Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

💫Unique


Noviembre 1865, Reino Unido.

Corría lo más rápido que podía, su respiración era irregular, sus piernas temblaban y el sudor escurría por todo su cuerpo ocasionando que el camisón que llevaba se le pegara en la espalda y pecho. Su pelo rubio grasoso y enmarañado se atoraba de vez en cuando en las ramas de los árboles, la piedra rosa golpeaba en su pecho con cada aceleración; brillante y llena de magia. Hacía rato que había perdido una pantufla y su pie tenía más de una cortada a causa de las ramas que habían tiradas. Corría y corría, sin embargo el cansancio estaba a nada de ganarle, aún sentía que la perseguían, sentía sus pisadas y gritos cercas. Cuando estaba a nada de darse por vencida la vio; vio una pequeña cabaña que se camuflajeaba con los árboles del bosque, sin pensárselo dos veces retomó la velocidad y corrió hacia ahí.

Tocó lo más quedito pero fuerte a la vez posible, tratando de no llamar la atención de los perseguidores pero lograr atraer la atención de las personas dentro -cruzándose de dedos para que sí hubiera alguien dentro-. Luego de unos minutos la puerta se abrió dejando ver a una muchacha de pelo negro, tapada con una capa. La miró desconfiada para luego hacer una expresión de asombro y dejarla entrar. Ya adentro inhaló aliviada.

—¿Quién eres y qué haces aquí? —preguntó de forma hostil la pelinegra. Rosé se mordió el labio y bajó la mirada, enfocando lo más que podía la vista en la pelinegra, ya que sólo había pocas velas alumbrando el hogar esto debido a que a Jisoo no le gustaba del todo usar la iluminación eléctrica.

—Soy la princesa ilegítima Park Rosé, me están persiguiendo… —no alcanzó a terminar su discurso cuando los gritos de los perseguidores se escucharon a la distancia. Rosé se tensó e inconscientemente se encogió en su sitio hasta quedar sentada en el suelo. Jisoo tragó duro.

—¡Traigan a esa princesa! ¡La necesitamos viva! ¡Necesitamos esa piedra! —gritaba el cabecilla del grupo. Jisoo rápidamente fue a apagar las pocas velas que creaban la iluminación en el hogar dejando sólo una encendida para poder andar dentro de la casa y después jaló del brazo a la pelirrubia para que se pusiera de pie y dirigirla a un pequeño lugar secreto entre la cocineta y el baño. Se trataba de un tipo de sótano pequeño, parecía un estudio improvisado, un refugio. Todo a la vez. Entró y con ayuda de Jisoo bajó las escaleras, la pelinegra tomó una vela que estaba en una repisa del sótano y la encendió para después tendérsela a Rosé.

—No vayas a hacer ningún ruido, hay un pasadizo que te conduce a unos cuantos metros de aquí, úsalo si lo crees necesario, sino quédate aquí después de que se vayan bajaré por ti —le dio una calma sonrisa para después cerrar el sótano cuando se escucharon toques imperiosos en la puerta. Rosé sintió miedo.

—¡Por favor abra la puerta! —gritaron, Jisoo inhaló y exhaló antes de abrir, fingiendo que se acababa de despertar, y a decir verdad tenía bastante lógica puesto que era cerca de las 8 de la noche y para ella una persona que vivía más de noche que de día era algo normal levantarse a esas horas y dormir a eso de las 8 0 10 de la mañana.

—¿Qué desean? Acaban de interrumpir mi sueño, espero que su visita sea rápida —dijo, sonando calmada y somnolienta, los guardias echaron un vistazo hacia atrás tratando de ver el interior de la cabaña.

—Estamos en busca de una joven rubia, con un camisón beige. Trae una piedra rosa colgando del cuello —informó el cabecilla, Jisoo fingió pensarlo y después negó.

—No, a mi cabaña no ha venido una muchacha con tales características, lo que sí puedo decirles es que antes de que llegaran ustedes unos ruidos me incomodaron el sueño sin embargo, nadie tocó a mi puerta y si lo hizo no lo escuché. Además ya es bastante tarde y los lobos no tardan en salir, lo más probable es que no pase la noche —comentó con serenidad, mientras tanto Rosé escuchaba el intercambio de palabras de la pelinegra y el cabecilla.

—Tiene razón, ya es bastante tarde —murmuró sonando desconfiado, Jisoo lo notó por lo que abrió por completo la puerta de la cabaña.

—Igual si gustan pueden entrar a mi hogar, sé todo eso de los protocolos y esas cosas. Entren y asegúrense, igual como les digo acabo de despertarme disculpen el desastre —se disculpó y dejó pasar a dos de los hombres que venían en la agrupación. Los hombres parecieron checar “a fondo” el hogar, iluminando con sus quinqués, al no ver nada más que un montón de libros y ropa tirada decidieron dar por terminada su búsqueda en la cabaña.

—No hay nada capitán —informó la mano derecha supuso Jisoo. El capitán asintió y salió de la cabaña.

—Bien señorita, lamentamos interrumpir su sueño, puede volver a dormir con confianza. Seguiremos buscando a las afueras del bosque. Gracias por colaborar con nosotros —finalizó el cabecilla.

—No hay de qué, espero que la encuentren —comentó despreocupada y después cerró la puerta.

Luego de unos cuantos minutos fue hacia el sótano y abrió de nuevo la puerta, viendo a una pelirrubia asustada, le sonrió y bajó las pequeñas escaleras. Se sentó al lado de ella y se quitó la capa, dejando ver la piedra rosa que colgaba en su pecho. Rosé ahogó un jadeo de asombro al ver como ambas piedras brillaban.

—Stardust, la famosa piedra del amor. Es por eso que te buscan ¿no es así? —Rosé asintió lentamente—, estamos en plena época Victoriana y esta piedra querida es la más buscada en todo el Reino Unido, por su mágico poder de liderazgo, unión, lealtad e inteligencia. Quienes la tienen poseen todo eso además de un alma gemela quien le ayuda y complementa todos los valores que te acabo de decir. Extraño pero bonito a la vez, sin embargo esta piedra tan singular no se encuentra en todas partes, sólo las personas elegidas por el destino encuentran a Stardust, nadie más la obtiene.

—Eso… Eso quiere decir…

—Sí, estaremos unidas por siempre, la piedra nos unió y sólo ella es capaz de separarnos. Rosé, se vienen cosas grandes, con la magia de la piedra podemos hacer muchas cosas buenas, guiar hacia el bien a todo un reino, sin embargo también habrá mucho peligro. Estaremos juntas. Lo prometo.

Continuará...


No sé qué fue lo que hice pero al final me gustó un poco creo que lo pude haber hecho mejor ^^.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro