Caminó por los pasillos de la facultad de modas buscando a su amiga. Le pidió a este que la fuera a buscar para tomar las medidas de todo el "equipo de modelaje".

Saludó a una que otra persona que conocía y llegó al salón privado que Ochako reservó para ellos.

Tocó la puerta que fue abierta por Kirishima que lo recibió con un abrazo por el cuello. Observó el interior del lugar. Era un simple salón con dos grandes sillones de cuero negro, un gran ropero con ropas y colgadores, unos tres espejos llenos de focos con pequeñas mesas con maquillaje y sillas delante de estas y sin olvidar el pequeño podio que estaba en medio del salón donde la castaña tomaba las medidas de los brazos firmemente estirados de Tenya que parecía un maniquí. Río ante su pensamiento.

Entró saludando a todos hasta que buscó a su ex para saludarla.
Tsuyu estaba sentada y en una conversación con otra chica de cabello negro que él desconocía.

Oh, espera.

Sí la conocía.

Era la chica que juraba estaba con Shouto en el starbucks de la esquina de la universidad.

Se le quedó mirando hasta que Ochako le saltó encima agradeciéndole por ir a pesar de no haberle pedido permiso para que esté en eso.

—Deku-kun, ella es Yaoyorozu Momo —presentó Uraraka llamando a la pelinegra que se paró con gran elegancia y se acercó—. Yao-Momo, él es mi otro mejor amigo Mi-

—Midoriya Izuku ¿no? —interrumpió la pelinegra con una fina sonrisa—. Ochako-san habla mucho de ti e Iida-san.

—Pues ella me decía que tenía una amiga de facultad, pero nunca me dijo que se llamaba Yaoyorozu Momo —comentó mirando a su mejor amiga al igual que Momo.

—H-Hey... No me miren así —rogó—. Izuku, prepárate que tú sigues y luego Tsuyu-chan.

—Bien.

—¿Está bien que esperes un poco Tsuyu-chan?

—Está bien, Ochako-chan, gero— dijo la peliverde con una sonrisa—. Sabía que me lo pedirías así que le pedí a Fumikage que me venga a recoger más tarde.

—Lo siento.

El pecoso y la chica de fino porte rieron de ver a Ochako suplicando perdón a la lacia peliverde. Estos dos se sentaron en el otro sillón de cuero viendo el trabajo de la castaña con el de lentes.

—Disculpa, Midoriya-san... —habló la pelinegra llamando al chico.

—¿Que sucede, Yaoyorozu-san?

—Nosotros... ¿No nos hemos visto en otro lugar? Siento que ya te conozco de algún lado.

Se quedó callado pensando en la vez del café pero no creyó que contara como "conocerse" y siguió vagando en sus recuerdos buscando el rostro o alguna característica de Momo sin exito alguno.

—No, Yaoyorozu-san. Creo que lo recordaría —sonrió con la mano apoyada en su cuello.

La chica sólo sonrió.

Siguió conversando con la pelinegra hasta que llegó su turno de las medidas. Tardó su tiempo para que Uraraka midiera sus brazos y piernas además de su abdomen, etc.
Conversaba a la distancia con sus amigos que estaban descansando. Cuando terminó sólo faltaba Tsuyu y la castaña daría indicaciones sobre cada cuanto se reunirían, qué harían y hasta cuanto y cuando tenían para practicar con el modelaje antes de la fecha.

Hablaron en conjunto del tipo de ropa y sus respectivos horarios para pruebas, modelaje y diseño. A pesar de que siempre trataba de mantener su cerebro en la conversación que la castaña trataba de darles su mirada se desviaba a la chica de cabellos negros en una coleta y un mechón suelto.

¿Realmente lo conocía? ¿Conocía a Shouto? ¿Estaría buen consultar sobre ese tema en específico?

No, no y no. Él no era un chismoso y puede que se lo haya imaginado entre tanto estrés con sus trabajos de la universidad y del kinder. Así no pudo evitar pensar en el chico de cabellos bicolores y su mirada seria siendo acompañado por Yaoyorozu en una mesa del starbucks. Tan profundo se había hundido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando el rubio cenizo que se decía llamar su mejor amigo y amigo de la infancia lo saludaba —a su manera, pero lo hacía—.

Este último había llegado hace un rato para estar con Kirishima antes de que los dos se fueran a ver una película al cine a unas cuadras de distancia.

—Hola, Kacchan.

—Deberías ver donde van a parar tus pensamientos, Deku. Esta vez no has murmurado nada.

Se quedó callado otra vez. Algo le estaba pasando que lo estaba haciendo cambiar de cierta forma.

—Vamos, por ayudarme, los llevaré al starbucks de aquí. Yo pago —sentenció la ojicastaño con un brazo alzado.

—¿En serio, cara redonda? —preguntó Katsuki.

—No para t-... —se quedó callada ante la cara suplicante de todos —a excepción de Momo que no entendía nada— pues sabían como reaccionaría ante la negativa. Kirishima movió los labios tratando de decir: "Luego te lo pago". Ochako suspiró resisgnada y asintió—. Sí, bomba andante, yo pago.

Se fulminaron con la mirada, luego todos empezaron a irse hasta el café sin percatarse que Yaoyorozu sonreía por haber conocido al fin a Midoriya.

Estaba feliz por su amigo.