Acto 1 Prodigio
Coruscant era también conocido como el ecumenópolis, o «Ciudad mundo» dividido por los hemisferios donde el hemisferio este estaba "plagado" de rascacielos.
Ciudades, barrios, plazas y los edificios de mayor renombre, el Senado y a un par de kilómetros de distancia el Templo Jedi. Ambos edificios eran visibles uno frente al otro, pues estaban en los extremos del Distrito del Senado. A fin de cuentas, los Jedi servían al senado galáctico.
Aunque también era cierto que en Coruscant había otros lugares de interés: El Refugio B'ankor, la mansión de la Casta Valorum, el Museo galáctico, la Ópera donde se reunían gran parte de los senadores, embajadores y gente rica desde empresarios, banqueros y accionistas. El Palacio imperial, la Plaza de los monumentos, el antiguo Mercado galáctico y finalmente el Edificio ejecutivo de la República.
El Templo Jedi, era un zigurat de más de 1 kilómetro de altura, fácilmente reconocible por sus 5 torres. Eran muy escasas las áreas públicas, el atrio de los senadores, los jardines del ala este, el pabellón de las fuentes, el zoológico donde el Maestro Yoda tenía a un Kybuck que era su montura personal; y el astillero donde se resguardaban las naves empleadas por los jedis, o se estacionaban brevemente alguna visita del senado al templo.
El Crisol, aterrizó en el hangar bajo la atenta mirada de Winna Di Yuni. Jefa del Ala médica y líder de los sanadores de la fuerza.
Winna Di Yuni era una mujer humana del planeta Chalacta ubicado en el borde medio. Ella al igual que Depa Billaba y su hermana Sar Labooda eran mujeres elegantes de piel morena clara y cabello negro pues las 3 eran del mismo planeta y sus rasgos destacaban entre otros humanos.
Winna suspiro mientras los Guardias del Templo descendían y traían las camillas donde 3 de los 10 niños estaban acostados.
Solo un par de días atrás la Asamblea había terminado. Los niños habían construido sus propios lightsabers. Pero.
Pese a su abrigo y medicación previa al aterrizaje en ese planeta gélido, un niño seguía siendo un niño.
Tal se había metido casi una hora completa en las aguas termales para escalar por una cascada de 20 metros de altura para obtener 3 cristales kyber, su temperatura se había incrementado por el agua caliente para después descender bruscamente con el clima frío.
Griella encontró rápidamente el cristal que necesitaba; pero tuvo que meditar sentada y recargada sobre un bloque de hielo.
Ei'lad mientras buscaba su cristal resbaló y cayó en un lago de aguas termales solo que con diferencia de Tal, él mantuvo puestas sus ropas húmedas hasta que encontró su kyber, por ese motivo estuvo todo el tiempo empapado.
La Asamblea era una tradición ancestral. Pero con esa tradición muy escasas veces no volvió un niño con un resfriado a la exposición de ese cambio de clima extremista.
—3 esta vez. Maestro Yoda francamente...
—Yo... estoy... bien. —Interrumpió Tal tratando de levantarse de la camilla. Estaba un poco pálido y cuando se levantó recibió un coscorrón juguetón por parte de Jak'zin.
—Deja de hacerte el rudo Tal.
La jedi médica solo suspiro mientras sus asistentes examinaban a los niños en las camillas e intentaban que Tal se acostara de nuevo.
—No me arriesgare a que se propague un resfriado en el templo, por favor examinen a todos incluyendo a usted, Maestro Yoda. —Indicó mirando al pequeño alienígena verde con una mirada torva que no aceptaba quejas.
Solo Winna Di Yuni se atrevería a hablarle así al líder de los jedi, pero este no hizo nada por contradecirla, a fin de cuentas en ocasiones un médico puede tomar el liderazgo.
Todos, los niños, guardias, el maestro Yoda y los 5 jedis que acudieron a Ilum por llamado fueron llevados y examinados en el ala médica por precaución. Tal, Griella y Ei'lad eran los únicos resfriados por lo que pasaron 2 días en el ala médica, bajo la curación de la Fuerza antes de que les dieran de alta.
—¿Por qué me están mirando tanto? —Pregunto Tal sentado al lado de sus amigos en el comedor. Acababa de reunirse con Uboraan y Jak'zin y las miradas sobre el chico no se hicieron a esperar, desde los niños más jóvenes (entre ellos Obi-Wan) hasta algunos Caballeros y Maestros Jedi que estaban en ese momento en el comedor.
—¿No lo adivinas? —Preguntó el Togoriano —Deimos, Taja y raramente también Dirce no se callaron lo del color mega raro de tus Lightsabers. En solo una noche se corrió la voz.
Tal miró a sus amigos un instante antes de bajar ambos brazos. Bajo las mangas de su túnica, usaba unos brazaletes con correas donde guardaba ambos lightsabers. Con un movimiento simple, estos se deslizaron hacia sus manos. No los encendió porque al momento en que estuvieron a simple vista, se hizo el silencio.
—Hubiera preferido que ese droide hubiera explicado ese color tan inusual. —Murmuró Jak'zin —Pero en ese momento Griella comenzó a sentirse mal y...
—Noouuuu Vaauh, veak Kaae. Terrrh Sinuuuu thaheeee. —Agregó Uboraan. Tal miró a su amigo con cierta sorpresa.
