Capítulo 19: Emergencia
Narrador XX:
Corriendo por los pasillos del palacio, Fernanda Sánchez, se encontraba enloquecidamente buscando a su mejor amiga Padmé, quién no tenía ni idea de lo que había sucedido hace unas horas, antes de ir al jardín decidió dar aviso a los jedi y advertirles que tenían que adelantar todo.
Obi-Wan: - No podemos permitir que lastimen a nuestro hermano de esa forma, alguien debió incriminarlo - dijo desesperado y ansioso por salvar a su mejor amigo.
Fernanda: - Estoy de acuerdo, Paolo, no es tan perceptivo como para sospechar algo así, por más bueno que sea como guardián en el palacio - dijo tratando de mantener la calma, esto se está saliendo de control y si no tenía cuidado, podría matarlos a todos - ya sé quién fue,justo acaba de llegar del Senado.
Maestro Plo: - ¿Quién? - Ahsoka, quién se encontraba paseando de un lado a otro, no podía creer que alguien hubiera delatado a su maestro y mucho menos, estando cerca de su condena final.
Fernanda: - El senador Palpatine - todos se quedaron perplejos, mientras Fernanda volteaba por el pasillo para asegurarse de que nadie la escuchara - estoy segura, hace unos días hubo una conmoción en el Senado, donde los senadores empezaban a dar votos de desconfianza a Valorum y justo llegó Palpatine a Naboo, luego cuando llegaron los guardias a presentarlo ante el rey, vi la cara de Palpatine y me di cuenta, de que en su rostro se posaba una cara de satisfacción y que sustentaba un plan en su mente.
Mace Windu: - La información del senado, ¿cómo la conseguiste? - preguntó interesado.
Fernanda: - Me lo confirmaron los espías que tengo en Onderon, unos maestros en jackeo que han vigilado a Palpatine en los últimos años y ya tengo las pruebas, donde conversa con miembros de la Confederación de comercio, para hacer un bloqueo en Naboo - eso los dejó todavía más asombrados - por eso, vamos a tener que actuar ya.
Kit Fisto: - ¿Pero cómo?, no tenemos el equipo suficiente como para destruir a todo un ejército separatista - comentó angustiado, a penas eran los suficientes como para contener a un escuadrón de terroristas, no para vencer a todo un ejército de droides fabricados por los separatistas.
Fernanda: - Miren, sólo tenemos tres días para que todo suceda, tengo una idea de cómo mantener distraídos a los reyes, pero necesito que la princesa hable con los gungans, para que nos ayuden a pelear contra los droides - se les acaba el tiempo y no tenían las fuerzas requeridas como para enfrentar a todo un ejército gigantesco - sólo puedo ofrecer eso, pero se me acaba el tiempo y tengo que advertir a la princesa antes de que se delate asímisma - los maestros del consejo, le dieron una cara de confusión, pero antes de que pudieran preguntarle algo más, ella colgó la llamada y se dirigió al jardín, sabiendo que su mejor amiga, seguro se encontraría - ¡PADMÉ! - gritó en cuanto la encontró sentada, viendo la ciudad, pensando en todo lo hermoso que había pasado con Anakin, al igual, de lo que le dijo hace dos noches.
Padmé: - ¿Fer, qué sucede? - preguntó angustiada, cuando vio que su amiga la estaba buscando tensa y con cara de preocupación.
Fernanda: - Anakin - dijo recuperando el aliento, causando ansiedad en la princesa, algo terrible le había pasado al amor de su vida - Anakin....ya descubrieron quién es Anakin - la noticia puso pálida a Padmé, quien se sentó sobre la banca sin poderlo creer - Paolo, no sé cómo le hizo, pero descubrió que el nombre de Darío, era falso y que es un jedi....lo trajo ante tu padre hace unos minutos y al recordar, que él era tu guardia personal, se puso como loco y lo mandó al calabozo.
Padmé: - NO...esto no puede ser - dijo nerviosa y con el pulso acelerado - ¿pero cómo es que pudo hacerlo? Él no tenía forma de saberlo - sentía ciertas lágrimas en sus ojos, tratando de entender lo que estaba pasando.
