Capítulo # 11: La tragedia.
Las palabras de Alma le taladraron los oídos.
Se encontraba en su cama extrañando las dulces melodías de Alexa, las cuales poco a poco fueron convirtiéndose en nostálgicas y tristes. Era obvio que su presencia ocasiono un antes y un después en aquella hermosa mujer pero... La quería en sus brazos para así poder respirar aquel aroma a durazno fresco que ella desprendía y se dio por enterado, no solo ella cambio, también lo había hecho él.
Camino al balcón por duodécima vez en aquella noche y se encontró con la soledad de la luna; ella sentía lo mismo que él, había perdido a todas sus acompañantes, a todas sus estrellas.
Él la había perdido a ella.
Dio un respiro hondo y salió de su habitación, al pasar por la de Thor noto que aun no llegaba y eso lo aliviaba. Desde que estaba con su grupito de amigos anormales se la pasaba mucho tiempo afuera, y aunque odiara recordarlos ahora era parte de los vengadores y en cualquier momento lo llamarían al equipo.
Un equipo al cual no sabría encajar y que hacia un tiempo atrás enfrento como enemigo. Tenía varias cicatrices de aquella época; divertida de algún modo pero difícil de recordar. En la biblioteca hayo toda su investigación, sin interés alguno hojeo cada uno de sus descubrimientos, sin Alexa no tendría sentido, solo ella lograba activar su poder. Debía de comenzar desde cero para huir sin el uso de su magia.
¡Perfecto!
Saco de su bolsillo uno de esos objetos mágico que Alexa había logrado hurtar de SHIELD y lo tanteo un rato con sus dedos, jugando con el pequeño vidrio que protegía aquella diminuta roca. Un pequeño fragmento azulado que se asemejaba a aquella gema que una vez poseyó en su poder. Si que eran inteligentes esos mortales, lograron duplicar algunos factores de la gema de la mente, pero... Lamentablemente aun era muy diminuta la posibilidad de que lograran imitarla.
Una gema del infinito es imposible de crear, como ellos pensaban.
No le importaba en realidad lo que desearan hacer con ella pero era algo a su favor que aquellos seres poco avanzados lograran eso, con el lograría darle energía a su complicado portal, solo que ahora necesitaba utilizar más la física y olvidarse de su estúpida magia. Como odiaba al padre de todos por quitarle su magia, apretó el medallón en sus manos y grito exasperado por la situación, como odiaba cuando todo se le salía de control, de hecho odiaba a todos y punto.
Se sentó a un lado de aquella mesa donde mantenía los primeros planos que inicio, aquellos que estaba elaborando antes de ser interrumpido por aquellos ojos zafiros que tanto le gustaban. Finalmente Alexa fue una piedra en su camino de ciencia.
Una piedra que deseaba en sus zapatos nuevamente.
¡Maldición!
Tantos pensamientos lo volvían loco, si es que ya no lo estaba.
-¿Por qué creíste que esto me ayudaría? -respiro con dolor, recordando de quien fue aquella maravillosa idea, y aunque podía aborrecer a Odín, a ella; Jamás.
Una vez más sintió la breve necesidad de ver a su madre y aquello no tardo en suceder. Una leve luz dorada en su sala atrajo su atención salió de la habitación en donde estaba con algunos planos en manos, no esperaba encontrarse a la reina de Asgard en aquel piso de Midgard pero era así, frente a él estaba ella radiante y hermosa como siempre. Respiro con lentitud, casi sintiendo que su garganta se cerraba al mirarla, ella le regalo una sonrisa y noto la leve luz blanca que la rodeaba y aquella primera reacción que sintió fue reemplazada por la decepción.
No era ella en realidad pero para hacer una imagen como esa en aquel reino necesitaba mucha energía, cosa que ella no dudo ni un segundo por el simple hecho de verlo y animarlo.
-Madre... -Susurro evitando que se notara su emoción.
-Loki... Hijo mío... Mi pequeño de cabello oscuro -Dijo la dama para sonreírle nuevamente.
Podía sentir la perturbación que estaba sufriendo el mago y no quería que siguiera sintiéndose solo.
-¿Qué haces aquí? ¿Sucedió algo? -No comprendía a que se debía la presencia de aquella mujer que tanto amaba en aquel edificio ya que era imposible que ella supiera lo mucho que la necesitaba al menos que Heimdall... No, eso era imposible, él jamás rompería algún mandato de Odín; y claro estaba que aquel hombre prohibió el contacto de ambos... ¿Entonces qué hacia allí? Porque antes cuando lloro de noche y la necesitaba no vino, cuando sintió la rabia comiéndolo por completo, cuando se sintió solo... Antes ella no apareció... ¿Por qué ahora?
-Siempre tan perspicaz -Dijo la mujer- Necesitaba verte, saber cómo estaba mi hijo... Mi querido niño ¿Por qué la dejaste ir?
Por supuesto, antes tenía a Alexa a su lado.
-¿Qué? ¿Hablas de Alexa? -La mayor asintió provocando un suspiro en Loki, el cual se giro para mirar a la cocina- Soy un dios, no me rebajare en perseguir un humano, si ella se quiso...
-La amas... Eso lo sabemos tu padre y... -Loki se volteo para gritar con fuerza, no le molestaba que ella dijera a voz viva su debilidad por la mortal pero conjuntar aquel hermoso sentimiento junto al adjetivo que utilizaba en aquel hombre que siempre le mintió le enojaba demasiado.
-Él no es mi padre... -Su rostro enrojecido y sus ojos llorosos daban a entender a Frigga que sufría con aquella situación, siempre quiso ser notado por su esposo, siempre quiso que su supuesto padre le amara tanto como a Thor.
-Entonces... ¿Yo no soy tu madre? -Los ojos azules claros de la mujer se humedecieron y Loki tuvo que tragar grueso para pronunciar lo siguiente.
-No... No lo eres -Su voz quebrada se perdió en la habitación y Frigga le sonrió con dolor, acercándose a su pequeño capullo.
Reconocía que solo lo decía por el enojo que sentía, el dolor reflejado en sus ojos esmeraldas le dejaban en claro lo mucho que él la amaba, Loki era un buen embustero pero a ella jamás podría mentirle.
-Si me amas como decías amarme cada noche que llorabas en soledad... Búscala -Ella extendió sus manos al frente y Loki las toco para sentir el frío de la habitación, el frío de su ausencia.
Poco a poco aquella presencia se desvaneció dejándolo solo y peor.
¿Por qué le dijo eso?
Ella sabía lo mucho que la amaba, a pesar de todo era imposible que ella dudara de su amor, que ella creyera en todas aquellas sátiras pero... Y si le creyó, era difícil no hacerlo. Maldecía ser el dios del engaño.
Había mentiras en sus verdades.
Nuevamente le hacía daño, él solo existía para causar caos.
Extrañamente esa noche no regreso Thor. Así paso la mañana solo en aquella oscura y desierta casa. Cuando se canso de aquella soledad impuesta fue al hogar de Alexa, en busca de su último pedido. Al entrar se le hizo difícil no respirar su dulce fragancia, comenzaba a desaparecer entre las estrechas paredes pero seguía allí... Observo cómo cada cosa se llenaba de polvo mientras caminaba todo a su alrededor, cuando al fin se canso de explorarlo todo con sus ojos y estuvo en su habitación la tentación de sentirla cerca lo invadió.
Tomo una de las almohadas y la coloco en su nariz, respirando con suavidad aquel aroma que lo embriagaba.
La extrañaba, al igual que extrañaba a su madre, pero era mejor así, él solo las dañaba.
Tomo lo que ella le había dejado sobre su peinadora y sonrió. Era ágil en conseguir lo imposible, aquel objeto con forma de cristal azul grisáceo sin valor poseía grandes cualidades que él destilaría de su estructura atómica, ningún Midgardiano comprendía lo valioso que realmente era la piedra, la utilizaban como joya puliéndola, cortándola hasta hacerla brillar y tomar la forma deseada; solo que aquello en realidad le quitaba el valor, la cualidad de transferir y soportar la energía cuántica de un portal pero él era un mago experto; el mejor del universo, tal vez e incluso el mejor físico, químico o lo que sea en aquel mundo.
Nada le sorprendía en aquel lugar, menos la ignorancia de su pobladores.
Camino hacia su habitación pensando en la visita de su adorada madre. Comenzaba a cuestionar el paradero de Alexa, quería realmente verla. Toco con descuido la manilla de su puerta cuando sintió aquel portal ultra dimensional abierto y cerrado al instante en el balcón de su hermano, nuevamente se quedo congelado en aquel pasillo frente a su puerta esperando ver a Frigga u Odín, pero en vez de eso llego Thor con Jane en mano, ambos llenos de polvo y sangre.
Aquello no atrajo tanto su atención como ver a la humana de su hermano pálida e incluso enferma.
-¿Qué sucedió? -Podía reconocer el vestido que llevaba la humana, era uno de su amada madre; lo reconocía a la perfección, solo lo había utilizado en una ocasión; para ser exacto un cumpleaños de Thor. La cara del rubio y la expresión en Jane ante aquella pregunta paralizo por un instante su corazón- ¡¿Qué fue lo que sucedió?!
Exigió saber, estaba en su derecho el saberlo todo. No le interesaba si Asgard ardía en llamas y desaparecía, pero si eso causaba dolor en su madre preferiría que no fuera así.
-Loki yo... -Thor intento hablar pero se detuvo y finalmente fue la científica quien le dio la trágica noticia.
-Los elfos oscuros se aliaron con Ultron. Atacaron a Asgard mientras el robot distraía a tu hermano en Sokovia -hizo una pausa deseando que aquello no fuera real, el rostro intuitivo de Loki le atemorizaba demasiado- Thor creyó que dejándome en Asgard me alejaba del peligro pero...
-Es imposible... -observo hacia un lado mientras recordaba la batalla que habían tenido con aquellos seres oscuros- Thor los derroto... ¿Cierto?
Ninguno de los dos recién llegados dijo nada.
-¡¿Cierto Thor?! -el nombrado negó con su rostro compungido de dolor- ¡Maldición! Ni eso haces bien.
Jane observo a Thor quien bajo su mirada derrotado y ella no tuvo más remedio que proseguir.
- Frigga murió en el ataque protegiéndome -sabía que había sido muy directa en dar aquella noticia pero con Loki era mejor hacerlo así, no quería alargar aquella verdad, de todas formas él tenía derecho en saberlo y por supuesto, en sufrir y llorar a su madre al igual que Thor, el cual ya estaba derramando lagrimas por aquella dura realidad.
Loki dio dos pasos hacia atrás, apretando en sus manos aquel artefacto de poder que había tomado de la habitación de Alexa, los cristales en su forma natural herían su pálida piel pero su dolor interno era tan poderoso que no podía sentir el daño que le causaba. El silencio los albergo mientras la mente del dios y mago procesaba aquella información. Fue tan fuerte la impresión que sin darse cuenta su cuerpo se lleno de magia, Odín podía reprimirla pero ella seguía allí en su interior y aquella noticia la reactivo, acumulándose a una velocidad inexplicable y peligrosa. Thor noto la reacción negativa en él y cubrió a Jane sin pensárselo dos veces, para cuando quisieron darse cuenta la magia se había expandido fuera de su cuerpo provocando una pequeña onda explosiva que rompió y movió todo lo que tenía a su paso incluyendo el gran cuerpo de Thor que al ser tocado por aquella energía salió volando literalmente por los aires con Jane en sus manos, cayendo a unos tres metros lejos de donde estaban, detenidos por aquella pared que casi ocasionaba que aplastara a su amada.
Thor suspiro observando el rostro atemorizado de Jane, jamás imagino que aquello ocurriría pero era de esperarse, Frigga lo era todo para el menor; aunque el mismo lo negara. Luego de un minuto en donde Loki miraba a un espacio en blanco en la pared Thor decidió hablar.
-Solo tú puedes ayudarme a encontrarlos, solo tu Loki -Thor le miraba con seriedad- Debes ayudarme a vengar a nuestra madre... Él quiere lo que Jane tiene en su interior, si vamos con ella...
-¿En su interior? -la observo y entendió las razones por las cuales se veía tan mal- ¿Cómo llego a su cuerpo esa cosa?
Se repetía lo mismo, Jane era un imán para las energías negativas.
-Ella quiso ayudar a nuestra madre, el Aether estaría en manos de Alanhim* si no fuera por ella -Thor la observo con orgullo- No sabíamos que Malekith tenía descendencia y ahora quiere vengarse...
-¿Tan desesperado estas que vienes a mi por ayuda? -Dijo el dios del engaño con tono frío y distante, calmando su respiración como todo un guerrero aunque por dentro sentía como agujas el aire que llegaba a sus pulmones.
Realmente deseaba gritar, romper y desaparecer todo lo que estaba a su alrededor.
-No más engaño hermano -Loki se dio la vuelta caminando a la pared para así dejarse caer por ella.
¿De qué le servía fingir que no le importaba la muerte de la mujer que más había amado en su vida?
Y entonces la recordó, derramando lágrimas, sonriéndole triste, él la hirió y lo último que ambos vieron del otro fue el dolor y la desesperación. Ahora era muy tarde para pedirle perdón, la había perdido para siempre.
Pensó en Alexa y en la última petición de su madre, si regresaba por ella, si iba por ella, tal vez no sería tarde para los dos. Él la amaba y no quería verla sufrir como a su madre, ella vino por él para hacerlo recapacitar y allí estaban los resultados.
Aún no era tarde para los dos.
Loki miro con seriedad el rostro de su hermano, sonrió irónico de la situación, de seguro Odín estaría revolcándose de dolor por aquella perdida, al menos eso le brindaba consuelo a su caos interior, ambos sufrían una misma perdida.
-¿Cuándo empezamos?
En aquel trato nacía un nuevo dios, uno que haría lo necesario por huir de los castigos de aquel que llamo padre. Ese día, lleno de tragedias nacía un nuevo Loki, dispuesto a destruir a aquellos seres que extinguieron la vida de su amada y adorada madre. No podría pedirle perdón por su actitud, no podría verla nunca más, pero desde el Valhalla ella lo observaría y sería feliz cuando lo viera como ella deseaba.
Ese día que se perdía en el horizonte dando paso a la noche era el momento. Loki se redimía por decisión propia.
A su modo por supuesto, aún faltaba un engaño más por jugar.
*Alanhim: Un nombre que me invente. No se si signifique algo o si exista.
Frigga murió en TDW pero esta es mi historia por lo que les pido que imaginen que aquello no ocurrió hasta ahora.
Solo aclaro :P
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