Obi- Wan Kenobi y Satine Kryze
Nota: Tengo como 6 pedidos diferentes para Obi- Wan y Satine jejeje, este es uno de ellos, los demás los iré subiendo por orden de llegada jeje.
Anakin observaba como Obi- Wan y la duquesa parecían muy tentados a discutir el uno con el otro.
- Una presencia militar es la única defensa eficaz contra los separatistas- dijo Obi- Wan cansado y avanzando hacia la duquesa.
- También se puede dialogar con los extremistas- dijo la duquesa poniéndose de pie.
- Primero, tendríamos que callar a sus droides de batalla- dijo Obi- Wan cansado, había dos personas capaz de irritarlo así, y Satine era una de ellas, la peor dadas las circunstancias.
- El sarcasmo de un soldado- dijo la duquesa molesta.
- La negación de una soñadora- dijo Obi- Wan cada vez más cerca de ella.
La duquesa cansada, empujo a Obi- Wan y salió de allí molesta, mientras la reunión la continuaron los senadores.
- Maestro, sería mejor que la siguiera si quiere convencerla- susurró Anakin en su oído- Lo más seguro es que ella quiera que la siga- sugirió
- ¿Cómo es que de pronto pareces saber tanto sobre mujeres Anakin?- preguntó Obi- Wan con sarcasmo y Anakin sonrió nervioso.
- No importa, probablemente tengas razón- dijo Obi- Wan suspirando saliendo de allí tras la duquesa, Anakin sonrió.
Anakin se preguntaba de que iba todo eso entre su maestro y la duquesa, tenía curiosidad, pero ya molestaría a Obi- Wan en cada oportunidad que tuviera hasta saber toda la verdad.
Satine caminaba molesta, más le valía a Obi- Wan haberla seguido, o no volvería a dirigirle la palabra en toda la vida, aunque ella sabía que eso no era cierto, lo había amenazado con lo mismo muchas veces antes, y siempre terminaba volviendo a él, aunque esta vez él había ido a ella. Satine suspiró, recordando como se conocieron.
Mandalore estaba en una terrible situación, el maestro Qui- Gon Jinn y su joven padawan Obi- Wan Kenobi fueron enviados a Mandalore, allí se habían conocido, los habían perseguido mercenarios, y ella y el padawan terminaron enamorándose, siempre vivían inciertos del futuro, pasaron mucho tiempo a solas, él la protegía, mientras su maestro intentaba preocuparse de los asuntos más diplomáticos. Todo era adrenalina, y al mismo tiempo todo era muy romántico. Satine suspiró, habían vivido una aventura apasionante, hasta que él se fue, ella sabía que él se habría quedado, que si ella se lo hubiera pedido él habría abandonado la orden jedi, pero no podía pedirle eso, la orden jedi necesitaba a Obi- Wan Kenobi, ella lo sabía, destinos más grandes le esperaban a Obi- Wan, a pesar de lo que ella había dicho minutos antes, la verdad era que él nunca hacia nada a medias, era por eso que él no había aceptado tener una relación a escondidas, y ella tuvo que dejarlo partir. Aún así nada la había preparado para lo mucho que lo extrañaría, a su único y gran amor.
Aún recordaba las palabras de su hermana cuando Obi- Wan se fue, Bo- Katan aún era pequeña, pero comprendía lo que sucedía al ver a su hermana triste cada vez que el agitado día terminaba.
- Debería haberle dicho, que quería que se quedara- dijo Satine mirando a su hermana y peinando sus cabellos.
- ¿Por qué no se lo dijiste entonces?- preguntó la chica peliroja.
- Porque lo amo- dijo Satine y ella asintió.
Tal y como lo esperaba Obi- Wan apareció en su puerta, estoico y sereno, un verdadero soldado, pero ella sabía que él era mucho más que eso.
- ¿Desea un paseo por la nave maestro Kenobi?- preguntó Satine
- Dejémonos de juegos Satine- dijo Obi- Wan empujándola hacia la habitación y cerrando la puerta tras de ellos, ella se separó de él.
- Veo que sus modales solo funcionan frente a los demás- dijo Satine con sarcasmo mientras se soltaba.
- ¿Pretendes morir Satine? Comprendo tu idealismo, tus sueños, pero no sabes con quienes tratas, los separatistas no son de fiar- dijo Obi- Wan tratando de hacer que ella lo comprendiera.
- Nadie es de fiar Obi- dijo Satine dándose la vuelta, no quería mirarlo, porque le dolía verlo tan cerca y tan inalcanzable.
- ¿Ni siquiera yo?- pregunto Obi- Wan y Satine rio con sarcasmo ante su tono ofendido.
- Ni siquiera usted, maestro jedi, ya no eres un defensor de la paz- dijo Satine cruzándose de brazos.
- No voy a dejar que nada malo te suceda Satine- dijo Obi- Wan comenzando a perder la paciencia.
- ¿No vas a dejar que nada malo me suceda?- preguntó Satine sorprendida y sarcástica- Esto no es personal, esto va mucho más allá de nosotros.
- Satine- dijo Obi- Wan ¿Como podía explicarse para que ella lo entendiera? ¿Cómo podía expresar lo que sentía? ¿Cómo podía decirle que se preocupaba por ella sin crear una ilusión? ¿Cómo podía...
- No, maestro jedi, mi posición será siempre la misma, no dejaré que Mandalore se vea afectado por una guerra de la que no queremos ser parte, los jedi debían proteger la paz ¿no fue por eso para lo que tú y tu maestro se fueron? ¿Para defender la paz?- preguntó no pudiendo ocultar el rencor en su voz.