Fernanda: - Tengo la sospecha, de que alguien aquí ya lo sabía y que le ofreció a Paolo algo a cambio con tal de deshacerse de Anakin - volteó a todos lados, para evitar que las escucharan - tengo el presentimiento de saber quién fue, pero no puedo decírtelo ahora - las dos se pusieron de pie, comenzando a salir del jardín.
Padmé: - ¿Por qué no? - preguntó en voz baja.
Fernanda: - Porque avisaría al traidor y todo se acabaría - se encaminaron rápido a los aposentos de Padmé, cerrando la puerta con seguro y entraron las dos al baño.
Padmé: - Hay algo que me estás ocultando, ¿Fernanda qué está pasando? - preguntó frustrada, primero Anakin, está resguardado por la guardia de su palacio y ahora, parece que hay alguien que los está espiando, desde no sé cuanto.
Fernanda: - Mira, Padmé, al parecer, los separatistas y los sith, quieren invadir Naboo - los ojos de Padmé, estuvieron a punto de salirse de su cabeza - el Senado, quiere hacer un voto de desconfianza contra Valorum, para que alguien pase al poder y van a usar el bloqueo aquí en Naboo, para darles a entender que Valorum, ya no es un buen elemento para gobernar.
Padmé: - ¿Una invasión, en Naboo? ¿Por qué nos odian tanto?
Fernanda: - Sólo es el comienzo, querida, en cuanto terminen con Naboo, hay una lista muy grande de sistemas que les siguen - dijo suspirando y sentándose en la pared.
Padmé: - Hay que detener esto - dijo firme, como la reina que es - no voy a dejar que mi planeta, se convierta en un blanco vulnerable, pero Anakin y los niños están en peligro, si el hombre que vino a entregar la carta esa noche, llega al jardín de repente y comenta sobre la carta, sospecharán sobre todos y los niños, tienen que vivir.
Fernanda: - Lo sé, por eso hay que actuar ya, necesito que vengas conmigo a ver a los Gungans - se paró decidida y Padmé, la vio confundida.
Padmé: - ¿Los Gungans?
Fernanda: - Sí, los gungans, la tribu, que vive al otro lado de Theed - señaló hacia la ventana del baño - son nuestra única esperanza, necesitamos a un ejército que nos permita detener a los separatistas.
Padmé: - Pero Naboo, es un mundo pacífico, no nos hemos esforzado tanto por evitar la violencia a toda costa, como para entrar a un momento de violencia - justo en ese momento, Fernanda suspiró frustrada.
Fernanda: - ¿Y tú crees que ellos no lo saben, Padmé? - con eso, Padmé se quedó callada y se puso a pensar más tiempo lo que estaba diciendo - ¿Tú crees, que ellos lo están haciendo nada más porque sí? Padmé, esté es el mundo perfecto para iniciar una guerra entre mundos, tomando en cuenta de que no existen soldados especializados para guerra, no hay mucha posiblidad de que podamos vencer y evitar este desastre - dio una pausa, para que la princesa pensara en lo que iba a hacer - además, no son los únicos que van a venir en nuestro auxilio....y antes de que preguntes, eso lo sabrás en tres días, pero considera esto, Padmé, a pesar de que esas personas vayan a venir, debes de entender, que ellos también son tu pueblo, que tienen derecho a defender su hogar así como nosotros debemos y podemos hacerlo, pero si no tienes el valor de luchar por lo que es correcto, créeme que todo lo que conoces, va a desaparecer, sobre todo, los que más amas.
Padmé: - ¿Cuándo vamos? - preguntó seria y convencida, ya era hora, de que la verdadera Padmé salga del closet a proteger a su reino y Fernanda, sonrió satisfecha.
Fernanda: - Hoy en la noche, mientras más pronto mejor y te llevaré yo, no podemos confiar en nadie, ni si quiera en tus guardias, después de lo que pasó con Paolo, no sé quién sea de confianza aún - eso le recordó a Padmé, que tendría que enfrentar a Paolo, más tarde.
Padmé: - ¿Dónde está Anakin? - preguntó angustiada, al menos, quería verlo una última vez antes de que toda esta catástrofe empiece.
Fernanda: - Sígueme.
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Narrador Anakin:
Los guardias del palacio, me llevaban a los calabozos por la fuerza, mientras yo no dejaba de buscar a Padmé por los pasillos; bajamos de niveles cada cinco minutos, hasta llegar a las prisiones de los criminales, me pusieron esposas especiales, genial, al parecer han perdido su tiempo buscando la forma de mantener controlados a los jedi, más que proteger a su gente de un posible ataque a Naboo. Lo que sí pude percibir, es una presencia obscura, tan poderosa que daba miedo querer descubrir quién, además de Fernanda, había alguien que tiene un gran control sobre el flujo de la Fuerza, sólo que al opuesto, sólo podía sentir la maldad y el odio en el aire; después de que me encerraron en mi celda, me acosté y me puse a pensar, esto era lo que quería evitarle a Padmé, pero tarde o temprano esto pasaría y desgraciadamente pasó mucho antes de lo esperado, seguramente Paolo, estaba muy ansioso por deshacerse de mí, para tener el camino libre con Padmé. Pero después de un rato, lo sentí otra vez, esa presencia oscura y dominante, acercándose hacia mí y me paré tratando de prepararme, sin embargo, cuando toqué mi cinturón, me di cuenta de que no tenía mi sable de luz a la mano, estaba acorralado.
Palpatine/Sidious: - Veo que mi asesina tenía razón - apareció la figura desde las sombras, era el tal por cual, Senador Sheev Palpatine, por la Fuerza, Padmé y su familia, han estado ante su poder todo este tiempo - la Fuerza es muy fuerte en ti, joven jedi.
Anakin: - No hablo con escoria sith - dije indignado, tratando de bloquear mis pensamientos al máximo, aunque sus intentos eran vagos.
Palpatine/Sidious: - Tanta, fuerza, tanto poder.....todo desperdiciado con el hecho de trabajar para los jedi - exhalé con sarcasmo, él cree que puede convencerme, pues jamás lo haré, jamás caeré en las trampas del hombre que provocó la muerte de mi madre.
Anakin: - Ja, si esa es tu manera de convencerme de unirme a ti, estás muy equivocado....soy un jedi, Palpatine, jamás me pasaré al lado oscuro - cuando se acercó a mi reja, su cara era segura de sí mismo, sin embargo, yo no me moví ni un sólo centímetro dando a entender, que no le tengo miedo.
Palpatine/Sidious: - Ya lo veremos, jedi - su paciencia era extraordinaria, pero estoy seguro de que voy a romper el récord de romper la paciencia del más grande de los sith - ¿en serio, crees que a los jedi les importas? Si eres un ser muy poderoso, incluso más que el maestro Yoda - no dije nada, él sólo es una tentación y yo, tengo algo más fuerte por lo qué luchar contra sus manipulaciones - ellos no creen en ti, en cuanto esto termine, te destruirán para evitar que tú los liquides con tu poder - ¿en serio? Seré el hijo de la Fuerza, pero no soy tan estúpido como para caer en eso, tal vez, los jedi tendrán sus temores y sus envidias, como todo el mundo, pero eso no quiere decir que voy a presumir de mis poderes; me reí descaradamente sin importar lo que me pensara, eso es lo más ridículo que he escuchado en mi vida.
Anakin: - ¿Eso crees? - su cara se tornó seria y podía sentir su frustración, estoy seguro, de que nadie lo había enfrentado cara a cara, sin sentir el más mínimo miedo ante sus "amenazas" - ¿No crees, que de ser así, ya lo hubiera hecho desde hace años? Además, no soy tan idiota, como para ser un genocida, tengo muchos amigos ahí y creo que ellos preferirían morir, antes de que yo pueda pasarme al lado oscuro, su alteza - le respondí irónicamente, lo cual lo molestó.
Palpatine/Sidious: - ¿Sabías que esos amigos tuyos, sólo te están utilizando? - giré mis ojos y me senté sobre el camastro, él podrá decir todo lo que piensa, pero jamás me hará caer - Nadie te quiere, todo lo que te han dicho son mentiras, sobre todo....la princesa Amidala - entonces mis ojos se abrieron, ¿cómo es que lo sabe? Y en eso, vi su sonrisa complacida, ¿eso es lo que quiere?, muy bien, dos podemos jugar este juego - sí, la princesa Amidala, es una manipuladora, igual que sus padres, ellos son un peligro para la galaxia, mira lo que provocaron.....durante más de dos décadas, la gran mayoría de las muertes de los sensibles a la Fuerza y sobre todo, ha hecho que todos ustedes se escondan del mundo exterior, ¿no crees que se merecen pagar por lo que te hicieron? De no ser por ellos, jamás tu madre, hubiera tenido que abandonarte a tu suerte y.... - no lo dejé terminar, ya que lo agarré con la Fuerza y lo atrajé hacia los barrotes de mi celda, causando que se diera un fuerte golpe en la cabeza.
Anakin: - Déjame decirte algo, Palpatine, de mi madre, no vuelves a mencionar nada de ella....ni insultos, ni cosas bellas, ni malas, tú ni siquiera la conociste, como para tener derecho sobre su vida, ¿quedó claro? - lo solté y lo tiré al suelo - Y si le pasó algo, fue por tu culpa, tú has querido deshacerte de los jedi, desde un principio, sean de la edad que sean y sin importar, si son jedi o no y ¿sabes por qué lo haces? Porque nos tienes miedo.
Palpatine/Sidious: - ¿Miedo....a qué? Ustedes son unos seres páteticos que están tan ciegos con su tonto código, que no pueden ver más allá de sus narices, por eso, están siendo destruidos y tú, te unirás a ellos, si no te unes a mí - le di la espalda, para evitar que me vea, no pienso seguir escuchando sus pobres excusas - con nuestros poderes combinados, seremos invencibles y no habrá nadie que nos pueda detener - me ofreció seguro de sí mismo, pero yo ya había tomado mi decisión y no pienso darle lo que quiere.
Anakin: - Si fuéramos tan débiles como tú dices, no estaríamos reproduciéndonos como conejos, que para eso, necesitas a tus títeres que hagan el trabajo sucio por ti - su cara se estremeció, dándole a entender, que no pienso unirme a sus planes y jamás me pasaré al lado oscuro - y tú lo sabes bien, sabes bien, que si descubren tu fraude, no tendrás la oportunidad de conseguir tu objetivo; pues deja te digo algo, Palpatine, no me uniré a ti, ni a tu patético grupo de separatistas, que sólo buscan una excusa para conquistar la galaxia....¿quién es el patético ahora? - su mano estaba a punto de estrangular mi garganta, pero decidí jugar bien mis cartas - Inténtalo.....hazlo, mátame ya que ésta es tu única oportunidad de hacerlo con tus propias manos, pero te advierto.....que si lo haces, corres el riesgo de que des a conocer tu identidad secreta, senador - le dije satisfecho y después volteó, para ver a dos guardias acercándose al pasillo de las celdas.
Palpatine/Sidious: - Te daré estos dos días, Skywalker, si no te unes a mí, todo Naboo sufrirá - me quedé callado y no pude decir nada, porque se movió de aquí y después, escuché la voz de mi ángel, quien corría desesperada por entrar a la cárcel.
Soldado: - Princesa, ¿qué hace aquí? Éste no es lugar para usted - inconsciente, giré mis ojos y sentí su frustración.
Padmé: - Caballeros, éste también es mi palacio y tengo derecho, a ver cara a cara, al impostor que se infiltró al palacio, al menos, pienso que merezco una explicación - al escuchar su voz, me daba tranquilidad, cuando los guardias se fueron, ella corrió desesperada por verme y Fernanda, abrió la celda para que pudiéramos vernos un poco más cerca - Ani....lo siento tanto - dijo después de abrazarme con fuerza y con lágrimas en sus ojos.
Fernanda: - Estaré vigilando la entrada, sólo tienen 10 minutos no puedo garantizar más - yo asentí y ella, salió corriendo hacia la entrada.
Padmé: - Perdóname, Ani - se disculpó llorando y yo, la abracé con todas mis fuerzas.
Anakin: - No tengo nada que perdonarte, amor mío, sabíamos que tarde o temprano, esto sucedería y que sería difícil de evitarlo - ella asintió, pero su llanto aumentó un poco más, me di cuenta de que no traía maquillaje puesto, lo que era muy extraño, pero ésa es la forma en la que más me gusta verla.
Padmé: - Lo sé, pero no es justo, no es justo lo que nos está pasando....tal vez, de no haberte conocido, esto jamás hubiera pasado - dijo desesperada, pero no estaba dispuesto a ser la causa de su dolor.
Anakin: - Padmé, no digas eso, sabes muy bien, que aunque no nos hubiéramos conocido en esas circunstancias, tarde o temprano, nos conoceríamos cuando me descubrieron y esperando mi muerte ante tu padre - cuando dije eso, con sólo pensarlo, ella agitó su cabeza y se enredó más en el abrazo, tratando de que durara más tiempo nuestro momento - mi amor, tú eres la siguiente reina, sé fuerte por tu mundo y tal vez, algún día nos volveremos a ver cuando seamos uno en la Fuerza - la tomé del mentón para que me volteara a ver a los ojos, los cuales, estaban llenos de lágrimas y su cara roja por la tristeza.
Padmé: - Aún no te despidas, mi amor, aún tengo que hacer algo antes de que todo esto suceda - me acercó a ella y compartimos un beso apasionado, ella colocó sus brazos alrededor de mi cuello y yo, sobre su espalda, tratando de no soltarnos por nada del mundo.
Fernanda: - Lo siento, muchachos, pero Padmé, ya es hora - los dos nos dimos un último beso y ella salió corriendo, viéndome una vez más - ten - me dio una bolsita - no la abras hasta que todo termine - iba a preguntarle para qué, si mi tiempo se acaba en tres días, pero ya se había ido - los tiempos, están por cambiar - escuché su voz en mi cabeza.
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Narrador Fernanda:
A media noche, Padmé y yo, nos escapamos por el pasillo secreto sin que nadie nos viera, al llegar a la puerta, me salí un poco, para cerciorarme de que no hubiera guardias, cuando vi que no, salimos disparadas a mi nave y partimos hacia la ciudad Gungan, sin que nadie se diera cuenta; antes de llegar, nos topamos con un guardia del mundo acuático y le pedí que nos dejara hablar con el rey de los Gungan.
Padmé: - ¿Estás segura de lo que estás haciendo, Fernanda? - me preguntó nerviosa, después de que el guardia, se fuera a sumergir, para obtener una respuesta.
Fernanda: - Claro que sí, ¿no me digas que ya te estás arrepintiendo de hacerlo? - le dije levantando una ceja.
Padmé: - NO, no es eso, es sólo que tengo miedo de que nos rechacen y de que mis padres, me torturen por eso - suspiró tratando de sacar la ansiedad.
Fernanda: - La vida está llena de riesgos y de sacrificios, si nosotros no los tomamos, entonces, no podremos hacer nada para cambiar la situación del planeta.....si tus padres, no son capaces de aceptarlo y quieren dejar que su pueblo padezca, entonces, allá ellos, pero nosotras haremos la diferencia - justo después, salió la nave con el mismo guardia que nos recibió hace unos momentos.
Guardia: - Puedein, paisair - es extraño escuchar la voz de los gungans, no es un dialecto muy común que se escuche en la galaxia, pero regresando al tema, las dos entramos a la nave y el mismo guardia, nos condujo hacia la ciudad acuática, era impresionante ver que toda una población de seres terrestres y acuáticos, puedan vivir dentro del agua.
Fernanda: - Respira hondo, Padmé - me acerqué a su oído, cuando vi su tensión en sus manos - y saca a la mujer que llevas dentro, la reina que va a gobernar por y para su pueblo, olvida las reglas y las normas, ahora tu mundo está en peligro....tienes que demostrarles, que eres capaz de liderarlos como su gobernante - le pase con mis poderes, una esencia calmante, para que se relajara y de alguna manera sirvió ya que cerró los ojos, concentrándose en lo que iba a decir.
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