Hello there! Acá un nuevo capi. Luego de como 3 meses jaja

Padme no podía dejar de pensar en el beso que ellos habían compartido en Varikyno mirando hacia la ciudad de los lagos hace algunas horas.

No podía dejar de pensar en la suavidad con que sus grandes manos la habían tocado, y la dulzura con que él la había besado. Ahora frente a él allí al lado de la chimenea en la casa del lago, no podía dejar de pensar en él.

A pesar de todos los problemas de la galaxia, lo único que podía hacer, era pensar en él. Pensar en como a pesar de lo mucho que intentaba no fijarse en él, había terminado teniendo fuertes sentimientos hacia él.

Cuando escuchó sus palabras, su declaración tan honesta y sincera las lágrimas casi cayeron de sus ojos. 

Ella quería que él le dijera que no era verdad, que solo había sido una de sus bromas de mal gusto, quería que le dijera que no había querido decirle que la amaba, pero cuando vió como sus ojos brillaban, supo que él no mentía.

Llorar jamás sería típico de Anakin, sin embargo sus ojos brillantes le demostraban la intensidad de sus sentimientos.

Él era un libro abierto para ella, pero ella por su parte nunca había dejado que nadie viera a través de ella, y sin embargo él podía hacerlo.

Ni siquiera tenía que usar la magia de la fuerza para hacerlo, él podía leerla fácilemente y Padme estaba segura que él sabía de sus verdaderos sentimientos.

Padme se preguntaba ¿Qué había hecho? ¿Por qué lo había besado? ¿Por qué? 

Le había dado esperanzas y eso no podía ser.

Ella no podía amarlo y él no debería amarla como lo hacía. 

- Por favor dime que es mentira, sabes que no podríamos vivir en una mentira- le dijo y él le dijo que la comprendía, aunque su mirada herida decía todo lo que necesitaba decir.

- Di que no sientes nada, di que no sientes lo mismo que yo- dijo él y ella se dió la vuelta sin atreverse a mirarlo a la cara.

- No podemos, destruiríamos nuestras vidas ¿Es eso lo que quieres? ¿Vivir de mentiras?- preguntó ella sin negar nada y él asintió.

Padme quería que él saliera de allí, o tal vez que se molestara, pero ver lo comprensivo que era y lo lastimado que parecía no hacía más que desesperarla.

Ella habría dado todo por correr a sus brazos y decirle que la besara hasta quedar sin aliento. Pero no podían, estaba prohibido, y ellos no podían ir contra todas las reglas de la galaxia.

- ¿Qué es lo que puedo hacer entonces?- le preguntó él acercándose pero ella retrocedió.

- Solo mintámonos a nosotros mismos Ani- dijo ella sin mirarlo- Hagamos como que lo del lago jamás pasó- dijo ella duramente- Es como debe ser.

- Una curiosa analogía para alguien que no quiere vivir de mentiras- dijo él saliendo de allí y Padme notó que las lágrimas finalmente habían caído de sus ojos.

Ella se quedó en el sofá, y también se permitió llorar, por la verdad que se construía en su corazón.

Pasaron los días, y no volvieron a hablar del tema. Sin embargo en Tatooine cuando lo vio llegar con su madre muerta en sus brazos, ella ya no podía negar lo que sentía por él.

Incluso cuando él le había confesado el horrible crimen que había cometido, ella no podía culparlo. 

Habían torturado y matado a su madre, ella habría hecho lo mismo que él si alguien hubiera tocado a su familia. Sería hipócrita si lo negara o lo juzgara por eso.

Y luego, cuando debieron ir a Geonosis, la sonrisa que él le dio, incluso cuando probablemente tenía ganas de morir por lo que había ocurrido con su madre y los Tusken, le hizo darse cuenta de lo que ella sentía.

Él le sonreía, sinceramente a pesar de que él moría por dentro. ¿Cómo podía no sentir todo lo que sentía por él?

Finalmente, cuando estaba a su lado en la arena de Geonosis, cuando faltaba tan poco para que sus vidas se extinguieran, ella supo que quería ser sincera. 

Cuando le dijo que lo amaba, su mirada le dijo todo, él no podía creer que ella lo amara, y cuando se besaron, supieron que lo de ellos no sería un simple amor pasajero, sino que sería mucho más. Lo de ellos sería eterno, siempre se amarían. Incluso después de la muerte.

Y cuando estaban nuevamente en Naboo, cuando sellaron su amor en matrimonio, ella supo que no podría escapar de la forma que lo amaba.

Al principio no había querido amarlo, pero lo amaba, y lo amaría por siempre.

Y finalmente, así fue, a pesar de todo, a pesar de todos los malos momentos, y sobre todo los buenos, su amor trascendió en el tiempo, y vivió incluso más allá de la muerte.