Darth Maul y Ahsoka Tano
Ambos estaban frente a frente en Mandalore, las tropas luchando muy lejos de ellos. Las cartas estaban sobre la mesa, Ahsoka había rechazado su propuesta de unirse a él, y él había prometido enseñarle una lección. Sin embargo había algo más en el momento, una tensión que Maul sintió desde que ella fue enviada en lugar de Obi- Wan Kenobi.
Ahsoka guardo sus sables de luz y él hizo lo mismo ¿Realmente podría alguno resultar victorioso de ese enfrentamiento? Ambos fueron aprendices una vez, pero no fueron nada más, solo aprendices, que su orden había rechazado. Ambos al lado de seres poderosos, Maul, aprendiz del Lord de los sith, y Ahsoka Tano aprendiz, del elegido de la fuerza. ¿Cómo podrían enfrentarse y saber que uno vencería? No valía la pena intentarlo.
- No buscas riquezas, no buscas gloria, solo buscas venganza y tu enemigo te ha rechazado- dijo Ahsoka acercándose a él, burlándose, pero él no se dejaría intimidar fácilmente.
- Una padawan rechazada por la orden jedi, ansiosa por saber que destino le espera a su maestro, es patético, podrías ser mucho más que una simple padawan- dijo Maul
- He servido toda mi vida a la orden equivocada, al igual que tú- dijo Ahsoka caminando en círculos alrededor de él, había algo extraño en la chica, pero Maul lo dejó pasar.
- Yo no sirvo a nadie- dijo Maul
- Serviste a un código una vez- dijo Ahsoka acercándose aún más a él. Darth Maul sintió lo que estaba haciendo, pero él también podía jugar ese juego.
- Aún sirvo a ese código- atacó el hombre acercándose a ella, su cuerpo casi la rozaba.
- La paz es una mentira, solo hay pasión- dijo Ahsoka sonriendo y Darth Maul sonrió, entonces la chica estaba considerando unirse a él, estaba diciendo el código sith, sintió como Ahsoka tocaba sus hombros, apretando levemente, sintiéndolo.
- Con la pasión obtengo fuerza- dijo Ahsoka pasando sus manos por el pecho del hombre, sintiendo sus músculos contorneados- Con la fuerza gano poder- dijo la troguta y Darth Maul sonrió, puede que ya no tuviera su mitad inferior, pero aún podía hacer gritar de placer a esa chica si ella seguía seduciéndolo así, habría podido disfrutar mucho más de ella, pero Kenobi se había encargado de quitarle esa posibilidad.
Darth Maul tomó el cuello de Ahsoka empujándola hasta hacerla chocar contra una muralla, era fuerte pensó Ahsoka, sintiendo como el hombre la aferraba fuertemente de la cintura. Ella sonrió acariciando sus hombros, tocando su cuello, sujetándolo de la nuca y atrayendolo a su rostro para besarlo con pasión, lo sintió tensarse, odiando no poder hacerle nada más, era eso lo que ella deseaba, que él la odiara por seducirlo de esa manera, que él la odiara por hacerlo sentir deseo. Darth Maul correspondió el beso, besándola demandante, de forma áspera y ruda, si la padawan quería una lección él se la enseñaría. La levantó del trasero y ella enrolló las piernas en su cintura, sintiendo como él la cargaba hasta depositarla en el trono del salón, ella sonrió cuando el comenzó a tocar sus muslos.
- ¿Será esta tu forma de convencerme para unirme a ti?- preguntó Ahsoka
- Te dije que te enseñaría una lección padawan- dijo Maul estirándose por sobre Ahsoka y besándola nuevamente, para luego comenzar a tocar sus pechos, sintiéndola jadear y reír, desafiándolo, finalmente Maul sonrió para meter su mano por entre los pantalones de Ahsoka, llegando hasta su femineidad, sintiendola soltar un fuerte jadeo, deleitándose con el sonido, y odiando aún más el no poder hacer todo lo que le hubiera hecho en ese momento de tener su cuerpo completamente como antes.
- ¿Está es tu lección?- preguntó Ahsoka divertida.
- No- dijo Maul besando su cuello y enterrando sus dedos en el interior de Ahsoka sintiéndola gritar y jadear, todo eso lo producía él, se aseguraría de tenerla rendida a sus pies, pidiendo por más, uniéndose para siempre a su lado.
Pronto los enemigos estaban besándose apasionadamente sobre el trono, Maul estaba haciendo a Ahsoka sentir un placer gigantesco, y ella no tenía pudor en gritar su nombre seduciéndolo, Maul sabía que ella estaba por venir, por lo que aumentó el movimiento de sus dedos, ella pronto sería suya, su aprendiz, y juntos serían invencibles.
Ahsoka llegó al clímax, gritando el nombre de Maul, retorciendo sus caderas contra sus expertos dedos, nunca había imaginado que un hombre como él fuera capaz de dar tal placer. Se besaron una vez más y Darth Maul sacó sus dedos del interior de Ahsoka, lamiendolos con cuidado, sonriendo prepotente.
- ¿Eso es todo lo que puedes hacer?- preguntó Ahsoka y el divertido se arrodillo frente a ella entre sus piernas, dispuesto a quitarle los pantalones, y hacerla llegar al clímax una y otra vez, eso era lo que podía ofrecerle, poder, placer, la galaxia incluso si ella se unía a él.
- Si quieres ser mi maestro debes saber que he olvidado mencionar una parte del código- dijo Ahsoka sonriendo.
- ¿Cuál parte?- preguntó Maul sonriendo, cuando ella terminara de recitar el código sith, sería completamente suya, su aprendiz.
Ahsoka sonrió, sintiendo como el hombre acariciaba sus piernas, moviendo sus manos hacia la cinturilla de sus pantalones, Ahsoka sabía que el podría hacerle muchas cosas, que de seguro la haría gritar muchas veces, ya se lo había comprobado le daba el crédito por eso, pero ya se le hacía tarde, y se había aburrido de ese juego.
- A través de poder obtengo la victoria- dijo Ahsoka sonriendo tomando a Maul de la nuca.
Fue un destello, un simple destello de una luz roja en el salón, y entonces Maul miro hacia arriba, pudiendo ver la sonrisa retorcida de Ahsoka, y entonces lo notó sus ojos tenían marcas extrañas y eran de color completamente amarillo. ¿Qué clase de monstruo habían creado los jedi? Fue lo último que pudo preguntarse cuando sintió como Ahsoka encendía uno de sus sables de luz que habían adoptado un color carmesí y cortaba su cabeza.
Ahsoka sonrió tomando la cabeza de Maul entre sus manos, mientras su cuerpo se desangraba a sus pies. Levantó la cabeza en sus manos, aún chorreaba sangre pero no le importaba. La acercó a su rostro y la besó. Para luego arrojarla con fuerza al suelo.
- A través de la victoria, mis cadenas se rompen- susurró la última parte del código sith.
Ahsoka Tano, ya no necesitaba un maestro, ya no necesitaba que le enseñaran, había tomado Mandalore para ella, y pronto desafiaría al imperio, aquel imperio que sabía se formaría, ella derrocaría al emperador y toda la galaxia sería suya, toda la galaxia estaría a sus pies. Ese era el monstruo que habían creado los jedi. Un monstruo que labraría su destrucción.
Bueno chicos, final inesperado ejejjejeje.
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