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Par de desconocidos

En la mañana del día siguiente Jungkook despertó con una combinación de emociones, era impresionante, hace meses no sentía un mar de olas salvajes golpeando en su interior y así como se sentía tan mal también se sentía maravilloso, aún las palabras de anoche volaban en su mente como pensamientos tentadores y hermosos.

—Déjame ser tuyo esta noche, Ggukie...

Salió de la cama solitaria y recorrió la habitación con la mirada, no se había permitido echarle un vistazo anoche, por supuesto que no lo había hecho ante la perfumada vista del rubio ojiazul de labios gruesos, maldición, ¿cómo podía existir alguien tan hipnotizante? No lo entendía y eso lo atontaba aún más.

Jungkook no era mal parecido, él también tenía una belleza inexplicable que, por supuesto, desconocía porque nunca se había preocupado por notarla, pero antes de la universidad muchas personas intentaron acercarse a él de forma romántica y eso ya le decía algo.

No le interesaba porque en ese momento su mente solo pertenecía a Cosmic Morphine y su identidad.

Pese a que anoche había estado bastante consciente todavía se sentía como un sueño, necesitaba comprobar que todo había sido real, que él de verdad había besado a alguien como Cosmic Morphine y que realmente era la persona que buscaba, aunque de esto último estaba bastante seguro.

—Su identificación, tiene que haber algo aquí que me lo diga todo... —masculló para sí mismo y buscó entre toda la pila de libros y papeles en el escritorio, incluso buscó entre los cajones sin prudencia alguna, solo necesitaba algo que pudiera confirmar cada una de sus teorías.

Y lo encontró.

Halló una credencial desgastada del año pasado, parecía ser de una excursión o algo así, no se fijó en los detalles, él solo dirigió su mirada directamente al nombre y un suspiró abandonó sus labios.

Park Jimin.

Se arrodilló frente al mueble y observó la credencial procesando que era él, definitivamente lo era.

No pudo reaccionar rápido cuando la puerta se abrió dejando ver al portador del nombre sosteniendo un vaso desechable lleno de café en una mano, a diferencia de Jungkook que seguía en pijama, el rubio estaba usando unos pantalones negros bien ceñidos a sus piernas, una camisa blanca con cuello en 'v' y una chaqueta negra de pocas decoraciones, su cabello rubio estaba peinado hacia atrás, ni siquiera se le veían los ojos por el par de gafas negras que llevaba y eso solo aumentaba cuan enigmático se veía.

—Eres extraño, no cualquiera se presenta frente a su compañero de habitación hurgando entre sus cosas el primer día, ¿no lo crees? —Había una sonrisa débil en el rostro de Jimin y con el borde del vaso acarició sus labios curvados—. Es irrespetuoso.

Una sonrisa ingenua apareció en el rostro de Jungkook, no parecía estar leyendo el tono en la voz de Jimin correctamente. Cuando la verdad llegara sería una decepción aniquilante.

—Jimin, yo... —las palabras estaban atascadas, se puso de pie de inmediato y dejó la credencial en el escritorio.

—Tal vez no lo sabes porque eres nuevo, pero aquí nadie me llama por mi nombre.

El tono de voz en Jimin era aterciopelado y tranquilo, no había rastros de malas intenciones, sin embargo, la expresión bajo esos lentes era amargura pura.

Jungkook sonrió, tal vez no había sonreído así en mucho tiempo, tal vez Jimin estaba viendo la primera sonrisa de Jungkook en meses y no lo sabía.

Hubo silencio algunos segundos, el sentimiento de inquietud empezó a crecer, algo no estaba bien.

—Soy Jungkook.

—Okay.

¿Okay?

La sonrisa del pelinegro desapareció gradualmente. Jimin estaba frente a él dando sorbos despreocupados a su café mientras actuaba como si nada de lo de anoche hubiera pasado y eso era doloroso.

—Anoche... —Esperaba que Jimin completara algo, pero no ocurría nada, el contrario solo estaba ahí observando fijamente debajo de esas gafas oscuras.

Jimin ni siquiera hablaba, su presencia por sí sola ya estaba oprimiendo a Jungkook y haciéndolo sentir cada vez más pequeño, era inexplicable.

