Narrador Ahsoka:

Desde que llegamos a Shili, el maestro Plo, nos ha enseñado a convivir con mi pueblo, a realizar trabajos para conseguir dinero como la gente normal, también, hemos seguido con nuestro entrenamiento en las montañas, los fines de semana en la noche. A lo que esos días, siempre descansamos lo que podemos durante el día y al atardecer, siempre nos vamos por un corredor secreto hacia las cuevas de las montañas más discretas de Shili; pero aunque disfrute mucho de esto, no puedo evitar extrañar todas las aventuras con mi maestro, Anakin y yo, tuvimos muchas aventuras locas que incluso algunos tenían celos de lo que hacíamos....pero el maestro Plo y el maestro Yoda, les ayudaron a entender que cada quien tiene sus propias aventuras y que su vida, se basa en las decisiones propias...no basarse en lo que otros hacen.

Barriss: - Hola Ahsoka, ¿cómo está el día? - me llamó Barriss, una de mis mejores amigas del Templo, ella es la padawan de la Maestra Luminara Unduli y al igual que yo, a ambas nos separaron de nuestros maestros.

Ahsoka: - Normal y tranquilo...sólo podemos esperar a que estoy mejore, aunque para suerte sincera, no me gusta esperar tanto - le dije con una sonrisa, al igual que mi maestro, los dos no somos muy bueno con esa situación de la paciencia.

Barriss: - ¿Me pregunto dónde habré escuchado eso en otra parte? - preguntó irónica, sabiendo perfectamente a quién se refería, a lo que hice una cara de obviedad y la golpeé ligeramente en el brazo y ella, rió después.

Ahsoka: - No seas tan irónica Barriss, sabes bien que ambos somos casi como gemelos - le dije fingiendo estar indignada y siguió riendo.

Barriss: - Lo sé, por eso me caes bien Ahsoka, porque eres especial y diferente, las cosas las haces con impulso, pero analizando a la vez.....eso no es algo que todos podamos hacer - me confesó sonriendo un poco más tranquila - y pues, no todos tenemos la fortuna de estar con el maestro jedi más experimentado de la galaxia - las dos reímos con alegría, sabiendo lo diferentes que son mis lecciones con Anakin....lo cual, lo hace todavía más divertido.

Ahsoka: - Hay....hecho de menos nuestra vida, a pesar de no ser nada tranquila.....pero, al menos, era un poco más agradable no tener que separarse indefinidamente - le dije ya más seria, después de como dos minutos de risas.

Barriss: - Te entiendo, de verdad, desearía que esta guerra de persecución se acabara para siempre, ya quiero vivir en paz - comentó mientras se acostaba en el pasto, pero bueno....sólo la Fuerza sabe en qué momento, los jedis podremos vivir tranquilos.

Ahsoka: - Pues sí - y en eso, se me ocurre una gran idea - oye y ¿si vamos al mercado más tarde? Yo ya terminé mis deberes por hoy y quisiera pasarla bien con mis amigos - le ofrecí sonriendo y aunque sabía que era arriesgado, ya necesitaba ir a darme una vuelta.

Barriss: - Bueno....¿por qué no? La tarde todavía es joven y nosotras también, jeje - ambas reímos.

Ahsoka: - Entonces, vamos a llamar a nuestros compañeros, para dar una vuelta al pueblo - las dos nos pusimos de pie y se encaminamos con el maestro Plo, le pedimos permiso de ir nosotras con Jasmine y Dexter, para ir de compras y a la media hora, nos encontramos en el mercado, comprando comida y algunos accesorios para la semana.

Jasmine: - Ahsoka, ¿ya viste a ese chico? - me llama la atención Jasmine.

Ahsoka: - Sí...¿qué hay con él? - pregunté curiosa, pero sin mucho interés, a mi parecer es como uno de esos chicos ricos y mimados que no tienen nada mejor que hacer, más que presumir sus pertenencias y la verdad, es que no estaba de humor para aguantar a uno de esos tipos.

Barriss: - Ay pues que está bien guapo, ¿acaso no lo ves, querida? - me dijo sonriendo con picardía y me dio un codazo en el brazo y giré mis ojos.

