CAPÍTULO 04 ! si sigue así nos matará

"En donde
Kory tiene malos recuerdos"

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Después de la "amistosa" charla con el simbionte que ahora sabían se llamaba Venom, Koriand'r siguió a Eddie hasta el noticiero. Él no dijo nada en todo el camino, no a ella al menos, pues se la pasó discutiendo con el simbionte. Koriand'r se lamentaba no poder escucharlo también.

—Eddie, tu cosa mágica esta sonando —informó cuando escuchó el sonido de llamada en el teléfono de Eddie, pues él no se había dado cuenta.

Eddie se detuvo, sacando su teléfono y contestando la llamada.

—No puede ser —susurró antes de contestar—. ¿Si?

—Eddie, gracias a Dios, ¿dónde estás?

—¿Esa es Anne? —Koriand'r preguntó curiosa, Eddie asintió haciendo una seña con su mano.

—¿Kory está contigo? Tengo que verlos.

—No, no puedes verme. No puedes- —Eddie balbuceó—. Kory está bien. Y, escucha, no puedes acercarte a mi ahora.

Dicho esto, Eddie bajó el teléfono mientras entraba al noticiero. Koriand'r corrió detrás de él antes de que la puerta se cerrara.

—¡Richard! —llamó al guardia, que lo veía con nervioso—. Richard, tengo que subir —señaló al techo.

—Te quiero como hermano, pero no se puede —el guardia lo miró apenado.

—Te dije que el "no se puede" no existe.

—Perdón Eddie.

—Okey, okey —Eddie murmuró. La pelirroja se quedó detrás de él, sonriéndole al guardia y saludándolo con la mano cuando este la miró—. ¿Puedes darle- Tiene que ver lo que contiene?

—Eddie, por favor —negó, alzando ambas manos y dando un paso atrás—. Necesito el empleo.

"Comamos su cerebro"

—¡No! —la pelirroja dio un salto ante el repentino grito del humano a su lado—. Tú no lo toques, él es mi amigo.

—¿Qué te sucede?

—Eddie, tranquilo.

—Tiene tres empleos para mantener a su familia —balbuceó el castaño, mientras caminaba a la puerta, dejando a la pelirroja detrás—. Ya me- Ya nos vamos.

—¿Nos?

—¡No te muevas! —gritó al guardia, señalándolo. Este se quedó de pie, confundido y preocupado, mientras Eddie salía.

—Lo siento mucho señor, él no se siente bien —Koriand'r dijo levantando la cabeza para verlo a la cara. Le sonrió con timidez antes de darse la vuelta y correr hacia la salida—. ¡Eddie, espérame!

Lo alcanzó cuando él ya estaba al otro lado de la calle, de pie viendo hacia la cima del edificio.

—¿Eddie?

Al instante el cuerpo de Eddie fue cubierto por aquella sustancia negra, dejando ver a Venom. Koriand'r dio un brinco cuando este se giró a verla, dejando ver sus dientes.

—Sujétate princesa.

—¿Qué?

Apenas tuvo tiempo de asimilar sus palabras cuando Venom se acercó a ella, envolviendo una de sus grandes manos en su cintura. Koriand'r gritó de la sorpresa cuando el simbionte dió un un gran salto hacia el edificio. Se aferró al cuello del simbionte cuando la soltó para comenzar a escalar el edificio.

—¡Nunca dije que quería subir con ustedes!

—Deja de lloriquear y sujétate —el simbionte dijo, antes de dar un último salto y quedar acuclillado en la cima del edificio—. Aquí arriba hay mucha paz.

"No me caen bien las alturas" dijo Eddie dentro del simbionte, aunque la pelirroja obviamente no pudo escucharlo.

—Tú mundo no es tan feo, después de todo —Venom dijo, mirando hacia la ciudad que era iluminada por las luces—. Casi me da lástima que llegue a su fin.

—¿Fin? —Koriand'r lo miró con horror—. ¿Dijiste fin?

"¿De que hablas?"