—¿En serio? —Pregunto Tal —¿Cuándo?
Jak'zin hubiera preguntado qué es lo que el Ithoriano dijo, pero no fue necesario porque entendía un poco del dialecto de 4 gargantas de su amigo, aunque no también como Tal.
—A partir de la próxima semana, el Maestro Tera Sinube será nuestro instructor de combate con el lightsaber, además de los Maestro Taron Malicos y Coleman Trebor en informática y supervivencia.
—¿Necesitas clases de supervivencia? ¿Tu? —Tal sonrió mirando a su amigo —Pero tú mismo dijiste que eras una especie depredadora.
—Oye no soy un salvaje.
—Muu va Daaeeh kuuum ma faaeeeeh. —Agrego Uboraan sonriendo, y sus dos amigos respondieron a su argumento que era muy convincente riéndose.
En la entrada de la cafetería, un hombre alto y fornido que tenía la capucha puesta ocultando la mayor parte de sus rasgos faciales con la excepción de una corta barba de candado miraba a Talnivarr.
Lo vigilo por toda la hora de comida.
1 semana, 9 minutos, 16 segundos, 3461 nanosegundos, 70832 nanocrones y 9330176 microkairos después.
Tera Sinube era un Cosiano de avanzada edad, pero esto no era impedimento alguno para sus deberes con la orden jedi. En primera porque podía emplear la Fuerza para ayudarse en la lucha, muchos aseguraban que podía igualar en un duelo al mismísimo Mace Windu.
Aún en su vejez era un estratega, mentalista y sus capacidades de deducción y conjetura muy raras veces le habían fallado, había colaborado con las autoridades judiciales de investigación de crímenes de Coruscant muchas veces resolviendo delitos, asesinatos, secuestros y casos sin resolver en muy poco tiempo.
Entre Maestros Jedi y Caballeros, solían bromear diciendo que la jefatura era más su hogar que el templo jedi, pero nadie se atrevió jamás a decírselo, puesto que Tera Sinube era un maestro jedi muy respetado, sabio y un mentor muy apreciado en la orden.
Su amistad de muchos años con el Maestro Yoda era también muy conocida, por este motivo de vez en cuando se les veía juntos en las prácticas con el lightsaber de los younglins intercambiando entre ellos consejos y enseñanzas.
El Cosiano les esperaba sentado en una de las bancas que rodeaban el jardín del Gran Árbol, era una mañana fresca. Sonrió amablemente mientras los 10 iniciados se acercaban.
—¿Cómo están niños, nerviosos? —Pregunto —¿O ansiosos?
—Emocionados. —Respondió Deimos, actuando como el representante del grupo.
—Yo por lo menos tranquilo. —Contradijo Tal, quien ignoró la mirada que Deimos le dirigió por sus palabras.
Tera Sinube señaló a Tal mientras se ponía de pie apoyándose con su bastón.
—Sí, eso es lo esencial siempre. La tranquilidad es muy necesaria. Lo dicta el código. —Explico.
—Con todo respeto, maestro, no hay nada de malo en emocionarse de vez en cuando. —Respondió Deimos. El anciano negó con la cabeza.
—Estos niños de hoy en día. Siempre apresurados. Siéntense les diré algo que debieron decirles hace mucho. Desde que dejaron de gatear a mi parecer...
Talnivarr, Jak'zin y Uboraan se sentaron en el suelo en posición meditativa, el grupo de Dirce se sentaron a su izquierda y el grupo de Deimos a la derecha aunque Deimos sacó de su chaleco un pañuelo para sentarse sobre este.
—He conocido a muchos otros que en el pasado, apenas construyeron su lightsaber, ya se sentían los esgrimistas más poderosos de toda la galaxia. Se creían los héroes o heroínas que podrían fácilmente vencer a un ejército, a una bestia peligrosa, a un Señor Oscuro de los Sith, para después intentar probar su valor; fueron imprudentes, orgullosos... en algunos casos solo encontraron una muerte ignominiosa... —Suspiro —Soñar y ser realista son dos cosas muy distintas.
Con la excepción de Tal, Uboraan, Jak'kin y Vamary los demás intercambiaron una mirada, lo más raro fue que Dirce quien no hablaba con Deimos y su grupo a menos que no tuviera otra opción, pareció estar de acuerdo con él pues ambos tenían la misma expresión airada y ofendida.
Las palabras del Maestro Sinube les habían descrito de forma aterradoramente precisa. Deimos aun antes de ir a la Asamblea, ya se sentía intocable y el más diestro de los jedis pese a que era un aprendiz, siempre se consideró a sí mismo tan poderoso como cualquiera del consejo de maestros, pero era en términos claros el 2do lugar en las clases de los iniciados, Talnivarr y Vamary siempre quedaban empatados en el primer lugar y esto siempre le irrito, porque su orgullo le impedía aceptar ser el 2do lugar.
Ahora que tenía su propio lightsaber se consideraba como un elegido profético. Y le alegró ver a Tal enfermo, porque desde que se conocieron, siempre lo considero como débil e indigno.
Pero ahora, el "débil e indigno" sin saberlo le había superado al decir "tranquilo".
—Mi intención, no es desanimarles niños, sino guiarlos y aconsejarlos para que sean padawans ejemplares en un futuro. Conocen el código jedi ¿no es así? —Señaló a Tal. —Muchacho, di la primera oración.
—No hay emoción; Hay paz. —Cito Tal solemnemente. El Cosiano señaló a Dirce.
—No hay ignorancia; Hay conocimiento. —Dijo la chica.
—No hay pasión; Hay serenidad. —Esta vez fue el turno de Yesreon de citar el código.
—No hay caos; Hay armonía. —Le siguió Deimos.
—Yuuu ma Beeuleee Va'Haaauuu —Todos se giraron para ver a Tal, pues aparentemente ni siquiera el Maestro Sinube entendió a Uboraan
—No hay muerte; Está la Fuerza. —Tradujo —Aunque se supone que todos debían saber la última frase del código (Idiotas).
El maestro jedi hizo una reverencia corta.
—Bien ya que hemos citado el código, me presentaré formalmente. Soy Tera Sinube Maestro Jedi, tengo 99 años y ½. (Y sigo joven) Y soy quien les entrenará en el arte de batirse en duelo con sus lightsabers.
Los niños se presentaron, para dicha de Deimos fue el primero en hacerlo.
—Existen 7 formas de combate con el lightsaber. —Explicó el Cosiano —Shii-Cho es la 1era, después sigue el Makashi. Soresu es el 3er modo, el 4to es el Ataru, la 5ta forma tiene 2 nombres, los cuales son: Shien y opcionalmente Djem So. Niman es la 6ta y la 7tima también tiene 2 nombres el Juyo o Vapaad.
—¿Aprenderemos las 7 formas? —Pregunto Dirce
—Aprenderán las bases de las primeras 6. —Respondió Sinube —El Juyo puede aprenderse con el permiso de su Maestro, pero no todos los Caballeros y Maestros aprendieron la 7tma forma, de hecho la gran mayoría aprendieron 2 o 3 de los estilos de lucha con el lightsaber. ¿O acaso esperan dominar en un 2 de años 6 estilos de combate en cuestión de meses? Incluso la más básica de las 7 formas, les tomará cercas de 1 década aprenderla.
Las ínfulas de grandeza de Deimos eran casi palpables, solo después de que Taja le susurro algo al oído fue que recuperó su expresión serena. Algo que Tera Sinube noto pero que aparentó no haber visto.
—Ustedes aprendieron el Shii-Cho o el «Forma de la Determinación» con mi viejo amigo el Maestro Yoda, repasáremos por un par de horas antes de iniciar las prácticas con el Makashi. Bien, tomen sus posiciones de práctica y enciendan sus lightsabers.
El color bronce del lightsaber de Tal resaltó entre los verdes, azules y verde-amarillo, pero el Cosiano no hizo comentario alguno aunque si miro con curiosidad a Tal unos instantes.
Tera Sinube siempre se tomaba las cosas con calma, demasiada calma. 1 hora pasó muy lentamente para los 10 iniciados. Tal vez su entrenamiento era repetitivo para los niños, pero eran a ojos vista necesario. Pues a la vez que instruía explicaba.
—El Shii-Cho es la forma de combate más antigua de los 7 estilos, y evolucionó a partir de la antigua forma de la esgrima. —Explicó —Sus movimientos son básicos de ataque y parada. Se centra en los objetivos del cuerpo humanoide: el flanco izquierdo, el flanco derecho. —Se detuvo para corregir la postura de Vamary y que Uboraan inclinara un poco los brazos —La cabeza y las piernas también son un objetivo. No importa si nuestro cuerpo es serpentino, segmentado, bípedo o esférico, si pueden empuñar un lightsaber entonces podrán dominar la primera forma. El Maestro Kit Fisto es un Jedi ejemplar y un experto duelista que se enfoca en el Shii-Cho.
—Maestro Sinube, una pregunta. —El joven Rodiano alzó la mano.
—Adelante, joven Yesreon.
—¿El Shii-Cho tiene sus desventajas?
—Las 7 formas tienen sus desventajas, así como sus méritos. —Respondió —La forma 1, no es la más adecuada para rechazar disparos, y poco efectiva para el combate contra otro usuario de un lightsaber. Pero al ser un estilo multiusos te permite cambiar a otro estilo de lucha fácilmente, por lo que puede tomar por sorpresa a un adversario. Además de que gracias al Shii-Cho podrán adaptarse a la para así aprender la forma 5.
La siguiente hora paso. E inesperadamente los 10 niños terminaron muy agotados, la confianza que tenían a inicios de su práctica había desaparecido.
—¿Cansados? —La respuesta era obvia pero el Cosiano no espero a que le respondieran, Tal asintió y apagó su lightsaber antes de sentarse en el suelo. —Mi consejo tras cada práctica, es la meditación.
—¿Por qué meditar, Maestro Sinube?
—Muy sencillo, jovencita Vamary; La meditación trae 3 de los 5 preceptos del código jedi: Paz, Armonía y Serenidad.
Descansaron unos momentos en silencio. Tal siguió el consejo del Cosiano y medito por unos minutos hasta que abrió los ojos y noto que el Maestro Sibune le miraba con aprobación.
—Maestro Sinube, una pregunta.
—Te escucho.
Tal se puso de pie, estiró ambas brazos y sus lightsabers se deslizaron hasta sus manos. Con un giro de muñeca ambos se ensamblaron como un lightsaber de doble hoja. Los encendió ambos.
Algunos Caballeros y Maestros que pasaban cercas, e incluso algunos Guardias del Templo en sus puestos cercanos se detuvieron para mirar. El Maestro jedi Cosiano asintió en silencio entendiendo la idea de la pregunta del joven iniciado.
Talnivarr "Tal" Cyanfire apagó uno de los lightsbaer, se inclinó y ofreció su arma al Maestro Jedi quien lo tomó respondiendo al gesto con una respetuosa inclinación de cabeza.
Incluso los otros 9 condiscípulos de Tal miraron su lightsaber.
—¿Qué significa el color bronce en un lightsaber?
Tera Sinube miro a Tal tras unos instantes de silencio.
—Los cristales Kyber, son traslúcidos e incoloros. Es la Fuerza, quien nos guía para construir nuestro lightsaber. Y es ella quien elige por nosotros pero, clasificar los colores que porta cada uno, es como si criticaras y desconfiaras de la raza, color de piel, filosofía y religión de otros. Eso, algo que está mal.
Tal no dijo nada. Le dio la impresión de que el Cosiano trataba de dar un punto a entender a todos los ahí presentes.
—Los lightsabers, tienen diversos colores y significados en la orden.
Apago el lightsaber de Tal y estiró su mano para tomar su bastón.
—Azul, el Defensor. Es el color de aquellos que van a la batalla, el azul es el color de un belicista que usa su arma, su estrategia y conocimientos para proteger y defender la vida de otros, tanto como su vida propia, el azul de sus hojas es la representación de la lucha justa. Ellos, no usan tanto sus habilidades en la fuerza, más allá de mejorar y fortalecer su cuerpo y capacidades físicas. Ahí donde está el azul, azul oscuro, agua, y cyan; ahí es donde encontrarás a un valiente guerrero.
»Verde, el Diplomático. Ellos estudian y se entrenan en la Fuerza meditan y entrenan su mente, algunos desarrollan capacidades precognitivas los llamados Videntes; el halo verde en su lightsaber; así como sus variables verde-amarillo y verde oscuro reflejan su inteligencia. Los jedi que optan por el diálogo y la lógica, son pacifistas y rara vez se les ve en batalla, pero eso no significa que huyan de la lucha, al contrario pueden ser guerreros tan diestros como los que empuñan un sable de hoja azul.
»Amarillo, el Confidente. Aquellos que cuidan la posesión más valiosa de la orden jedi: el conocimiento. El amarillo es el color de la exploración y del silencio, descubridores de planetas, artefactos, especies, criaturas, rutas hiperespaciales han sido jedis que portaron este color. Además, los Jedis de lightsaber amarillo tienen una característica en común, y es la de ocultar o asumir una nueva identidad e incluso reiniciar su vida desde cero. Es un tanto irónico y también muy acertado que aquellos que se ocultan tras armaduras y máscaras sean los que defienden nuestros templos ¿no lo creen?
»Naranja, el Investigador. No todas las especies de la galaxia son pacíficas, y hay quienes ven a los jedis con desconfianza. Por tal motivo en ocasiones el uso de la Fuerza tiene que ser empleado con cautela y uso de medios más comunes para otras personas: la tecnología. Aquellos jedis que usan droides como los JN-66 para llevar a cabo investigaciones, rastreo, espionaje e incluso sabotajes, son aquellos que tienen el color naranja en su lightsaber. Los Sombras Jedi y los Guardias del Templo muchas veces van por el mismo camino, manteniendo la seguridad, limpiando delincuentes, fanáticos radicales y criminales armados.
Tera Sinube miro a los 10 iniciados quienes le escuchaban en silencio y con mucha atención. Ninguno le había interrumpido y por ello pudo explicar 4 de los colores de la hoja de un lightsaber.
—Plateado, el Pensador... —El Maestro Jedi alzó su bastón y este se separó en 2 piezas, el astil unido a un soporte se mantuvo en el suelo, pero la cabeza en forma de T se mantuvo en manos del Cosiano quien tomó a los niños por sorpresa, cuando se encendió la hoja de un lightsaber color plata. —Aquellos que estudian los misterios de la Fuerza. Buscan su voz, sus poderes e incluso estudian a otras organizaciones que emplean la Fuerza en enseñanzas y métodos propios. El color plateado está presente en los lightsaber de quienes se toman las cosas con fe, paciencia y calma estudiando a la mismísima Fuerza. Algunos Videntes jedis portaban este color.
Apagó su lightsaber y lo volvió a acoplar como a un bastón. Sonrió ante los niños antes de continuar explicando.
—Rojo, El Apasionado...
—¿Apasionado? —Interrumpió Dirce sin poder contenerse. —¿Se refiere a la palabra Pasión?
—Sí. El color rojo es aquel que refleja las emociones y sentimientos de su portador. En el pasado los Sith demostraban este color pues al emplear el lado oscuro de la Fuerza no ocultaban o reprimen sus emociones y sentimientos: Miedo, Ira, Odio, Sufrimiento. Los Sith y también los Jedis caídos forzaban al kyber a someterse a su voluntad, esto provocaba que el kyber sangrara de ahí que apareciera este apasionante color rojo.
»Aunque hay ocasiones en que un jedi puede mostrar este color. Las Maestras Adi Gallia y Depa Billaba y el Maestro Even Piell son portadores de lightsaber de este color, porque el color rojo también señala a las personas que demuestran sus emociones y dar su punto de vista SIN llegar a la agresión. Es decir son comunes en personas quienes "Hablan sin pelos en la lengua".
—Maestro Sinube eso significa que no es malo llevar un lightsber de color rojo.
—No para mí, joven Deimos, aunque los jedis más puristas puedan verlo con malos ojos. Bien ¿Cuántos faltan? —Comenzó a contar con los dedos —Dorado, Púrpura, Blanco, Negro y Bronce...
—No sabía que fueran tantos. —Murmuró Jak'zin.
—Muy comúnmente los sables de hoja verde y azul predominan. —Respondió el Cosiano. —Bien. Dorado, el Sanador. Un color un tanto irónico, pues el dorado aparece en aquellos cuyo poder en la Fuerza es literalmente: marginal. Pero poseen habilidad a final de cuentas, pues pueden llamar a la Fuerza para sanar a sí mismos y a otros. Sus capacidades en este "arte" eran tan notables que sanaban huesos, carne, venenos e incluso aquellos que eran sanados por ella o él portador de este lightsaber, decían estaban cercanos a... alcanzar la iluminación... Sí, no solo podía sanar el cuerpo también al espíritu y la mente. Hay una leyenda de una jedi cuyo nombre se perdió en la historia; que fue enviada a las granjas por no haber sido elegida por un Maestro que llegó a un planeta desértico y a cambio de su vida sano al planeta y ahora es un mundo selvático y hermoso. Pues también tienen este poder, el de reverdecer áreas verdes que fueron arrasadas ya sea por un incendio forestal o por una sequía.
—Y alguien se burlaba de los granjeros. —Dijo Tal en voz alta. Deimos solo miro a otro lado y no respondió.
—Blanco, el Purificado. Bien este es un color que se puede obtener...
—¿Se puede obtener? —Casi todos los niños le interrumpieron hablando como uno solo.
—Sí, niños. Pero era más sencillo en otras eras. Verán, el color blanco es también llamado el color del Redentor. En tiempos antiguos cuando aún existían lo sith, cuando se rendían; lo cual era muy raro o un jedi caído quería redimirse, desarmaba su lightsaber pieza a pieza, abrazaba su corazón, el cristal y como ya explique con los lightsaber color rojo. Los sith y jedis caídos sometían al cristal a su voluntad de este modo se obtenía el bello color rojo carmesí; Un redimido hacia lo mismo pero a la vez lo opuesto, tomaba el cristal y se disculpaba con él y lo purificaba, para que así dejara de sangrar. De este modo no importa el color que antiguamente tenía, una vez el cristal quede purificado su hoja será de un inmaculado color blanco.
»Púrpura, la Balanza. El equilibrio entre Azul y Rojo. Aquellos que portaron este color digamos que... tenían la furia a flor de piel pero con la misma facilidad con que cambiaba su carácter, también recuperaban la serenidad. E igualmente podían emplear aunque a escala menor poderes del lado oscuro; Es decir, rozaban el lado oscuro pero no caían ante él. En la antigua Alta República este color fue un poco mas visto, pero hoy en día sólo unos pocos jedis tiene un lightsaber. El Maestro Windu, es uno de ellos.
—Maestro Sinube —Dijo Deimos —He oído decir que el púrpura también es considerado como el color de la realeza.
—Cierto, pero el Maestro Windu tiene orígenes muy humildes. —Respondió el Maestro Sinube que después pensó en algo más. «De ningún modo les voy a decir que el Mace Windu nació en un prostíbulo. Aunque eso explica algunas cosas...»
—Maestro Sinube, Ei'lad tiene una pregunta.
—Adelante, Ei'lad.
—Si son tantos los colores de un lightsaber. Ei'lad se pregunta dónde quedaron los lightsaber de esos colores tan raros.
—Los Lightsaber Amarillos son portados y resguardados por los Guardias del Templo es una herencia entre ellos pero no diré más pues es un secreto que solo unos pocos incluyéndome conocemos. Rojo, Púrpura, Naranja, Cyan colores de lightsaber del pasado han sido guardados en este y otros templos. Tomen en cuenta que son colores muy raros y se honra a sus anteriores portadores; En un templo en Lothal por ejemplo, se guardaron muchos lightsabers la mayoría rojos. —Explico —¿Bien alguna otra pregunta?
Nadie dijo nada.
—Negro, el Caudillo. Hubo un sable, cuya hoja era plana negro era su núcleo con un halo blanco ondulado que pertenecía a el primer Jedi Mandaloriano llamado Tarre Vizla. —Tera Sinube, así como Dirce notaron la expresión engreída de Deimos —Tarre Vizla era estéril así que no tuvo descendencia aunque el clan Vizla sobrevivió gracias a un primo lejano. —La sonrisa de Deimos desapareció.
»Si bien, Tarre Vizla no era el Caballero Jedi más fuerte o veloz, era muy astuto, un estratega natural y guiaba a los otros hacia la victoria siempre. Cuando murió uno de sus compañeros de armas tomó prestado su lightsaber y pese a sus escasos números guió a sus mermadas tropas a la victoria. 3 personas más usaron ese lightsaber temporalmente con un aura de liderazgo que solo su legítimo dueño tuvo en vida. Pero por respeto a su memoria y por pedido de quien fue su Maestra Jedi, el lightsaber fue guardado en este templo. Pero fue robado por integrantes del clan Vizla; nunca más se supo de él. El negro en opinión del Maestro Yoda y mía, es el color de un líder y estratega bélico.
Talnivarr suspiro. Nunca se había imaginado que hubiera toda una gama de colores para los lightsabers y finalmente obtendría la explicación que esperaba.
Tera Sinube encendió los 2 lightsabers de Tal, los movió con destreza primero como un arma de doble hoja y después de separarlos e hizo una serie de movimientos de esgrima con una notable vitalidad y soltura que contradecía su respetable y anciana edad.
—Bronce. El Sello. —Suspiro tan profundamente que parecía que el suspiro le salió desde los pies. —Deben saber niños que hay razas en la galaxia conocidas por su fortaleza, su resistencia y su fuerza física, los Elnacon, los Lasat, los Wookiees, los Whiphid, los Gamorreanos, los Gigoranos y los Vurks. Además de su inmensa fuerza, todas estas especies son conocidas por su fiereza, y tristemente se les ve como mercancía, como esclavos...
—Maestro Sinube... —Dijo Tal pero el Cosiano no le escucho.
—El bronce, es en los registros Jedi el color de una persona con una notable fuerza física propia, casi inmunes al cansancio y sin temor al dolor, aceptando la muerte con una sonrisa despreocupada...
—¿Solo eso? —Le interrumpió Deimos con cierta brusquedad. —Con todo respeto, Maestro Sinube parece que está describiendo a un primitivo bárbaro o a un salvaje.
—En los términos claros otros pensarían también eso, Deimos. —Respondió —Pero eso solo demuestra su escasa inteligencia, porque simplemente no pueden estar más equivocados. El bronce está presente en aquellos Jedi sobresalientes físicamente como las especies que he nombrado. Pero no se engañen. Cuando digo sobresaliente, es precisamente eso: sobresale sobre los demás. Porque sin tener que emplear a la Fuerza pueden igualar o superar a los portadores de un lightsaber azul. El Bronce sólo se presenta ante aquel que es físicamente "perfecto".
Tera Sinube miro los lightsabers, se acercó a Tal y se los ofreció de nuevo. El los acepto, sin mirar a nadie pero notando los ojos de sus condiscípulos en sus lightsabers.
—El portador del bronce no usaba la Fuerza casi nunca, porque no la necesita, sus propias capacidades físicas eran envidiables y cuando usaba la Fuerza... Era en palabras simples: aterrador. Pues su poder en la Fuerza era grande hasta el punto de igualar al Gran Maestro de la orden... En el pasado, cuando apareció un portador del bronce en esas eras donde aún existían algunos Sith... Ellos rápidamente planearon un ataque con el único objetivo de matarlo, aprovechando que aún era un niño, ni siquiera pensaron en corromperlo y así llevarlo al lado oscuro; Pues incluso los Señores Oscuros, le temían.
—Pero eso, fue un Jedi del pasado ¿cierto? —Pregunto Tal al Cosiano. —No significa que yo también sea así ¿cierto?
—Tal. —Vamary habló con timidez —Eres el primero en los exámenes físicos, y tú nunca has usado la Fuerza en los entrenamientos marciales a diferencia de otros...
—Joven Talnivarr. —El Cociano le miró de forma casi paternal —¿Porque crees que en museos y diversas culturas a los "semidioses" se les representa siempre en efigies y estatuas de bronce? En pocas palabras, el portador de un lightsaber de este color es un prodigio.
* * * * * *
—¿Dónde estoy? — Tal no podía ver nada, todo era oscuridad. —¿Estoy flotando? —Murmuró hasta que se contestó a sí mismo un instante después. —No, estoy cayendo lentamente...
Hasta que sintió que las plantas de sus pies descalzos tocaron un suelo empedrado y frío. Estaba desnudo. De pie entre hierbajos y plantas de tonos diversos de púrpura, morado y lavanda.
Tal miro alrededor. No le dio importancia a que no usara prenda alguna. Tampoco hizo caso a una corriente de aire gélido que fue como un cuchillo invernal para su piel infante.
Lentamente dio un paso, y el lugar en donde la planta de su pie tocó, emitió una luz blanca-purpurea. Dio otro paso y después un tercer paso. Sus pasos lo internaron en un bosque, pero ninguno como había visto antes.
Los árboles eran blancos, y emitían una suave y cálida luz blanca–purpurea pues los árboles eran de cristal. La madera, las hojas, ramas, raíces, e incluso los frutos eran de cristal que emergían de la tierra. Quiso tocar uno de los frutos y lo sintió tibio cuando sus manos se cerraron en torno a éste, pese a que un instante después una fría brisa lo azotó, haciéndole temblar un poco. Miro alrededor y aunque Tal no era afecto a la poesía le pareció que era un lugar hermoso para ver las estrellas a la luz de la luna.
El bosque de cristal emitía una extraña pero hermosa canción.
Pero lo que atrajo su atención era un inmenso árbol, tan grande como un rascacielos.
Miro sorprendido al Patriarca de cristal y sus pasos lo llevaron a él. Notando que había edificios en ruinas, que parecían templos que había sido sostenidos por columnas de piedra verdosa.
Se detuvo cuando iba a dar un paso. Entre las ruinas creyó ver una figura moverse entre las sombras.
—¿Hola?
Nadie le respondió. Dudo unos instantes y tomó una decisión después de ver que alguien dentro de esas ruinas.
La oscuridad era inmensa. Se arrepintió en ese instante, de haber entrado a ese lugar porque cuando se dio la vuelta para salir ya no había una salida. Solo había oscuridad.
—¿Qué lugar es este? ¿Es la Orla?
—Sí y no, niño. Estás aquí. Allá y en todas partes. —Respondió una voz masculina.
—Y con nosotros —Agregó una hermosa voz femenina.
—¿Quiénes son?
—Nuestros nombres. —Respondió la voz femenina —No podrías pronunciarlos. Pero no temas pequeño, estás en un... inicio.
—Y todos los inicios, son oscuros. —Agrego Talnivarr. —¿Pero... cómo llegue aquí?
—Estas dormido. Pero no estás soñando. —Respondió la voz masculina. —Tú nos llamaste, y acudimos a tu llamada.
Repentinamente apareció un destello ante él casi cegándolo. Parpadeo un par de veces antes de mirar a un cristal kyber ante él, que flotaba a la altura de su pecho.
O mejor dicho un par de manos distintas, sostenían ese cristal kyber.
Un hombre alto delgado de ropas negras, su piel era blanca marmórea; no tenía cabello y sus rasgos del halcón resaltaban unas líneas rojas que rodeaban sus sienes y cabeza, así como sus párpados y caían por sus mejillas dando la impresión de que estaba llorando sangre.
Sus ojos escarlatas destellaron como dos soles, pero carentes de emociones y sentimientos positivos. No tenía expresión pero sus rasgos atractivos denotaban una gran crueldad y maldad más allá de lo humanamente posible.
A su derecha había una mujer. Muy hermosa de larga y ondulada cabellera verde clara que le caía hasta su esbelta cintura. Poseía el cuerpo agraciado de una mujer adulta pero sus ojos eran jóvenes y gentiles, aunque se percibía cierta tristeza combinada con serenidad. Usaba una túnica color crema y dorado ceñida a su cuerpo aunque se distinguían en sus hombros lo que parecía ser un manto de plumas.
Su rostro era insuperablemente hermoso enmarcado por una especie de diadema con dos peinetas de color dorado que cubrían sus oídos. Con diferencia de su acompañante masculino, ella movió la mano, y con una gentileza la posó en la cabeza de Talnivarr quien se ruborizo casi en un instante y cuando bajó la vista, se dio cuenta de que llevaba una túnica gris que cubría su desnudez.
Al niño nunca le había importado que lo vieran desnudo, pero por primera vez en su vida se sintió avergonzado y bajo la mirada al mismo tiempo en que daba un paso hacia atrás, lentamente.
—Lo siento... —Murmuró, pero ella solo rio suavemente. —Si esto es un sueño. ¿Son reales?
—Tanto, como la misma Fuerza. —Respondió la mujer.
—¿Son sensibles a la Fuerza?
—En cierto modo... —Dijo el hombre en voz baja —Somos la manifestación de los 2 lados de la Fuerza. —Se señaló a sí mismo —Yo soy el portador del Lado Oscuro.
—Y yo, soy la portadora del Lado Luminoso. Algunos en el pasado, nos llamaban "Dioses"...
Talnivarr casi se "atraganto" aunque nunca se había atragantado en un sueño.
—¿Hice algo para ofenderlos?
La mujer y el hombre intercambiaron una mirada. Y un instante después ambos comenzaron a reír. Ella tenía una risa cantarina, rítmica como el sonido alegre de un riachuelo. Pero la risa del hombre era tenebrosa, temible como la ventisca, el terremoto y la tempestad, a Tal le dio escalofríos y deseo en silencio no volver a oírlo reír.
—¿Ofendernos? —Dijeron al unísono. El alzó la mano y Tal casi se cayó de espaldas pues sintió un aire frío darle de lleno en la cara, y se vio a sí mismo unas horas atrás.
Después de la explicación de los colores en los lightsabers, ya no siguieron practicando, pues Tera Sinube dio la clase por terminada.
Tal noto que los otros, incluso Vamary le dirigían miradas envidiosas, incluso Jak'zin y Uboraan evitaron mirarlo.
"Aún falta una media hora para la comida" Dijo Tal a sus amigos "¿Que tal si vamos a darnos un chapuzón al lago?"
"Lo siento, Tal." Respondió Uboraan en Ithoriano, pero Tal entendió su lenguaje de 4 gargantas "Aun debo terminar los deberes que nos dejó el Maestro Yoda sobre pilotaje"
"Yo creo que dormiré un rato" Respondió Jak'zin Y sin esperar respuesta, ambos le dejaron solo en el pasillo. Tal bajo los hombros y fue al lago para ver cómo algunos niños más jóvenes terminaban de jugar en el agua, un niño pelirrojo se le acercó sonriendo.
"Hola Tal"
"Hola, Obi-Wan" Respondió "¿Qué haciendo?"
"Ya nos íbamos, tenemos clases con la Maestra Nu" Después de hablar unos momentos, Obi-Wan y sus amigos se marcharon. Tal se dio un chapuzón por unos minutos aunque no fue divertido y noto que algunas personas le miraban cuando volvía a su habitación.
Unos minutos después cuando entró al comedor comió solo, aunque a un par de mesas de distancia, Deimos y su grupo reían varias veces, cuando se levantó le dijeron todos a la vez "Adiós, prodigio"
Les ignoró y cuando salía del comedor oyó una voz furiosa llamarlo.
"¿Qué tanto estás fisgoneando?" Era el Maestro Halsey el Roonano que le miró furioso. "¿Por qué no estás en clase?"
"Ya terminamos las clases del Maestro Sinube" Respondió "Salgo de comer y voy a la Sala de las Mil Fuentes para meditar un poco. No estaba fisgoneando, señor"
"Eso lo decido yo, traidor" Respondió el Maestro entrando al comedor. Tal miro las puertas notando que algunas personas en el pasillo le miraban.
"¿Por qué soy un Traidor?"
Llegó a la Sala de las Mil fuentes, un invernadero con un bosque interior, cascadas, pasillos de piedra y cerámica, aquí y allá vio a algunas personas meditando. Se sentó a la sombra de un Pino Malpasiano y medito por casi 2 horas hasta que abrió los ojos más frustrado que tranquilo. Suspiro y trato de meditar de nuevo pero la palabra "Traidor" no dejaba de volver a su mente.
Volvió a intentar meditar y solo abrió los ojos cuando oyó unas palabras frente a él.
"¿Tal? ¿Estás bien?" Ali-Alann se inclinó a su lado el musculoso Caballero Jedi le miraba confundido. "¿Qué te pasa? Tienes una expresión muy distinta a esa sonrisa despreocupada que siempre llevas."
"Solo estoy confuso"
"Eso se nota, la pregunta es ¿Por qué?"
Tal miro al fornido humano y después le explico lo que había ocurrido en la clase del Maestro Sinube y el desagradable encuentro dentro y fuera del comedor.
"Le hubiera preguntado al Maestro Sinube el significado del color bronce en otro momento, porque de seguro me llamaran "Prodigio" como si esa palabra fuera un insulto, y por algún motivo, al Maestro Halsey..."
"Tal, nadie sabe qué es lo que hubiera pasado, ni siquiera los videntes de la Fuerza; en cuanto al Maestro Halsey no te preocupes, tendré unas palabras con él..."
"Maestro Alann, se meterá en problemas"
"Halsey, no puede culparte a ti, tú no tienes la culpa, por lo que él hizo."
"¿Disculpe?" Las palabras de Ali-Alann le sonaron extrañas como si se refiriera a otra persona.
"No, nada. Vamos ya es casi medianoche, y mañana tienes lecciones con el Maestro Coleman Trebor, y él es muy estricto con la puntualidad" Le ofreció la mano a Tal, para ayudarle a levantarse, Tal acepto su ofrecimiento, aunque le dio la impresión de que estaba cambiando la conversación.
"Maestro Alann..."
"¿Sí?"
"¿Crees que yo también seré un... Prodigio. Como el anterior portador de un lightsaber de hoja color bronce?"
Ali-Alann sonrió hasta con la mirada y le meneó el cabello juguetonamente.
"No soy un vidente, pero sé que serás un buen Padawan" Respondió evadiendo la pregunta "Si tienes dudas de tu destino. Busca respuestas en la Fuerza. «Contigo la Fuerza siempre está, no te abandona, y responde a tu llamado», esa es una frase que muchas veces me dijo el Maestro Yoda"
Tal le acompañó hasta que se fueron por pasillos separados. Volvió a su habitación y después de acostarse en su cama se dijo en voz alta.
"¿Qué planeas para mí? ¿No te importaría darme un par de pistas?"
Talnivarr exhalo, la sensación de aire frío se disipo rápidamente. Miro a los 2 dioses, le habían mostrado un breve fragmento de su pasado y ahora los miraba con renovado respeto.
—¿Ese par de preguntas al aire, es un modo de llamarlos?
La mujer miró a Tal. Pero no respondió porque el hombre pálido se le adelantó.
—Tu poder en la fuerza es grande, pero es algo que tú mismo desconoces. —Respondió —Es como una semilla... o como un huevo.
—Una semilla y un huevo, son el inicio de una nueva vida. —Dijo Tal, pues parecía que el hombre estaba a punto de explicar sus breves palabras.
Los dos volvieron a intercambiar una mirada, el hombre se acercó a la mujer y le susurro algo al oído, ella miró a Tal y después de unos momentos asintió en silencio.
—Talnivarr Cyanfire. —Dijo ella —Estás destinado a vernos de nuevo.
—3 veces más. Hoy solo nos hemos proyectado a tu mente con el fin de conocerte y saludarte, pero en un futuro nos veremos cara a cara.
—Las Hermanas de la Noche, nos llaman la Diosa Alada y el Dios Colmilludo. —Agregó la mujer —O El Hijo y la Hija. Busca el Faro que guía a la Senda de Rosline.
—¿Senda de Rosline? —Pregunto Tal
—Busca a los Mutakai —Dijo el Hijo mirando a Tal de forma extraña.
Tal despertó.
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Hay situaciones donde tienen 2 puntos de vista.
Un soldado puede ser un héroe anónimo en una batalla, pero también ser un asesino.
Lo mismo, puede ocurrir con las palabras, suenan y se escriben igual pero una letra, un acento, una entonación; hacen que tenga otro significado.
¿Qué debes hacer, cuando haces algo para ayudar a otros, pero en realidad haces algo malo?
El próximo capítulo se titula: Casado y Cazado.
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