Capítulo # 2: La melodía.
Y allí estaba frente de él, un edificio tan alto que podía claramente calcular cuarenta pisos encima de él, uno sobre el otro. Observo la sonrisa de Thor y sintió ganas de golpearlo, pero por el momento debía controlar la ansiedad que aún sentía.
El viaje por el bifrost fue de lo más horrible que pudo experimentar, ahora sin sus poderes el vértigo y la sensación de vacío producía en su organismo aquella fatiga que había superado hacia muchísimos años luego de su segundo viaje por el portal. No podía creer que la propia Frigga hubiese sido capaz de proponer semejante idea, incluso la muerte tenía más atractivo ahora que era casi un mortal.
—No puedo esperar a que veas nuestro apartamento —Loki dejo de observar aquella imponente estructura gris para mirar con ignorancia al rubio— ¿No te lo dijeron?
—¿Decirme que?
—Viviremos en el mismo apartamento —No sabía perfectamente lo que significaba el término "apartamento" pero la palabra "mismo" en aquella frase lo perturbaba.
Se quedo en silencio, procesando cada posible futuro al lado de aquel hombre al cual odiaba con todo su ser.
Odín tenía razón en algo, viviría en cuerpo propio todas las carencias que aquel nuevo castigo tenía preparado. No pudo seguir pesando en su oscura suerte porque el rubio le tomo de la mano para empujarlo hacia el interior del sitio.
Cada piso que subían era una condena para sus ahora débiles pulmones, no llevaban veinte pisos cuando tuvo que apoyarse sobre la pared que tenia a un lado para intentar buscar aire.
¿En eso se había convertido?
—¿Cuántos benditos pisos faltan?
—No muchos —Thor sabía que Loki no estaba de humor como para desviar la respuesta— Solo veinte más.
Loki se sentó en el suelo mientras agarraba sus piernas y las abrazaba con sus manos, estaba cansado. Cansado de sentirse herido, de sentirse poco, de sentirse nadie y como combo se le entrego a su miserable vida el no poder usar sus poderes. Tantos conocimientos y libros leídos, los cuales ahora no les servían de nada.
Solo hasta ese instante se dio cuenta de que lo único que le serviría en ese estado era el cinco por ciento de lo que leyó en su niñez.
—¿Loki? —el ex dios del engaño lo miro con odio y el dios del trueno prefirió cambiar de tema— ¿Alguna vez has usado un ascensor? Se siente como si estuvieras dentro de la boca de un...
Loki gruño levantándose del suelo con furia.
Camino hacia el aparato de acero al cual llamo con una visible exasperación, el rubio observo hacia el piso algo decepcionado, solo quería hacerle más llevadera su nueva vida. Lo pensó por un momento y cuando alzo sus ojos se dio de cuenta del que el moreno había tomado el aparato sin siquiera esperarlo, corrió escaleras arriba con todo lo que su porte de dios le permitía, pensando en cómo decirle lo siguiente.
No podía imaginarse a Loki ayudando a un reino al cual detestaba con toda su alma.
Cuando al fin llego al último piso se dio cuenta de que Loki no llegaba, quiso regresarse para así disimular la lentitud con la que ahora se movía pero cuando quiso girar sobre sus talones el ascensor se abrió.
—¿Thor? —Loki se percato del rostro nervioso que tenía el mayor y bufo por aquella escena.
Solo eso le hacía falta.
—Tuve que correr mucho para... —Loki salió del ascensor y observo el largo pasillo, solo habían cuatro puertas en ese lugar y debía de suponer que una seria su nuevo hogar.
—Ahórrate las explicaciones, solo dime donde viviremos para poder ir a mi nuevo aposento.
Thor sonrió corriendo a la segunda puerta de su derecha y saco una tarjeta algo llamativa, la introdujo en su cerradura y en cuestión de unos segundos sonó un "Click" que les dio a entender que se había abierto. El rubio abrió la puerta y paso emocionado al lugar, Loki sabía que parte de esa emoción era el poder estar en ese reino donde podría verse más a menudo con la mortal.
Cuando entro pudo ver lo espacioso que era el lugar. Todo estaba decorado a un estilo muy moderno, de hecho exagerado. Dejo que sus ojos viajaran a cada punto y camino a donde supuso estarían los cuartos. No se equivoco.
El primero que vio tenía un tapiz beige muy llamativo, había cuadros de paisajes y algunos animales. A su derecha había una puerta donde habría de estar su baño y luego de eso una mesita de noche con una lámpara blanca. La cama era de madera de pino, lo sabía por su olor fresco. Sus fundas estaban mezcladas entre un blanco limpio, un beige elegante y un color vino extravagante.
