su afición por comerse todo lo que se moviera.
Venom se oculto dejando ver a Eddie, que inmediatamente tomó el rostro de la chica entre sus manos para examinarlo.
—Estoy... estoy bien —balbuceó ella, alejándolo suavemente—. ¿Ustedes?
—Todo bien —aseguró Eddie—. ¿Qué eran esas cosas?
Kory mordió su labio inferior con fuerza, viendo al monstruo partido a la mitad tirado a metros de ellos.
—Quemados —murmuró al fin—. Son... criaturas de Brand. O algo así —suspiró—. Los Quemados son seres que los brandarianos podemos invocar, pero a cambio de una parte de nosotros. Todo tiene un costo, y el invocar a los Quemados te quita una parte tu alma.
—Tus poderes no le hicieron daño —señaló Eddie y ella negó.
—Al igual que las personas de brand, los Quemados son seres de fuego. La mitad, al menos. Son inmunes a todo tipo de ataques menos a los míos. Para asesinarlos tienes que darles directo al pecho... —le echó una mirada al Quemado y arrugó la nariz—. O partirlos a la mitad.
Eddie suspiró, alejándose un paso y pasándose una mano por el cabello.
—Esto es una locura —murmuró para si mismo—. ¿Qué harían unos monstruos de tu planeta aquí en la Tierra? ¿Alguien los envió?
—No creo que sólo los hayan enviado, Eddie —susurró ella, acariciando inconscientemente sus manos.
Eddie se giró a ella, mirándola con recelo.
—¿Qué quieres decir?
Kory hizo una mueca: —Un quemado no puede estar demasiado lejos de quien lo invocó. Al menos... no a la distancia de Brand y la Tierra —explicó—. Eso quiere decir que quien los invocó también está aquí.
Eddie se acercó a ella, tomando su mano y mirándola a los ojos.
—¿Tienes alguna idea de quien pueda ser?
Kory titubeó, pero antes de que pudiera decir algo escucharon el característico ruido que hacen las chispas de fuego. Eddie se transformó rápidamente en Venom, quien jaló a Kory pegándola a su costado de manera protectora.
Frente a ellos, el Quemado había comenzado a hacerse cenizas poco a poco, las cuales se elevaron en una repentina ráfaga de aire, formando un remolino que lentamente fue tomando la forma de una persona. Una que Kory reconoció muy bien.
—El tiempo se acaba, Starfire —dijo la voz proveniente de aquella silueta, haciendo que la pelirroja se tensara en su lugar y su respiración se agitara—. No puedes escapar de tu pasado.
Y luego las cenizas se esparcieron, yendose con el viento y llevándose con ellas la poca confianza que Kory había logrado reunir en esos pocos meses.
Al parecer, no todo tenía fin.
☄️ ▭ ♣️ ✧ ˚. ╱ STARFIRE.
#﹆ ̇━━❲ eddie brock/venom fanfiction ❳ ୭̥
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