Ahsoka: - Sí, se ve lindo y ¿eso qué? - dije con indiferencia, no queriendo entrometerme con ese muchacho, aunque al voltear a verlo me di cuenta de que él me estaba observando...ligeramente, porque cuando nos dimos cuenta, ambos volteamos con rapidez y me puse un poco roja - además, ¿cómo sabes que no es de esos chicos engreídos y mimados que son ricos? - comenté tratando de no regresar mi mirada, pero podía sentir sus ojos en mi espalda y sentía escalofríos con sólo saberlo.

Jasmine: - Ay, vamos Ahsoka, lo mismo dijiste hace dos años con otro de los chicos que estaban en Courusant - trataba de convencerme, pero una de las ventajas de ser la padawan de Anakin Skywalker, es que soy muy testaruda como dicen y eso hace, que no me convenza fácilmente de las cosas. 

Ahsoka: - Por si no lo recuerdas, Jasmine, mi maestro estaba ahí también...a unos cuantos pasos de nosotras, además de que no tenía ningún interés por hablar con ese muchacho, no lo hubiera podido hacer ni con el permiso de la Fuerza - dije abrumada, a veces mis amigas cuando se trataba del tema de los muchachos, podían llegar a ser demasiado insistentes. 

Jasmine: - Bueno...en eso tienes razón, pero desde entonces no te has fijado en otros chicos, amiga, la vida mientras estemos escondidas, no podemos pasárnosla sólo de entrenar....también hay que forjar amistades con otras personas, además, se nota que él te ve con buenas intenciones - giré mis ojos de nuevo, pero eso me hizo volver a mirarlo y en esta ocasión, nuestras miradas chocaron y no pude evitar perderme en el café de sus ojos y sentía el calor en mis mejillas. 

Barriss: - Sobre todo, tus mejillas también lo muestran todo - ambas rieron y en ese momento, sentí como mis mejillas ardían - ¿por qué no vas a hablar con él? Y si es un patán como tu dices, pues lo dejas y ya, asunto arreglado, tampoco podemos estarnos arriesgando con muchacho.

Ahsoka: - No...¿de verdad? - le pregunté irónicamente, porque eso era lo más importante desde el inicio - Y ¿si descubre quiénes somos? - ahora la preocupación me invadía. 

Barriss: - Entonces, procura no hablar demás, Ahsoka y...diviértete - me dijo empujándome hacia él - nos vemos en una hora - me volteé para darle una cara de desaprobación, pero me sentía más nerviosa, porque sabía que ahora estaba frente a frente con el muchacho nuevo que jamás había visto en Shili. Debo admitir que es algo más alto que yo, además del hecho de que sí era guapo y su ligera sonrisa, provocaba ciertas mariposas en mi estómago. 

Ahsoka: - Ehh....¿Ho-o-la? - traté de entablar una comunicación, pero casi las palabras no me salían, era como si los ratones me hubieran comido la lengua. 

Lux: - Hola, ¿qué tal? - me saludó también nervioso, pero su voz era grave y suave, lo que impulsaba seguridad en mi ser - Me llamo Lux Bonteri, ¿tú eres? - su voz, me volvió a sacar de mis pensamientos.

Ahsoka: - Me llamo Ahsoka Tano - le di mi mano para estrecharla y lo hicimos, aunque fue por un segundo, nuestros dedos proyectaron una chispa de un sentimiento desconocido, a lo que me sonrojé un poco y quité mi mano, para no estar demasiado nerviosa - ¿no eres de por aquí verdad? - le pregunté para acabar con el silencio. 

Lux: - No....la verdad, es que vengo de un lugar, muy pero muy lejano, es cerca del borde exterior - su mirada se posó por un momento en el suelo, pero luego, volvió a verme. 

Ahsoka: - Pues, yo vengo de aquí, este es mi pueblo y espero que el tiempo en el que estés con nosotros, lo disfrutes al máximo - le dije sinceramente y sonriendo, a lo cual, él sonrió de igual forma y eso, me hizo ruborizarme otra vez. 

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Narrador Palpatine: 

Mi plan estaba saliendo como yo quería, lo único que falta para que sea todavía más perfecto, es que aparezcan todos los jedis que faltan, por lo pronto, hemos capturado a varios y asesinado a los mismos; los reyes, me han permitido llevar a cabo esta tarea, la cual sin que se den cuenta, he hecho que a algunos de ellos...los más débiles o jóvenes principiantes, los he metido al lavado de mentes, para borrarles su memoria a los que resistían más, no me quedó más que matarlos, claro que lo hacía con placer y gusto, pero pues sólo así podré crear mi propio ejército de sith. A pesar de la regla de dos, siento que sólo con dos, no bastaría para poder dirigir mi Imperio, al menos en un principio; ya cuando tenga el control, podré deshacerme de ellos más rápido de lo que pudiera pensar. 

Assajj Ventress: - My lord, ya hablé con nuestro cómplice de Scipio, aceptó nuestra oferta y dijo que se comunicaría lo más pronto con sus majestades - me habló la asesina, me era de buena ayuda, que la princesa no esté para apreciar la elección de su futuro marido y menos se va a esperar que su "prometido" es un aliado de los sith. 

Palpatine: - Excelente, Ventress - volteé hacia ella y ella, se inclinó ante mí - de esa manera, tendremos vigilada a la princesa y en cuanto menos se lo espere, la liquidaremos para dejar al mando a nuestro cómplice....haremos parecer que fue una muerte accidental y trágica o natural, de esa manera, él quedará como rey de Naboo y así, tendremos control absoluto de la galaxia. 

Assajj Ventress: - Y ¿cómo convenceremos a los reyes de que los sith, son la única opción de aliados que tienen? Después de todos los comentarios que me ha hecho, me parece una tarea muy árdua y larga para hacerlos comprender - era un buen punto el que hizo notar, pero yo ya tenía mis planes para convencer al rey. 

Palpatine: - De la misma forma en la que he manipulado a esos dos, los reyes de Naboo, son débiles y frágiles, sobre todo, cuando se refiere a la seguridad de su familia....si le hacemos ver, que en un ataque falso de jedis, nosotros los defendemos de los mismos, les haremos ver que sólo con nosotros podrán estar a salvo y que los jedis, son la amenaza mayor en la galaxia - terminé con una sonrisa malévola, pero aún sentía un disturbio en la Fuerza, la presencia del Elegido, es una amenaza para mis planes y sin saber de quién se trata, no podré estar tranquilo - sólo espero, que nuestro amigo de Scipio, tenga la capacidad de convencimiento, más le vale no meter la pata esta ocasión, porque si no, pagará las consecuencias sin piedad. 

Assajj Ventress: - ¿Qué es lo que quiere que haga, my lord? - me preguntó comprendiendo, lo que me gustaba de ella, pero el problema es que siento también un conflicto en su interior, no puedo confiar en nadie más que en mí. 

Palpatine: - A finales de mes, la princesa tendrá que regresar de su retiro....le propondré al rey, que haga un baile en honor al compromiso entre la princesa y nuestro amigo, a la cual ella no podrá faltar y sobre todo, tendrá que conformarse con lo que le toca, jmjmjm - sonreí hacia la nada - para ese momento, en cuanto Clovis llegué a Naboo, tú irás con él como su escolta, para evitarnos problemas con la seguridad; tu misión será, vigilar cada paso de Clovis, si llega a desviarse del camino, hazlo regresar a como dé lugar, no me interesa si tienes que romperle la mano o los pies....quiero que todo salga a la perfección, ¿quedó claro, Ventress?

Assajj Ventress: - Más claro que el agua, my lord - ella asintió y se levantó para después irse, pero justo antes de llegar a la puerta, la interrumpí para advertirle una cosa más. 

Palpatine: - Recuerda que el castigo a la traición, es más doloroso que la muerte, asesina, por más leal que te hayas comportado en estos años, te advierto que no tendré piedad con nadie...ni siquiera contigo, si fallas esta ocasión junto con él, te aseguro que su castigo será más doloroso que desearán que les otorgue la muerte antes de pasar por ese martirio - pude sentir su miedo, la clase de miedo que sólo puedo infligir yo, Ventress asintió y se marchó de inmediato, dejándome en mis pensamientos y en la soledad.

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Narrador Assajj Ventress: 

Después de salir de la oficina de Sidious, me precipité por los pasillos, sin importarme con quién diantres me topaba, la mayoría de los trabajadores de aquí, fueran droides o personas, sabían que no era bueno meterse conmigo y mucho menos, cuando mis modos no eran del todo buenos, por lo que ignoré a todo el mundo y salí al hangar. En cuanto salí de la atmósfera del planeta, puse las coordenadas del rumbo que iba a tomar, pasaron ocho horas para llegar a mi destino y en cuanto aterricé, caminé sigilosamente pero con prisa al lugar donde menos se esperaba que había alguien aguardando. 

X: - ¿Qué noticias me tienes, amiga mía? - la voz dentro del árbol me preguntó, me desarmé y me senté en el suelo húmedo. 

Assajj Ventress: - Lord Sidious, está planeando casar a Rush Clovis con la princesa de Naboo, las cartas fueron enviadas desde hace unos días y los reyes, ya empezaron a leerlas - dije tranquila, sabiendo que él era una de las personas con quién más podía confiar. 

X: - ¿Rush Clovis? Ja...ese hombre, parece más marioneta que hombre en sí, él no tiene convicción y mucho menos, el liderazgo para dirigir un planeta, a penas y puede con el suyo - dijo poniéndose de pie - acompáñame Ventress, tengo que mostrarte algo importante. 

Assajj Ventress: - ¿A dónde me llevas? - pregunté dejando mis armas y me dispuse a seguirlo. 

X: - Tengo que mostrarte algo importante - pasaron quince minutos, para llegar a un bosque oscuro, pero que a pesar de la oscuridad, podía sentir tranquilidad e igualdad en él. 

Assajj Ventress: - ¿Dónde estamos? - pregunté al no saber dónde estábamos. 

X: - En el bosque místico, este bosque, ha existido desde miles de generaciones, a pesar de la profundidad y la oscuridad que posee, emite una fuerza de luminosidad incomparable en ningún otro lugar; te he traído aquí, porque habrá muchos cambios en el curso del plan de lord Sidious - dijo tranquilo, pero podía detectar la angustia en su voz - aunque se haga pasar por seguro de sí mismo, Sidious, tiene más miedo de lo que aparenta, hay una profecía sobre el Elegido de la Fuerza....que habla sobre un hombre, que destruirá a los sith para siempre, ese hombre ya nació Ventress.

Assajj Ventress: - Pero, ¿cómo y cuando? ¿Por qué nunca nos enteramos de su existencia? - pregunté entre aliviada y nerviosa, eso no era muy buena señal; no por el hecho de que él esté aquí, sino que su amenazadora presencia, hará que Sidious esté de mal en peor en su humor. 

X: - La Fuerza, tiene sus propias formas de mostrarse y de actuar, el hijo de la Fuerza, nació en el lugar más remoto de la galaxia, para no ser identificado y fue llevado a otro lugar para mantenerse oculto - contaba tranquilo, para ser un hombre de edad y muchos prejuicios, tiene un gran conocimiento sobre la Fuerza.

Assajj Ventress: - ¿Qué debo hacer ahora? Sidious, me acaba de pedir que debo vigilar a toda costa, que su plan se lleve a cabo....en pocas palabras, que quiere que me asegure que la princesa se case con Clovis - dije estresada, ya es mucho lo que tengo que resolver, como para resolver otro problema más.

X: - Sigue con el plan, Assajj, hazme creer a Sidious que tiene el mando.....pero no dejes que nada haga que tenga éxito - me dijo serio, viéndome a los ojos - además del elegido,hay alguien más....una mujer joven, con grandes habilidades y poderes, ella es la que impide que los sith encuentren a los jedis sobrevivientes - ahora comprendo, el porqué no podía encontrarlos - los dos se mostrarán ante ti, en el momento indicado, no debes buscarlos, tú sabrás quiénes son. Por ahora, debes cuidar que nadie más se acerque a la princesa, sino crearía un gran desastre en el ambiente de la vida.

Assajj Ventress: - Pero, ¿cómo haré eso? Sidious, me ordenó que no podía ir allá, hasta que Clovis no se dirigiera a Naboo - pregunté algo frustrada.

X: - Créeme, eso será más pronto de lo que te imaginas, pero debes cuidar que no se exceda, Clovis, en su ambición, puede ser impredecible.

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Narrador XX:

Padmé y Anakin, estaban caminando por los jardines de Naboo, mientras los niños dormían después de varias horas de entrenamiento, ellos llegaron a un lugar donde había una manada de shaaks, Anakin, estaba impresionado de verlos, ya que nunca había visto a criaturas tan diferentes; luego, se sentaron junto a la enorme cascada que estaba ahí y se pusieron a platicar, sin darse cuenta, de que la Fuerza los estaba uniendo cada vez más.

Anakin: - Entonces....¿qué se siente ser princesa de todo un planeta? - preguntó curioso, jamás había tenido la oportunidad de convivir con una mujer y menos una princesa, por lo que le costaba trabajo sacar un tema de conversación.

Padmé: - Es bastante pesado, siempre tienes que seguir las formalidades - dijo seria tratando de no pensar en lo sola que es su vida - casi nunca puedo salir, mis padres en su obsesión, no quieren que me arriesgue....dicen que los jedis siempre buscan la oportunidad para atacarnos.

Anakin: - Eso es....totalmente absurdo - dijo serio, pero con molestia, no podía creer que los reyes creyeron cosas tan obsoletas sobre los jedis - los jedis ni los sensibles a la Fuerza, estamos buscando lastimar a nadie....eso es lo que les han hecho creer.

Padmé: - Lo sé, yo sabía que mis padres estaban molestos por lo de mi hermana, pero después de tantos años, ya es una obsesión - le dijo observando las flores, para Anakin, esa era una vista espectacular, jamás había sentido algo parecido por alguien y de alguna manera, le asustaba saber lo que era y sobre todo, tener que admitirlo enfrente de ella.

Anakin: - No somos los únicos Padmé - el escuchar su bello nombre, en los labios de él, le dio un escalofrío a la princesa, pero de igual manera, le asombro su comentario.

Padmé: - ¿De qué hablas? - preguntó confundida.

Anakin: - Les han mentido todo este tiempo, los jedis, no son los únicos con la capacidad de controlar la Fuerza....hay otros seres más peligrosos que lo hacen también - dijo seriamente, haciendo entender de que lo que decía era cierto - los jedis, tenemos la misión de acabar con ellos porque ellos sí son un peligro para la galaxia.

Padmé: - Y ¿quiénes son? Yo creí que los jedis, eran los únicos sensibles a la Fuerza - dijo angustiada.

Anakin: - La Fuerza, no sólo está en los que la pueden controlar, ella está en todos, en ti, en el aire, en el agua, en tus padres....en todo, la diferencia, es que hay quienes tienen la habilidad de hacer más cosas....como esto - justo en ese momento, levantó una piedra del pasto.

Padmé: - Increíble - dijo sorprendida.

Anakin: - Las personas de las que hable son los sith, son seres que tienen el control de la Fuerza, pero en base a la oscuridad, Fernanda, bien dice, que no hay dos lados de la Fuerza, es decir, aquí los sith, quieren obtener el poder en base al sufrimiento de otros y no se detendrán ante nada para conseguirlo - tomó aire para continuar - aunque no tengo pruebas para probarlo, pero estoy seguro, de que los sith, fueron los culpables del asesinato de tu hermana y nos culparon a nosotros por ser capaces de usar la Fuerza también.

Padmé: - Entonces....¿quiere decir....que todo este tiempo, mis padres han perseguido a las personas equivocadas? Todas las familias destruidas, según haciendo justicia....fue en vano? - preguntó incrédula, no podía ni siquiera asimilar el pensamiento en su cabeza, que incluso se puso de pie abruptamente.

Anakin: - Lamento haberte arruinado tu realidad, pero creí que era necesario que conocieras la realidad....aunque como te digo, no tengo pruebas para demostrarlo y.... - no pudo terminar, porque ella se lanzó a sus brazos sin preguntar.

Padmé: - No te disculpes conmigo Ani - su apodo lo sorprendió, pero no la soltó, sino que le respondió al abrazo - es más, tengo que agradecerte porque me abriste los ojos, gracias a ti, puedo demostrar que ustedes son inocentes - ambos se vieron a los ojos y no pudieron evitar perderse en ellos, estaban tan cerca que no había espacio para nadie más - se..será mejor volver, creo que Fernanda ya ha de estar haciendo la cena.

Anakin: - Sí, tienes razón - dijo después de aclararse la garganta.