Un intenso ruido se escuchó y varias luces los iluminaron. Un avión pasó sobre ellos, haciendo que el ruido producido por este lastimara al simbionte. Venom gritó, sacudiéndose, y pronto Eddie se destransformó. Soltó a Koriand'r, y enseguida ambos se vieron cayendo del edificio. Eddie tuvo más suerte, puesto que él se resbaló por el vidrio, mientras que la pelirroja cayó directamente del lugar.

—¡Kory!

Un grito aterrado abandonó los labios de la joven. Koriand'r sintió una opresión en el pecho mientras veía a lo lejos como Eddie se resbalaba cayendo poco a poco.

Por favor, por favor, pensó desesperada, cerrando los ojos conforme se iba acercando más y más al piso. Pero nada pasó, y sus ojos se llenaron de lágrimas.

（ starfire ）

El fuego siempre había sido el elemento principal de su planeta. Este se veía en emblemas, banderas, casas, los caminos de piedra, en el palacio e incluso la princesa había sido apodada en honor a este.

Starfire.

Y ahora, el fuego que rodeaba el lugar no hacía más que provocar pavor y pánico en todos los brandarianos. Todos corrían de un lado a otro, tratando de escapar de las llamas y las tropas de gente vestida completamente de rojo, que iban destruyendo todo a su paso.

El ejército de Brand peleaba con su vida para proteger su reino y habitantes. Cientos de cuerpos de soldados muerdos cubrían el sagrado piso del lugar, tanto de las tropas enemigas como de los lugareños. Dentro del palacio, el rey peleaba contra muchos más de los invasores, mientras que la reina corría con muchos niños para ocultarlos, siendo protegidos por sus guardias.

Pero todos eran ajenos a lo que pasaba en la punta más alta del antes hermoso palacio de Brand. En esta, seis de los soldados de las tropas enemigas rodeaban en un círculo a un hombre vestido con una armadura amarilla con rojo, que miraba todo con satisfacción.

—¿No es irónico? —dijo, su voz estaba cargada de burla—. El planeta del fuego... huyendo de este.

Se giró entonces, contemplando a una pelirroja vestida con la armadura característica de la guerrera del lugar y una corona de piedras moradas con destellos rojos en las puntas. Su sonrisa se amplió, viendo a la joven siendo presa del pánico y luchando por contener las lágrimas.

—Oh, mi querida Starfire —se inclinó frente a ella, tomándola del mentón y obligándola a mirarlo a los ojos—, no llores. Esto no es más que el principio de una nueva era. Una que tú, por supuesto, me has ayudado a planificar.

—Yo jamás te ayudé.

—¿Ah no? —se rió con cinismo—. No seas modesta, gran parte de este nuevo cambio lo has hecho tú. Una gran reina, sin duda alguna.

—¡Eres un-

—¡Chst! —puso un dedo frente a ella, y sonrió—. Ese no es el lenguaje adecuado para una dama.

Se puso de pie entonces, haciéndole una seña a uno de los hombres, quien rápidamente tomó a la pelirroja de un brazo y la obligó a ponerse de pie.

—Mira a tu alrededor, Starfire —suspiró, sonriendo con gozo—. ¿No es magnifico?

Ella no respondió, solo fue obligada a observar cómo su gente corría y luchaba contra los seguidores de aquel despiadado hombre que tenía al lado.

—Este será pronto un nuevo reino, gobernado por ti y por mi.

—Jamás gobernaré contigo así.

—Oh, ¿no? —se giró a ella. La sonrisa no abandonó su rostro en ningún momento, pero había una gran chispa de malicia en sus ojos—. Debo pedirte que consideres bien tu decisión. No habría marcha atrás. Si todo sigue así, los matarás.

—No debo considerar nada —siseó—. Se perfectamente que no participaré en esto. Tú vas a estar muerto antes del amanecer, mi padre-

—¿Tú padre? —se burló—. ¿De verdad crees que podrá detenerme otra vez? Por favor, no seas ingenua. Él solo se preocupa por si mismo, por su poder. ¿Qué crees que hará cuando se entere de que su querida y perfecta hija fue la causante de todo esto? ¿Qué crees que hará contigo? ¿Perdonarte la vida? No lo creo.

—Tú no sabes nada-

—Yo si que lo sé, Koriand'r —se inclinó hacia ella, quedando a centímetros de su rostro. La pelirroja pasó saliva y se inclinó hacia atrás—. Se lo suficiente. Lo conozco más que tú, te guste o no. Hará contigo lo mismo que hizo conmigo, sin piedad, sin remordimiento. Y créeme —extendió su mano, tomándola de la garganta. Koriand'r trató de alejarse mientras él al levantaba con facilidad, llevándola a la orilla de la torre—, solo estoy ayudándote. Haré esto menos doloroso de lo que tu padre lo haría.

Y sin decir más, la soltó.

Koriand'r gritó asustada, viendo por última vez el rostro inexpresivo de aquel malvado hombre. Apretó los puños con fuerza, estos comenzaron a brillar al igual que todo su cuerpo y cabello. Sin embargo, nada pasó.

Koriand'r se aterró aún más de lo que ya estaba cuando siguió cayendo en lugar de flotar. Lo intento otra vez, sintiendo el aire golpear su rostro y su respiración cortarse conforme se acercaba al agua que rodeaba el palacio. Pero nuevamente nada pasó.

—¡No! ¡NO!

Y el agua golpeó su cuerpo. Un ardor horrible recorrió todo su ser mientras su piel se volvía pálida cuando el agua helada la envolvió. Lo último que alcanzó a ver fue a lo lejos como aquel hombre se daba la vuelta y desaparecía para seguir destruyendo el lugar.

Y todo se volvió negro.

（ starfire ）

—¿Kory? ¿Kory, me escuchas?

La pelirroja abrió los ojos de golpe y respiró profundamente, mirando a su alrededor.

—¿Eddie? —lo miró con confusión, notando como él estaba sobre ella, ambos en el piso.

—Oye, ¿estás bien? Te... te desmayaste.

Ella asintió, tragando el nudo en su garganta con dificultad y llevando sus manos temblorosas a limpiar las lágrimas en sus mejillas. Su piel estaba pálida, así que se alejó del castaño para frotar sus manos, las cuales se iluminaron con el ya característico brillo que se extendió por todo su cuerpo, dejando nuevamente su piel con su leve tono naranja normal.

—¿Qué hacemos aquí? —preguntó levantándose, notando que estaban en una oficina y los vidrios de la ventana rota estaban esparcidos por el lugar.

—Dejando la evidencia.

Eddie se acercó tembloroso al escritorio, tomando un bolígrafo y un pedazo de papel y escribiendo algo en este, para después dejar su teléfono al lado.

Suspiró cansado, mirando al frente, mientras Koriand'r se quedaba aún en su lugar asimilando lo que había pasado tan solo unos minutos atrás.

"¿Saltamos?"

—¡Oh, no! Definitivamente no —exclamó Eddie, llamando la atención de la pelirroja. El castaño se dio la vuelta, tomando a Koriand'r de la mano, jalándola fuera, llevándola directo al elevador. Ella lo siguió sin decir nada.

"Marica" se burló Venom de Eddie cuando entraron al elevador.

—¿Segura que estás bien? —insistió Brock—. Te ves asustada.

"Está asustada, idiota"

—Estoy bien —murmuró ella mientras las puertas del elevador se abrían.

Eddie dio un paso fuera, siendo detenido de inmediato por la pelirroja que se aferró a su brazo izquierdo viendo hacia el frente, donde todo un escuadrón de SWAT los esperaba con armas en mano.

—¡Las manos! —gritó uno, y Eddie obedeció, pero Koriand'r no, pues no entendía que pasaba—. ¡Al suelo, ahora!

—Esas cosas no me gustan —susurró la pelirroja, refiriéndose a las armas, mientras miraba con curiosidad los puntos de luz roja en su pecho.

Eddie miró a su alrededor, nervioso.

—Oigan, no- No quieren hacer esto, créanme —balbuceó nervioso.

—¡Máscara!

—¡Entendido!

Inmediatamente todo el escuadrón obedeció la orden de su líder y se pusieron las máscaras, aún apuntando con sus armas.

—Okey, como ustedes quieran —Eddie encogió los hombros con resignación—. ¡Máscara!

"Entendido" Venom respondió al instante, cubriendo a Eddie y transformándose con un rugido.

—¡¿Qué carajos es esa cosa?! —gritó uno de los hombres aterrado, comenzando a disparar, siendo seguido por los otros.

Venom rápidamente cubrió a la pelirroja con su cuerpo. Koriand'r se escabulló después hasta una esquina, asegurándose de no ser vista ni tocada por una bala.

Humo cubrió el lugar, haciéndole imposible a la pelirroja distinguir algo de lo que pasaba.

—¡No disparen!

—¡Fuego!

Los disparos volvieron a escucharse y lo único que podía verse era la luz roja proveniente de las armas. Venom rugió, y golpes y más golpes se escucharon, acompañados de gritos de los hombres.

Koriand'r se quedo quieta donde estaba, observando todo con pánico, teniendo vagos recuerdos al ver a los oficiales caer uno por uno debido a los ataques de Venom.

Él es bueno, se repitió a si misma, para alejar aquellos malos pensamientos de su mente.

Un oficial cayó al lado de ella, quien la verla no dudó en tomar su arma y apuntarla con esta.

—¡No, no! ¡Espere! —trató de detenerlo.

Pero él la ignoró y disparó. Koriand'r gritó, sintiendo un dolor en su hombro derecho. No entendía como aquella cosa pequeña podía hacer tanto daño. Debido al dolor, su piel comenzó a brillar y sin poder evitarlo sus manos se encendieron y una llama salió disparada al hombre, quien gritó asustado mientras trataba de apagar el fuego en su pantalón.

Venom había escuchado el anterior grito de la pelirroja, por lo que, después de haberse deshecho del último hombre, se dio la vuelta y se dirigió de un salto hacia ellos. Miró la herida en el hombro de la joven y tomó al hombre de la parte trasera de la playera, alzándolo mientras abría la boca.

"¡Oye no! ¡No nos comemos a los policías!"

—¡Venom, no! —Koriand'r corrió a su lado, tomando uno de sus brazos.

Mala idea.

Había olvidado por completo que sus manos estaban en llamas, y el simbionte soltó de golpe al hombre para girarse a ella y rugirle en la cara, haciéndola retroceder asustada.

"¡Oye! ¡Ten más cuidado con como la tratas!" Eddie dijo enfadado dentro del simbionte.

—Si sigue así nos matará —Venom respondió, sin quitar su mirada de la pelirroja, que lo observaba con culpa y tristeza e incluso algo de miedo.

"No es su intención. No puede controlarlo"

Koriand'r abrió la boca para decir algo, probablemente disculparse, con sus manos aún en llamas. Pero un grito la interrumpió.

Al girarse vieron a Anne, observándolos asustada desde la puerta. Los ojos de la pelirroja se abrieron de golpe y sus manos se apagaron al instante.

—Anne...

Venom desapareció al instante, dejando ver a Eddie.

—¡Anni! ¡Anni, espera! —Eddie dijo desesperado, corriendo detrás de la rubia, quien no dudó e huir.

Koriand'r se quedó en su lugar, mirándolo irse. Bajo la vista a sus manos, las cuales a pesar de ya no tener fuego, seguían de un rojo vivo.

«Si sigue así nos matará»

«Si todo sigue así, los matarás»

Tal vez ellos tenían razón. Tal vez ella solo sabía lastimar y matar. Después de todo, ¿no había hecho ella que su gente muriera? ¿No había sido su culpa todo? Sus errores la habían llevado a donde estaba ahora y debía acostumbrarse a que todos la traten como lo que es: un monstruo.

Y con ese pensamiento, limpio las lágrimas que apenas estaban saliendo de sus ojos y corrió para alcanzar a Eddie.

☄️ ▭ ♣️ ✧ ˚. ╱STARFIRE.
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