Jungkook era más grande que Jimin físicamente, incluso era más fuerte, por favor, tal vez podía ganarle en una pelea cuerpo a cuerpo y todavía tenía la protección de Namjoon en la residencia si algo malo pasaba. Estaba en ventaja en muchos aspectos.

Pero Jimin seguía siendo tan intimidante para él y lo sofocaba, quería desaparecer.

—Nos vimos y me besaste —dijo Jungkook completando su propia oración con decepción—. Eres Jimin, eres Park Jimin y yo soy Jeon Jungkook.

El rubio terminó su café sin hablar, caminó hasta el escritorio para colocar su vaso ahí y su cuerpo rozó con el de Jungkook haciendo a este último retener la respiración durante varios segundos.

—Voy a ser claro —empezó a hablar mientras se alejaba de nuevo y se deshacía de las gafas de sol—. No te quiero aquí.

Estaba de espaldas, Jungkook no pudo ver su expresión para deducir lo que Jimin quería decir con eso cuando ni siquiera estaba sonando agresivo.

—¿A qué te refieres exactamente? —preguntó con cautela, intentando conservar la calma.

—No te quiero como compañero de habitación, Jungkook —Jimin giró hacia él, sus ojos azules demostraron un vacío profundo y la expresión en su rostro fue bastante seria que dio escalofríos—. ¿Lo entiendes?

La garganta de Jungkook se quedó seca.

—Como compañero de habitación...

—Eso dije.

—¿Por qué? —Él se sentía en shock—. ¿Por qué no me quieres como compañero?

—¿Debo tener una razón para no quererte aquí? —Jimin sonrió, era una sonrisa traviesa, nada de lo que Jungkook habría esperado ver alguna vez—. Hay muchas habitaciones libres en otras residencias, puedes decirle a tu mejor amigo que te mueva, ¿no es así?

—¿Por qué...? —Los labios de Jungkook estaban entreabiertos y su mirada reflejaba decepción—. ¿Lo de anoche no fue nada?

—¿Anoche? ¿Cuando yo estaba ebrio? ¿No te parece bastante obvio? —Una carcajada seca escapó de los labios gruesos del rubio—. Te confundí con alguien más, eso es todo.

—¿Y con quién me confundiste? ¿Con qué otro Jungkook creíste que estabas?

—¿Qué mierda te importa? —La mirada de Jimin se volvió oscura y la sonrisa falsa se borró de su rostro en un segundo.

—Quiero una respuesta, Jimin, no esta actitud... decepcionante.

Los ojos de Jimin se agrandaron y hubo un brillo particular en ellos, parecía enojado con lo que acababa de escuchar, de nuevo Jungkook no podía leerlo, no podía deducir si el enojo era contra él o si se trataba de algo más personal, solo estaba de pie intentando controlar el incendio propagante que era el rubio.

—¿Qué esperabas? ¿Después de lo de anoche querías que llegara y te tratara como a un amante? ¿Querías repetir? ¿Querías ser mi novio? ¿Qué mierda te parece decepcionante? —Jimin soltó una risa muerta—. No sé de qué hablas, te acabo de conocer.

Jungkook apretó los labios, su mandíbula estaba marcada y su entrecejo fruncido.

—¿Quién eres?

—Soy Cosmic Morphine, todos los jodidos rumores son ciertos, así que haz caso a las advertencias y vete, búscate otra habitación lejos de mí —el rubio se acercó hasta la puerta de madera oscura que estaba al centro de la habitación y la abrió con brusquedad—. Cámbiate de habitación tan pronto como puedas, porque si no lo haces te sacaré yo.

Jungkook tuvo que tomarse una pausa antes de decidir su siguiente paso, se sentía enojado, no específicamente con Jimin, estaba enojado consigo mismo por haberse ilusionado tan rápido y por haber creído que recibiría un trato diferente cuando el rubio gritaba por todos lados ser la verdadera mierda de persona que todos decían que era.

—Está bien —declaró con firmeza volviendo a tomar el control de sus emociones—. Inténtalo, si no quieres estar conmigo vete o intenta todo para hacer que me vaya yo, porque no pienso moverme de esta habitación hasta que no me des razones que valgan la pena.

Tras esas frías palabras por parte de Jungkook, Jimin salió de la habitación dando un azotón a la puerta y Jungkook cayó rendido sobre la silla. ¿De dónde había sacado las fuerzas para sostenerle la mirada a alguien como él? Ni siquiera lo sabía, solo estaba seguro de que acababa de meterse en grandes problemas.

.

.

.

Tercera vez del día donde Jungkook suspiró frustrado involuntariamente, solo pensaba en todo lo sucedido anoche y se sentía como la persona más estúpida del mundo, pero sobre todo la más despreciable.

Primer punto, Jimin estaba ebrio, no estaba en sus 5 sentidos para especificar y seguramente tampoco estaba del todo consciente.

Segundo punto, Jimin y él se besaron, aunque Jungkook no sintió el aroma del alcohol cuando se vieron, sí sintió el sabor y aun así no se detuvo, se sentía bastante culpable por ese punto en particular.

Tercer y último punto, ¿por qué demonios había correspondido el beso? ¿Estaba muy jodido si seguía pensando en la sensación de los labios de Jimin contra los suyos? Tenía que estarlo.

Sus pensamientos estaban en constante desorden, ¿cómo no iba a recibir el rechazo mañanero después de todo eso?

Pero aún tenía derecho a sentirse enojado, ¿no? Jimin literalmente lo corrió de la habitación después de susurrar tantas palabras lindas en la noche, además Jungkook no había ido más lejos pese a los ruegos de Jimin y también los ruegos de su propio cuerpo, eso compensaba las cosas, ¿verdad?

—¿Cómo te fue anoche? —el mejor amigo de Jungkook estaba con la mirada en su portátil y tecleaba con rapidez aun cuando hablaba—. ¿Sobreviviste al famoso Cosmic Morphine?

—Si no hubiera sobrevivido no estaría aquí —Jungkook tomó su té y dio un sorbo, habría pedido café si de pronto todo lo relacionado a eso no le hubiera causado náuseas al recordarle la discusión mañanera con Jimin—. No pasó nada.

—Pero ya lo conociste —agregó Namjoon con un tono de interés—. ¿O no se hablaron?

—Me comunicó amablemente su disconformidad por mi presencia en la habitación y le gustaría que me moviera hacia otro lado tan pronto como sea posible. —¿Amabilidad? Quiso reír.

—¿Le dijiste que ya estás buscando otro lugar? No hay que dejar que el mocoso se sienta con poder —Namjoon dejó de teclear y apartó la mirada del portátil para dirigirla a Jungkook, observándolo por encima de sus lentes de descanso mientras una sonrisa socarrona se dibujaba en su rostro y remarcaba suavemente los hoyuelos de sus mejillas—. ¿Acaso piensa que alguien querría quedarse a vivir con él todo un semestre? Que estúpido.

Jungkook sonrió, era una sonrisa falsa e incómoda porque de hecho alguien sí quería quedarse con Jimin un semestre entero y ese alguien era él, pero desafortunadamente la explicación tras ello era algo que no podía confiarle a su mejor amigo cuando este era la persona que más detestaba a Jimin.

Conoció a Namjoon el primer día de clases del año pasado, en el primer año de universidad del primer día de agosto al ser la primera persona en subir al escenario del auditorio y agarrar el micrófono para dar la bienvenida a los de nuevo ingreso. Ahí lo descubrió, Namjoon era el primero en todo.

El coeficiente intelectual de ambos los hizo conectar de inmediato, Jungkook tuvo interés en Namjoon cuando lo vio desenvolverse abiertamente en esa ceremonia de bienvenida, sintió admiración al verlo platicar con todos los docentes con confianza y también cuando vio a muchas personas esperándolo afuera para felicitarlo por el discurso.

Por favor, Jungkook no era ciego, Namjoon era atractivo, un poco más alto que él, con unos labios carnosos que al curvarse en una sonrisa encantadora hacían relucir los lindos hoyuelos de sus mejillas, voz grave con un tono bajo que sonaba tan educado, ojos más rasgados que los de Jungkook que poseían una profunda mirada filosa denotando poder y ni hablar de lo atlético que se veía. La presencia de Namjoon gritaba "estoy por encima de todos" y eso ni siquiera era desgastante, a muchos les gustaba estar con una persona tan llamativa como él sin sentir envidia, era mera admiración e inspiración, Jungkook era parte de ese montón.

—¡Había un tráfico de muerte! Salí temprano de la exposición para llegar más rápido cuando escuché que iban a cerrar la avenida principal por unas marchas extrañas... —La voz agitada de una persona más llegó a la mesa—. Sólo iré a lavarme las manos y volveré en un momento.