- No comiences- dijo Obi- Wan dándose la vuelta- Ambos sabemos por que me fui
- Podíamos haber sido mucho más- dijo Satine sin saber en que minuto esa conversación se tornó tan personal.
- No iba a exponerte a una relación a medias Satine- dijo Obi- Wan avanzando hacia ella- Nos habría destruído.
- ¿Más de lo que ya estamos ahora?- preguntó Satine con sarcasmo- Conozco a muchas parejas que logran ser felices así- dijo Satine y por un minuto se tensó ante la mirada confusa de Obi- Wan.
- ¿Cómo quienes?- preguntó Obi- Wan arqueando una ceja.
- No es de tu incumbencia maestro jedi, o ¿Debería decir soldado?- preguntó Satine cambiando el tema rápidamente.
- Me habría quedado a tu lado, si me lo hubieras pedido- dijo Obi- Wan siendo sincero con ella.
- Pero te amaba y no podía pedirte que dejaras lo que eras, que dejaras tus sueños por mi- dijo Satine sin saber cuanto le habían afectado sus palabras ¿Ella lo había amado?
- Yo aún te amo Satine- admitió Obi- Wan, dejando salir toda la tensión que tenía acumulada- Te amo, siempre te he amado, es por eso que no quiero que nada malo te pase, es por eso que quiero protegerte de todo y de todos- dijo Obi- Wan dándose la vuelta para evitar mirarla, sin saber por que de pronto estaba siendo tan sincero con ella, era un jedi, tenía un código, que en esos minutos no le importaba.
- Obi- dijo Satine observándolo ¿El la amaba? ¿El realmente aún la amaba? Quería llorar, se sentía débil, tantos años lo había amado, y ahora él le decía que también la amaba.
- Satine, te protegí una vez, déjame protegerte nuevamente, comprendo si no quieres una presencia militar, pero al menos déjame ser yo quien te proteja- pidió Obi- Wan
- ¿Por qué? ¿Por qué ahora? - dijo Satine avanzando hacia él.
- Porque desde que te vi no quiero pasar separado de ti ni un minuto más, porque respirar es difícil si tu no estas, porque nunca te dije cuanto te amaba, y maldición habría dejado la orden si me lo hubieras pedido- dijo Obi- Wan y ella lo abrazó.
- Ahora nunca podremos estar juntos- dijo Satine abrazándolo, sabiendo que lo de ellos estaba prohibido, lo admitía se había comportado siendo demasiado dura con él, pero lo amaba tanto, y quería alejarlo, tanto como deseaba tenerlo cerca.
- Al demonio todo- dijo Obi- Wan y ella no comprendió.
En solo unos segundos Obi- Wan la estaba besando dulcemente, aferrándola de la cintura, como lo había hecho cientos de veces, muchos años atrás. Satine correspondió el beso de inmediato, perdiéndose en sus brazos, tocando su cabello, aferrando su cuello, nada importaba ya.
Ese fue el día en que ambos rompieron sus códigos, en que ambos se olvidaron de la galaxia y de sus guerras. El día en que se reencontraron, y decidieron que aún podían darse una oportunidad, no importaba si tenían que vivir a escondidas, no importaba si tenían que vivir escondiéndose, no importaba si eso los destruía, porque estar separados el uno del otro los había destruido poco a poco por años.
Se casaron en secreto en Mandalore, y se veían cada vez que tenían la oportunidad.
- Maestro, tengo que ausentarme para un descanso para meditar- dijo Anakin y Obi- Wan le sonrió, sin cuestionarlo ya
- Espero la meditación sea productiva Anakin- dijo Obi- Wan sonriendo y el lo miró confundido.
- Eee seguro maestro- dijo Anakin sospechando que Obi- Wan no le creía en absoluto.
- También iré a meditar, me retiraré unos días, una semana tal vez- dijo Obi- Wan y Anakin asintió sonriendo.
- Saludos a la duquesa maestro- dijo Anakin comprendiendo la situación de inmediato.
- Dile a Padme que le digo hola- dijo Obi- Wan y Anakin sonrió.
El maestro Yoda observaba toda la situación, riendo, como ellos muchos jedi tenían relaciones escondidas, aunque esos dos en especial eran los únicos que habían llegado tan lejos como para contraer matrimonio a escondidas.
Darth Maul le había dado un susto gigante a Obi- Wan, había estado a punto de matar a su esposa, pero afortunadamente pudo salvarla.
Años más tarde, un simple cambio de planes trajo la paz a la galaxia. En un principio Ahsoka que había abandonado la orden jedi, debía ir por Maul, Obi- Wan por Grievous, y Anakin debía vigilar al canciller.
Por una mala jugada del destino, Darth Maul, terminó capturando a Padme y a Satine, Obi- Wan no iba a dejar que dañaran a su esposa nuevamente, y Anakin no iba a permitir que nada malo le pasara a Padme. Finalmente ellos habían ido por Darth Maul, Ahsoka que ya tenía experiencia enfrentandose a Grievous había acabado con él, y Mace Windu había derrotado a Lord Sidious que terminó siendo, nada más ni nada menos que el canciller de la república.
Finalmente la regla que prohibía los apegos se abolió, y Obi- Wan y Satine se casaron en Mandalore, declarando Mandalore como un santuario de la paz.
El maestro Qui- Gon Jinn, observaba desde un lugar lejano a través de la fuerza, como todo había resultado bien, feliz de ver que su padawan si había cedido ante el amor, y había encontrado la felicidad junto a la mujer que amaba. Incluso habían tenido una pequeña niña.
¿Quién diría que una simple misión de rescate, terminaría uniéndolos para toda la vida?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro