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Acto 4 Elegidos

—¿El Maestro Windu lo eligió a él como a su Padawan? Más allá del color de la hoja en sus lightsaber ¿Qué tiene de especial?

—No lo eligió. Oí que lo asignaron para que fuera su Padawan a fuerzas. Así que el Maestro Windu técnicamente fue obligado a entrenarlo.

—Entonces ese rumor debe ser cierto. Ese niño es un traidor y el Maestro Windu lo va a vigilar.

—Es lo más probable, y cuando tenga pruebas derechito a la prisión.

Talnivarr escucho esta conversación entre 3 iniciados de otra aula. Podría decirse que había escuchado a escondidas, pero que también, no lo había hecho. Porque ellos no le vieron y realmente él no estaba en el pasillo donde los 3 iniciados estaban hablando. Aunque técnicamente sí estaba en un pasillo; El pasillo azul.

Los túneles azules o conductos de agua, recorrían todo el templo con la excepción de las 5 torres. Median 2 metros de alto por 2.50 de ancho por lo que una persona podía usarlos para desplazarse a nado por el templo sin ser visto, pues los túneles estaban ubicados dentro de los gruesos muros, o bajo los pasillos, como era este caso.

La estancia de las mil fuentes, el lago, la cámara de los cristales de fuego, la enfermería, el zoológico, el jardín del gran árbol y otras zonas del templo requerían de agua limpia y trampillas para el acceso a los túneles azules estaban por todo el templo.

Tal había puesto mucha atención a los planos y diagramas que Miro Daroon les había mostrado en sus clases y se percató de que en los cruces de camino o intersecciones de los túneles había plataformas sobre el agua lo suficientemente grandes cada mil metros, además de 7 plantas de depuración que automáticamente renovaban y hacían circular el agua 20 minutos después de cada hora.

Para Talnivarr era fácil tener acceso a los túneles azules, pues frente a la puerta de su habitación había una trampilla y bajo dicha trampilla había una de esas plataformas. Ahí Tal había dejado toallas y bolsas impermeables donde podía quitarse su uniforme, guardarlo en la bolsa y tomando el cinturón de servoherramientas usar un visor y respirador para desplazarse a nado por los túneles azules.

Jamás se había preguntado porque había un respirador en el cinturón de servoheramientas, pero ahora entendía que eran de utilidad. Desde los iniciados hasta el propio Maestro Yoda siempre llevaban el cinturón consigo; porque tenían herramientas muy necesarias. A fin de cuentas un Jedi era un ser mortal y aunque tenía algunas ventajas por usar a la Fuerza, había cosas que no podía hacer o controlar.

La Baliza Transmisora era un comunicador de hiperonda que tenía una línea de acceso instantáneo al templo por medio de una frecuencia de radio codificada. Su alcance de 48.000 años luz permitía que un Jedi llamar al templo más cercano o comunicarse con otro Jedi.

El Gancho de Agarre era un arpón pequeño unido a un frasco cilíndrico que a primera vista parecería vacío pero en realidad al ser disparado su contenido se solidificaba en un fino cable que podía soportar 550 kilogramos y alcanzar la distancia de 21 metros.

El Respirador era un instrumento que se adaptaba a la nariz y la boca algunos incluían un visor para proteger los ojos; proporcionaba 2 horas de oxigeno aunque se podía adaptar con algunos gases, ya que existían diversas especies que respiraban metano.

El Comunicador estándar normalmente era confundido por la hebilla principal del cinturón pero en realidad permitía una comunicación más limitada con 100 kilómetros y era capaz de generar una onda de ruido blanco para bloquear comunicaciones de radio.

El Holoproyector servía para proyectar holomapas, diagramas, planos, videos y otras imágenes en 3D para comunicaciones holográficas pues podía adaptarse con el comunicador y la baliza de transmisión.

Por ultimo diversas capsulas de alimento y nutritivas, bengalas rojas, verdes y blancas y un cortador/soldador, cableado y chips de repuesto para reparar un lightsaber.

Tal acababa de subir a una de las plataformas cuando escucho esa conversación. Suspiro sintiéndose un tanto decepcionado mientras sacaba la toalla de la bolsa, para secarse y después ponerse la túnica de Padawan.

Solo había pasado una noche, solo una noche cuando fue convocado ante el consejo y tuvo una noche de sueño tranquilo aunque le dio la impresión de que los 2 dioses que había visto cuando les había "invocado" le esperaban, entre sueños sintió su presencia, pero la Hija y el Hijo no se mostraron ante él.

Esa mañana se dio el aviso.

Los Padawans: Chav A'Tronn, Muram Em-Shero, Perr D'Alay y Yael Wolfurre. Serian nombrados Caballeros Jedi.

Aayla Secura, Azum Shima'Da, Saesee Tiin serían nombrados Maestros Jedi.

Y finalmente. Talnivarr Cyanfire fue asignado como el 2do padawan del Maestro Mace Windu.
Esta última noticia fue la que técnicamente provoco que casi todos en el templo se cayeran de espaldas. Entre iniciados, padawans e incluso algunos caballeros, se decía que matarían por ser entrenados por un Jedi prodigio como Mace Windu.

Y un niño de 9 años tenía ese privilegio, solo porque las hojas de sus lightsabers tenían un color inusual.

Tal fue el más sorprendido y casi se atraganto con su desayuno. Si antes le miraban y señalaban en los pasillos por cautela o sospecha, ahora era por celos. Cuando se levantó de la mesa y cruzo el comedor, se sorprendió de que su túnica no ardiera por las enfurecidas y envidiosas miradas que diversos iniciados le dirigieron.

2 días después del anuncio, ya harto de esa hostilidad, fue que decidió emplear los túneles azules.

Suspiro. Salió por la trampilla apenas comprobó que no había nadie en el pasillo y rápidamente llego al Salón de las mil fuentes. Faltaban 30 minutos para su lección con ahora su Maestro por lo que se sentó a la sombra de un Pino Malpasiano y medito en silencio, ese era su lugar preferido y donde se había encontrado con Ali-Alann poco después de volver de Ilum.

—Buenos días, Maestro. —Tal abrió los ojos cuando sintió la presencia de Mace Windu quien se había acercado en silencio para no interrumpir la meditación de quien ahora era su padawan.

—Buenos días, Talnivarr. —Respondió, su expresión era una perfecta mascara estoica. —¿Por qué pese a que estabas meditando, percibo algo de inquietud en ti?

Esta pregunta inesperada tomo al niño por sorpresa pero su respuesta fue sincera.

—Porque... Aparentemente muchos iniciados y otros padawans, les cuesta aceptar que yo ahora soy su padawan. Supongo me ven como poca cosa, para que usted sea mi maestro.

Windu se inclinó a su lado en pose meditativa.

—¿Esa opinión de otros sobre ti, es verdad? ¿Eres indigno de ser mi padawan?

Tal tuvo que ordenar sus pensamientos antes de responder.

—Posiblemente mis capacidades ahora mismo, sean básicas y equivocadas. Porque aún no estoy perfectamente entrenado así que en cierto modo, es verdad que soy "poca cosa" pero ellos están también en la misma cesta. Todos somos aprendices, no nacimos con el lightsaber en mano, tenemos que aprender, quiero aprender porque aun lo necesito. ¿Señor yo... soy un ignorante indigno?

Mace Windu le miro inexpresivamente.

—Tú mismo has respondido a tu pregunta, mejor de lo que yo pude haber explicado, Talnivarr. Todos incluso yo, iniciamos desde cero. Y lo que me ha gustado de tu respuesta, es que aceptas que aun tienes mucho por aprender y que puedes mejorar. No eres indigno, si deseas aprender es que buscar estar preparado. La Fuerza, tiene muchos misterios que aun nosotros los Jedi en todos estos siglos no comprendemos. Ahora escúchame.

Hablaron; o mejor dicho Tal escucho las enseñanzas sobre la Fuerza por casi 4 horas, solo interrumpieron la lección cuando el Maestro Jedi indico que debían ir a comer. Pero no se dirigieron al comedor de los iniciados, sino a otro comedor a donde Tal ahora tenía que ir, una de las zonas en negro de los planos del templo. Al comedor donde Maestro y Aprendiz tenían acceso.

Muchos les miraron pero ni Tal ni su Maestro hicieron caso de esto más allá de responder a algunos saludos dirigidos a Windu por otros Maestros y Caballeros. Comieron en silencio, y Tal siguió a Windu cuando le indico que lo siguiera.

—Hola chicos. —Saludo Tal a sus amigos cuando estos iban saliendo del comedor, Tal y el Maestro Windu iban por dicho pasillo cuando las puertas se iban abriendo.

El Ithoriano y el Togoriano sonrieron cuando su amigo les saludo, tras ellos los grupos de Dirce y Deimos también iban saliendo pero ni Tal ni el Maestro Windu les vieron.

—Niños. Vengan con mi Padawan. —Dijo mirando a los amigos de Tal —En unos minutos, los Padawans que van a ser nombrados Caballeros, tendrán una exhibición de sus capacidades de lucha ¿Les dijo el Maestro Sinube?

—Sí, señor. —Respondió Jak'zin —El Maestro Sinube lo menciono en la práctica esta mañana, pero creíamos que solo algunos estaban invitados.

—Yo les estoy invitando también. —Respondió Mace Windu. —Los amigos de mi Padawan también son mis amigos.

—¿Maestro, pueden venir los otros integrantes de la clase? —Pregunto Tal mirando de soslayo a sus excompañeros de aula. —Ver a algunos Caballeros Jedi en liza no es algo común y estoy seguro les ayudara en su enseñanza.

El Maestro Jedi miro a su Padawan; Mace Windu no había nacido ayer y sabía que había cierta tensión y enemistad entre los antiguos compañeros de aula de Talnivarr pero la petición del chico era sincera y tenía un punto a su favor; ver luchar a algunos padawans que estaban a pocos días de volverse Caballeros Jedi era raro, y más raro aun si se trataba de Padawans experimentados que habían visto la guerra y la muerte cara a cara.

—De acuerdo, pueden venir pero no hablen en voz alta, a fin de cuentas es una ceremonia formal.

Dichas estas palabras el Jedi de piel morena comenzó a caminar en silencio. Tal charlo brevemente con sus amigos, y con Vamary y Yesreon; sin notar que Deimos y Dirce intercambiaban una mirada irritada. Era verdad que querían ver esos combates, pero no les gustaba deberle algo a Tal. Solo cuando se dieron cuenta de que se estaban quedando atrás fue que les alcanzaron en silencio.

Caminaron por una buena parte del templo a una zona a la que tenían prohibida la entrada y los guardias del templo no les impidieron el paso cuando el Maestro Windu se los indico.

Entraron en una arena de combate amplia, había asientos escalonados ocupados por diversas personas que habían llegado antes.

—Por acá niños. —Indico el Maestro Windu hacia unas tarimas en la parte alta cercana a donde el Maestro Yoda hablaba en voz baja con una mujer cuyo rostro estaba cubierto por un velo blanco.

Unos momentos después llegaron los Padawans que iban a ser ascendidos a Caballeros; en compañía de sus Maestros.

—Maestro Windu —Pregunto Taja mirando a la mujer velada —¿Quién es la mujer con quien está hablando el Maestro Yoda?

—Es la Maestra Pan Sen'Pai —Respondió Windu en voz baja. —Aunque la llaman Muralasa. Casi nadie la conoce porque ella es la líder del Templo Jedi en un mundo muy lejano llamado Palaos, cercano a las Regiones Desconocidas.

¿Muralasa? —Pregunto Tal sorprendido —¿Es ella?

—Sí. —Respondió Windu con. —No me sorprende que hallas oído hablar de ella.

—¿Cómo no conocer el nombre de Muralasa? Quien rescato un cristal kyber del tamaño de una casa de 3 pisos de un Señor del Crimen Hutt hace 10 años era en ese entonces una Dama Caballero Jedi.

Maestro y aprendiz intercambiaron una mirada, Tal volvió a ver a la mujer velada quien alzo ambas manos e inesperadamente se quitó el velo.

Talnivarr casi se fue de espaldas en su asiento cuando la mujer alzo la mirada y les sonrió. Su cabello, negro y suave como el viento nocturno, estaba sujeto por una red tan fina como una tela de araña, y cuajado de pequeñas joyas que titilaban como estrellas. Su piel era del tono pálido como el jade blanco; sus ojos del profundo púrpura del cielo nocturno, y sus labios del mismo color que las sombras. La palabra "Bella" le quedaba exageradamente corta, pues Pan Muralasa Sen'Pai era tan hermosa, como un pecado.

—Tal —Dirce miro al chico con una expresión fastidiada. —¿Qué significa la palabra Muralasa?

Princesa de la Noche.

—Irónicamente, el Señor del crimen hutt a quien ella capturo, fue quien la llamo así a modo de alabanza por haberlo capturado. —Agrego Windu — Ser felicitada y alabada por tu enemigo no es muy común.

Los niños al lado del Maestro Windu, así como Tal habían quedado perturbados ante la belleza de la Maestra Jedi, y no eran los únicos, diversos Caballeros y Maestros que habían llegado, miraron a la mujer atrapados ante su belleza. Y este canto de sirena se rompió brevemente con una voz femenina.

—¡Maestra! —E'Libza Eth-Liones, ella subió a las escaleras, la Maestra Sen'Pai se puso de pie y ambas mujeres se dieron un abrazo.

Los Diathim o Ángeles como comúnmente se les conocía eran habitantes de las mil lunas de Iego. Seres luminiscentes que tenían 6 alas, y una larga vida que llegaba a los 300 años; su belleza era legendaria muchos aseguraban que eran las criaturas más hermosas del universo.

E'Libza Eth-Liones tenía realmente 90 años a pesar de parecer una jovencita que rondaba los 20. Juntas una al lado de la otra, parecía una obra de arte. 2 mujeres de belleza sin par que no se opacaban ni superaban la una a la otra. Pero eran distintas.

E'Libza poseía una belleza etérea, mística y sobrenatural, la cálida luz dorada que emergía de su cuerpo junto con sus 6 alas le daban la imagen de una divinidad de eras pasadas.

Mientras que Pan, tenía una belleza placida un aire maternal, la belleza de una mujer adulta que representaba al hogar, la maternidad, la sencillez pero también juventud, inteligencia y madurez.

—¡Hombres, todos son iguales! —Tal solo giro la mirada cuando Taja le dio a él y a Uboraan un cachete para que dejaran de poner caras de idiotas.

Tal se froto la mejilla pero no dijo nada en contra. A fin de cuentas le habían enseñado que cuando una mujer te da una bofetada como hombre tenías que recibirla sin intentar devolverla o decir algo en contra, o te arriesgabas a recibir otra cachetada y esta vez con mayor fuerza.

Tal iba a hacer un comentario pero la repentina voz furiosa del Maestro Windu le distrajo.

—¿Azum Shima'Da, que estás haciendo con esos niños? ¿Y dónde están tus vestimentas?

Casi todos volvieron la vista cuando el mencionado humanoide entro despreocupadamente. Tal, por un instante pensó que tenía puesto un sombrero, pero después de un rápido vistazo exclamo:

—¿Grogu?

Sus ojos no le engañaban. Un bebé de la especie del Maestro Yoda y Yaddle estaba cómodamente sentado en la cabeza de Azum Shima'Da pero no era el único, de sus amplios hombros colgaban 3 niños: un Quarren llamado Cele'sar, un Gamorreano de nombre Marba y un Whiphid llamado Kurdan y una niña de la raza Twi'lek estaba sentada en su hombro derecho que respondía al nombre de Varen Rim.

Lo más sorpréndete de eso, es que 2 de esos niños, el Gamorreano y el Whiphid eran especies inteligentes muy voluminosas y de huesos pesados aun desde niños, el Gamorreano pesaba 75 kilos y el Whiphid 68, pero Azum Shima'Da les cargaba sin ningún esfuerzo visible.

Talnivarr y los otros conocían a esos niños pues en varias ocasiones ayudaron a su cuidado en la guardería antes de ir al templo de Ilum para construir su lightsaber. Él o mejor dicho toda la clase SP-16 tenían un notable afecto a Grogu. Era simplemente un bebé muy adorable, sentir aprecio hacia él era algo casi instantáneo.

Tal ahora miro al Caballero y comprendió la pregunta por su ropa.

Azum Shima'Da tenía 3 metros de altura; de pelaje color canela que cubría todo su cuerpo excepto por un color ligeramente oscuro en la parte interna de sus orejas y alrededor de sus ojos, y su nariz que era roja como sus ojos.
Tenía un cuerpo sólidamente construido en una V desde sus amplios hombros a una cintura estrecha; era estético, musculado y envidiablemente tonificado, pues sus únicas vestimentas era un pantalón negro cortado a la altura de las rodillas, sobre este el cinturón de servoherramientas del que colgaba su Lightsaber que era plateado y dorado. Tampoco llevaba calzado.

En la orden Jedi, era una obligación usar como uniforme siempre unas túnicas, chalecos, gonelas y capas en colores marrones claros u oscuros y blanco, el color negro era solo llevado por las Sombras Jedi y esto cuando cumplían misiones en secreto por lo que técnicamente era un color un tanto prohibido tanto como el color rojo.

Aunque había ligeras excepciones a algunas especies sensibles a la Fuerza que pertenecían a laOrden Jedi por tener pelaje espeso y tupido: los Talz, los Togorianos, los Wookies, los Lassat, los Whiphid, los Shistavanen, los Bothan y los Gigoranos. Se les permitía no usar todo el uniforme siempre que llevaran 2 piezas del uniforme el pantalón y la gonela o chaleco no se les llamaban la atención.

El fornido Caballero entraba en esa excepción pues su pelaje cubría todo su cuerpo, pero su evidente desafío al no llevar chaleco o gonela y más aún llevar un color prohibido.

Azum solo sonrió de forma desobligada mientras hacia una reverencia burlona hacia el Maestro Windu y se sentó en las gradas al lado de 2 Padawans que habían sido invitados y llegaron juntos, pero sin sus maestros.

Una joven rubia de ojos azules llamada Lilit Twoseas y un chico delgado de piel clara pelirrojo llamado Kyr Ethel.

Mace Windu lentamente se puso de pie, su expresión severa era cercanas a la furia.

—No problema Maestro Windu. —Intervino el Maestro Yoda poniéndose también de pie, algo que pasó desapercibido dada su escasa estatura. —Relajarse un poco debe.

—Relajarse y tomarse libertades son dos cosas muy distintas, Maestro Yoda. —Respondió el Maestro Windu sentándose lentamente. —Azum Shima'Da da un mal ejemplo a la nueva generación.

Tal vio al mencionado Shima'Da que bien les había ido y decidió ignorarlos o simplemente no le importaba que hablaran de él, los 3 niños habían bajado de sus hombros para sentarse a sus lados, con la excepción de Grogu sentado en su cabeza y de la niña Twi'lek que seguía sentada en el hombro derecho.

Azum se giró un poco tal vez sintiendo la mirada de Talnivarr, sus ojos escarlatas se cruzaron un instante con los ojos color agua de Tal.

Talnivarr parpadeo confuso. Le había parecido ver una ligera expresión de sorpresa en el rostro del fornido caballero; la clase de expresión que tendrían 2 amigos de muchos años y se reencontraran, pero eso era imposible; Tal jamás había visto a ese hombre ni sabía cuál era su especie; pero este rápidamente sonrió y aparto la mirada.

—Amigos míos e invitados —El Maestro Yoda hablo en voz suave y tranquila pero todos los presentes le escucharon. —4 notables Padawans hoy avanzar en senderos de la Fuerza. —Señalo con la mano a los susodichos, que estaban de pie en la arena al lado de sus Maestros.

Tal que había dejado de hacer conjeturas miro a las 8 personas en la arena. 2 chicos pelirrojos, un chico rubio y el último parecía una combinación entre rubio con pelirrojo.

Muram Em-Shero padawan ser de la Maestra Aayla Secura. Perr D'Alay Padawan de la Maestra Luminara Unduli, Yael Wolfurre, Saesee Tiin ser su Maestro y finalmente Chav A'Tronn su Maestra es E'Libza Eth-Liones.

Los 4 jóvenes fueron dando un paso al frente cuando oyeron su nombre, e hicieron una reverencia respetuosa a los presentes.

—Aunque jóvenes ser aun; talento y destreza poseen en medida, y por aprobación de sus maestros, se les concederá el Rango de Caballeros Jedi, pero antes de eso, hoy, ustedes demostrar ante los presentes, destreza en batalla. 2 combates amistosos, por lo que pido regular la intensidad de hoja de lightsaber para dicha demostración.

Los 4 volvieron a inclinarse después de cumplir con la indicación del Maestro Yoda. Sus maestros no hablaron mientras que se dirigían a los asientos. Tal miro a los 4 jóvenes padawans a pocos días de ser ascendidos y aunque se veían tranquilos supuso estarían emocionados.

—Primer combate ser entre Perr D'Alay con Yael Wolfurre. —Dijo el Maestro Yoda —Después turno ser de Muram Em-Shero y Chav A'Tronn.

Talnivarr miro la arena, Mura y Chav chocaron puños de forma amistosa entre ellos y después con los otros 2 antes de sentarse en las gradas.

Perr era alto, delgado de compleción atlética y elástica como un corredor o velocista, de sus hombros colgaban sus lightsabers, era pelirrojo y podría decirse que era un chico guapo e incluso sus rasgos se resaltaron un poco con una sonrisa honesta a la par de sus ojos dorado. Dio 3 pasos hacia atrás mientras alzaba los brazos para empuñar sus lightsabers.

Yael Era un poco más bajo, de físico esbelto pero de músculos magros ligeramente marcados, rondaba más en la definición aesthetic boy. Su cabello como una explosión era difícil saber si era rubio o naranja; él tomo su lightsaber mientras se inclinaba ligeramente, como si intentara dar una estocada en base a dar un paso frontal.

Doggo y Kacchan —Dijo Deimos que estaba sentado a 3 asientos de Tal. —Esto será interesante oí que ellos 4 son bastante hábiles en combate de lightsaber.

Tal quería preguntarle a que se refería pero el Maestro Yoda alzo la mano y cuando la bajo era señal de que el combate iba a iniciar.

Dispara a matar... —Murmuro Yael dando un paso hacia el frente con el pie izquierdo mientras estiraba todo su brazo derecho empuñando su lightsaber.

Tal encontró raro este comentario, pero no expreso sus dudas cuando vio como Doggo daba una voltereta hacia atrás con expresión sorprendida. En cambio Kacchan tenía una sonrisa de superioridad. Tal tardo unos instantes en comprender esas reacciones, pues de las gradas salieron diversas exclamaciones de sorpresa.

Un lightsaber estándar tenía una hoja de 1 metro a 1.20 de largo. Pero este no era el caso en esta situación, parecía que el joven aurerrojizo estuviera esgrimiendo una lanza de luz y no una espada. La hoja del lightsaber de Kacchan, era 3 veces más larga de lo normal, el cual brillaba en una hoja color Índigo oscuro. Su punta había rozado por muy poco el pecho de Doggo, de ahí que él oportunamente hubiera evitado su ataque.

—Un lightsaber dobleface. —Tera Sinube que estaba a pocos asientos hablo brevemente. —Es un tipo de lightsaber que tiene más de un cristal kyber por dicho motivo el color azul de su lightsaber tiene esa tonalidad.

—¿Por qué es la hoja tan larga, Maestro Sinube? —Pregunto Tal.

—Porque tener más de 2 o 3 cristales afectan al calibrador de enfoque, por eso la hoja es más larga de lo esperado, muy útil para un ataque sorpresa como este que hemos visto.

En las gradas, Talnivarr cruzo los brazos tras la breve explicación del Maestro Sinube mientras miraba con atención.

Doggo no encendió sus lightsabers aun. Ambos jóvenes mantenían la distancia prudencial el uno del otro.

Aunque habían calibrado sus lightsabers para que no fueran letales en esos duelos; aun podían hacerse magullones y quemaduras de grado bajo, pero quemaduras a fin de cuentas. En cuestión de 3 latidos de corazón, la hoja extremadamente larga del lightsaber de Yael se retrajo al tamaño de una hoja estándar; su dueño no pareció sorprenderse por esto. Dio un paso hacia el frente.

Aunque Doggo se esperaba el ataque de Kacchan, le tomó por sorpresa por un instante cuando levanto la mano derecha empuñando el sable y como si sostuviera un hacha lanzo su golpe hacia él; que alzo sus lightsabers aun apagados cruzándolos; cuando se encendieron las hojas de plasma color Violeta y Magenta detuvieron la hoja color índigo de Kacchan. El olor a ozono inundaba el aire.

Talnivarr así como otros en las tarimas se sorprendieron, alzo la mirada a Mace Windu, cuya expresión era estoica y carente de emociones.

«Así que hay otros con Lightsaber de hoja color purpura.» Pensó el niño mirando de nuevo el combate.

Los 2 combatientes se mantenían de momento a raya uno al otro, pero Doggo pese a tener un físico esbelto, era más fuerte de lo que parecía. Empujo hacia adelante con la fuerza suficiente para lanzar a pulso a un hombre adulto, y precisamente eso debió tomar por sorpresa a Kacchan, pues tuvo que saltar hacia atrás y estuvo cercas de tropezar con sus propios pies. Aprovechando ese descuido, Doggo simplemente apago el sable de hoja Magenta y lo colgó a su cinturón con tres movimientos rápidos para sujetar así mejor su sable violeta.

—Continuemos. —Dijo con algo de desinterés dando un paso, Kacchan alzo el lightsaber con la derecha, pero giro su arma en su mano, pues la hoja color índigo ahora apuntaba hacia abajo y sin responder dio 10 pasos rápidos hacia a su oponente.

Las hojas chocaron, índigo contra violeta, se mantuvieron a raya un instante antes de que ambos jóvenes saltaran sobre su lugar, los 2 eligieron la misma maniobra dar una patada a su oponente.

Era obvio que ninguno esperaba que el otro atacara del mismo modo y Doggo acabo dándole una patada a Kacchan en las rodillas mientras que la patada de Kacchan alcanzó el pecho de Doggo.

Kacchan cayó de espaldas pero con un gruñido salto hacia atrás; parándose de manos un instante antes de dar un segundo salto para caer de nuevo sobre sus pies. Su lightsaber se había apagado cuando cayó, lo cual fue oportuno porque dio un paso hacia adelante y al encenderlo, la hoja de 3 metros de largo casi impacto en Doggo en el rostro, que fue más lento en levantarse.

La hoja color magenta, desvió hacia la izquierda a la hoja índigo. Kacchan dio tres pasos atacando aprovechando la larga longitud de su lightsaber pero ahora su oponente atacaba con sus 2 lightsabers en cada mano.

Fue como una danza, pues 3 veces ataco y Doggo 3 veces bloqueo su ataque antes de dar un salto hacia atrás para mantener la distancia. Esto, no fue necesario porque en ese momento la hoja color índigo volvió automáticamente a su tamaño original.

Se miraron el uno al otro, Kacchan se froto la rodilla pues el golpe que recibió fue con el talón de la bota de su condiscípulo, mientras que Doggo tosió un par de veces y se froto el pecho con el dorso de la mano.

Perr D'Alay "Doggo", levanto ambos sables con ambas cuchillas encendidas. La mirada del joven casi siempre bonachona y alegre, ahora era gélida. Con un escalofrió; Yael Wolfurre "Kacchan" alzo su sable. 3 cuchillas de núcleo blanco y de resplandor índigo, violeta y magenta brillaron, el olor suave a ozono llego hasta a las gradas.

Lo que Kacchan esperaba era que el chico pelirrojo diera un paso para girar y atacar con las dos hojas del sable en su diestra, de este modo dar un ataque semicircular. Pero no paso así.

Con un paso firme, Doggo guio las dos puntas de ambos sables hacia el torso de Yael. Este dio un paso atrás, levantando la mano izquierda para sujetar su arma con ambas manos y la hoja de resplandor índigo choco con el lightsaber violeta, muy cercas de la empuñadura, Kacchan gruño y dio un paso hacia atrás para no perder el equilibrio.

La segunda hoja rozo su pecho. Pudo sentir el calor en el aire cuando la hoja lo rozo; hasta pudo oler vagamente el ozono quemado antes de dar un paso hacia atrás, y casi cayó de espaldas.

—¿Qué fue eso mi amigo adicto a las explosiones?

—Me tomaste por sorpresa.

—¿Te tome por sorpresa? —Repitió Doggo con un sarcasmo. —¿Acaso esperas que te diga cómo voy a atacar?

Kacchan no contesto, se puso de pie, apago su lightsaber pero lo mantuvo en lo alto frente a su pecho. Doggo también apago sus lightsabers cruzando los brazos sobre el pecho. Las expresiones de ambos jóvenes eran de concentración.

En la habitación, la presencia de la Fuerza se incrementó, tal parecía ahora ambos habían dejado de medirse y estaban dispuestos a luchas con mayor seriedad, y obviamente usando la Fuerza más allá de ayudarse en ciertas maniobras físicas, como incrementar su agilidad o sus reflejos.

Aún no habían mostrado todo; pero antes de que pudieran dar un paso el Maestro Yoda alzo la voz.

—Bien, detenerse ambos ya pueden.

Doggo casi tropezó con su propio pie, mientras que Kacchan dio un cómico salto corto hacia adelante.

—¿Eh? –Exclamaron al unísono, las miradas de ambos eran casi cómicas.

—Disciplina, concentración y destreza mostraron. —Explico —Duelo de demostración ser, no un duelo a muerte. Ambos descansar deben, demostrar enseñanzas de sus maestros hicieron.

—Además —Agrego Mace Windu poniéndose de pie. —En este breve duelo por momentos uno tuvo la ventaja sobre el otro. En la orden, se necesita de jóvenes talentosos como ustedes.

Los 2 chicos intercambiaron una mirada, Doggo colgó de sus hombros sus lightsabers, mientras que Kacchan bajo los hombros y colgó su sable en su cinturón.

Talnivarr gruño ligeramente mientras se recargaba al asiento.

«No era lo que esperaba, pero estoy satisfecho.» —Pensó mientras miraba a las grades delanteras donde los otros 2 hombres jóvenes esperaban sentados. «¿Cómo será el combate entre esos 2?»

—¿Qué te pareció este corto combate, Talnivarr?

Tal miro a su maestro antes de responder.

—Hubiera preferido que durara más. —Windu asintió —Pero, no parece que estén acostumbrados a luchar entre ellos, sino en equipo; como si no quisieran luchar entre amigos, al menos eso me pareció.

—Buena deducción. Esos 4 jóvenes lucharon valientemente en contra de filibusteros en un lugar lejano y desconocido, tuvieron que confiar entre ellos, en sus instintos, en las enseñanzas de sus maestros; y gracias a eso adquirieron a temprana edad cierta experiencia y compañerismo.

Talnivarr miro a esos 4 chicos quienes hablaban y reían bromeando entre ellos e incluso el chico rubio imito cómicamente le salto que había dado Kacchan.

—Maestro. ¿Nosotros también saldremos de viaje a otro planeta? —Pregunto.

Mace Windu no dijo nada por un momento, tal parecía que la pregunta de su padawan le había tomado por sorpresa, Tal no necesito mirar a su alrededor para saber que sus excompañeros de aula esperaban también oír esa respuesta.

—Aun no. —Respondió con seriedad, pues también se había percatado de que escuchaban su conversación. —Hay algunos asuntos en donde se pidió mi presencia en el senado, puedes venir conmigo.

—Creía que no le agradaba la política, Maestro.

—Un Jedi también debe conocer a los senadores y estos a él o ella. Sera una lección antes de tiempo, pero te servirá para conocer y saber cómo tratar con la gente, entre comillas: honesta, y a los cerdos codiciosos.

Desde otro lado de las gradas, la risa de Azum Shima'Da se elevó brevemente. Tal noto que el Maestro Windu fruncía el ceño como si la risa de ese Caballero Jedi le hubiera irritado.

«Más bien, es como si todo lo que haga Shima'Da irritara al Maestro Windu» —Pensó Tal mirando al musculoso Jedi aun rodeado por los niños con la excepción de que ahora Grogu no estaba sentado en su cabeza sino que estaba acunado en los brazos del jedi dormitando. «¿Acaso hubo algo malo entre ellos? ¿Un desacuerdo?»

—Jovenes Muram Em-Shero y Chav A'Tronn. —El Maestro Yoda logro que se hiciera el silencio sin esfuerzo —Por favor demuestren sus capacidades combativas.

Mura y Chav chocaron puños antes de caminar hacia la arena.

Tal se inclinó un poco en su asiento para no perderse esta lucha, no tenía dudas de que bien podría ser corta, también le serviría como experiencia futura.

Mura desenfundo sus 2 lightsabers. Los encendió y nuevamente 2 colores inusuales pero esta vez: repetido, aparecieron en la arena. Pues las 2 espadas empuñadas por Muram Em-Shero eran ambas Violetas.

Chav A'Tronn también desenfundo su lightsaber que tenía un inusual color verde jade en toda la empuñadura, incluyendo una guarda semicircular que protegía los nudillos como una serpiente. Cuando encendió su lightsaber una hoja color Amarillo ilumino a su alrededor.

—Comiencen.

Esta historia... Continuara...


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