Él era un amigo de Jungkook también, bastante atractivo para ser real, de cabello castaño claro y ojos almendrados, su vida era tan interesante que hablar sobre él podría tomar horas y tan solo sería una breve introducción. Debajo de su traje oscuro y formal se escondían miles de secretos.

—Toma tu tiempo, cariño —respondió Namjoon sonriendo con calma mientras el otro se iba y entonces regresó a teclear en su computadora—. Me siento mal por él, los de su grado sufren mucho en estas fechas.

—Ah, ¿sí? ¿Por qué?

Jungkook sacó su celular y leyó algunas publicaciones en sus redes sociales mientras su mejor amigo hablaba, no era que no le interesara saber, pero en esos momentos su mente se hallaba tan perdida como para escuchar sobre otras cosas que no fueran sobre su compañero de habitación que, aunque se sentía tan ácido de recordar, seguía siendo intrigante.

—Pero creo que podrá con eso, ¿no?

—Sí —contestó suspirando sin haber puesto atención a nada, solo había entendido algo sobre unos cursos y muchas conferencias agotadoras.

—¿Está todo bien contigo? Te siento muy distraído, espero que no sea por tu compañero de habitación.

Vaya, entonces sí estaba jodido, si otras personas también notaban sus comportamientos extraños definitivamente lo estaba, así era como lo sentía y tenía que empezar a hacer lo posible por calmar la voz debatiente de su mente si quería que sus apreciados amigos no interfirieran en la descabellada situación aún inexplicable, tampoco podía alarmarse tanto aún, sabía perfectamente que Namjoon era una persona muy observadora, nunca lo subestimó en ese aspecto.

Como sea, no estaba preparado para contar toda la verdad.

Antes de que Jungkook pudiera negarlo o afirmarlo, el castaño que anteriormente se había ido regresó a la mesa a sentarse, sonriente, sin antes revolver un poco el cabello de Namjoon.

—¿Pidieron algo para mí?

—Pedí tu malteada cuando me enviaste el mensaje, ya no deben tardar en traerla —respondió Namjoon.

—Te extrañé tanto.

—¿Abriste el regalo que envié a tu casa la semana pasada?

—¡Por supuesto que lo hice! ¡Es un brazalete hermoso! Quise usarlo hoy, pero salí a las prisas y olvidé utilizarlo, lo siento mucho.

—No tienes que disculparte, cariño, solo es un pequeño detalle —Namjoon tomó la mano de su pareja y depositó un beso en el dorso de esta—. Tus manos son hermosas y merecen lucir accesorios iguales de preciosos.

Jungkook observó a la pareja discretamente, las escenas románticas algunas veces lo hacían sentir desplazado y resultaban incómodas, tal vez por eso le gustaba más salir con su otro amigo, ansiaba que llegara a la reunión tan pronto como fuera posible.

—¿Pediste algo de comer también, Jungkookie?

—No tengo hambre, desayuné tarde.

—¿Seguro? Deberías pedir algo ligero por lo menos, necesitas tener mucha energía para mañana.

—Estoy bien, Jin, gracias por preocuparte.

Eso no dejó muy convencido a su amigo, pues lo vio fruncir el ceño de inmediato y observar con escepticismo, genial, ahora también estaba luciendo sospechoso para alguien más.

Estaba tan frustrado por no poder calmar sus emociones.

Su amigo apartó la mirada y la puso sobre el menú, Jungkook sabía que no estaba buscando nada, solo estaba pensando en cómo atacar a Jungkook a continuación hasta llegar al fondo de todo y eso era peligroso.

Jungkook aclaró su garganta para sacar un tema nuevo antes de que su amigo pudiera decir algo, pero se vio interrumpido casi al segundo.

—¿Cómo te sentiste en la residencia? ¿Conociste a tu compañero de habitación? ¿Cómo se llama?

Muchas preguntas a la vez, Jungkook quería desaparecer.

El mesero llegó a la mesa con la malteada solicitada mucho rato atrás, Jin le dio un sorbo y después regresó la mirada a Jungkook, el tema no desaparecería fácilmente.

Su amigo Seokjin era una gran persona a sus ojos, el ejemplo a seguir de muchos y la envidia para otros, el rol de Seokjin en su vida era el de un amigo preocupado que se encargaba de consultar las necesidades de Jungkook y atenderlas, tal vez sólo era por su instinto protector al ser mucho mayor que él, también tenía una increíble facilidad con las palabras y por muy irreal que pareciera, hacía que cualquier persona sacara todos sus secretos de un golpe, incluso Jungkook.

—Nada.

—¿Mmm?

—No pasó nada con él.

Solo un par de segundos después se dio cuenta de su error y quiso darse un buen golpe en la frente. ¡Qué estúpido!

—Eso no fue lo que pregunté —el tono de Seokjin era suave, dio un sorbo a su malteada mientras esperaba a que Jungkook contestara, incluso Namjoon estaba expectante.

—Quiero decir que... no hay nada qué contar, ¿sabes?

—¿Entonces no has conocido a tu compañero?

Namjoon alzó una ceja mientras escuchaba la conversación entre ambos, si antes era sospechoso ahora en definitiva era evidente que estaba actuando bastante raro.

—No... O sea, sí, pero no fue la gran cosa.

¿Estaba empezando a ponerse nervioso?

—¿Y quién es el afortunado?

—Está con Cosmic Morphine, ¿puedes creerlo? —Namjoon contestó por él, seguramente tratando de ayudarlo sin saber que estaba haciendo todo lo contrario, había una irritación tan palpable en su voz, seguía molesto.

La expresión calmada de Seokjin desapareció y palideció tanto en cuestión de segundos que hasta Jungkook se sintió preocupado por la expresión. ¿Qué tan malo era Jimin como para que todos reaccionaran de la misma manera solo con oír el apodo?

—¡Quise enviarles mensaje, pero me quedé sin batería otra vez! La clase de hoy estuvo muy agitada, siento que podría morir.

Hoseok apareció sin que ninguno de los 3 chicos en la mesa pudiera notarlo, habían estado tan sumergidos en la conversación y Namjoon seguía tecleando sin cansancio, esto último no era extraño para nadie.

Jungkook esperaba que con la aparición enérgica de Hoseok la tensión se aliviara y el tema pasara a segundo plano, pero al ver la expresión desconcertada de Seokjin supo que sería todo lo contrario.

—Descuida, Hobi, yo acabo de llegar —contestó Seokjin.

—Pero ¿por qué tienen esas caras, chicos? —interrogó Hoseok tomando asiento en la silla libre—. ¿Me perdí de algo?

—Seokjin se acaba de enterar de que el compañero de habitación de Jungkook es Cosmic Morphine —respondió Namjoon y por fin puso la computadora a un lado.

La expresión de Hoseok también cambió totalmente, parecía preocupado, tal vez había algo que Jungkook no sabía y los demás sí.

—Pero no es la gran cosa, no deben preocuparse por mí —habló Jungkook tratando de calmar la situación.

Nadie tenía buena cara, al menos Hoseok estaba tratando de disimularlo dándole una sonrisa reconfortante a Jungkook, pero no pretendía decir algo, todos sabían quién iba a ser el siguiente en hablar.

—¿Lo conociste hoy? —preguntó Seokjin en un tono más tranquilo.

—Anoche.

—¿Y qué te dijo?

Jungkook buscó refugio en Namjoon de forma inconsciente, pero la mirada de su mejor amigo sólo decía con cruel diversión "vamos, contéstale, te está preguntando", así que suspiró resignado antes de contestar.

—Él no me quiere en la habitación.

—¿Por qué?

—Jungkook no necesita distracciones como Cosmic —intervino Namjoon bajo la mirada atenta de su novio—. Si no logramos cambiarlo de habitación me encargaré de sacarlo a él, es una destrucción andante.

—Creo que estoy de acuerdo con Namjoon —siguió Hoseok asintiendo con la cabeza—, mientras lo arreglamos trata de llevar tu distancia, pero si algo no te parece o se comporta grosero es mejor hablar en el edificio para que lo sancionen, cuentas con nosotros para resolver cualquier tipo de problema relacionado a él, puede ser más peligroso de lo que piensas.

—¿Peligroso? —Apretó los puños a escondidas, no le gustaba escuchar esa palabra sobre Jimin, honestamente, no quería conocer la crudeza que albergaba el término por muy real que fuera.

