Darth Rey x Kylo Ren
Nota: Bueno este fue el último papelito al azar de los pedidos que saque, así que publique dos one-shot esta noche jejeje.
Rey observaba a Ben Solo buscarla a través de su vínculo en la fuerza. Él no parecía darse cuenta de la verdad, él no parecía notar siquiera la verdad, o sospechar algo.
Ella le pedía que regresara con ella, que dejara el lado oscuro, que fuera hacia la luz, pero la verdad era que ella nunca lo llevaría hacia la luz.
Ella no era quien todos creían, ella era más, ella era poderosa, ella tenía el destino de los jedi y los sith en sus manos, y algún día gobernaría la galaxia.
Cuando el inevitablemente fuera con ella, cuando él caminara hacia la luz siguiéndola, ella susurraría cosas dulces en su oído y conocería todos sus miedos.
Cuando él fuera completamente de ella, y solo de ella, lo arrojaría hacia la oscuridad, la verdadera oscuridad, retorcería su mente, cambiaría sus pensamientos, le enseñaría el lado oscuro de la fuerza, y lo convertiría en un sith, un verdadero sith.
Él jamás se daría cuenta, hasta que fuera demasiado tarde, de la oscuridad que yacía dentro de ella, de la oscuridad a la que se había entregado, y de la oscuridad a la que ella lo arrastraría, el solo sería su víctima inocente. Él sería la víctima de la oscuridad en la mente de la mujer que cargaba el destino de la galaxia en sus manos.
Cuando los fantasmas de su pasado lo atormentaran, el haber matado a su padre, él caería y ella estaría allí, pero no para levantarlo, no para darle fuerzas, ella lo arrojaría al suelo, lo encadenaría a ese infierno y haría que él se alimentara de su odio, de su ira de su sufrimiento y de su aberración por si mismo.
Cuando él estuviera perdido, cuando él se diera cuenta de que ella era a la única que podía acudir en ese momento, ella rompería con su confianza, lo destrozaría. Él la amaba, ella podía notarlo, era por eso que la buscaba, para llevarla con él, para dominar la galaxia con ella, pero ella no quería eso, no quería dominar la galaxia junto a él, quería dominar la galaxia sola, con él como su leal sirviente, ella sabía como lograrlo. Sabía como podría despertar la lujuria en él, y disfrutar mientras lo hacía.
Rey observó como él la observaba a través de su vinculo, ella fingía dolor por su renuencia a volver a la luz, pero por dentro sonreía, porque él creía cada palabra que salía de su boca.
Había logrado engañar al mismísimo y legendario Luke Skywalker, él había creído que ella salvaría a todos, que ella destruiría la oscuridad, que ella salvaría la galaxia, incluso se había sacrificado para darle una oportunidad a los rebeldes, y ella se había convertido en la última jedi.
Pero ella destruiría a los rebeldes, ya tenía la confianza de todos ¿Qué podía salir mal?
Su maestro, Luke Skywalker ya no estaba, Leia confiaba en ella, Finn y Poe también, nadie podría saber sus verdaderas intenciones, nadie podía saber que ella era la oscuridad misma esperando su momento para atacar.
Por mientras ella se divertía jugando con la mente del líder supremo, de Kylo Ren, él poderoso Kylo Ren, que había acabado con Snoke, que había luchado junto a ella y le había ofrecido su mano para dominar la galaxia, pobre e inocente niño, él no sabía quien era realmente ella.
Cuando finalmente logró lo que quería, lo vio llegar a ella, luchando en la batalla final de Exegol, luchando por salvarla. Y ella jugó su papel, juntos derrotaron al Lord de los sith, y juntos salieron de ese lugar.
Él confiaba en ella, todos celebraban la caída del emperador. Y cuando el tiempo pasó, Ben Solo caía más y más en la oscuridad, consumido por sus fantasmas, por la añoranza, por el recuerdo de todos sus crímenes. Rey, sonreía al verlo caer.
La lujuria llegaba a ellos todas las noches, incluso cuando el abrumado deseaba resistirse, ella sabía como reducirlo a nada, sabía como tomar todo de él, y hacer que el disfrutara de cada encuentro.
- ¿Ocurre algo cariño?- preguntó Rey una noche en que él, estaba frente a la tumba de su madre, parecía acabado, parecía haberse dado cuenta de todo, pero ya era demasiado tarde.
- No es nada- gruñó y Rey observó con pasión sus ojos completamente amarillos, él había caído.
Ella lo beso y ambos se amaron con pasión, con lujuria, con amor pero también odio, porque el la odiaba, porque muy tarde comprendió quien era el verdadero peligro, nunca fue Snoke, nunca fue Palpatine, fue quien consideraron la heroína de la galaxia.
Todo fue destruído, todo fue manipulado de tal forma que no quedó nada. Y finalmente Rey fue quien dominó la galaxia, acabando con los sueños y esperanzas que muchos habían tenido. Kylo Ren había renacido, como el leal sirviente oscuro de la emperatriz.
Ella sonrió desde su trono, observándola allí de pie, odiándola y amándola. Para toda la eternidad.
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