Arrugo su nariz al ver reflejado en ese espacio mucho de su hermano, se giro para mirarlo y pudo notar la sonrisa que tenia. Ignoro el hecho de que incluso en la sala noto colores nada homogéneos entre el color vino, gris, verde y negro.
Camino hacia la segunda habitación y visualizo un lugar muy neutro, odiaba aquellos colores grises con celeste y de inmediato se negó a entrar a ella, caminando hacia la tercera puerta con la esperanza de encontrarse con algo mejor. En esta visualizo una biblioteca repleta de libros, mesas y cuadernos listos y deseosos de algunos apuntes. Alzo su ceja a no comprenderlo y noto que Thor paso a un lado de él mostrándole una cuarta puerta.
—Sabia que te gusta leer así que trate de darte algo con que pudieras pasar tus ratos libres —Loki asintió algo agradecido por eso— También conozco un poco tus gustos así que deje esta habitación para ti.
Loki camino hacia ella y miro hacia el interior. Esa si era su habitación.
Tan similar a la suya, en unos pequeños aspectos.
Había un gran escritorio a su derecha, el cual mantenía en orden una series de objetos -lápices, bolígrafos, plumas, marcadores, tintas, grapadora, e incluso una rara portátil- a su lado, estaba una papelera, luego le seguía un closet aéreo, con ropas elegantes y modernas, deportivas y casuales, en negro, gris, verde, marrón y blanco.
Luego estaba la puerta hacia su baño, a un metro de allí observo el mismo modelo de mesa que vio en la habitación de Thor, pero en esta había una lámpara con aspecto antiguo, dorado con verde olivo. Su luz se veía tenue y eso le producía nostalgia, era su lámpara, la misma que uso muy a menudo en Asgard, cuando era un príncipe.
La cama de roble lucia un tono de barniz más oscuro que el de la habitación de Thor, estaba vestida con una cobija en verde, sus sabanas eran negras y sus almohadas marrones. El tapiz en la pared tenía un ligero color avellanado que le recordaba a la luz de las velas que usaba por las noches para leer a escondidas de sus padres, también observo una enorme ventana, el cual era más como una puerta corrediza de vidrio y daba paso a un balcón donde podría ver a diario el atardecer, cosa que hacía desde muy niño cuando practicaba su magia.
Magia...
Se sentía como si nada en su vida hubiera cambiado y con tristeza volvió a recordar su condena.
—¿Te gusto? —Pregunto su hermano más animado con aquella reacción.
—¿Lo hiciste tu? —no se atrevía a darle el crédito al rubio.
—Sí, con algo de ayuda de madre. Ella sabe más de tus gustos en libro y espacios así que, pedí sus consejos.
—Cuando la vuelvas a ver dile... —No salían de su boca las palabras, quería decirlas pero su orgullo valía más.
Jamás dejaría que Odín se regodeara de su decisión, de sus nuevos propósitos. Él no era Thor, y aquel castigo no le mostraría nada. No le enseñaría nada de lo cual él no haya aprendido ya.
—¿Si? —Tenía esperanzas, podía ver en algunos momentos a su hermano el amable, el considerado.
—Que ya estamos en este inmundo reino y que su idea es peor que la muerte —Cerro la puerta de un solo golpe decido a quedarse dentro de su habitación por el resto de su vida. Solo saldría por comida, por más libros y por lo que requiriera de su presencia.
Thor se marcho a su habitación decepcionado, pero luego recordó la plática que tuvo con su madre.
— Loki es complicado, está herido, roto.
En esos momentos el menor necesitaba espacio, necesitaba volver poco a poco a la normalidad.
Para nadie es sencillo digerir todas las noticias que él tuvo que aceptar en un día, así que solo debía tenerle paciencia. Aunque Odín pensara que Thor también desaprobaba todas las acciones del moreno, no era así.
Siempre lo vería como su hermano menor, y tendría esperanzas en su redención.
Loki lo había decidido, más nunca saldría de allí, pero entonces una melodía lleno todo el lugar, Thor la escucho con agrado y cerro sus ojos, entregándose al reino de los sueños y Loki... No podía creer lo que escuchaba sus oídos.
Se acerco a la ventana y tuvo que salir para poder observar de donde provenía aquella melodía.
Era la flauta de un ángel. No,quien lo tocaba era el ángel.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro