Este es un fanfic sin ánimo de lucro y que no intenta vulnerar los derechos de personas naturales o jurídicas que sean propietarias de la franquicia de Star Wars.

LAMENTACION

En un destructor imperial, un Stormtrooper se me acerca y me comunica que nos aproximamos a un planeta, base de un comando rebelde. Mis pensamientos despliegan dolorosas sus alas:

Lidero de nuevo a mis hombres, los clones. Todo es como antes, pero a la vez tan diferente.

Patética criatura soy yo, reencarnación de la pena.

Debo cumplir mi misión y derrotar a los rebeldes. ¿No se dan cuenta que cuanto más se resistan, más oprimirá el puño el dictador?

Juré una vez lealtad al Consejo Jedi, y a la República. Ahora ambos desaparecieron con la venia de los que amaban la democracia.

Quisiera reír con amargura.

Padme Amidala, Riyo Chuchi, Ahsoka Tano... ellas defendían a la gente y su derecho al libre albedrio. Si la gente votó por la instauración del imperio, ¿quién soy yo para rebelarme?

Me llamaban el caballero de las rosas carmesí por meditar siempre en el jardín del templo jedi. Ahora el templo no existe y todas las rosas a mis ojos visten pétalos azules.

Quisiera desgarrarme en un gemido.

Junto a Palpatine, el Emperador; Darth Vader, el lord Sith; y Wilhuff Tarkin, en su grotesca nueva estación espacial. Es mi nombre el que más escupen con desprecio en la galaxia.

Mi cabellera, único elemento de vanidad que tenía de padawan, ahora es gris y cubre un rostro carcomido por la pena y las dudas.

Quisiera llorar para siempre.

Mi disconformidad con el Consejo Jedi expuse. El maestro Windu me exigió disciplina, el maestro Kenobi me pidió paciencia, el maestro Yoda me dijo que no podíamos amar.

¿Cómo saber que lo que hago es lo correcto? Sin mis tres diosas a mi lado... Extraño sus sonrisas, extraño sus consejos. Ahora sólo Palpatine me dice qué es lo correcto, se divierte el tirano al ver mi sufrir, seguro por eso ordenó a los clones no matarme.

Quisiera gritar mi impotencia.

Mis hermanos murieron, mis hermanas sus melodiosos timbres cesaron. Por la fuerza, quisiera que ella le dé la fortaleza a algún rebelde para acabar con mi vida.

¿Por qué el Consejo quiso hacer un golpe de estado? ¿No vislumbraron que con su accionar convertirían al autoritario demócrata en un déspota tirano?

Quisiera rasgar mis vestiduras.

Me desgasto con lentitud, no puedo vivir y no puedo morir. Maestro Qui-Gon Jinn, ayúdeme por favor.

Padme, Riyo, Ahsoka, todas ellas ahora me contemplan desde el cielo, mientras yo estoy en el infierno.

Quisiera de una vez morir.

.

.

Otro día, surco de nuevo el vacío del espacio, vacuidad lamentable como mi corazón.

Un Stormtrooper se me acerca comunicándome la proximidad a la nueva base rebelde. Lamentación es mi nuevo nombre en esta era de desesperanza.

Lidero de nuevo a mis hombres, los clones. Todo es como antes, pero a la vez tan diferente.

Patética criatura soy yo, reencarnación de la pena...