—Si le caes mal a Cosmic, estás deshecho.

—Ni siquiera se encarga de sus propios asuntos y siempre manda a algún idiota en su lugar, hasta para eso es cobarde.

—Él no ataca gente por atacar —intervino Seokjin—, están siendo exagerados, van a espantar a Jungkookie.

—¿Piensas que estoy siendo exagerado? —Namjoon soltó con una risa falsa—. Tú más que nadie sabes lo molesto que ha sido cada que manda a sus personitas a hablar conmigo e intenta humillarme frente a los demás en cada maldita asamblea, su vida es tan aburrida que busca pleitos por la más mínima razón, piensa que puede hacer lo que quiera solo por creerse gangster, pero solo es una pequeña basura insig...

—No hace falta seguir insultando a alguien como él frente a Jungkook, sabemos que nunca va a cambiar... —interrumpió Hoseok con un semblante cansado—. Pero si hace algo, nos encargaremos de hablar con él.

—Yo creo que deberían dejar a Jungkook respirar un momento, sé que lo quieren mucho, pero no deberían de acostumbrarse a solucionar sus problemas siempre —comentó Seokjin—, en esta ciudad si no aprendes a defenderte solo entonces no progresas.

El comentario tomó por sorpresa al menor de la mesa, sus ojos negros detallaron la mirada pesada de Seokjin, era una que nunca lo había visto usar.

—No estás en tu vieja pandilla, Seokjin —contestó Namjoon—, lo único que queremos es ayudar a Jungkook, ha pasado por mucho estas vacaciones, solo pediremos que suspendan a Jimin para que se comporte.

—¡No es necesario hacer eso! —interrumpió Jungkook, no entendía cómo sin decir nada la conversación había llegado a ese punto con todos suponiendo cosa tras cosa y él callado por seguir en su estúpido trance.

—Suspender ya es ir demasiado lejos —Seokjin lo apoyó—. Ni siquiera hizo nada malo.

¿No hizo nada malo?

—¿Y todo lo que hizo antes? Me abstuve de hacer algo porque "Cosmic Morphine pasa por cosas difíciles", pero eso es una jodida mentira y no voy a seguir soportando su presencia irritante.

—Estás siendo exagerado, él sólo está respondiendo como tú respondes.

—¿Estoy respondiendo mal? ¿Piensas que entre los dos soy yo el tirano? Suena como si estuvieras asegurando eso —Namjoon y Seokjin se veían entre sí con una fiereza increíble, los otros dos se sentían fuera de lugar.

—No, pero tal vez necesitas ser más considerado.

—¿Cuál es tu punto, Seokjin? —preguntó Namjoon, su tono era más áspero, tanto Hoseok como Jungkook sintieron el cambio—. Todo el tiempo estás defendiendo a Cosmic Morphine, ¿tienes algo que decir sobre eso?

—No tengo por qué dar explicaciones, mucho menos en esta conversación.

—¿Qué tiene de malo? Escuchemos por qué prefieres defender a un imbécil antes que a mí, ¿mmh? —Namjoon apretó la mandíbula—. Antes que a tu novio.

La conversación no se sentía nada bien para nadie en la mesa, había tensión, una tensión tan espesa y abrumante que sofocaba especialmente a Jungkook al hacerlo sentir como el causante de todo, genial, nuevos puntos se iban agregando a su larga lista de arrepentimientos.

—Buenas tardes, ¿necesitan algo más? —interrumpió una mesera, otra persona que nadie vio llegar por culpa de la conversación.

—¿Eh? Ah... Eh... Sí, sí, voy a ordenar algo —Hoseok comenzó a tartamudear penosamente.

Jungkook solo bajó la mirada y regresó la atención a su bebida como si fuera lo más interesante del mundo mientras Hoseok pedía, después vio la sombra de Namjoon moviéndose sobre la mesa hasta desvanecerse.

Namjoon había tomado sus cosas y se había ido.

Las estrellas se apagaron como si nunca hubieran brillado.

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Tuve la semana más complicada del mundo, estoy feliz de al fin poder traerles el segundo capítulo, ¿empiezan a notar los cambios? Espero que les gusten tanto como a mí, extrañé tanto publicar algo de nuevo.

Por favor, apóyenme con un voto y un comentario, nos leeremos pronto.

—Princess.

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